Fabiola, una maquilladora profesional, está en una relación estable y feliz con Danilo, un recien CEO de una empresa de autorepuestos; pero se encuentra entre la espada y la pared cuando conoce al hermano de su novio, Diego, un piloto de avión de prestigio, el cual resulta ser su antiguo amor de adolescencia que la dejó después de que en un noche ella se entrega a él en cuerpo y alma.
Leer másNarra Diego.Danilo había pasado días sin dormir. Estaba deshidratado, y seguramente, soportando muchos dolores de cabeza los últimos quince días.Él se enteró de Fabiola y yo, y se debilitó aún más, pero vernos, fue el límite.Vasos sanguíneos muy débiles. Hemorragia cerebral causada por presión, por rabia, estrés, horas sin dormir.Verlo a la distancia en la sala de recuperación tres días después de lo que pasó, aún sin despertar, hace que se hunda mi pecho.La operación resultó un éxito pero lo mantienen dormido porque necesitan asegurarse que esté físicamente estable para enfrentar lo que se viene.Parálisis parcial o completa, debilitamiento de músculos, problemas con la visión e incluso problemas para expresar sus sentimientos o si quiera pensar.Es lo que el doctor nos ha dicho.No he querido moverme de aquí al menos que sea necesario.Estoy tratando de cubrir con los gastos de todo con el dinero que he ganado últimamente en la aerolínea, incluso, con toda la vergüenza, pedí un
Narra Danilo. Brianna me dejó en casa de mis padres después de hacerme tal confesión. Sentía algo extraño por primera vez que en mi pecho, al ver a la niña. Ella me tenía miedo y yo no quería que lo tuviera. Pero no había mucho que hacer, estaba odiando demasiado a Brianna en ese momento por ser tan mala madre, por haberla ocultado de mí. Mi cabeza también se iba la traición de Diego y Fabiola, y eso me ardía aún más. Salí del auto de Brianna diciéndole que en cuanto todo tuviera sentido para mí, debíamos tener una conversación. Ella le dijo a la niña que se despidiera de mi, y mi corazón se removió cuando agitó lentamente su mano, aunque sin darme una sonrisa. —¡Danilo, hijo! —Mamá fue hasta mí, abrazándome, llorando al verme—. ¡Estás bien! ¡Me alegra tanto! ¿Fue Brianna quien te sacó? ¡Esa muchacha se preocupa por ti! ¡Tu padre no quiso pagar tu fianza y Luis quiere destruir nuestra vida! ¡Nos mandó a desalojar la casa, hijo! ¡Tenemos 72 horas para irnos! Mientras mi madre habla
Narrador. La pareja de enamorados se toma de la mano al momento en que bajan del taxi. Han dejado sus cosas en un hotel en el centro de la ciudad al llegar, y se han preparado mentalmente para la situación que estarán por vivir. Fabiola toca la puerta de su casa dándose cuenta que no es la misma de antes, mientras Diego la ve con determinación. "Es lo que debemos hacer". "Nadie nos va a separar". Se han dicho mutuamente. Luis abre la puerta y apenas los ve, siente su pecho hundirse. —Él no va a entrar a nuestra casa —avisa sintiendo molestia, solo mirando a su hija. Fabiola se siente más nerviosa que antes, pero el contacto con Diego la hace sentir valiente. —Si no entramos ambos, entonces me voy —dice determinada, a punto de llorar por hablarle así a su padre. El piloto rápidamente intenta convencerlo. —Señor Luis, por favor... Ya no somos adolescentes. Ya no soy un adolescente. Amo a su hija, siempre la he amado. Déjeme explicarle lo que pasó, por favor... —suplica, sintiend
Narra Danilo. Miles de pensamientos pasaron por mi cabeza, en el momento en que, intentando encontrar alguna pista de Fabiola, me encontré con una publicación del grupo BEA. Ella había trabajado para ellos, así que fui directo al enlace que guiaba a los seguidores al "Detrás de Cámaras" de los videoclips que dirigió Brandon. Fui con la esperanza de verla, sonriente, riendo o simplemente trabajando. Necesitaba obtener algo nuevo de ella, cuando de repente... —Creo que hay una verdadera historia de amor en el set... —dijo uno detrás de la cámara. En la grabación, se podía ver a Fabiola bajo una carpa, sentada en las piernas de un hombre que la abraza por la cintura. Ella tenía los ojos cerrados. Y ese hombre que la sostenía, era mi hermano. El vídeo cambió a otras escenas, pero yo solo podía ver fijamente la pantalla, sin poder creer lo que había visto. No era posible que fuese cierto. ¿Por qué demonios estaban en una situación como esa? Mi corazón bombeó con fuerza por la rabia
Narrador.—Danilo por favor. Necesito que te quedes en casa, hijo —pedía con dolor Daniela mientras se paraba en la puerta principal impidiéndole la salida.Habían pasado ya unas semanas desde que Fabiola lo había dejado y su hijo no hacía más que llegar a casa para ducharse, cambiarse de ropa y buscarla. Al principio, él llegaba contándole que Fabiola estaba huyendo de él, y luego...—Desapareció mamá. Necesito saber en dónde está... —hablaba con desespero, ojos perdidos y semblante pálido.No comía ni dormía adecuadamente. Era evidente que no estaba asistiendo al trabajo, por lo tanto, seguramente ya lo habían despedido.Daniela, Giselle y Rubén jamás habían visto a Danilo de esta forma.¿Qué estaba pasando con él?, ¿por qué no podía simplemente aceptar que Fabiola ya no lo amaba? Tenían miedo de que cometiera una locura mortal para sí mismo o para otros.El comportamiento obsesivo y paranoico que tenía, mantenía las vibras familiares en un hilo.—¿Mamá? —Una Giselle acompañada lleg
Narra Fabiola. Los tres días que pasamos en Ámsterdam fueron una montaña rusa de emociones excitantes. Encerrados en el hotel durante toda la noche haciendo el amor, riendo y comiendo hasta quedar con la barriga a punto de estallar. Y por el día, paseando como turistas, hablando sobre nuestro presente. Por alguna razón, ninguno de los dos hemos hablado del futuro más que de amarnos. Y en cierta parte, eso me genera ansiedad. Hemos vuelto al aeropuerto de Ámsterdam, en donde la aerolínea para la que trabaja Diego le ha asignado un vuelo como copiloto a Roma, sin su tripulación. Esta vez, por falta de confianza en la tripulación, debo tomar asiento en primera clase, junto a la esposa e hija del piloto, que ya he conocido y tiene unos cincuenta años. La chica, Zöe, tiene la misma edad de mi cuñada Giselle, y pensar en ella me hace preguntarme qué pensará ella, el señor Rubén y la señora Daniela en cuanto sepan que, más que por infiel, dejé a Danilo por Diego. Les he tomado cariño y
Maratón 3/3 Narrador. La noche anterior había sido intensa, pero la pelinegra y el piloto se encargaron de suavizar el ambiente tratándose con cariño y durmiendo juntos toda la noche. Hoy, la tripulación se prepara para un nuevo vuelo. Todo el procedimiento se lleva a cabo, y cuando Fabiola va con el ojimiel rumbo a la cabina, este le presenta al nuevo copiloto. Adriel Castillo es un hombre rubio de ojos azules. Su belleza varonil impacta a la pelinegra, pues no es ciega, sin embargo, no causa más en ella, ya que el hombre más guapo del mundo lo tiene justo al lado. —Adriel no tiene problemas con que vengas con nosotros. —¿A qué te refieres? El ojimiel le explica que Adriel le contó que Álvaro no dejó de quejarse ni un segundo con el supervisor sobre la presencia de Fabiola en la cabina. El vuelo con rumbo a Ámsterdam, Países bajos, transcurre con normalidad y éxito; aterrizando a las ocho de la mañana. El procedimiento de aterrizaje se lleva a cabo, la inspección es hecha y l
Maratón 2/3Narrador.—Parece que tu novio olvidó que tenía compañía —opina Álvaro, el copiloto de Diego en vuelos.Una vez que Fabiola se deshizo de Steve, fue directo con las azafatas. Estas la distrajeron lo suficientemente como para olvidar el hecho de que el tiempo pasaba volando.Para cuando Fabiola se gira y enfrenta a Álvaro puede ver a Diego a unos metros detrás, aunque sin la pelirroja al lado, hablando con amigos.Ella se ha sentido molesta por esa situación pero no quiere buscarlo porque espera que él le dé su lugar.—Sí quieres, podríamos ir a bailar —insta Álvaro, mostrando interés en ella.Fabiola nota que está ebrio y también nota la forma en que la mira. No quiere darle falsas señales y tampoco quiere problemas con Diego, pero... ¿Cómo es que él la ha dejado más de media hora sola en la fiesta?Bueno, sí, conoce a las azafatas pero, le causa molestia su alejamiento. Su pecho se hunde un poco por considerar que Diego la ha hecho a un lado.—No, gracias. Me duelen un p
Maratón 1/3Narrador.Fabiola es la primera en tomar su teléfono y atender.—¿Hola? —responde con temor, pensando que su felicidad se acabará.—Hija, ¿estás bien?La pelinegra le hace una seña al ojimiel que ya se encuentra también contestando la llamada que le ha hecho su copiloto preguntando si asistiría al cóctel, porque todas las chicas están esperando por Fabiola.Diego ve la hora y se sorprende al darse cuenta que son pasada las dos de la tarde.¿Tanto habían dormido? No recordaba la última vez que hubiera dormido tanto sin pararse con dolor en la columna. Así que sonríe, pensando en todos los beneficios que le trae estar con Fabiola. Pues ella le transmite tanta paz que se le va el conocimiento del tiempo.La pareja termina sus llamadas, se ven a la cara y sueltan una pequeña risa mientras se vuelven a besar.—Las chicas esperan por ti. —Y mi padre estaba preocupado. Le prometí escribirle en la mañana y no lo hice. ¿Viste cuánto dormimos? Creí que eran las diez como mucho. Nun