Gala Jones, es la secretaria de Héctor Couper, quien es el presidente de la más famosa empresa de exportación de licores de todo Michigan. Este empresario junto con su hermano Riley Couper llevan las riendas de la compañía familiar, pero, para nadie era un secreto que únicamente Héctor era la cabeza de la empresa familiar, ya que su hermano se la pasaba metido en líos amorosos casi todos los días. Para mala suerte de estos CEOS, el abuelo de ambos, los castiga imponiéndole una orden bastante estricta. Riley por ser el menor y más descarrilado, debía casarse con una buena mujer y que fuese aceptable para el viejo. En caso de que su nieto se rehusara, fueron amenazados con quitarles su herencia y la empresa. Para Héctor aquello no era opción, él adoraba la compañía, y por esa razón se puso en la búsqueda de una novia adecuada para el idiota de su hermano. Y no le fue muy difícil encontrarla, la tenía justo en las narices y no se había dado cuenta de ella. Gala, poseía las características adecuadas que su abuelo exigía. Así que, él pensó que con ofrecerle una buena oferta no se resistiría para que hiciera el papel de esposa de Riley. El problema era que… al conocerla mejor, ya no estaba tan seguro de dejarla ser la esposa de su hermano.
Leer más—Yo… acepto ser tu esposa, Héctor —Contesta con una sonrisa.—Casi me mata del susto tu silencio —Hace amago de besarla, pero fueron interrumpidos.—¿Entonces? —Héctor miró a Gala, tendría que guardarse la felicidad para más tarde.—Abuelo —Dice este dándose la vuelta, al hacerlo, detecta tremenda sonrisa en el rostro de Jacob. Realmente, lo desconcertó.—Me alegra que por fin lo hayas entendido hijo mío, estoy muy orgulloso de ti.—¿Qué dices?No estaba entendiendo absolutamente nada de lo que estaba pasando, Riley se mantenía al lado de su abuelo, y a juzgar por su expresión, no parecía nada molesto.—Antes de que tu hermano me contará lo que había pasado entre Gala y tú, ya yo lo sabía de ante mano. Estaba al tanto de que esta joven no se casaría con Riley, desde que estamos en Grecia, les dije que la aceptaba para ser parte de mi familia, supe que, ella se convertiría en tu esposa.—¡¿Qué?! Pero tú me pediste que organizara la boda para mi hermano.—Te dije que organizaras una bo
Gala imploraba al cielo para ver si ayudaban a ese hombre a decirle algo, lo que sea, pero que dijera algo. Mientras tanto, ella observaba lo ancho de la espalda de Héctor.—Tú eres más importante para mí, Gala —La sorpresa le arranco un suspiro de golpe a la pelirroja, eso sí que no se lo esperaba —. Te amo, y no me importa perder la compañía si con eso te tengo a ti —Héctor se da la vuelta para verla directamente —. Me enamoré de ti, Gala.Se esperó cualquier otra confesión, algo relacionado con la empresa, o un comentario sobre las exigencias de su abuelo, pero nunca que se le declarara directamente.—Héctor —Ella sube otro escalón —. Yo… ¿Hablas en serio?—Totalmente —La mira fijamente, pero luego observa de reojo a su hermano —. Pero lo mejor para los dos es que te cases con mi hermano, Gala. No me importa perder la empresa, te lo juro, pero tampoco quiero decepcionar a mi abuelo. Eso sí que no puedo hacerlo.El labio
—Señor Couper, lamento la demora de su vuelo. Pero es que hubo un problema con el motor con su jet privado.—¡¿Qué dice?! —Pregunta ofuscado.—Es un pequeño inconveniente, pero ya lo están solucionando. Si tiene un poco de paciencia, su jet estará listo a más tardar por la noche.—Yo necesito salir en estos momentos, ¿eso puede entenderlo?—Por supuesto, señor, lo que pasa es que están reparando la avería que presenta el motor.Héctor no daba crédito a lo que estaba escuchando, como era posible que su propio avión tuviera un desperfecto, si casi no lo utilizaba. Qué maldita mala suerte cargaba encima, después de largarse del edificio de su hermano, pensó en regresar a la mansión. Desafortunadamente, la secretaria provisional que consiguió, lo llamo para informarle que necesitaba viajar con carácter de urgencia para la ciudad de Nueva York. Ya que requerían de su presencia por un cargamento que había sido enviado dos días antes, cuya carga al parecer estaba detenida.Eso no podía ser p
—¡Héctor! —Charlie lo abrazo con fuerza.—Qué bueno verte de nuevo, hace mucho que no nos vemos —El castaño lo mira con una media sonrisa.—No me has ido a buscar más al colegio, ¿Por qué? ¿Estás enojado con mamá? ¿Ya no la quieres ver más?Esas preguntas eran muy peligrosas de contestar, y todavía más, cuando Jacob se acercaba a ellos dos.—¿No ha venido tu madre? —Pregunta notando que nadie más se bajaba del coche.—No —Contesta con tristeza.—Hola abuelo, bienvenido.—He pasado primero por Charlie, su madre me ha permitido salir con él.Eso significaba que ella se había quedado en ese apartamento sola con su hermano.—Iré a dentro un momento, ¿vienes Charlie?—Héctor, ¿no vas a ir por mi mamá? ¿De verdad que no vas a ir por ella? —Susurra.El castaño miró al chico fijamente, esa era una buena pregunta. A eso iba en cuanto salió de la casa, pero ahora…—Vamos a dentro un momento —Cuando ambos entraron, Charlie fue directo a la cocina.—Abuelo, necesito hablar contigo.—¿Sobre la bod
¿Cómo respondía esa pregunta? Pero también, ¿Cómo se lo negaba a Riley? Si se lo había preguntado era porque era demasiado obvia. Gala se siente bastante mal, pero no era su culpa el haberse enamorado de Héctor, él era tan…—Gala, ¿debo tomar tu silencio como una respuesta a mi manera?—Si estoy enamorada de tu hermano —La pelirroja levanta la mirada —. Lo siento mucho, yo no quería que nada de esto pasará.—Si es así, entonces ustedes dos deberían de…—¡No!, nosotros nada. Tu hermano no sabe nada de esto, es más, él no siente lo mismo por mí. Por favor, Riley.—¿Y qué es lo que propones? Aun así, ¿quieres que nos casemos? Amas a otro hombre, y no siente absolutamente nada por mí —Le reclama.—Esto es un contrato y nada más —Responde decidida.Era una mala idea, una muy mala idea. No estaba bien que se casará con una mujer que suspiraba por otro, y menos que ese otro fuese su hermano. Aunque ella le había dado libertad para andar con otra mujer, no podía atarla a un matrimonio que no
—Te olvidaste del niño —El mayor da un paso hacia él.—Y ella no dudo ni por un segundo en llamarte para que fueras a por él —Este se cruza de brazos.—Cómo pudiste dejarla plantada, se trataba de su hijo, no de cualquier cosa. El chico estuvo solo por un buen rato en el colegio, Riley. ¿No te detuviste a pensar en eso?—Se me olvido si, lo siento, no estoy acostumbrado a llevar una vida en la que deba estar al pendiente de la hora de salida de un niño.Aquellas palabras exasperaron a Héctor, era solo un niño y no le daba importancia si se extraviaba o le pasaba algo malo. ¿Cuándo es que su hermano se volvió tan frío?—No te importa ese chico, ¿Cómo piensas casarte con la madre entonces?—Eso quisieras, que no me casará con ella para que pudieras tenerla. Pero si eso es lo que quieres, entonces, ¿Por qué no lo hacemos? Y me libró de un matrimonio que muy poco deseo.Esa fue la gota que derramo el vaso… Héctor no se aguantó las ganas y termino por propinarle un puñetazo en la cara a Ri
Miraba la hora de su reloj cada dos por tres, y se preguntaba, porque estaban tardando tanto. Héctor ya estaba impaciente, Gala y Charlie no bajaron a desayunar, ni tampoco lo hacían para que los acercara al colegio.El idiota de su hermano tampoco apareció esa mañana, así que… de pronto el bombillo se prende automáticamente sobre su cabeza.¡Claro, era eso!Seguramente, Riley los había ido a buscar temprano y por esa razón no bajaban. Desde cuando su hermano hacía de la buena caridad. Héctor aprieta la mandíbula sintiéndose furioso.Antes de que pudiera salir de la casa, una de las muchachas del servicio cruzó por el corredor.—Buenos días, señor Couper —Ella lo saluda.—¿A qué hora se fue la señorita Jones y su hijo para el colegio?—Muy temprano señor, yo bajé sus cosas muy temprano, su hermano vino por ellos antes del alba.—Entiendo… —Era de imaginarse que Riley estuviera involucrado, se da la vuelta para salir de la casa, cuando se detiene al recapitular las palabras de la mujer
—Mamá, ¿Dónde está Héctor? —Charlie le pregunta a mitad de la cena, viendo el puesto de la mesa vacío.—No lo sé, hijo.—¿Está molesto porque no nos fuimos con él esta mañana? —Gala mira a su hijo.—No, como crees eso.—Yo creo que si se quedó molesto, mamá.La pelirroja muerde levemente la carne interna de sus labios, como le explicaba a su pequeño hijo tantas cosas.—Termina de comer para que te vayas a dormir.—Pero quiero esperar a Héctor.—Eso no se podrá hijo, no sabemos a qué hora va a regresar, o si va a volver esta noche —Eso último lo dijo con cierta irritación.[…]Dormir a Charlie sí que le costó, se empeñaba en esperar a Héctor esa noche, pero de tanto conversar con él logro persuadirlo hasta que se durmió. Se estaba preocupando por el niño, sentía que estaba viendo a Héctor como si fuese un padre.Charlie parecía tan feliz al lado de Héctor, si le brillaban los ojitos cuando estaba con él. Era increíble la conexión que hicieron esos dos. Gala cierra la puerta de la habit
Héctor la miró fijamente por un momento, para luego ponerse en pie. Rodeo el escritorio y quedo delante de ella.—¿No te interesa esta boda?—Prefiero que otro se encargue, yo tengo cosas en las que ocuparme.—¿Ah, sí?—Sí —Contesta a duras penas.—Respóndeme una cosa, Gala —Héctor se inclina tanto hacia ella que la acorrala contra el escritorio, deja las palmas de sus manos sobre el mismo y la atrapa con su cuerpo —. ¿Por qué demonios me has rechazado la invitación esta mañana?No existía duda, estaba cabreado por el rechazo, eso explicaba el horrible mal humor que se gastaba esa mañana. —Riley es mi prometido, ¿Por qué no iba a querer irme con él?—Porque yo te ofrecí primero mis servicios —Contesta irritado.—Pero es con él con quien debo estar, y compartir, ¿o no?Esa respuesta lo puso peor de lo que estaba, porque ella tenía razón. Sin embargo, le enfurecía que Gala prefiriera a su hermano. Héctor miró sus ojos, descendió