— No creo que este sea el lugar indicado para tocar un tema como ese ahora que nos pusimos serios.Ivy tenía muchos sentimientos encontrados, si algo tenía claro es que no deseaba casarse nunca, mucho menos tener hijos, ya había sufrido demasiado y sabía que requería de mucho valor y estabilidad para ese paso, dos características que precisamente ella no tenía, por primera vez en mucho tiempo se sentía de más en aquel club, echó un vistazo por la pista en busca de su mejor amigo y lo pudo hallar pasándola en grande con su compañero de baile.Pensó que era mejor dejarlo disfrutar mientras ella hablaba con su ex quién guardaba silencio en la espera de una respuesta de la muchacha.— Podemos hablar afuera y luego regresar por tu amigo cuando volvamos adentro — Acabó proponiendo Mathew.A diferencia de ella, lucía tranquilo, tenía el control de la situación y sunque le enojara asintió. Sólo deseaba que su familia estuviera a salvo y tener una vida tranquila.— ¿Y si yo aceptará cuánto din
Ivy siempre desde niña soñaba con convertirse en alguien importante de quién pudiera sentirse orgullosa algun día, tenía todo lo necesario para lograrlo y agallas le sobraban, algo que en el presente le causaba una enorme decepción. No dejaba de pensar en aquella noche frente a Mathew Hoogen, sus ojos mirándola fijamente esperando una respuesta de su parte conteniendo una sonrisa siniestra, como si supiera que obtendría un "sí" antes de que la joven hablara.Era inevitable un amargo final como ese cuando la desesperación era cada vez mas evidente, todos tenían un precio, asi que cuando Ivy aclaró su garganta y aceptó el trato sabiendo que era una decisión arriesgada, la sonrisa del joven se hizo mas grande, le había dado lo que quería y sólo Dios sabía cuál sería su destino.— Hiciste lo correcto cariño, no te arrepentirás y saldrás bien premiada una vez se cumpla el plazo que planifiqué — Respondió tocando su hombro.— No me toques, y que conste, lo hago porque realmente necesito el
Ivy se sentía indefensa y jamás imaginó que volvería a experimentar una sensación como esa, de solo recordar todos los golpes que recibió y la forma en que fue abusada le daban escalofríos, el como su cuerpo fue ultrajado y usado como si de un juguete se tratase le generaba tanta impotencia dentro de si misma que alimentaba su furia, no entendía por qué la maldad siempre destrozaba a las personas buenas y estas se tenían que ver obligadas a sacrificar sus ideales para alcanzar una vida plena.Era exactamente como se sentía, pese a que Mathew le hablaba durante todo el trayecto a casa de sus nuevos suegros ella continuaba perdida en sus pensamientos, sabía que las mujeres de carácter inquebrantable no eran esposas sumisas y obedientes, pero también que debía actuar a la altura si queria conseguir el premio y lograr el objetivo de prosperar.— Te sienta increible el color blanco ¿Lo sabes no? Viniendo de alguien como Mat ese era sin duda un elogio destacable, él en cambio le restó impo
Cuando llegaron a la casa el lugar ya estaba bloqueado por la policía y completamente en llamas, Ivy intentó ingresar pero Mathew no se lo permitió, sabía que ya no tenía caso tener esperanzas de que su familia estuviera bien. La jóven en cambio estaba destrozada y por mucho que trató de contenerse, lágrimas empezaron a caer de su rostro acompañadas de la desesperación de tan solo imaginar todo el sufrimiento que tuvieron que vivir en su ausencia.Ella se esforzó hasta el final y estaba dispuesta a seguirlo intentando hasta que dejara de respirar, asi que cuando vió como trasladaban dos cuerpos sintió lo que era el verdadero horror y entendió que no existia la esperanza.—¡Mis niños! — Gritó sintiendo como un nudo se formaba en su garganta.Se aferró a los brazos de Mathew mientras Intentaba tomar aire y no desvanecerse hasta que a lo lejos vió a su madre correr hasta ella angustiada con sus hermanitos.¿O era solo un espejismo? — ¡Ivy! — No entiendo nada — Murmuró Mathew observando
Ivy estaba muerta del cansancio, había estado de un lado a otro en compañía de Mathew, ahora que sabía que iba a contraer matrimonio con el joven millonario sólo le quedaba decir que jamás volvería a casarse con nadie más aunque de igual forma ya no lo necesitaría. Aprovechó el día libre de su molesto futuro esposo para salir con su mejor amigo por unas copas y divertirse como en los viejos tiempos, eso ayudaría a subir su estado de ánimo.Así que ahí estaban, en la pista de baile pasándola en grande e inventando nuevos pasos, las risas no faltaron y la noche era joven, Ivy era ella misma cuando se rodeaba de personas que le importaban así que no se reprimía como en casa de Lilly y Leonard u otros lugares en dónde había tenido que estar en contra de su voluntad.— ¿Cómo te sientes hoy amiga?— Realmente necesitaba esto, me caso la semana que viene y debo aprovechar tanto como me sea posible.— Ve el lado bueno la pasarás de maravilla en Barbados ¿No es ese un sueño hecho realidad?— E
Mathew.El dolor de la resaca del día después era el peor de los males, pero recordando todos los acontecimientos de la noche anterior y la forma en que perdió el control y experimentó tal humillación en público lo puso de muy mal humor, no podía creer que ni estando en una situación delicada Ivy dejaba de desafiarlo. Esa mujer se convertiría en su perdición y sabía que una vez se casara las cosas aumentarían de nivel.Sin embargo no conocía a nadie más que fuese capaz de tal hazaña y una parte de él disfrutaba esos pequeños intercambios de palabras y discusiones, Ivy le resultaba fascinante y a la vez intrigante, así que pese a todo el desastre de la noche anterior tomó su teléfono dispuesto a llamarla.Pero la mujer no le respondía, así que tendría que hacer algo al respecto."Será mejor que contestes el maldito teléfono o te pondré a ti y a tu familia de patitas en la calle, tenemos un problema y debemos resolverlo"Pulsó enviar sin ningún tipo de remordimiento, desde hace años se
Ivy.— ¿No fui lo suficientemente claro cuando te dije que no te lo comieras? La joven mantenía la vista puesta en su batido de chocolate para no sentir la mirada decepcionada de su mejor amigo. Faltaba poco para la llegada de su suegra en aquel café en dónde era el punto de encuentro así que Ivy aprovechó esa oportunidad para poner a Christopher al corriente.Si bien se había jurado así misma no caer ante los impulsos de sus deseos carnales no lo había cumplido al pie de la letra, no solamente pasaron todo ese tiempo besandose y jugueteando, casi acabaron haciéndolo sobre el sofá, de no haber sido por la repentina llegada de su madre la historia sería distinta.— Una recaída la tiene cualquiera Christopher.— ¡Es tu ex tóxico! — Le recriminó.— No es mi culpa, estaba ovulando...— Si, claro, échale la culpa a eso, como sea, al menos no pasó a mayores aún.— ¿Cómo que aún? Es increíble la poca fé que me tienes — Expresó fingiendo tristeza.En realidad quería reírse a hacer algo me qu
Por supuesto que deseaba ir más allá, pero era un arma de doble filo, conocía a su prometido, sabía que era la persona más pretenciosa que alguna vez alcanzó a conocer, así que ignorando sus pasiones procedió a alejarse del muchacho y encararlo.— Creo que jamás entenderé lo nuestro si acaso existe algo entre nosotros, me ignoras todo el día y luego te apareces aquí de la nada, ¿Que quieres Mathew?— Le preguntó Ivy con enojo.— Tal vez aclarar un poco las cosas, ya lo dije, me gusta terminar lo que empecé — Dijo sin más.Esa actitud sólo enfurecía más a la muchacha, era como si no le estuviera dando importancia a la situación.— No vas a terminar nada, porque no hay nada, esto es un trato entre ambos, es necesario que te lo recuerde ¿No? — No soy idiota para olvidar algo así, pero no tiene porque ser aburrido, Honestamente me has provocado durante toda la semana y sé que tú también lo deseas así que ¿Por qué limitarse? — No soy un trozo de pastel al cual vez en una vitrina y tomas s