Alina Fiore es una chica común, cuyo sueño más preciado es ser dueña de su propio restaurante en la ciudad de Nueva York, donde vive con su abuela y su padre, un hombre que ha caído en los vicios a raíz de la muerte de su esposa. Una noche, cuando regresaba de la cafetería donde trabaja, se encontró con la horrible sorpresa de que unos hombres enviados por la mafia Siciliana habían irrumpido en su casa y golpeado de gravedad a su padre; este fue hospitalizado de emergencia y dado de alta unas semanas más tarde. Lo que Alina no sabía, es que su padre mantenía una deuda exorbitante con la mafia y había tomado la decisión de venderla a un burdel para poder salir del problema. Justo cuando Alina estaba por ser subastada en ese lugar despreciable, apareció un hombre misterioso y, como si fuera un ángel, la rescató de ser vendida al mejor postor. Pero lo que ella no sabía que, era que, en realidad, él también necesitaba algo de ella... ¿Se puede ser salvador y verdugo a la vez? eso tendrá que descubrirlo Alina por su cuenta. Atrévete a conocer esta historia llena de acción y giros inesperados que te mantendrán a la expectativa.
Leer másAlina Después de tanto tiempo sin haber visto a Luka, el tenerlo aquí, frente a mí, cargando a nuestro hijo entre sus brazos; es toda una fantasía vuelta realidad. Lo extrañé tanto, que por mi mente cruza la idea de pedirle a los invitados que se retiren y nos dejen solos para poder tenerlo tan cerca como quiero ahora mismo. Es increíble la manera en que mi cuerpo lo recuerda y reacciona ante él. De solo oler esa fragancia masculina y deliciosa que despierta mis sentidos, mi mente viaja al pasado y cientos de imágenes de nosotros juntos destellan como relámpagos en mi memoria. Las horas siguientes son una tortura hasta que el último de los invitados se despide y por fin quedamos solos, como una familia. —Por fin —exclama aliviado, expresando el mismo sentimiento que me recorre entera—. Ahora, este cachorrito irá a su cama para mami y papi puedan tener una larga… conversación —anuncia de manera sugerente. «Él no quiere conversar… y, yo tampoco» Subimos a la habitación en silencio.
LukaLa bella imagen frente a mí casi me hace derrumbarme sobre el piso. Alina luce preciosa en ese vestido veraniego que enmarca su hermoso cuerpo y queda perfecto con el rojo natural de su cabello. No pudo evitar que mis ojos se recreen en su belleza sin discreción y solo me interrumpo por el movimiento del niño que sostiene entre sus brazos.Podría llorar ahora mismo, al ver al pequeño pelirrojo disfrazado de lo que parece ser un cachorro y mi corazón corre desbocado cuando sus ojos se fijan en los míos y me sonríe.«Mi hijo me está sonriendo» sus inocentes ojos se iluminan como si pudiera reconocerme y le diera mucho gusto verme de nuevo, pero sé que no puede ser cierto, pues ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que lo cargué entre mis brazos. Una eternidad, o por lo menos así se ha sentido.Alina se da cuenta y no hace nada por detener la lágrima que corre libre por su mejilla. Me acerco despacio a ellos, cauteloso de su reacción; esperando que no se trate solo de un es
Alina—¡Listo el pedido para la mesa 7! —anuncio en la barra que divide la cocina del área de comedor de mi restaurante. Este día ha sido demasiado ajetreado, y sé que nadie suele quejarse de tener mucho trabajo, pero, justo hoy quería marcharme temprano a casa y no me ha sido posible con la enorme afluencia de comensales que ha visitado mi lugar de trabajo.Mañana es el primer cumpleaños de Leonardo y estoy muy emocionada de celebrarlo, pero aún me hacen falta algunas cosas que necesito para la fiesta y pensaba terminarlas hoy.—¡Cuánta gente hemos tenido hoy! —exclama Lola llegando por la orden que acabo de dejar en la barra—. Es como si supieran que mañana estará cerrado.Lola, mi eterna compañera, la mejor amiga que jamás imaginé tener; es la persona que más me ha ayudado a salir adelante durante estos meses. Me dio asilo en su casa hasta que encontré la valentía para decirle a mi abuela sobre mi separación con Luka, me ayudó a fundar mi propio restaurante como siempre soñé y ha s
LukaHan pasado tres meses desde que Alina se fue de mi lado. Tres jodidos meses en los que no he hecho más que extrañarla como un demente. Tres meses en los que mi hijo ha crecido lejos de mí. ¿qué nuevos logros habrá alcanzado?, ¿estará bien?, ¿se habrá enfermado?, ¿me extrañará?«¿Me recordará siquiera…?»No lo creo, es tan pequeño que se habrá adaptado rápidamente a vivir sin mí, y eso me aterra.Ni siquiera he hecho un esfuerzo por encontrarlos, ella quiso alejarse de esta vida y estoy tratando de respetar sus deseos, pero a veces me es tan difícil continuar sin Alina, que siento que en cualquier momento mandaré todo a la mierda y correré a buscarla.Por fin he tomado mi puesto como líder en la organización. Mi tío, lejos de lo que pensé, se ha tomado el cambio bastante bien, tanto, que puedo decir que se ha vuelto mi mejor aliado.—Deberías buscarlos —dice Marco desde la puerta de mi oficina—. Solo para asegurarte de que estén bien.—¿Qué haces aquí? —Aprieto con más fuerza el j
AlinaRoxanne cae de espaldas en un charco de sangre. El arma que antes sostenía entre mis manos cae al piso cuando por inercia llevo mis manos a mi boca debido a la impresión. ¿Qué acabo de hacer?«Soy una asesina»Mis manos tiemblan al igual que mis labios, no sé en qué momento comencé a llorar, pero mis mejillas están húmedas y no puedo controlar los sollozos que sacuden con violencia mi cuerpo. Alonzo llega a mi lado y me sostiene entre sus brazos, apenas soy consciente de mí misma cuando el cuerpo de Luka cae junto al mío en el suelo, su costado sangra abundantemente y corro hacia él tan rápido como mis piernas temblorosas me lo permiten.En el lugar solo resuenan mis gritos y el ruido que aún se escucha en el exterior. El equipo con el que entramos aquí se aproxima hasta nosotros y sin perder tiempo nos levantan a ambos y nos sacan de la bodega a pesar de mis súplicas por estar junto a mi esposo.—Tranquila, él estará bien. —Alonzo me ayuda a entrar a una de las camionetas, mien
AlinaLa declaración de Alonzo me golpea justo en la conciencia, pues, aunque es reconfortante saber que soy bienvenida en su familia, mi mente recuerda que, en realidad, ya no es así; pero él no necesita saber eso ¿cierto?, no ahora por lo menos. No cuando se encuentra organizando a sus soldados para ir a la batalla y poder rescatar a “mi esposo” de las garras de esa odiosa mujer.Le he contado todo lo que sé: en dónde exactamente lo tienen, cuántos hombres lo están custodiando, por cuál entrada podemos ingresar sin ser vistos, y los planes que tienen para Luka.¿Qué cómo sé todo esto?, simple, esa llamada misteriosa que recibí después de hablar con Marco fue de mucha ayuda. Al principio pensé que se trataba de una trampa, pero luego de ver las fotografías que me envió, pude darme cuenta de la verdad detrás de sus palabras. Por supuesto, saber todo eso no garantiza que logremos rescatar a Luka sin mayor problema; cientos de cosas pueden salir mal en un segundo, por ello es por lo que
Narrador Omnisciente La enorme residencia frente Alina denotaba poder, lujo y, sobre todo, peligro. Jamás se imaginó tener que pisar la casa de Alonzo Provenzano y, si hubiese tenido otra opción, habría muerto feliz sin tener que hacerlo. El tío de Luka era conocido por ser un hombre avaricioso, malhumorado y temible; pero todo empeoró después de adjudicársele el puesto de líder de la Cosa Nostra por órdenes de su hermano. Según las clases de mafia que había tenido —cortesía de Chiara—, Alonzo era solo algunos años mayor que Luka y siempre había tenido envidia de él por ser el líder por derecho de la mafia. Había luchado por ganarse un lugar importante dentro de la misma y, según lo que Alina podía ver, lo había logrado. Al cumplirse un año de su matrimonio con Luka y, a su vez, dar por hecha la única condición que su padre estipuló en el testamento; automáticamente dio paso a la terminación del liderazgo del hombre, lo cual, Alina imaginaba que no lo tendría de muy buen humor. Los
Alina Ha pasado un día desde que llegamos a vivir con Lola y, por más que he tratado de poner buena cara, me ha sido imposible. Todo el día me la paso sumergida en los recuerdos y cada vez que observo a mi hijo, la imagen de Luka se me viene a la mente. Sus ojos son iguales, así como ese gesto rudo que ambos tienen, a pesar de ser tan solo un bebé, nuestro hijo tiene el carácter tan fuerte como su padre. La oscuridad de la noche nos envuelve sin que apenas me dé cuenta, y me obligo a dormir, aunque sea unas horas al ver que otra vez no llega el sueño. Es de madrugada para cuando despierto y tras darle vueltas por un día completo, y después de comprender que Luka jamás me apartaría de su lado por su propia voluntad; he llegado a la conclusión de que debo regresar a la casa y exigirle una explicación, no me daré por vencida hasta escuchar de su boca que ya no me ama y por eso se divorcia de mí, pero como sé que el amor no se muere de la noche a la mañana, estoy segura de que hay otra r
AlinaObservo con dolor el documento que Luka me entregó antes de marcharse. Limpio la lágrima que moja mi mejilla y tomo el bolígrafo; mi mano tiembla y dudo un par de veces antes de firmarlo y dejarlo sobre la mesita de nuevo.Sabía que esta fecha llegaría, pero me confié ante el amor que parecía surgir como nunca entre nosotros. Debo admitir que me sorprendió, pues apenas anoche nos prometimos estar juntos para siempre, mientras hacíamos el amor, y verlo llegar hoy con esto me ha dejado completamente confundida.Preparo mis cosas y las de Leonardo, en lo que mi mente no deja de pensar qué es lo que haré ahora; con mi abuela no puedo ir, no de momento por lo menos. Sé que sería capaz de buscar a Luka y decirle unas cuantas verdades, incluso le devolvería la casa y todas las cosas que fueron posibles gracias a él, arriesgándose a sufrir un nuevo infarto.Lola es mi única opción por ahora, mi amiga vive sola en su departamento y supongo que le caerá bien que compartamos gastos entre a