BRAD ULIBARRI Trabajar aquí me estresa. Estoy preparado para asumir cualquier desafío y resolver cualquier contratiempo que pueda presentarse, pero quiero volver a mi empleo original para trabajar junto a mi socio sin la necesidad de aguantar a una secretaria insoportable como lo es Juliette. Hablar con Camilo se ha vuelto algo cotidiano. Él no lo está pasando bien con Samantha y se que su regreso demorará más de lo previsto según la última conversación que tuvimos. Me enteré de que tendré una sobrina y que su nombre será Sally. Camilo desea que se llame igual que su esposa, pero ella no está de acuerdo. No he experimentado el amor ni tampoco es algo que ocupe una prioridad en un futuro. Aún no he conocido a una mujer que despierte mi interés por más que un par de noches en las que no debe de estar vestida. Aún así no me considero una mala persona. Escuchar a Camilo emocionado porque será padre de una niña, pero afligido porque la posibilidad de enviudar crece es algo que
JULIETTE MONTGOMERY He escuchado muchas cosas, pero jamás nadie había dicho algo tan lascivo sobre mi. El cliente creyó que yo no comprendía sus palabras, pero desafortunadamente pude entender cada una de ellas. Recordarlas me genera demasiado asco porque jamás estaría de rodillas y con mi boca ocupada en su miembro. El sexo no es un tabú. Lo era en mi familia, pero dejó de serlo teniendo amigos como los que tengo. Ellos hablan sin pudor con absoluta soltura sobre cualquier tema y el sexo es motivo de conversación algunas veces. Me sorprendió que el demonio me permita poner en su lugar a quien se atreva a decir cosas tan desagradables sobre mi, aún estando en horario laboral. Creo que no es tan estúpido después de todo. Decidí usar una camisa y un brasier que Mauricio me regaló hace tiempo para ir a la oficina, fue una pésima elección. Mi ropa interior es básica, jamás he invertido mucho dinero en ella ni tampoco le he prestado atención. Siempre busque la comodidad y lo más
BRAD ULIBARRI Mi infernal secretaria sigue trabajando para mi y han surgido los primeros problemas con mi socio en cuanto a unos proveedores. Mi estrés ha escalado hasta niveles insospechados. Lo único que ha servido para relajarme fue el sexo ocasional y también el juego de guerra, aunque nada me alivia por completo el estrés al que estoy sometido ahora. Cuando finalmente logro resolver los problemas en mi propio negocio es que surge algo que requiere que Montgomery y yo viajemos. -Montgomery tienes que alistar tu maleta. Tenemos que viajar tu y yo- Ella me mira y se que está tan disgustada como yo con la noticia -¿Dónde iremos?- Pregunta sin esconder su malhumor -Italia. ¿Hablas el idioma o tengo que llevar un traductor?- Pregunto queriendo evitar más sorpresas por su parte. De igual modo es un idioma que yo hablo aunque evito decírselo -Solo algunas palabras. No sería de utilidad en una reunión, por lo que podría quedarme aquí- Sugiere, pero de ninguna manera esto
JULIETTE MONTGOMERY Tantas clases de baile han hecho que mí cuerpo se vea diferente y que yo también me sienta distinta. Los chicos con sus ideas locas, los pasos de baile de distintas disciplinas y además el juego de guerra, todo ha logrado quitarme significativamente el estrés aunque trabaje con quién es capaz de ponerme los nervios de punta con solo hablar un minuto. A medias acepté la propuesta de Mauricio, deseando verme aún mejor. Él me propuso ir poco a poco con lo que finalmente sería un cambio radical para alguien como yo, sin estilo propio. Lo primero que él hizo fue escoger algunos trajes que se ajustaran a mi figura y la ropa interior adecuada para usarlos. Me mostró como el color negro que es uno que usaba en mí trabajo podía hacerme ver mucho mejor con las prendas correctas. Lo que pactamos Mauricio y yo, fue primero usar los trajes nuevos por algunos días. Después usaría uno de los que me puse por tanto tiempo y comprobaría si deseo conservarlos. Cuando mí gu
JULIETTE MONTGOMERY No pienso decirle al demonio los cotilleos de pasillo de las locas que se atreven a intentar seducirlo. Eso sería alimentar su ego y no me interesa ser yo quien lo haga. Dos de las más idiotas dicen que él lo tiene grande y otras tontas quieren saber si eso es verdad. Aún así más se habla sobre lo que se han enterado de su manera de usar su "gran virtud". No entiendo cómo pueden meterse con este demonio despeinado porque si algo sale mal pueden ser despedidas. Al llegar al club del potencial cliente, comprendo que vinimos aquí muy desinformados y lo sé porque no disimula su desconcierto. -Señor... creí que aún no abría sus puertas- Susurro al notar que el italiano se acerca -¿Crees que yo sabía esto? No te muestres sorprendida, ¿No sabes disimular?- Cuestiona y saluda al cliente demostrando que jamás precisó un traductor para venir aquí Acabo sintiéndome inútil porque yo necesito que mí jefe traduzca lo que dicen, ¿Para que vine yo aquí? El itali
BRAD ULIBARRI La reunión podría decirse que salió bien, salvo por algunos pequeños inconvenientes y las consecuencias de estos. El hijo del amigo de mi padre me preguntó si Montgomery pertenece a los clubes y eso me demostró que está interesado en ella, además por las miradas que no supo disimular. Tener que responder algunas dudas sobre mí secretaria a quien no conozco mucho me puso en una posición incómoda. Lo peor que pudo ocurrir fue terminar trabajando en mi habitación con Montgomery porque en italiano no sabe mucho más que decir palabras básicas y tenía que hacer un informe sobre lo que tratamos para poder hacer un pedido detallado. Mientras cenamos yo estaba jugando con mi teléfono, matando el tiempo porque con Montgomery no hay nada de lo que podamos hablar. Finalmente todo se descontroló debido a las múltiples notificaciones que llegaban a su teléfono. En el momento en el que ella fue al baño yo contesté una llamada entrante. Sorpresivamente quien llamó hablaba
JULIETTE MONTGOMERY Mi relación laboral con mi jefe alcanzó su punto de estrés máximo. Él está firmemente convencido de que soy sumisa, solo por paralizarme cuando hace algunas cosas que en otro contexto deberían de hacerme sentir en peligro. Las dos veces que tiró de mi cabello no tuve una mala sensación aunque intenté buscarle partes negativas a su acción. Simplemente me quedé paralizada lejos de sentir miedo. Se que este "hallazgo" para el demonio es algo que usará para empujarme a renunciar, pero estoy segura que jamás lo haré a menos que toda mi vida se resuelva y un contrato llegue de otro sitio con una mejor paga, lo cual no creo que caiga del cielo. Además nadie me contrataría de forma efectiva desde el primer día. -¿Por qué te empeñas en continuar?- El demonio entra a mi habitación aún sin invitación -Porque no puedo renunciar- No voy a explicarle mi situación -¿Por qué? Debes redactar tu carta de despido, yo la firmo, cobras tu liquidación y hasta nunca- Me e
JULIETTE MONTGOMERY Decidí mantenerme bajo protección en mi juego de guerra para así no tener contacto con Dragón Rojo y poder crecer más sin pérdidas diarias por los ataques. La idea de tener una cita a ciegas no me agradaba mucho y el misterio de mantener nuestras identidades ocultas no me causaba buena sensación. ¿Planeaba ir a una fiesta de disfraces? Carlos ha continuado insistiendo con su absurda idea de recuperarme y eso solo ha aumentado mi estrés. Llegar a la ciudad luego de Italia logro que me pudiera relajar. Ver al demonio solo en horario de oficina era una bendición enorme. Con mi cumpleaños acercándose y habiendo mejorado en las clases de baile fue que los chicos decidieron que podríamos ir a visitar algunos de los clubes bailables más populares. Mi guardarropa sufrió una gran mejora y yo sola acabé tirando varias prendas a la basura, algo que hizo muy feliz a Mauricio. Respecto a mi vestuario para la oficina use trajes entallados, con camisas que demostrab