Juliette yacía inconsciente, atrapada en el automóvil, con una herida demasiado grande desde pocos centímetros debajo de su axila hasta la cadera que sangraba abundantemente.
Gracias a quienes presenciaron el accidente y llamaron a emergencias, ella pudo ser rescatada y llevada a una clínica, para posteriormente ser trasladada a un sitio de más prestigio donde solo la gente muy adinerada podría atenderse. Gracias a una enfermera que conocía al primo de Juliette, él fue llamado e informado de lo ocurrido. Su prima estaba completamente inconsciente y débil. Los padres de Juliette fueron a la clínica y se disgustaron profundamente al verla en ese estado. También notaron muchos moretones y rasguños que sanarían en poco tiempo. -¿Tiene lesiones importantes?- Su madre indagó, necesitaba saber si el compromiso aún era viable -Debimos intervenirla debido a su lesión. Hicieron un buen trabajo al suturarla. Creemos que después de varios meses, la cicatriz no será tan mala- Informó el médico y la adinerada mujer gritó desesperada -¿Cicatriz? Le exijo que me muestre de inmediato lo que se hizo mi estúpida hija. Un berrinche arruinó todo lo que habíamos planeado- Se quejó y el médico destapó a Juliette para mostrarle el corte que había sido suturado con él mayor cuidado que la gravedad y la gran perdida de sangre le permitió tener -Fue una herida muy seria. Sus costillas estaban expuestas- Explicó el doctor agradecido con haber podido salvar a la paciente -Tendremos que hablar con Carlos y luego llamar a la aseguradora. Muchacha estúpida, mi auto es inservible ahora- Se quejó su madre causando el asombro del médico (.....) Marcus, el primo de Juliette, vió salir a sus tíos muy disgustados y él volvió a entrar a la habitación para acompañar a su prima. Él estaba sorprendido de la frialdad de su familia. Su sexualidad fue motivo de desprecio, pero la vida de su prima también. Ella podría haber muerto, ¿Cómo podrían comportarse de ese modo? Una semana completa demoró Juliette en reaccionar. Su primo estaba junto a ella y se alegró profundamente de que finalmente volviera en si. El accidente fue una vergüenza para los Montgomery, por lo que los medios jamás pudieron revelar la identidad de la persona herida ni tampoco informar sobre su salud; incluso fueron amenazados para hacer de cuenta que nada ocurrió. Tal como ocurría siempre, varias personas poderosas supieron que Juliette Montgomery fue la víctima, pero nadie logró conocer una explicación creíble debido al secreto que mantenían sus padres. Al ser notificados sobre la salud de su hija y que estaba plenamente consciente, los Montgomery llegaron a la clínica con lo que consideraban buenas noticias. Ellos no habían ido a visitarla desde que fueron avisados sobre el accidente, ni tampoco su hermana Aurora. -Espero que no vuelvas a cometer una estupidez como ésta de nuevo. Aún la aseguradora no me da un automóvil- Su madre no le dió ni un beso, solo se quejó -¿Solo eso dirás?- Preguntó con incredulidad sintiendo dolor en su costado al intentar moverse Juliette -No, claro que no. Aún tenemos buenas noticias. Carlos te aceptará aunque estés defectuosa ahora. Él te ama y no le importa la horrible cicatriz que posees- Le avisó su madre causándole más dolor sentimental del físico que poseía -No voy a casarme con él- Dijo aún negada a la idea de convertirse en la señora Villarreal -Dejaremos que lo pienses mejor. Vamos querida- Su padre rompió el silencio y se llevó a su esposa Cuando Marcus volvió a entrar al cuarto, su prima estaba llorando sintiendo el dolor en sus puntos. Si ella se negaba a la voluntad de sus padres, sabía que sería desheredada. No habría dinero para la universidad ni tampoco una simple mensualidad para vivir humildemente, pero si aceptaba un matrimonio tampoco sería libre, sería aún más infeliz. Después de hablar con su primo y de pensarlo, ella decidió que prefería una vida humilde pero libre, antes que vivir presa en una jaula de cristal. Ella sería la dueña de su vida y de su destino así no tuviese dinero ni lujos. Días más tarde, al recibir el alta médica, Juliette se fue con Marcus a la casa de sus padres y comenzó a empacar su ropa. Su vida cabía en varias maletas, pero el desprecio de sus padres pesaba aún más. También entendió que su hermana no la quería. En aquella lujosa vivienda no había nada para ella. Tras recibir la amenaza de que si cruzaba el umbral de la puerta, dejaría detrás los beneficios que poseía y sería negada como hija, ella se fue. Marcus la recibió con los brazos abiertos en su apartamento y tanto Mauricio como su grupo de amigos la hicieron sentir parte de una nueva familia en la que el cariño y la contención no iban a faltarle jamás. (.....) Marcus le ayudó con los gastos universitarios cuando comenzó a estudiar y Mauricio le abrió las puertas de su salón por si deseaba laborar allí y ganar su propio dinero para sentirse tan independiente como deseaba. Juliette quería dejar de sentirse una carga y quería valerse por si misma. Aún sentía en su piel el dolor de aquella noche lluviosa y el recuerdo persistía cuando había tormenta y su cicatriz dolía considerablemente. Su autoestima fue afectada, aún más herida que su piel. Años más tarde ella terminó sus estudios y estaba lista para conseguir empleo, pero nadie querría contratarla teniendo en consideración su apellido. Había quienes creían que ella podría ser espía corporativa y otros simplemente se negaron a contratarla por obedecer a los señores Montgomery, sus padres. Ellos no solamente la habían desheredado, sino también que se habían empeñado en complicarle la vida. Ellos creían que ella volvería rogando y se casaría con Carlos que aún era soltero, pero eso no ocurriría. **** Un hecho delictivo, hizo que Mauricio, el novio de Marcus, ayudara a Dave Ulibarri, el importante empresario dedicado al cuero. Mauricio lo único que le pediría a Dave a cambio sería una entrevista laboral para Juliette y la oportunidad de ser contratada en su empresa. Ella se veía deprimida por todo lo que había ocurrido y además por la cicatriz que marcaba su piel. Dave Ulibarri, la entrevistaría y posteriormente le daría una oportunidad laboral. Al momento de abandonar su puesto como CEO, él empresario dejaría una cláusula para que ella no pudiese ser despedida. Él sucesor de Dave sería su hijo Camilo, pero debido a la trágica enfermedad de su esposa, él abandonaría su puesto y lo ocuparía Brad, su gemelo. La relación entre Juliette y Brad sería caótica desde el primer momento. Ellos serían enemigos laborales, pero también en un juego online sin siquiera conocerse. Ellos acabarían teniendo una cita a ciegas en TENTACIONES, un club de BDSM. ¿Qué ocurrirá cuando los dos se encuentren cara a cara allí? ¿Se reconocerían? ¿Lograrían solucionar sus diferencias en uno de los cuartos o simplemente correrán en direcciones opuestas pretendiendo alejarse aún más?Desde temprana edad, Brad mostró grandes diferencias con su hermano gemelo, Camilo. Brad siempre fue más atrevido y de espíritu aventurero, mientras que su hermano más medido y reservado e incluso conservador. Poco después de la mayoría de edad, Brad mostró aún más sus diferencias con Camilo. Él había dejado su cabello crecer, al igual que su barba y también había mostrado gran pasión y fascinación por las motocicletas. Sus preferidas, las Harley Davidson. Con su cabello largo, chaquetas de cuero y seriedad, él tenía varias chicas desesperadas por obtener su atención. Su gran poder de seducción radicaba en lo observador que era y gracias a eso se convirtió en un excelente amante. Sus conquistas de una noche sabían lo que podrían obtener entre sus sábanas. Su compañía y buen sexo ocasional, no había amor ni detalles románticos después. Con una de sus conquistas, él experimentó el placer de ser dominante y posteriormente a eso, se hizo socio del club fetichista más exclusivo y
ALGUNOS MESES ANTES... Juliette llegó a la empresa Ulibarri dónde en muy poco tiempo la sintió como su segundo hogar. Dave, el dueño de la empresa y CEO, era realmente generoso y amable con sus empleados. Luego, cuando llegó su sucesor, uno de sus hijos gemelos, ella logró entablar una amistad con él. Camilo Ulibarri era un hombre joven, serio y reservado. Él trataba a los empleados con cordialidad y respeto. Era sumamente selectivo con sus amistades y no le entregaba su confianza a cualquier persona. Juliette era simpática, serena y también seria, tal vez por eso en poco tiempo ganó el cariño de su nuevo jefe. Desgraciadamente para Camilo toda su vida pendía de un hilo. Él se había casado con su único amor, había tomado el puesto de su padre y descubrió encantado que sería papá por primera vez, pero eso lamentablemente también le demostraría que la infelicidad estaba a solo un resultado médico de distancia. La esposa de Camilo fue diagnosticada con cáncer y eso rompió el co
Juliette volvió a casa después del trabajo y sintió finalmente paz. Su trabajo se había convertido en un infierno y sabía que ante el recibimiento poco amable que tuvo para su jefe había bastado para ganarse una declaración de guerra en su máximo esplendor. Cuando acababa de ducharse escuchó que golpeaban su puerta y por el sonido tan particular supo de quién se trataba, Mauricio el novio de su primo. -Hola primor, ¿Que haces sin vestir aún? ¿Acaso olvidaste lo que haríamos? ¡No me lo puedo creer!- Juliette intento recordar que planes tenían pendientes pero no pudo hacerlo Mauricio fue a su habitación y buscó ropa para ella. Al escoger un atuendo deportivo se sintió bastante sorprendida. A él le encantaban las extravagancias para si mismo, pero para sus amigas escogía ropa súper femenina y provocativa. -Vístete y hazte una coleta pero ya porque el tiempo corre- Miró su reloj y Juliette decidió obedecer. Conocía a Mauricio histérico debido a su obsesión por la puntualidad
Brad intentó saber la razón por la que Juliette era una empleada imposible de despedir para él. Aunque le había dicho a su madre como ella lo había tratado, ella seguía sosteniendo que no podría deshacerse de la secretaria. Juliette le parecía una excelente empleada y una muchachita dulce proveniente de una familia maldita. -No me lo creo- Bufó y se sirvió un vaso de whisky -Puedes comenzar a hacerlo entonces. Ella no se irá a menos que lo decida y créeme que jamás dejaría su puesto- Tamara, su madre, suspiró con tristeza -¿Desde cuándo te encariñas con las empleadas? ¿Por qué no piensas en que lo mejor para trabajar es un ambiente tranquilo?- Intentó persuadir a su madre, pero cuando escuchó su risa supo que no lo había conseguido en absoluto -¿Intentas manipularme? Hijo eso jamás te funcionó, deberías dejar de intentarlo. Juliette se queda en la empresa y es nuestra última palabra. Tendrás que aprender a convivir con ella- Sonrió disfrutando de la frustración de su hij
Llegó el momento de asistir a una nueva clase de baile para Juliette. Se sentía agotada por la manera en la que Brad la trataba en la oficina y su única vía de escape eran las clases en las que dudaba poder aprender algo. Con su ropa deportiva y su cabello sujeto en una coleta, ella aguardó a que el novio de su primo llegara a recogerla. Mauricio como siempre llegó de excelente humor y vestido con un look excéntrico propio de él. Le resultaba motivador verlo de esa manera, pero eso también le provocaba un poco de envidia. ¿Cuando sería el día en el que se sintiera en paz por completo? ¿Cuando sería completamente feliz? -¿Y esa carita?- Mauricio se preocupó al verla -Solo estaba pensando, cosas sin importancia- Quiso minimizar lo que sentía, aunque debió imaginar que Mauricio no se rendiría -Y yo soy el hada madrina. Vamos, cuéntame- Miró la hora en su reloj sabiendo que habia tiempo para una conversación breve -Pensaba en lo lindo que sería tener una vida como la tuya.
Juliette salió de la oficina más que cabreada por su jefe. Se había reído de ella y la había mirado mucho, pero ni siquiera con deseo, respeto o aprobación, sino como si mirarla le provocara gracia. Al llegar a su apartamento se vistió porque pasaría a recogerla Mauricio, el novio de su primo, para ir a la clase de baile. Esa actividad le servía para divertirse y relajarse después de trabajar con Brad. Cuando Mauricio llegó, ella le comentó el día infernal que había tenido y que para hacer su desgracia aún mayor debería viajar con Brad. -Lo que yo haría en tu sitio es un cambio radical de look- Sugirió dando la vuelta a su alrededor, analizándola, apreciando todo lo que ella escondía -¿Para agradarle a ese imbécil? Él no vale la pena, hasta agradezco no gustarle porque se nota que es rarito- Sintió un escalofrío recorrer su espalda -Primor, ¿Rarito? No creo que esa palabra lo defina, yo diría que es atrevido y experimentado. Aún así tienes razón en algo y es que él no te
JULIETTE MONTGOMERY Luego de dar mil vueltas en la cama, de levantarme y darme un baño de inmersión fue que logré dormir al menos un poco. Se que él estrés me juega una mala pasada para lograr que mí dolor no disminuya ni con analgésicos. Lo que me pregunto es que persona sería capaz de dormir teniendo al demonio cruzando la puerta. Yo no puedo. Lo peor es que lo escuché llegar, arrojar la ropa, bañarse y acostarse haciendo cuánto ruido pudo. ¿Que hice para merecer esto? Cuando por fin creo que descansaré toda la noche y que podré despertar mínimamente a las ocho de la mañana es que suena mí teléfono anunciando la llegada de un nuevo mensaje. Mientras que aquí es aún muy temprano, se que en mí cuidad es más tarde, pero aún así quienes me escriben saben que no deberían comunicarse hasta horas más tarde. Miro el W******p que pertenece a un número desconocido y abro la conversación, grave error. "Mí amor, te extraño, ¿Donde estas?"- Es lo primero que leo y al ver quién es el d
BRAD ULIBARRI La cita no es lo que espero. Esa ardiente mujer no aceptaba órdenes y cuando me movía con desenfreno buscando placer, ella me pedía que fuera más lento. Sin lugar a dudas puedo afirmar que prefiero no tener sexo en lugar de vivir una experiencia tan poco satisfactoria como ésta. Aunque jamás fui hombre de abstinencia, lo prefiero antes que este nivel de frustración. Llego a mi habitación disgustado, molesto y frustrado. Terminar me costó muchísimo y cuando finalmente lo hice no fue tan placentero como debería de haber sido en una relación normal. En la habitación contigua no se escuchan ruidos y eso significa que la secretaria duerme. En otro momento le hubiese hecho algo para interrumpir su descanso, pero no estoy de humor ni para eso. Soy incapaz de dormir, por lo que desbloqueo mi celular en búsqueda de algo interesante que ver allí. Al menos podría tener sueño y dormir unas horas si me aburro lo suficiente. En la pantalla vuelve a aparecer un anuncio del