Desde temprana edad, Brad mostró grandes diferencias con su hermano gemelo, Camilo. Brad siempre fue más atrevido y de espíritu aventurero, mientras que su hermano más medido y reservado e incluso conservador.
Poco después de la mayoría de edad, Brad mostró aún más sus diferencias con Camilo. Él había dejado su cabello crecer, al igual que su barba y también había mostrado gran pasión y fascinación por las motocicletas. Sus preferidas, las Harley Davidson. Con su cabello largo, chaquetas de cuero y seriedad, él tenía varias chicas desesperadas por obtener su atención. Su gran poder de seducción radicaba en lo observador que era y gracias a eso se convirtió en un excelente amante. Sus conquistas de una noche sabían lo que podrían obtener entre sus sábanas. Su compañía y buen sexo ocasional, no había amor ni detalles románticos después. Con una de sus conquistas, él experimentó el placer de ser dominante y posteriormente a eso, se hizo socio del club fetichista más exclusivo y privado de la ciudad, TENTACIONES. Toda su familia tenía relación con ese club, así que en su destino estaba visitar ese lugar. En ese momento, su hermano mayor Dustin trabajaba en uno de los clubes de TENTACIONES, eran tres en total. Él para evitar la incomodidad de verse allí optó por ir a otro sitio para continuar experimentando los placeres sin restricciones. Teniendo apenas poco más de veinte años, él ya había experimentado cuánto había querido. Sentía que el club era el lugar ideal para vivir sus fantasías y sabía que tenía a su disposición a varias mujeres sumisas con las que congeniaba sexualmente de maravilla. Brad había estudiado y había comenzado su propio negocio destinado a las motocicletas y a los aficionados de ellas. Junto a un buen amigo, él había creado su propio taller y negocio. Su hermano gemelo, mientras tanto, se preparaba para asumir el control de la empresa familiar. Brad no quería estar al mando de la empresa. Los trajes a medida, las importantes reuniones y cerrar acuerdos no era lo que le gustaba. En su propio emprendimiento solamente debía tratar con poca gente y ordenar los repuestos que los clientes pudiesen necesitar. Además, Camilo encajaba en el perfil de empresario que su padre esperaba. (.....) Camilo se había casado y su esposa estaba esperando al primer bebé, pero una tragedia cambió por completo la vida familiar. Samantha, la esposa de Camilo, había descubierto que estaba enferma de cáncer teniendo solo tres meses de embarazo y ella se negaba a abortar para comenzar un tratamiento con el propósito de salvar su vida. Camilo estaba sufriendo. Él seguía trabajando, pero estaba realmente triste y preocupado. Samantha fue su primer y único amor, no quería perderla. Si ella decidía hacer el tratamiento, su bebé jamás nacería. Si ella decidía seguir adelante el embarazo, la posibilidad de que el cáncer avanzara y de perder la vida aumentaba. La mejor posibilidad para Samantha, era viajar fuera del país para internarse en una clínica prestigiosa que monitoreara su embarazo a toda hora y que le proporcionaran allí un tratamiento apropiado cuando diera a luz. Allí contaban con una buena taza de éxito y con gran tecnología. Camilo no dudó. Él viajaría con su esposa cuando la clínica tuviese un cupo disponible. El único inconveniente sería dejar la empresa, pero para eso tenía a su hermano gemelo que ocuparía su lugar o a su propio padre. Al llegar a la empresa para asumir el lugar de su hermano, Brad lo hizo sin cambiar su estilo tan único que lo caracterizaba, pero la secretaria que estaba allí estaba dispuesta a convertirse en su mal karma. Si él estaba acostumbrado a que las mujeres obedecieran sus órdenes y estuvieran a sus pies, era porque aún no había conocido a Juliette Montgomery. Ella no aceptaría sus órdenes si no se trataban de trabajo y estaba dispuesta a demostrarle cada día que podría molestarlo de las maneras más increíbles y creativas. Su primer encuentro fue desafortunado. Ella lo dejaría en ridículo llamando a seguridad y no se disculparía, el segundo encuentro sería cuando le dijera que el no era nadie para despedirla, pero habrían varios peores e inolvidables. Brad no comprendería por qué Juliette era una empleada fija en la empresa. Se preguntaría mil veces por qué su padre la había contratado con la cláusula que imposibilitaría a sus hijos a despedirla así lo resultaran conveniente. ¿Qué tenía esa mujer para llegar a ser "intocable"? El nuevo CEO debería reconocer que Juliette era una excelente secretaria, aunque su carácter le produjera mil y un dolores de cabeza. Para él, nadie debería cuestionar sus órdenes. Para Juliette siempre habría una objeción. (.....) Brad desde pequeño comprendió que su padre tenía ciertos planes para sus hijos que lo harían sentir orgullo de ellos. Los mayores, Audrey y Dustin, no fueron tal como su padre esperaba. Su única hermana había quedado embarazada y había mentido al respecto para acabar mudándose. Dustin, había acabado deprimido y alejado de su familia al comprender que no quería ser el sucesor de su padre. Las esperanzas de que la empresa quedara en manos familiares recaía sobre Brad y Camilo, los menores. Los dos estudiaron lo mismo y fueron brillantes, aunque Camilo fue el ejemplo de seriedad y ética que su padre tanto quería y Brad todo lo opuesto. Camilo ansiaba ser el CEO, mientras que Brad anhelaba dirigir su propio negocio y poder ser su propio jefe. Él quería ser feliz viviendo su vida bajo sus propias reglas. Con Camilo asumiendo el liderazgo, Dave Ulibarri se sentía tranquilo y esperanzado. Él quería disfrutar de su matrimonio, poder viajar con su esposa, vivir su retiro en absoluta armonía. Brad, ocasionalmente, ayudó a su hermano evaluando algunas propuestas, sobre todo cuando los papeles se acumulaban y él no podía hacer todo solo. Solamente trabajó desde casa y estuvo más que atento a los cambios empleados. Solamente Camilo sabía lo capaz que Brad era de dirigir la empresa, aunque su estilo no era para nada el esperado en un jefe tradicional. Dave Ulibarri prefirió dejar que Brad ocupara el lugar de Camilo en la empresa. Él, junto a su esposa, intentarían viajar y estar atentos a lo que sucediera con Samantha. Lo más importante era el bienestar de la familia y era Camilo quien necesitaba su ayuda. En la empresa llegarían tiempos de cambio muy intensos. Primero, Brad no cambiaría su esencia por nadie. Su cabello era su sello distintivo, así como también su ropa. Él usaría un traje solo si la ocasión lo ameritaba. Los socios y accionistas deberían tratar con él y si no les gustaba su dirección podrían irse sin esperar nada. Dave Ulibarri, debería ignorar la cantidad de correos electrónicos y quejas sobre su buen juicio al dejar a Brad ocupar el lugar de Camilo. Brad deberá demostrar que puede ser el líder de una empresa estructurada y lidiar con Juliette en el proceso. También tendrá que ocuparse de su propio negocio y además estar atento a su familia. Será todo un enorme desafío para él, aunque en él camino deberá vivir muchas situaciones que marcarán su vida para siempre. El club TENTACIONES, su secretaria y un juego de guerra solo agregarán nuevos condimentos para volver todo más interesante.ALGUNOS MESES ANTES... Juliette llegó a la empresa Ulibarri dónde en muy poco tiempo la sintió como su segundo hogar. Dave, el dueño de la empresa y CEO, era realmente generoso y amable con sus empleados. Luego, cuando llegó su sucesor, uno de sus hijos gemelos, ella logró entablar una amistad con él. Camilo Ulibarri era un hombre joven, serio y reservado. Él trataba a los empleados con cordialidad y respeto. Era sumamente selectivo con sus amistades y no le entregaba su confianza a cualquier persona. Juliette era simpática, serena y también seria, tal vez por eso en poco tiempo ganó el cariño de su nuevo jefe. Desgraciadamente para Camilo toda su vida pendía de un hilo. Él se había casado con su único amor, había tomado el puesto de su padre y descubrió encantado que sería papá por primera vez, pero eso lamentablemente también le demostraría que la infelicidad estaba a solo un resultado médico de distancia. La esposa de Camilo fue diagnosticada con cáncer y eso rompió el co
Juliette volvió a casa después del trabajo y sintió finalmente paz. Su trabajo se había convertido en un infierno y sabía que ante el recibimiento poco amable que tuvo para su jefe había bastado para ganarse una declaración de guerra en su máximo esplendor. Cuando acababa de ducharse escuchó que golpeaban su puerta y por el sonido tan particular supo de quién se trataba, Mauricio el novio de su primo. -Hola primor, ¿Que haces sin vestir aún? ¿Acaso olvidaste lo que haríamos? ¡No me lo puedo creer!- Juliette intento recordar que planes tenían pendientes pero no pudo hacerlo Mauricio fue a su habitación y buscó ropa para ella. Al escoger un atuendo deportivo se sintió bastante sorprendida. A él le encantaban las extravagancias para si mismo, pero para sus amigas escogía ropa súper femenina y provocativa. -Vístete y hazte una coleta pero ya porque el tiempo corre- Miró su reloj y Juliette decidió obedecer. Conocía a Mauricio histérico debido a su obsesión por la puntualidad
Brad intentó saber la razón por la que Juliette era una empleada imposible de despedir para él. Aunque le había dicho a su madre como ella lo había tratado, ella seguía sosteniendo que no podría deshacerse de la secretaria. Juliette le parecía una excelente empleada y una muchachita dulce proveniente de una familia maldita. -No me lo creo- Bufó y se sirvió un vaso de whisky -Puedes comenzar a hacerlo entonces. Ella no se irá a menos que lo decida y créeme que jamás dejaría su puesto- Tamara, su madre, suspiró con tristeza -¿Desde cuándo te encariñas con las empleadas? ¿Por qué no piensas en que lo mejor para trabajar es un ambiente tranquilo?- Intentó persuadir a su madre, pero cuando escuchó su risa supo que no lo había conseguido en absoluto -¿Intentas manipularme? Hijo eso jamás te funcionó, deberías dejar de intentarlo. Juliette se queda en la empresa y es nuestra última palabra. Tendrás que aprender a convivir con ella- Sonrió disfrutando de la frustración de su hij
Llegó el momento de asistir a una nueva clase de baile para Juliette. Se sentía agotada por la manera en la que Brad la trataba en la oficina y su única vía de escape eran las clases en las que dudaba poder aprender algo. Con su ropa deportiva y su cabello sujeto en una coleta, ella aguardó a que el novio de su primo llegara a recogerla. Mauricio como siempre llegó de excelente humor y vestido con un look excéntrico propio de él. Le resultaba motivador verlo de esa manera, pero eso también le provocaba un poco de envidia. ¿Cuando sería el día en el que se sintiera en paz por completo? ¿Cuando sería completamente feliz? -¿Y esa carita?- Mauricio se preocupó al verla -Solo estaba pensando, cosas sin importancia- Quiso minimizar lo que sentía, aunque debió imaginar que Mauricio no se rendiría -Y yo soy el hada madrina. Vamos, cuéntame- Miró la hora en su reloj sabiendo que habia tiempo para una conversación breve -Pensaba en lo lindo que sería tener una vida como la tuya.
Juliette salió de la oficina más que cabreada por su jefe. Se había reído de ella y la había mirado mucho, pero ni siquiera con deseo, respeto o aprobación, sino como si mirarla le provocara gracia. Al llegar a su apartamento se vistió porque pasaría a recogerla Mauricio, el novio de su primo, para ir a la clase de baile. Esa actividad le servía para divertirse y relajarse después de trabajar con Brad. Cuando Mauricio llegó, ella le comentó el día infernal que había tenido y que para hacer su desgracia aún mayor debería viajar con Brad. -Lo que yo haría en tu sitio es un cambio radical de look- Sugirió dando la vuelta a su alrededor, analizándola, apreciando todo lo que ella escondía -¿Para agradarle a ese imbécil? Él no vale la pena, hasta agradezco no gustarle porque se nota que es rarito- Sintió un escalofrío recorrer su espalda -Primor, ¿Rarito? No creo que esa palabra lo defina, yo diría que es atrevido y experimentado. Aún así tienes razón en algo y es que él no te
JULIETTE MONTGOMERY Luego de dar mil vueltas en la cama, de levantarme y darme un baño de inmersión fue que logré dormir al menos un poco. Se que él estrés me juega una mala pasada para lograr que mí dolor no disminuya ni con analgésicos. Lo que me pregunto es que persona sería capaz de dormir teniendo al demonio cruzando la puerta. Yo no puedo. Lo peor es que lo escuché llegar, arrojar la ropa, bañarse y acostarse haciendo cuánto ruido pudo. ¿Que hice para merecer esto? Cuando por fin creo que descansaré toda la noche y que podré despertar mínimamente a las ocho de la mañana es que suena mí teléfono anunciando la llegada de un nuevo mensaje. Mientras que aquí es aún muy temprano, se que en mí cuidad es más tarde, pero aún así quienes me escriben saben que no deberían comunicarse hasta horas más tarde. Miro el W******p que pertenece a un número desconocido y abro la conversación, grave error. "Mí amor, te extraño, ¿Donde estas?"- Es lo primero que leo y al ver quién es el d
BRAD ULIBARRI La cita no es lo que espero. Esa ardiente mujer no aceptaba órdenes y cuando me movía con desenfreno buscando placer, ella me pedía que fuera más lento. Sin lugar a dudas puedo afirmar que prefiero no tener sexo en lugar de vivir una experiencia tan poco satisfactoria como ésta. Aunque jamás fui hombre de abstinencia, lo prefiero antes que este nivel de frustración. Llego a mi habitación disgustado, molesto y frustrado. Terminar me costó muchísimo y cuando finalmente lo hice no fue tan placentero como debería de haber sido en una relación normal. En la habitación contigua no se escuchan ruidos y eso significa que la secretaria duerme. En otro momento le hubiese hecho algo para interrumpir su descanso, pero no estoy de humor ni para eso. Soy incapaz de dormir, por lo que desbloqueo mi celular en búsqueda de algo interesante que ver allí. Al menos podría tener sueño y dormir unas horas si me aburro lo suficiente. En la pantalla vuelve a aparecer un anuncio del
JULIETTE MONTGOMERY ¿Por qué a mí? Es lo que me pregunto una y otra vez. No sé por qué siempre todo acaba saliendo mal cuando pienso que todo va bien. Con lo que me ha costado poder conseguir empleo acabo con el demonio como jefe. Lo peor es que no puedo perder este trabajo porque mí familia sigue intentando cerrarme todas las puertas para que rendida vuelva a vivir con ellos y aceptar el absurdo matrimonio con Carlos. De tantos lugares que podría conocer con mí nuevo jefe no entiendo por qué tuvimos que venir a un club excéntrico de estos. Se bien que soy virgen, pero eso no significa que sea tan inocente para no reconocer un lugar sexual al verlo. Lo que menos me interesaba era quedar como una malpensada aquí. Inicialmente pensé que podríamos estar en un prostíbulo, pero era muy sofisticado el lugar como para ser eso. ¿Cómo podría describir el club? Pretendí ser educada y halagadora, aunque entendí que solo se estaba burlando de mí el dueño, así como también el demonio.