Un accidente automovilístico cambia la vida de una familia para siempre. Veintiún años después, los hijos son quienes deben afrontar las consecuencias. Dos jóvenes conocen amor pero su felicidad se desvanece al descubrir las mentiras y verdades contadas a medias a las que fueron sometidos durante todos estos años. Dicen que el amor todo lo puede pero... ¿realmente es así?
Leer más5 años después…“Bienvenidos a nuestra boda” Está escrito en la entrada del parque de los Lee. Ho Jin lee y se acerca.Una chica encargada del portón le da los buenos días y lo deja pasar.—Gracias, belleza.La chica se ruboriza y lo mira entrar, luego cierra la puerta y se da aire con las manos mientras sonríe.—¡Hola, muchachos! —saluda a Se Hyun y a Taeyang, quienes se encuentran tomados de la mano, sentados en una de las sillas.—¡Ho Jin! ¡Ven! Siéntate. ¡¿No crees que esto ha quedado perfecto?!
Seung y Min Ho se esconden en la casa de un conocido suyo, quien les cambió sus identificaciones y su identidad. Preparan las últimas cosas y se suben al carro para encarrilarse al aeropuerto y desaparecer del país. Seung va del lado del conductor y Min Ho en el del acompañante. El celular de Min Ho suena: Young Mi. Este se queda viendo la pantalla del celular. Esa podría ser la última vez que escucharía la voz de su hija. Contesta:—Sí.—¿Hola? —la escucha con la voz temblorosa.Él no habla.—¿Min Ho? ¿Dónde estás? ¿Estás con mamá?Seung le hace una seña de que corte.
Min se despierta y mira la hora. Ve que son las once de la mañana y se queda acostado aunque sin volver a dormir. Hoy es el día en el que descubrirán al cómplice de Seung. Según la llamada que escucharon, se reunirían esa misma noche en la casa de él. Las horas del día pasaron lentas para él, pero ya ha llegado el momento. Se comunica con Dae Hyun y le avisa que ya está listo. Sale para su casa y él lo está esperando dentro de un coche alquilado que usarían para seguir a Seung. Al verlo, Min le golpea el cristal de la ventanilla y Dae Hyun le abre la puerta del lado del acompañante. Una vez dentro, solo toca esperar a que Seung salga de la casa. A las nueve de la noche ella sale muy producida, vestida de negro, con una camisa ajustada y una pollera tiro alto que muestran su extraordinaria figura. Sus tacones se oyen hasta dentro del auto. Esperan hasta que se aleje un poco y comienzan a seguirla. Luego de
—¡Oye! ¡No! —grita Ho Jin—. Me rindo, no voy a poder vencerte. Él se encuentra en la casa de Chul Mo jugando videojuegos. Es la quinta vez consecutiva que su amigo le gana. —Vamos, una vez más— dice riendo su amigo. Ho Jin lo mira serio —no es gracioso. —Oh para mí si lo es —continúa riendo En ese momento escuchan como el timbre de su casa suena. Chul Mo va a atender y se encuentra a Dae Hyun y a Min. —¿Min? ¿Dae Hyun? ¡Tiempo sin vernos! —dice dirigiéndose a este último. —¿Tanto tiempo ¿cómo estás? Tenemos un trabajo para ti —responde Dae Hyun. —¿Qué trabajo? —pregunta extrañ
Young Mi no puede creer lo que está viendo. Su mente se congela y echa a su hermano fuera de su habitación. —Quiero estar sola —dice mientras le da un suave empujón. —Lo siento mucho. —Vete —ella lo saca y cierra la puerta. Ella se deja caer en la cama. No puede reaccionar debido a la gran confusión que tiene en su cabeza. Se queda toda la noche despierta mirando al techo. Al otro día se levanta, agarra los papeles que Dae Hyun le había mostrado y sale de su habitación con intenciones de hablar con su madre. Ve como su hermano está apoyado en la pared de su habitación durmiendo. Ella se voltea para bajar las escaleras, pero Dae Hyun se despierta y agarra su tobillo. Soo Ah había logrado sacar a Min de la cama. En este momento están paseando en el parque. Es un día soleado, no hace tanto frío, está ideal para despejarse. Suk está sentada en la mesa, reflexiva. Percibe que su hijo no siente lo mismo por esa chica que por Young Mi. Pero también percibe lo mucho que Soo Ah lo quiere a él y confía en que lo va a reanimar con el paso del tiempo. Se centra en lo positivo, los primeros días luego de haberle contado de la ruptura, no salía de su habitación. Ahora al menos sale a caminar. Unos golpecitos en la puerta la hacen volver de sus pensamientos. Se levanta a atender y al abrir se encuentra con el rostro menos esperado: Lee Chung Hee. Se queda viéndolo sin reacción más que las lágrimas que aparecen, amenazadoras. Está avejentado, pero sigue siendo la única persona a la que ella había amado, después de veintiún años, lo vuelve a ver. —¿Qué haces aquí? —pregunta ella en uRevelaciones: parte 1
Llegan al hospital y bajan rápidamente del auto. Entran y enseguida los atienden. Una enfermera les dice que esperen sentados y ellos solo asienten. Pasan quince minutos y aún no hay noticia alguna de Chung Hee. Dae Hyun se está empezando a impacientar. —¿Familia Lee? —sale buscando una voz masculina. Ellos miran a la persona que les habla. —Sí, somos nosotros —dice Dae Hyun. Seung levanta la mirada para ver al señor. —¿Cómo está mi esposo? —Ha sufrido un ataque cardíaco. Él está estable ahora, tiene que descansar. —Gracias, doctor Kang —dice Dae Hyun, aliviado. —Pueden
—No quiero verlo en la universidad, mamá. ¿Qué hago? —dice Young Mi. —En principio no le digas nada a tus hermanos. Tampoco sé lo menciones a papá, esto lo tiene muy sensible. —¿Sensible? No sé cómo pudo abandonar a un niño de esa forma. No sé cómo pude vivir todo este tiempo bajo el mismo techo que un monstruo. —¡Young Mi! ¿Cómo hablas así de tu padre? —No puedo creer que haya sido capaz de algo así… simplemente no puedo —dice dejando salir las lágrimas. —Voy a ver que puedo hacer por ti, niña. Ve y descansa, te llevaré algo para comer. Young Mi no tiene apetito. Se mete a la cama y cierra los ojos. Una sensación de vacío la envuelve y una lágrima resbala por su mejilla. ¿Q
Al otro día, Taeyang recibe un mensaje de la señorita Choi, diciendo que quería verlo. —¿Tan seguido se están viendo? —pregunta Young Mi, mientras se sirve un poco de arroz. —Pues… no. Pero se ve que cada vez le gusto más —dice haciéndose el galán. Young Mi ríe. —Disfruta tu cita, hermanito. ¡Adiós! Al llegar le da un beso en la mejilla a Choi. Se piden un helado y se lo toman mientras caminan en el parque. —¿Te gustó la experiencia de ayer? —pregunta Taeyang. —Me ha encantado. Se puede admirar el mundo desde otra perspectiva. Y… También te aclara las ideas. —¿Si? ¿Te aclaro algunas ideas?