Cuando la policía se involucró en el caso por su desaparición no encontraron ni un solo rastro de aquel demente obsesionado con torturar mujeres, sólo a la joven desnuda suspendida con cuerdas desde el techo con múltiples heridas y lesiones en todo su cuerpo, Ivy no pudo hablar durante meses tras su experiencia en aquel lugar y su agresor jamás pagó porque este huyó.
Supo también que su padre había sido asesinado a disparos unos días después de que ella fuera ingresada a emergencia. Richie era el responsable, tenía contactos y Frank le debía dinero que se suponía estaría pagado una vez ella se fuera con él, no sabía que le dolía más, que le hubieran hecho daño o la traición de su propio padre, el mismo hombre que de niña le contaba historias antes de dormir para tranquilizarse.Quien se suponía debía protegerla.La pesadilla nuevamente se hizo presente en la vida de Ivy cuando pensaba que al fin podía sentirse tranquila, su verdugo la había encontrado otra vez.— ¡Vengan niños! — Gritó la joven alterada.Los gemelos no podían entender el motivo pero obedecieron sin titubeos.— No nos dió tiempo ni siquiera de lanzarnos por el tobogán, ¿Sucede algo? — Preguntó Silvie.— Para nada, pero es mejor no tardar demasiado, debo ayudar a mamá en la cocina — Les mintió.Se sentía paranoica, miraba hacia los lados recordando aquella carta y sentía unas ganas intensas de romper en llanto, pero no podría permitirse tal cosa, se suponía que era una mujer fuerte que hacía lo incansable por ayudar a los suyos y está bien.Tenía que sentirse bien...Al llegar a casa los niños encendieron el televisor en la sala para entretenerse con las caricaturas que acostumbraban a ver todos los días, Ivy por otro lado aprovechó el momento de ir hacia la cocina a comunicar lo sucedido a su madre quién estaba horneado un pastel, Alba webster desde que le diagnosticaron una arritmia ventricular había decidido enfocarse en cosas que le apasionaran.Ver a su hija con el rostro pálido no era una buena señal.— ¿Que sucede cariño?— Richie me encontró mamá — Le respondió con la voz entrecortada y mostrándole el sobre.— Tenemos que irnos de aquí, lo más rápido posible...— Ya pensaremos en algo, no podemos precipitarnos, los niños están felices con su nueva vida y no puedo abandonar mi trabajo.— Tu vida también es importante cariño...— Lo sé, pero voy a solucionarlo ¿Si? Confía en mí mamá, ya hemos pasado por esto antes, lo solucionaremos.Alba se sentía inútil la mayor parte del tiempo, su hija siempre se esforzaba de más y lidiaba con todas las cargas por cosas de las cuales se sentía responsable, el hombre a quien eligió como esposo, todo lo que permitió y por último ver a un extraño llevarse a su hija como si de un objeto se tratase.Fué ella quién acudió a la policía a denunciar la desaparición de su hija sabiendo que su esposo moriría, Ivy era más importante.— Sólo se honesta siempre conmigo ¿Si? Y nunca olvides que mamá te ama.La joven abrazó a su madre mientras la consolaba, deseaba que ambas tuvieran una vida mejor y haría lo necesario para tal cosa, fue hasta el gabinete de su habitación en busca de el sobre que sería la solución a todos los problemas.— Tienen que mudarse a otro lugar ¿Si? Al menos hasta que las aguas se calmen.— ¿De dónde sacaste cincuenta mil dólares Ivy? — Le preguntó mirándola con seriedad.— No hice nada malo, solo confía en lo que te digo y por favor hazme caso, hagamos esto por los niños, son lo más importante para mí y tú bienestar.— Está bien, le diré a los gemelos que hemos conseguido dinero para un nuevo hogar — Respondió resignada.Aunque no le parecía la idea no habían más opciones y veía en los ojos de su hija la desesperación.— No te sientas mal mamá, sabes que haré lo necesario para mantenerlos felices y sanos.— Lo sé hija, y es lo que más me preocupa, que no sé que cosas eres capaz de hacer para conseguirlo.Alba tenía razón, sabía que Ivy era una mujer con el corazón más noble que existía pero también que no la conocía lo suficiente, que algo dentro de ella murió desde aquel día.Pov Mathew.— Esto es inaceptable, eres una maldita decepción Mathew, ¿Que no piensas antes de hacer las cosas? — Honestamente no.Leonard Hoogen, el ingeniero y CEO de una de la compañía de cosméticos Hoogen Beauty sabía que no viviría por siempre y tenía los ojos puestos en su único hijo, había depositado sus esperanzas en que Mathew pudiera sacar a la familia y todos sus negocios adelante pero no había hecho más que meterse en problemas y despilfarrar el dinero en fiestas, alcohol y mujeres.Se suponía que a los 25 años empiezas a tomar buenas decisiones, pero su hijo cada vez estaba más lejos de un futuro estable con una familia y vida honorable.— Estoy harto de sacarte los pies del lodo y arreglar todo con dinero, si vuelven a arrestarte por conducir a exceso de velocidad dejaré que te pudras en la cárcel — Sentenció alzando la voz.— Ay por favor papá, sabes que solo intentó pasarla bien, el trabajo es agotador...— Tus primos hacen el doble de lo que tú y no están quejándose
Pov Ivy.Por supuesto que se iba a embriagar, había tenido que alejar a su familia porque nuevamente alguien que había arruinado su vida amenazaba con regresar, a Ivy no le importaba en lo absoluto lo que pudiera sucederle, se lo repetía una y otra vez mientras se miraba en el espejo de aquel club, las personas que de verdad amaba ya estaban a salvo.¿Entonces por que sentía que todo se estaba destruyendo a su alrededor?Quizás porque asi era, en su empleo habían hecho reducción de personal y ya no la necesitaban, lo único positivo es que su madre había dividido el dinero y tenía lo suficiente para pagar alquiler y sobrevivir por un tiempo, era lo unico importante suponía. Otra idea que se cruzaba por su mente era poner fin a su vida, lo dejaría como el plan c.— Vamos amiga, vinimos a divertirnos, entiendo que te sientas mal de que ya no vivas con tu madre y los gemelos pero es por un bien — La animó Cristopher dandole palmaditas en sus hombros.— Sólo quiero embriagarme hasta fallec
— No creo que este sea el lugar indicado para tocar un tema como ese ahora que nos pusimos serios.Ivy tenía muchos sentimientos encontrados, si algo tenía claro es que no deseaba casarse nunca, mucho menos tener hijos, ya había sufrido demasiado y sabía que requería de mucho valor y estabilidad para ese paso, dos características que precisamente ella no tenía, por primera vez en mucho tiempo se sentía de más en aquel club, echó un vistazo por la pista en busca de su mejor amigo y lo pudo hallar pasándola en grande con su compañero de baile.Pensó que era mejor dejarlo disfrutar mientras ella hablaba con su ex quién guardaba silencio en la espera de una respuesta de la muchacha.— Podemos hablar afuera y luego regresar por tu amigo cuando volvamos adentro — Acabó proponiendo Mathew.A diferencia de ella, lucía tranquilo, tenía el control de la situación y sunque le enojara asintió. Sólo deseaba que su familia estuviera a salvo y tener una vida tranquila.— ¿Y si yo aceptará cuánto din
Ivy siempre desde niña soñaba con convertirse en alguien importante de quién pudiera sentirse orgullosa algun día, tenía todo lo necesario para lograrlo y agallas le sobraban, algo que en el presente le causaba una enorme decepción. No dejaba de pensar en aquella noche frente a Mathew Hoogen, sus ojos mirándola fijamente esperando una respuesta de su parte conteniendo una sonrisa siniestra, como si supiera que obtendría un "sí" antes de que la joven hablara.Era inevitable un amargo final como ese cuando la desesperación era cada vez mas evidente, todos tenían un precio, asi que cuando Ivy aclaró su garganta y aceptó el trato sabiendo que era una decisión arriesgada, la sonrisa del joven se hizo mas grande, le había dado lo que quería y sólo Dios sabía cuál sería su destino.— Hiciste lo correcto cariño, no te arrepentirás y saldrás bien premiada una vez se cumpla el plazo que planifiqué — Respondió tocando su hombro.— No me toques, y que conste, lo hago porque realmente necesito el
Ivy se sentía indefensa y jamás imaginó que volvería a experimentar una sensación como esa, de solo recordar todos los golpes que recibió y la forma en que fue abusada le daban escalofríos, el como su cuerpo fue ultrajado y usado como si de un juguete se tratase le generaba tanta impotencia dentro de si misma que alimentaba su furia, no entendía por qué la maldad siempre destrozaba a las personas buenas y estas se tenían que ver obligadas a sacrificar sus ideales para alcanzar una vida plena.Era exactamente como se sentía, pese a que Mathew le hablaba durante todo el trayecto a casa de sus nuevos suegros ella continuaba perdida en sus pensamientos, sabía que las mujeres de carácter inquebrantable no eran esposas sumisas y obedientes, pero también que debía actuar a la altura si queria conseguir el premio y lograr el objetivo de prosperar.— Te sienta increible el color blanco ¿Lo sabes no? Viniendo de alguien como Mat ese era sin duda un elogio destacable, él en cambio le restó impo
Cuando llegaron a la casa el lugar ya estaba bloqueado por la policía y completamente en llamas, Ivy intentó ingresar pero Mathew no se lo permitió, sabía que ya no tenía caso tener esperanzas de que su familia estuviera bien. La jóven en cambio estaba destrozada y por mucho que trató de contenerse, lágrimas empezaron a caer de su rostro acompañadas de la desesperación de tan solo imaginar todo el sufrimiento que tuvieron que vivir en su ausencia.Ella se esforzó hasta el final y estaba dispuesta a seguirlo intentando hasta que dejara de respirar, asi que cuando vió como trasladaban dos cuerpos sintió lo que era el verdadero horror y entendió que no existia la esperanza.—¡Mis niños! — Gritó sintiendo como un nudo se formaba en su garganta.Se aferró a los brazos de Mathew mientras Intentaba tomar aire y no desvanecerse hasta que a lo lejos vió a su madre correr hasta ella angustiada con sus hermanitos.¿O era solo un espejismo? — ¡Ivy! — No entiendo nada — Murmuró Mathew observando
Ivy estaba muerta del cansancio, había estado de un lado a otro en compañía de Mathew, ahora que sabía que iba a contraer matrimonio con el joven millonario sólo le quedaba decir que jamás volvería a casarse con nadie más aunque de igual forma ya no lo necesitaría. Aprovechó el día libre de su molesto futuro esposo para salir con su mejor amigo por unas copas y divertirse como en los viejos tiempos, eso ayudaría a subir su estado de ánimo.Así que ahí estaban, en la pista de baile pasándola en grande e inventando nuevos pasos, las risas no faltaron y la noche era joven, Ivy era ella misma cuando se rodeaba de personas que le importaban así que no se reprimía como en casa de Lilly y Leonard u otros lugares en dónde había tenido que estar en contra de su voluntad.— ¿Cómo te sientes hoy amiga?— Realmente necesitaba esto, me caso la semana que viene y debo aprovechar tanto como me sea posible.— Ve el lado bueno la pasarás de maravilla en Barbados ¿No es ese un sueño hecho realidad?— E
Mathew.El dolor de la resaca del día después era el peor de los males, pero recordando todos los acontecimientos de la noche anterior y la forma en que perdió el control y experimentó tal humillación en público lo puso de muy mal humor, no podía creer que ni estando en una situación delicada Ivy dejaba de desafiarlo. Esa mujer se convertiría en su perdición y sabía que una vez se casara las cosas aumentarían de nivel.Sin embargo no conocía a nadie más que fuese capaz de tal hazaña y una parte de él disfrutaba esos pequeños intercambios de palabras y discusiones, Ivy le resultaba fascinante y a la vez intrigante, así que pese a todo el desastre de la noche anterior tomó su teléfono dispuesto a llamarla.Pero la mujer no le respondía, así que tendría que hacer algo al respecto."Será mejor que contestes el maldito teléfono o te pondré a ti y a tu familia de patitas en la calle, tenemos un problema y debemos resolverlo"Pulsó enviar sin ningún tipo de remordimiento, desde hace años se