Thomas siempre fue un chico divertido, sociable y bastante extrovertido. Le gustaba animar a sus amigos, amaba a la familia y no le importaba dar sin recibir nada a cambio. Pero cuando llegó la pubertad, conoció el amor... Un amor que era incomprendido... Un amor que era prohibido ante los ojos de los demás, pero sobre todo, de su familia. ¿Como el príncipe de Inglaterra podría cometer tantas locuras por una mujer... por una simple plebeya? Pero un día algo se quebró dentro de Thomas.
Ler maisEl guardia nos miró a ambos, sabía lo que había sucedido detrás de la puerta, los sonidos habían sido fuertes, pero sin decir nada escuchó la orden y asentó con la cabeza y salió de la oficina, voltee a ver a Jane - Siéntate, esperemos mientras traen a tu amado, a mi hermano - Dije con un poco de burla. Ella se sentó, la seguí sentándome detrás del escritorio en silencio, era incómodo a pesar de haber tenido sexo unos minutos antes.Varios minutos después, la puerta fue tocada, los guardias entraron, traían encadenado a Terrence, su apariencia era terrible, estaba mal trecho, sucio y con algunos golpes visibles - ¡Terrence! - Exclamó Jane al verlo así.Pero inmediatamente los guardias se interpusieron entre los dos y no les permitieron tocarse. Terrence me volteó a ver y me preguntó - ¿Que hace ella aquí? -- Bueno, hermano - Me levanté y camine lento hasta él - Jane está preocupada por ti, me ha pedido dejarte en libertad -Él volteó a verla haciendo un rostro de nostalgia - Jane - S
- Señor ¿e-esta seguro? - Preguntó un guardia, titubeando. Se notaba que lo preguntó nervioso.- ¡Si, háganlo! O es que acaso me estás contradiciendo? - Dije con los ojos envueltos en una llama de furia. Podía oler su miedo.- ¡No, claro que no! Ahora mismo lo haremos - Todos salieron de la oficina para hacer lo que les había ordenado.En la noche las mujeres comenzaron a llegar por montones, muchas traían regalos como comida, postres, vinos baratos y más cosas, todas ellas estaban felices por tenerme como su rey y yo me dejaba querer. Mientras un par de chicas estaban sentadas en mis piernas y otro par cepillaba mi cabello a mis espaldas, de nueva cuenta los guardias se hacían presentes.- ¡Carajo! ¿ahora que? -Uno tragó saliva antes de hablar - Amm... señor, lamento molestarlo pero... -- ¿Que? ¡habla ya! -- Es su hermano, señor -- ¿que? ¿el también murió? - Dije feliz.- No -- Claro, eso sería demasiado pedir - Las chicas a mi alrededor rieron en coro, siguiéndome el juego.- É
Este par de bellas damas, me tomaron por sorpresa - H-hola ¿Cómo entraron aquí? -- Vimos a varias mujeres entrar y salir del castillo desde anoche hasta el amanecer. Creímos que estabas festejando en grande, pero quisimos esperar hasta hoy para felicitarte, cuando ya no hubiera nadie - Dijo una.- Así es, nos acercamos a la puerta y las últimas chicas salieron. Ahí fue cuando aprovechamos a entrar - Agregó la otra.- Okey, entiendo. Ammm... - Lo pensé un momento, en verdad eran hermosas y desde hace tiempo los tres queríamos divertirnos, pero ¿justo ahora? - Debo decir que estoy algo cansado - Ellas parecían no escuchar, hicieron a un lado las sábanas, una de ellas comenzó a besar mi cuello provocando mi erección de nueva cuenta. La segunda aprovecho esa oportunidad para ponerle las manos encima y masturbarme lentamente - Chicas yo... pase toda la noche teniendo sexo, no sé cuánto pueda rendir - Dije entre jadeos.- No importa... - Dijo una.Mientras la otra a completaba la frase - L
Por fin, toda Inglaterra me pertenecía, tendría a todos a mi mando, nadie cometería un solo error, de eso me encargaría yo. A partir de mi era, ya no habrían matrimonios arreglados, ni en la realeza, mucho menos entre la gente del pueblo, todo aquel que quisiera hacer eso sería llevado a la cárcel, ahora todos estarían con la persona a la que en verdad amaba. Está nueva ley, entre otras se acatarían de ahora en adelante.Aún seguía en el balcón, la gente pudo ver como se llevaban a mí madre y hermano con asombro, todos se miraban los unos a los otros. Giré para que me vieran y me asincere - Estás dos personas - Dije señalando a mis parientes - Han cometido traición ante su rey. Tal vez ustedes no lo sepan, pero hace unos meses ellos asesinaron a la que iba a ser su reina - La gente hizo una expresión - Junto a nuestro hijo, solo porque no aceptaban que yo estuviese con una mujer pobre -Se escuchaba los murmullos - ¡¿cómo pudieron?! -- ¿Eso es en serio? -- ¡Que desgraciados! -- No
Unos días después ya todo estaba en marcha, los habitantes de Inglaterra decidiría quien sería su nuevo rey. Me encargue de que la gente votará por mi, los persuadí con regalos, despensas, dinero y más. Las mujeres jóvenes y una que otra madura estaban de mi lado, con tan solo una sonrisa ellas harían lo que fuera por mí y no es que yo quisiera volver a andar de seductor, pero en estos casos era realmente necesario.Y el día tan esperado llegó. Un día anterior la gente voto y pronto terminaría el conteo. Me encontraba caminando por los pasillos del castillo para llegar hasta el salón principal cuando escuché unos murmullos.- Madre por favor, no permitas que Thomas sea el próximo rey del país. Él no está bien - Habló Terrence.- Pero hijo, esa no es mi elección. El pueblo lo decidirá - Mencionó Phillipa.- Pues si el pueblo elige a Thomas, yo sé que será la perdición de Inglaterra. Quiero a mi hermano y en verdad lamento lo que le pasó, pero... Temo que tenga algo entre manos, no se p
Deje pasar una semana para comenzar con mi plan. Una vez que comencé a salir de casa, empecé a informarme en el colegio sobre los chicos malos que asistían, esos que regularmente se meten en problemas, fuman cigarrillos a escondidas, esconden alcohol e incluso consumen sustancias. Después de algunos días y de entrar un poco en confianza con ellos, les pedí un favor.- ¿Para dormir? -- Si, para dormir - Respondí en cogiendome de hombros.- Mmm... creí que ibas a pedir droga controlada -- No, solo quiero dormir bien. Después de... pasar por algunas cosas difíciles, me ha costado dormir bien -- Okey, te las doy en unos días - dijo el chico que me las iba a conseguir.Pasaron un par de días y me las entregó. Esa misma noche tomé un par de pastillas para dormir, solo eran solo para hacer dormir a mi familia. Molí las pastillas hasta hacerlas polvo y arrojé el contenido en el té. Sabía que todos lo beberían antes de ir a dormir, haciendo que cayeran en el más grande y profundo sueño.Esp
Me negué a irme sin ella, tenía que darle una despedida decente yo mismo. Llevamos el cuerpo de Betty a enterrar al cementerio familiar, no dimos aviso a mis padres sobre eso ya que sabía que se opondrían.Todo fue tan rápido, solo pude observar por un par de minutos su rostro angelical antes de que la metieran a la barata y sencilla caja de madera, sí, fue lo único que pudimos conseguir sin llamar la atención. No pude siquiera derramar una lágrima más, sentía una enorme presión en la cabeza y corazon, mis manos estaban frías y mis labios resecos.De vuelta al castillo, no voltee ni un instante a ver a mis padres, no quería verlos más, lo único que deseaba era irme lejos y no ser molestado nunca más, que no me encontrarán y yo no supiera de su existencia jamás en lo que me restaba de vida.Ellos sabían que había pasado en las profundidades del bosque, Terrence se los hizo saber. Pero solo me observaron, me vieron pasar a su lado en el pasillo y mi madre con el rostro lleno de lastima
Caminé hacia ellos empuñando aquella grande y pesada espada. No me detuve, jamás titubeé, ni siquiera parpadeé para no distraerme ni un segundo. Levanté sobre mis hombros la brillante hoja de metal atravesando a mis primeros dos adversarios por el pecho, mientras los demás volteaban atrás al escuchar los quejidos. Ambos cayeron al suelo heridos, jadeando, implorando por sus vidas.Dos más se acercaron a mi con malas intenciones, sacaron sus espadas e intentaron herirme sin importar quién fuese yo. Mala elección, yo era todo un maestro de la capoeira, mis rápidos y hábiles movimientos los confundían.Pateé a uno por debajo de sus piernas haciéndolo caer, me acerqué y apunté con la punta de la espada mirándolo fijamente a los ojos, su rostro tenía una expresión de miedo. Me temía, sabía lo que haría con él, solo le daría su merecido. Una voz entre cortada me interrumpió llamando mi atención.- ¿E-es usted... Príncipe? - Preguntó el sujeto a mis espaldas balbuceando. Podía sentir su mied
Al entrar a mí habitación, estaban mis padres con rostros llenos de decepción. El silencio se rompió cuando mi madre comenzó a gritar - ¿Cómo te atreves a hacerme esto?... A-a hacernos esto a tu padre y a mi, nosotros que tanto te hemos protegido - Exclamó mi madre, su rostro estaba totalmente rojo por la furia. - ¿Yo? - Pregunté como si no supiese nada, levantando una ceja. - ¡Por favor, Thomas! No lo niegues, Terrence nos ha dicho que saliste desde hace horas - Claro, ya me habían descubierto gracias al chismoso mayor de Inglaterra ¿Que más podía hacer? ¿Negarlo? No, ya era tarde para excusarme. Mi madre ordenó estricta vigilancia hacia mí. Fuera de mi habitación se encontraba un guardia y dentro otro más. Mi desesperación había llegado a tal grado. - ¿Que acaso no tendré privacidad siquiera para ir al baño? - - Lo lamento hijo. Pero mientras sigas desobedeciendo, estás serán las nuevas reglas - Dijo William, mi padre - Después solucionaremos esto buscando a una chica de tu ed