Juliette Montgomery huyó de un compromiso arreglado impuesto por sus padres. Fue desheredada y abandonada por su familia luego de sufrir un grave accidente. Su primo atravesó las mismas circunstancias que ella cuando confesó su homosexualidad. Él es el único dispuesto a ayudarla a salir adelante. Mauricio, estilista y novio del primo de Juli, le conseguiría a ella un trabajo de secretaria y asistente personal en la empresa Ulibarri. Camilo y Brad Ulibarri son gemelos, muy parecidos en sus rasgos pero totalmente diferentes. Camilo está casado y acaba de descubrir que su esposa está embarazada y también enferma por lo que debe abandonar el puesto de CEO. Brad debe asumir el control, pero no imaginó que tendría una secretaria con tanto carácter. Un juego online de guerra hará que la enemistad de Brad y Juliette escale nuevos niveles. Ellos no se conocen, pero buscan destruirse de todas las formas posibles. Sus primeros mensajes son insultantes, pero luego el tono de los mismos va cambiando hasta convertirse en una poderosa fantasía. Los dos planean conocerse, pero Brad sugiere hacerlo en TENTACIONES, un club de BDSM. Juliette reconoce con horror que todo el tiempo estuvo hablando con su jefe y huye sin ser vista, pero Brad no está dispuesto a dejarla escapar tan fácilmente. ¿Qué ocurrirá cuando se encuentren frente a frente y él se muestre como un apasionado dominante? ¿Será Juli capaz de entregarle el control o volverá a huir? CONTINUACIÓN DE SUMISO ACCIDENTAL EN TENTACIONES
Leer másJULIETTE MONTGOMERY He escuchado muchas cosas, pero jamás nadie había dicho algo tan lascivo sobre mi. El cliente creyó que yo no comprendía sus palabras, pero desafortunadamente pude entender cada una de ellas. Recordarlas me genera demasiado asco porque jamás estaría de rodillas y con mi boca ocupada en su miembro. El sexo no es un tabú. Lo era en mi familia, pero dejó de serlo teniendo amigos como los que tengo. Ellos hablan sin pudor con absoluta soltura sobre cualquier tema y el sexo es motivo de conversación algunas veces. Me sorprendió que el demonio me permita poner en su lugar a quien se atreva a decir cosas tan desagradables sobre mi, aún estando en horario laboral. Creo que no es tan estúpido después de todo. Decidí usar una camisa y un brasier que Mauricio me regaló hace tiempo para ir a la oficina, fue una pésima elección. Mi ropa interior es básica, jamás he invertido mucho dinero en ella ni tampoco le he prestado atención. Siempre busque la comodidad y lo más eco
BRAD ULIBARRI Trabajar aquí me estresa. Estoy preparado para asumir cualquier desafío y resolver cualquier contratiempo que pueda presentarse, pero quiero volver a mi empleo original para trabajar junto a mi socio sin la necesidad de aguantar a una secretaria insoportable como lo es Juliette. Hablar con Camilo se ha vuelto algo cotidiano. Él no lo está pasando bien con Samantha y se que su regreso demorará más de lo previsto según la última conversación que tuvimos. Me enteré de que tendré una sobrina y que su nombre será Sally. Camilo desea que se llame igual que su esposa, pero ella no está de acuerdo. No he experimentado el amor ni tampoco es algo que ocupe una prioridad en un futuro. Aún no he conocido a una mujer que despierte mi interés por más que un par de noches en las que no debe de estar vestida. Aún así no me considero una mala persona. Escuchar a Camilo emocionado porque será padre de una niña, pero afligido porque la posibilidad de enviudar crece es algo qu
JULIETTE MONTGOMERY Averigüé demasiado sobre los tatuajes, las indicaciones y las contraindicaciones. También investigué si tatuarme la cicatriz haría que el dolor empeorara, pero no había indicios de eso por más que busqué en diversos sitios y foros de la red. En mi día libre, fue Mauricio conmigo a ver al tatuador y allí elegí un diseño femenino pero atrevido. Fue amor a primera vista en cuanto ví el boceto que él estaba haciendo y lo consideré mío. Debí quitarme la blusa y desprender mi sostén debido a la zona en la que el boceto iría. El tatuador me dió lo necesario para cubrirme, fue completamente profesional e hizo que no me sintiera incómoda estando expuesta. Cuando escuché la máquina funcionar empecé a sudar frío. Sentía verdadero temor de solo imaginar lo que me dolería. Al cabo de varias horas de trabajo decidí que había tenido suficiente. Realmente no podía soportarlo más. Tanto tiempo tatuando en mis costillas hizo que no pudiera aguantar el dolor, además la
JULIETTE MONTGOMERY ¿Por qué a mí? Es lo que me pregunto una y otra vez. No sé por qué siempre todo acaba saliendo mal cuando pienso que todo va bien. Con lo que me ha costado poder conseguir empleo acabo con el demonio como jefe. Lo peor es que no puedo perder este trabajo porque mí familia sigue intentando cerrarme todas las puertas para que rendida vuelva a vivir con ellos y aceptar el absurdo matrimonio con Carlos. De tantos lugares que podría conocer con mí nuevo jefe no entiendo por qué tuvimos que venir a un club excéntrico de estos. Se bien que soy virgen, pero eso no significa que sea tan inocente para no reconocer un lugar sexual al verlo. Lo que menos me interesaba era quedar como una malpensada aquí. Inicialmente pensé que podríamos estar en un prostíbulo, pero era muy sofisticado el lugar como para ser eso. ¿Cómo podría describir el club? Pretendí ser educada y halagadora, aunque entendí que solo se estaba burlando de mí el dueño, así como también el demonio.
BRAD ULIBARRI La cita no es lo que espero. Esa ardiente mujer no aceptaba órdenes y cuando me movía con desenfreno buscando placer, ella me pedía que fuera más lento. Sin lugar a dudas puedo afirmar que prefiero no tener sexo en lugar de vivir una experiencia tan poco satisfactoria como ésta. Aunque jamás fui hombre de abstinencia, lo prefiero antes que este nivel de frustración. Llego a mi habitación disgustado, molesto y frustrado. Terminar me costó muchísimo y cuando finalmente lo hice no fue tan placentero como debería de haber sido en una relación normal. En la habitación contigua no se escuchan ruidos y eso significa que la secretaria duerme. En otro momento le hubiese hecho algo para interrumpir su descanso, pero no estoy de humor ni para eso. Soy incapaz de dormir, por lo que desbloqueo mi celular en búsqueda de algo interesante que ver allí. Al menos podría tener sueño y dormir unas horas si me aburro lo suficiente. En la pantalla vuelve a aparecer un anuncio del
JULIETTE MONTGOMERY Luego de dar mil vueltas en la cama, de levantarme y darme un baño de inmersión fue que logré dormir al menos un poco. Se que él estrés me juega una mala pasada para lograr que mí dolor no disminuya ni con analgésicos. Lo que me pregunto es que persona sería capaz de dormir teniendo al demonio cruzando la puerta. Yo no puedo. Lo peor es que lo escuché llegar, arrojar la ropa, bañarse y acostarse haciendo cuánto ruido pudo. ¿Que hice para merecer esto? Cuando por fin creo que descansaré toda la noche y que podré despertar mínimamente a las ocho de la mañana es que suena mí teléfono anunciando la llegada de un nuevo mensaje. Mientras que aquí es aún muy temprano, se que en mí cuidad es más tarde, pero aún así quienes me escriben saben que no deberían comunicarse hasta horas más tarde. Miro el W******p que pertenece a un número desconocido y abro la conversación, grave error. "Mí amor, te extraño, ¿Donde estas?"- Es lo primero que leo y al ver quién es el d
Juliette salió de la oficina más que cabreada por su jefe. Se había reído de ella y la había mirado mucho, pero ni siquiera con deseo, respeto o aprobación, sino como si mirarla le provocara gracia. Al llegar a su apartamento se vistió porque pasaría a recogerla Mauricio, el novio de su primo, para ir a la clase de baile. Esa actividad le servía para divertirse y relajarse después de trabajar con Brad. Cuando Mauricio llegó, ella le comentó el día infernal que había tenido y que para hacer su desgracia aún mayor debería viajar con Brad. -Lo que yo haría en tu sitio es un cambio radical de look- Sugirió dando la vuelta a su alrededor, analizándola, apreciando todo lo que ella escondía -¿Para agradarle a ese imbécil? Él no vale la pena, hasta agradezco no gustarle porque se nota que es rarito- Sintió un escalofrío recorrer su espalda -Primor, ¿Rarito? No creo que esa palabra lo defina, yo diría que es atrevido y experimentado. Aún así tienes razón en algo y es que él no te
Llegó el momento de asistir a una nueva clase de baile para Juliette. Se sentía agotada por la manera en la que Brad la trataba en la oficina y su única vía de escape eran las clases en las que dudaba poder aprender algo. Con su ropa deportiva y su cabello sujeto en una coleta, ella aguardó a que el novio de su primo llegara a recogerla. Mauricio como siempre llegó de excelente humor y vestido con un look excéntrico propio de él. Le resultaba motivador verlo de esa manera, pero eso también le provocaba un poco de envidia. ¿Cuando sería el día en el que se sintiera en paz por completo? ¿Cuando sería completamente feliz? -¿Y esa carita?- Mauricio se preocupó al verla -Solo estaba pensando, cosas sin importancia- Quiso minimizar lo que sentía, aunque debió imaginar que Mauricio no se rendiría -Y yo soy el hada madrina. Vamos, cuéntame- Miró la hora en su reloj sabiendo que habia tiempo para una conversación breve -Pensaba en lo lindo que sería tener una vida como la tuya.
Brad intentó saber la razón por la que Juliette era una empleada imposible de despedir para él. Aunque le había dicho a su madre como ella lo había tratado, ella seguía sosteniendo que no podría deshacerse de la secretaria. Juliette le parecía una excelente empleada y una muchachita dulce proveniente de una familia maldita. -No me lo creo- Bufó y se sirvió un vaso de whisky -Puedes comenzar a hacerlo entonces. Ella no se irá a menos que lo decida y créeme que jamás dejaría su puesto- Tamara, su madre, suspiró con tristeza -¿Desde cuándo te encariñas con las empleadas? ¿Por qué no piensas en que lo mejor para trabajar es un ambiente tranquilo?- Intentó persuadir a su madre, pero cuando escuchó su risa supo que no lo había conseguido en absoluto -¿Intentas manipularme? Hijo eso jamás te funcionó, deberías dejar de intentarlo. Juliette se queda en la empresa y es nuestra última palabra. Tendrás que aprender a convivir con ella- Sonrió disfrutando de la frustración de su hij