Amor de Otoño. Serie Millonarios 3

Amor de Otoño. Serie Millonarios 3ES

Romántica
J´katy  Completo
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10
3 Reseñas
41Capítulos
5.6Kleídos
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Resumen
Índice

El calor de los brazos de ese hombre le proporcionaba la paz necesaria para soportar lo que le deparaba su vida sola e íngrima como ella pensaba, más no podía aferrarse a él porque su corazón se encontraba fragmentado y su mente dispersa en un mar de problemas. Lo que ella jamás pensó era que ese hombre estaba dispuesto a cargar con sus miedos, con su soledad y temores para convertirlos en los suyos, sobrellevándolo todo solo por amor…

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Moorales Liizz
nunca terminó de actualizar
2023-07-15 01:52:22
0
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Glowcita :)
Me gustó mucho tu historia, felicidades
2023-04-01 11:55:15
0
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Paulina Rios Abaroa
........................
2021-11-06 10:35:51
1
41 chapters
Prólogo.
— ¡¿Que veinte años no es nada?! – decía entre sollozos Anna Margarita, mientras pensaba que ciertamente el Zorzal – Carlos Gardel – argentino se había equivocado olímpicamente. — ¡Que febril la mirada, errante en las sombras. Te busca y te nombra! Vivir con el alma aferrada, a un dulce recuerdo que lloro otra vez… - sollozaba mientras empinaba la botella de whisky barato que encontró en una licorería de camino al apartamento de su amiga Alicia donde aceptó vivir luego de perder precisamente veinte años de su vida. — Anna, ya deja de beber por favor – aconsejaba su única amiga, que irónicamente era su asistente. — ¿Por qué Ali? Si a las personas que obran de peor manera les va de lo mejor – expresó una llorosa mujer dolida y da&ntild
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Anna Margarita Buendía; mecanógrafa y auxiliar de computación, ha sido la asistente de Alejandro del Toro por veinte años consecutivos de los cuales, los últimos diez han carecido de vacaciones por causa de su divorcio y el pleito por bienes materiales, inmuebles y hasta los hijos – que ni siquiera son de ella – que ella le crió. Eso quiere decir que a Anna le ha tocado duro y se ha visto en la obligación de pelear como una gata, con uñas y dientes para que el susodicho no la deje en la calle y peor aún ¡con una mano delante y la otra detrás!  Marco Antonio Méndez "el susodicho", ex esposo de la agraviada es un abogaducho de quinta con una labia tan convincente que aunque ¡es un bruto! para las leyes, padece una dicción terrible ¡sí! padece porque según Anna ya es una patología lo que sufre el animal (las palabras textuales de nuestra hero&iacut
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4.-
— ¡Me fui de la cagada! – Confiesa a su amigo Carlos Andrade — la situación se me escapó y al parecer choqué de frente con la maldita pared – dice molesto antes de saborear el último trago al whisky que queda en el vaso y el hielo tintinea haciéndole cosquillas en los labios. — ¡No entiendo! ¿Cómo se te ocurrió llevarla a ese almuerzo? – pregunta éste confundido. — ¡Porque soy un idiota que aún piensa en su hija como una niña! – contesta a su amigo mientras este sube la mano llamando la atención de alguien, a quien reconoce como Humberto Larrazábal el Magnate hotelero.  — ¡Coño tío, pero que bien te ves! – expresa emocionado Alejandro, abrazando a su amigo que estuvo a punto de perder la vida. 
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Anna Margarita salió de la empresa en su Peugeot 207 sport que aún no termina de pagar, pero es prácticamente lo que considera suyo, ya no entiende lo que quieren de ella y resopla enojada por la actitud tan extraña de su jefe ¿Qué problema tenía con ella? ¡La gente sufre todo el tiempo joder! Él lo tiene todo y no debería sufrir, aunque el divorcio o más bien el engaño de su ex esposa lo martirizó bastante. Bebió, se revolcó y tuvo mil caídas. Ella lo ayudó en lo que pudo tomando en cuenta su situación de casada y de pobreza por supuesto ¡ya estaba cansada de que le jodieran la vida! Se acabaron los hombres para ella. Sumida en sus pensamientos llega al frente de su casa en el barrio Amposta, al sur de Madrid, en el distrito de San Blas. Una zona no tan peligrosa, pero sí de cuidado, Anna había hecho buenas migas con l
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Alejandro ingresó a la habitación de aquel hotel aspirando el aroma delicioso a hierbas aromáticas y sándalo, no era de sus aromas preferidos, pero había algo más delicioso en el ambiente, algo muy sensual que despertaba todos sus sentidos al darle un aire de seducción al sitio. María Elena salió del baño embutida en un camisón de seda transparente color negro, que le llegaba a los tobillos abierto a cada lado mostrando sus bellas piernas, debajo del cual había un precioso conjunto de lencería a juego en encajes, lo que la hacía lucir deliciosamente provocativa y sexy hasta más no poder. — ¡Joder! – exclamó impresionado por lo hipnótico de la imagen. — ¡Me alegra que te guste! – esa mujer no lo perdonaría en este momento y más aún cuando su cuerpo reaccionaba
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A las seis con treinta y cinco de la tarde se encuentra Alejandro Del Toro esperando frente al edificio donde vive María Elena Castro con sus padres, un sitio de bien en una zona de excelente estatus social, llena de edificios de lujo y parques temáticos donde los niños tienen todo tipo de recreación y diversiones. Suspira recordando a su Capullo cuando era solo una bebé y dejaba su vida para darle el tiempo que ella necesitaba de él. Hoy en día es una copia de su madre y aunque ya no siente nada al respecto, su corazón sigue sin funcionar para el amor aunque no se niegue a ello. Mira el reloj y rueda los ojos por la tardanza de la chica. Decide llamarla, pero no contesta; no es amigo de la puntualidad y le desagrada esperar. En su familia siempre ha reinado la puntualidad y si comienza con este tipo de irresponsabilidades su madre no lo tomará en serio con esta chica. Resopla y decide irse cuando un
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