Al día siguiente, regresa a la mañana para cuidar de él, ya que de tarde tiene que asistir a una clase importante a la que no quiere faltar.
Entra a la habitación con su desayuno. —Hola, Min ¿cómo te encuentras hoy?
—Mejor —cuando nota que no es su madre, sino Young Mi quien entra. Se cubre el pijama con las sábanas.
—¡Me alegro! —dice sonriendo—. Aquí está el desayuno
—Gracias —comienza a comer. —Ay me duele mucho la cabeza… y me siento tan mal que no puedo alimentarme por mi cuenta —le da el tazón y la cuchara.
—¿Qué es esto?
—Vas a tener que alimentarme. Hoy no te lo comas.
—Eres peor que un niño —le dice mientras le da de co
El desfile comienza. Las luces y los flashes de las cámaras destellan, los modelos se lucen en la pasarela y los espectadores observan con detalle las prendas. Taeyang aparece con una camisa gris sin mangas, un pantalón negro, ajustado y roto en las rodillas y sus hermanos se levantan para aplaudir. —Se lo ve mucho menos tenso que la primera vez —dice Dae Hyun. —¡Si! Ahora lo está disfrutando! —responde Hye Kyo. Mientras desfila la ve a la señorita Choi y le sonríe. Esta asiente en señal de aprobación. Luego ve a sus hermanos quienes tienen el pulgar hacia arriba. Luego Hye Kyo forma con sus manos un corazón por sobre su cabeza y le sonríe ampliamente. Desaparece de la vista del público y se encuentra con Young Mi. Le choca la mano y se retira a su camerino para el c
Young Mi llega a su casa con toda su cara empapada. Entra y se dirige rápidamente a su cuarto. Cierra la puerta y se tira en su cama boca abajo para dejar escapar toda su tristeza, todo su enfado, toda su decepción. Se siente totalmente traicionada por parte de ambos. Más de Min, en quien confiaba incondicionalmente. Ella le tiene tanto aprecio, está tan feliz a su lado que no puede imaginar estar sin él. «Todos los momentos que pasamos juntos, ¿acaso no significaron nada? ¿Para él era solo un juego?» Young Mi no piensa con claridad. Lo único que puede hacer es llorar. Se escuchan tres golpecitos en la puerta. —Hija ¿puedo entrar? Young Mi no responde. No puede hablar. Seung entra y la ve. —¡Young Mi! ¡¿Qué pasó?! —se acerca a ella y se sienta en la cama para abrazarla. Al otro día, Taeyang recibe un mensaje de la señorita Choi, diciendo que quería verlo. —¿Tan seguido se están viendo? —pregunta Young Mi, mientras se sirve un poco de arroz. —Pues… no. Pero se ve que cada vez le gusto más —dice haciéndose el galán. Young Mi ríe. —Disfruta tu cita, hermanito. ¡Adiós! Al llegar le da un beso en la mejilla a Choi. Se piden un helado y se lo toman mientras caminan en el parque. —¿Te gustó la experiencia de ayer? —pregunta Taeyang. —Me ha encantado. Se puede admirar el mundo desde otra perspectiva. Y… También te aclara las ideas. —¿Si? ¿Te aclaro algunas ideas? —No quiero verlo en la universidad, mamá. ¿Qué hago? —dice Young Mi. —En principio no le digas nada a tus hermanos. Tampoco sé lo menciones a papá, esto lo tiene muy sensible. —¿Sensible? No sé cómo pudo abandonar a un niño de esa forma. No sé cómo pude vivir todo este tiempo bajo el mismo techo que un monstruo. —¡Young Mi! ¿Cómo hablas así de tu padre? —No puedo creer que haya sido capaz de algo así… simplemente no puedo —dice dejando salir las lágrimas. —Voy a ver que puedo hacer por ti, niña. Ve y descansa, te llevaré algo para comer. Young Mi no tiene apetito. Se mete a la cama y cierra los ojos. Una sensación de vacío la envuelve y una lágrima resbala por su mejilla. ¿QAflicción
Más allá de los dos
Llegan al hospital y bajan rápidamente del auto. Entran y enseguida los atienden. Una enfermera les dice que esperen sentados y ellos solo asienten. Pasan quince minutos y aún no hay noticia alguna de Chung Hee. Dae Hyun se está empezando a impacientar. —¿Familia Lee? —sale buscando una voz masculina. Ellos miran a la persona que les habla. —Sí, somos nosotros —dice Dae Hyun. Seung levanta la mirada para ver al señor. —¿Cómo está mi esposo? —Ha sufrido un ataque cardíaco. Él está estable ahora, tiene que descansar. —Gracias, doctor Kang —dice Dae Hyun, aliviado. —Pueden
Soo Ah había logrado sacar a Min de la cama. En este momento están paseando en el parque. Es un día soleado, no hace tanto frío, está ideal para despejarse. Suk está sentada en la mesa, reflexiva. Percibe que su hijo no siente lo mismo por esa chica que por Young Mi. Pero también percibe lo mucho que Soo Ah lo quiere a él y confía en que lo va a reanimar con el paso del tiempo. Se centra en lo positivo, los primeros días luego de haberle contado de la ruptura, no salía de su habitación. Ahora al menos sale a caminar. Unos golpecitos en la puerta la hacen volver de sus pensamientos. Se levanta a atender y al abrir se encuentra con el rostro menos esperado: Lee Chung Hee. Se queda viéndolo sin reacción más que las lágrimas que aparecen, amenazadoras. Está avejentado, pero sigue siendo la única persona a la que ella había amado, después de veintiún años, lo vuelve a ver. —¿Qué haces aquí? —pregunta ella en u
Young Mi no puede creer lo que está viendo. Su mente se congela y echa a su hermano fuera de su habitación. —Quiero estar sola —dice mientras le da un suave empujón. —Lo siento mucho. —Vete —ella lo saca y cierra la puerta. Ella se deja caer en la cama. No puede reaccionar debido a la gran confusión que tiene en su cabeza. Se queda toda la noche despierta mirando al techo. Al otro día se levanta, agarra los papeles que Dae Hyun le había mostrado y sale de su habitación con intenciones de hablar con su madre. Ve como su hermano está apoyado en la pared de su habitación durmiendo. Ella se voltea para bajar las escaleras, pero Dae Hyun se despierta y agarra su tobillo. —¡Oye! ¡No! —grita Ho Jin—. Me rindo, no voy a poder vencerte. Él se encuentra en la casa de Chul Mo jugando videojuegos. Es la quinta vez consecutiva que su amigo le gana. —Vamos, una vez más— dice riendo su amigo. Ho Jin lo mira serio —no es gracioso. —Oh para mí si lo es —continúa riendo En ese momento escuchan como el timbre de su casa suena. Chul Mo va a atender y se encuentra a Dae Hyun y a Min. —¿Min? ¿Dae Hyun? ¡Tiempo sin vernos! —dice dirigiéndose a este último. —¿Tanto tiempo ¿cómo estás? Tenemos un trabajo para ti —responde Dae Hyun. —¿Qué trabajo? —pregunta extrañPunto de inflexión: parte 1