/Escena extra 5/

Stella le hace la entrevista a Farah.

—Buenas tardes, Stella.

—Buenas tardes, jefa. Un placer haber sido elegida para realizar esta entrevista.

—Tú solo quieres saber el chisme, ni siquiera te interesa la primicia, sino saber sobre mi vida personal y el por qué hay una mini Farah rondando por las calles tan de repente —Farah rueda sus ojos y sin cambiar su seria expresión se sienta en la silla alta que fue colocada en un extremo de la pequeña habitación donde estarían haciendo la entrevista.

Stella se ríe debido a las palabras de su jefa.

—Bueno, se supone que hasta hace unas horas tú no tenías hija y Archer era un empresario comprometido con otra.

Farah enarca una ceja y aclara su garganta.

—No me hagas arrepentirme de haberte elegido para hacerme la entrevista —amenaza.

La sonrisa se borra de inmediato de la boca de la empleada y traga saliva con fuerza mientras se remueve en su asiento.

—Lo siento.

Los camarógrafos captan todo el momento y algunos de ellos casi ni respiran. Se dividen en tres partes, los profesionales que, antes que todo, quieren que el trabajo salga perfecto; luego están los que hacen bien su trabajo, pero también están atentos a la noticia: y, por último, aquellos a los que sus superiores deben estar corrigiendo a cada rato porque se centran más en la noticia que en cualquier otra cosa. Son los catalogados chismosos, y aunque Farah sabe que Stella es una excelente trabajadora, ella en ese momento estaba como la segunda opción porque hace muy bien su trabajo, pero quiere saber con exactitud todo lo que pasó.

Stella saca su libreta, donde anotará todo aquello que le parezca importante e interesante y los camarógrafos graban todo para enviarle lo grabado a uno de los dos mejores amigos de Farah, a Ángel Alcacer, puesto que sería quien pasaría tal primicia por su canal televisivo.

—Comienza Stella, vayamos directo al grano. No me gusta ser el centro de atención —se supone que Farah aconseja, sin embargo, todos saben que más que un consejo o sugerencia, es una orden.

Stella aclara su garganta y mira a Farah directamente.

—Muy buenas tardes, señorita Farah. Muy buenas tardes público —ella se dirige hacia las cámaras. De solo pensar en que aquella entrevista saldría en cada rincón del planeta se ponía más nerviosa, pero era profesional. Podía con eso y con más —. Esta es una entrevista exclusiva y única donde, aunque haré poquitas preguntas, será Farah Brownbear, una gran empresaria de prestigio y con un reconocimiento y trayectoria impecable, quien se abrirá a nosotros y contará aquello que desde hace unas horas todos nos estamos preguntando. Comenzaré con las breves preguntas y luego será ella quien hablará, dirá y contará todo aquello que crea pertinente sobre su vida privada. Entonces, Farah… ¿Tenías en claro que explicarías a todo mundo el hecho de que tenías una hija y nunca quisiste que se supiera? ¿O simplemente vas a hablar sobre eso porque no te queda más remedio que hacerlo?

—Buenas tardes —comienza por decir Farah. La verdad es que la mujer pensaba que podría encontrarse nerviosa, pero el pensar en su hija es un impulso para seguir adelante con todo, así que sonríe. Farah sonríe en grande y luego niega con su cabeza —. Sabía que tarde o temprano todos se enterarían que yo tenía una hija, porque esa niña no es un secreto, no es algo que deba estar ocultando. Sucedieron ciertos tipos de eventos que me llevaron a tener que protegerla del mundo, pero no planeaba mantenerla escondida por siempre. Ella es y será una niña libre. Una niña que será capaz de tomar sus propias decisiones, y yo respetaré esas decisiones y trataré de guiarla por el mejor camino posible. Y, respondiendo a tu respuesta: no vengo a rendirle cuentas a nadie porque simplemente no le debo explicaciones a nadie. Si estoy aquí es porque he decidido decir mi verdad. No están en la obligación de escucharme y están en todo su derecho de pensar lo que quieran.

—Sé de muy buena fuente, como lo es el internet, que debes referirte a ciertos comentarios que hacen respecto a ti soltando a tu hija en el momento más oportuno —Stella se remueve en su asiento. No le gustan mucho las preguntas que vienen, pero fue la misma Farah quien les dio el visto bueno, así que debe cumplir con su trabajo y preguntar lo que tiene en el cuadernillo —. Están murmurando desde que Archer no sabía que tenía una hija e incluso dudan de su paternidad, hasta el hecho de que viniste a soltar esa bomba justo en plena boda para que él no se casara y así lograras amarrarlo.

Farah levantó sus cejas en el aire, como si estuviese sorprendida de las preguntas que, aunque el público no lo sabe, ella misma escribió.

—Mi hija, hermosa y única, se llama Estrella. Escogí ese nombre porque era el apodo que Archer puso en la adolescencia, cuando fuimos novios. Esto era justo de lo que quería hablar y aclarar. Lo diré solo una vez y cerraré el tema, y si estoy hablando de esto es por el bien de mi hija —aclara —. Archer y yo éramos muy jóvenes cuando yo salí embarazada de él. Él nunca lo supo, eso es cierto. Él acaba de saber que tiene una hija, y si muchas personas dudan de su paternidad, la verdad es que nada pueden hacer, es el propio Archer quien debe tomar medidas y hacerse una prueba de paternidad. Es su problema si no lo hace —la mujer encoge sus hombros con indiferencia y luego suspira —. A pesar de que nuestro noviazgo sucedió en la adolescencia y no fue hace mucho porque todavía somos jóvenes, tuvo sus altibajos como cualquier relación, pero en este caso, nuestras familias estaban en medio, y la de él simplemente me repudiaba. Al menos algún que otro miembro —decidió no dar nombre exacto de sobre quien hablaba —. Me hicieron la vida imposible, incluso llegaron todo tipo de amenazas. La verdad es que yo amaba a Archer y sé que él me amaba a mí, pero ese ser que crecía en mi vientre se iba convirtiendo en lo más importante, y debía protegerlo a toda costa. No sabía si era o no lo correcto, pero decidí alejarme de todo y de todos. Los primeros años fueron duros, planeaba ir con él y contarle que tenía una hija, pero ella…, supongo que pudieron darse cuenta cuando irrumpió en la boda de su padre que tenía una peluca puesta…, ella está definitivamente fuera de peligro ahora. No hay más leucemia y espero que no regrese —su voz tiembla y aunque parpadea para no soltar alguna lágrima, sus ojos rojizos delatan las ganas que tiene de llorar.

Stella si tiene un puchero y una lágrima rueda por su mejilla. Las hormonas alborotadas debido a su embarazo la tienen susceptible a cualquier cosa.

>>Y así pasó el tiempo. Yo siempre decía que le diría a Archer que tenía una hermosa hija idéntica a él, pero me acobardaba en el último momento. Y ella…, Estrella sabía todo sobre él, sabía quién era, qué hacía y que iba a casarse. Yo jamás le oculté nada a mi hija, y cuando viajamos hacia acá, yo jamás pude prever lo que planeaba hacer. Ella llegó a esa boda e impidió su realización. Tuvo ayuda de personas a las que no mencionaré, pero que todavía quiero… —hizo un gesto con sus manos de ahorcamiento —, pero yo jamás planee que eso sucediera. Ella fue a ver a su padre y él y su prometida decidieron dejarlo hasta allí.

—Sin embargo, no esperaste ni a dos días cuando ya estabas entre los brazos de Archer Alarcón ¿no es así? Hay ciertos rumores que confirman que ustedes han retomado su relación.

—Así es, y no voy a ocultarlo. Archer y yo estamos juntos de nuevo. No importa si dicen que es muy pronto, que no tengo respeto por la chica que acaba de dejar, que si no me gustaría que me hicieran lo mismo no debería hacer esas cosas y muuuchas cosas más —Farah quita una pelusa inexistente de la chaqueta de su traje de tres piezas y prosigue a mirar a la cámara con un gesto de desafío —. La ex-prometida de Archer es una gran mujer, eso lo tengo muy en claro. Nosotras somos importantes con el solo hecho de ser mujeres. Y ella no tiene absolutamente nada que ver con la decisión que tomamos Archer y yo de seguir juntos. Eso lo decidimos luego de que acabara la relación. Sí, yo también tuve y sigo teniendo mis dudas de si es o no muy pronto para regresar con él, pero al mismo tiempo no dejo de pensar en que las enfermedades son inesperadas, en cualquier momento puede regresar y mi hija necesita a su padre, a sus padres. El amor puede buscarse, pero jamás igualarse y eso es lo que nos pasaba a Archer y a mí al estar con otras personas. No se trataba de que no las quisiéramos, porque sí lo hacíamos, pero no era lo mismo. Éramos irreemplazables. ¿Y por qué esperar más tiempo? ¿Por qué esperar un tiempo que no sabemos si tenemos? Es mejor disfrutar desde ya, el ahora, que es algo seguro.

—Por último y para acabar y cerrar esta entrevista: ¿Hay algo que quisieras decir, hablar o aportar a esta entrevista?

—Solo quiero aconsejar algo: No tengas temor al qué dirán. Si quieres a algo o a alguien con todas tus fuerzas y eres correspondida, entonces ve por ello y sé feliz. No perdamos más tiempo. El tiempo es efímero. No sabemos cuándo deje de existir o se escape de nuestras manos.

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