—Eres muy guapo, Archer.
—Gracias, solo me interesa que tú veas mi guapura.
—Guapura… —ella se carcajea y nuestras partes se chocan, haciéndonos estremecer —. Te necesito, Archer. Dios. Quiero que me folles.
—¿Y tú no te estás cuidando? —Ella niega con su cabeza y sonrío cuando escucho ese mismo sonido lastimero —. Podemos hacer otras cosas para obtener placer, Farah. No tenemos que follar para pasarla bien.
—Pero yo quiero que me folles, Archer. He esperado demasiado, ya no puedo esperar más.
Escucharla hablar así hace que me punce más el miembro.
—Por favor… —suplica.
Su mirada negra y profundamente dilatada me enloquece a tal punto que tomo su cuello y estampo mis labios contra los suyos, besándola con énfasis y desesperación. Tomo su cintura con mi otra mano y la levanto, sentándola sobre mí y haciéndola encajar en mi miembro de una sola estocada. Tengo que actuar rápido y taparle la boca ante el grito que suelta.
Decido que es mejor seguir besándola mientras comienzo a moverme debajo de ella para así acallar nuestros gemidos.
Somos un manojo de desesperación, toques, besos y embestidas apasionadas que nos tiene pidiendo más y más. Ella se aparta un poco de mí para mirarme fijamente cuando se acomoda y empieza a ser ella quien tiene el control de la situación. Esta parte le encanta. Ella es una diosa que tiene que demostrar su poder hasta cuando se trata de sexo, y yo, con todo en gusto del mundo la dejo hacerlo. Puede hacer lo que se le dé la gana conmigo.
Muerde su labio con fuerza para no gritar cuando se mueve hacia arriba y hacia abajo cada vez más profundo y mucho más rápido. Yo termino por caer hacia atrás, mi nuca pega de una pila de ropa y no me importa alborotar todo.
Nos pegamos, nos amamos y adoramos cada vez más. Gozamos y cuidamos el uno del otro. Siento mi cuerpo tensarse y sus paredes vaginales apretar con fuerza mi miembro cuando estamos por acabar. Nuestras lenguas se encuentran en una batalla que, por supuesto, ella gana, ella siempre va a ganar. Nos abrazamos con fuerza y le doy unas últimas embestidas antes de que el orgasmo explote en ambos.
Sí. Mi vida sería nada sin ella.
A o mejor hubiese sido feliz en otros brazos, hubiese tenido una vida estable y buena, pero ¿Quién quiere bondad y estabilidad cuando hay un huracán esperando para hacerte tener sensaciones intensas e inigualables? Ya mi corazón estaba tomado, y viniese quien viniese, eso no iba a poder ser cambiado. Jamás iba a poder amar a otra, al menos no con la misma fuerza y veracidad con la que amo a Farah.
{-}
La madre de mi hija y mi futura esposa —porque sé que lo será—, se adentra al baño para ducharse. Sonrío sin poderlo evitar, sintiendo todavía ese placer que le produjo a mi cuerpo todo lo que acabábamos de hacer.
Volteo a mirar a mi hija que sigue súper dormida y le acomodo la sábana que tenía sobre ella, puesto que de tantas vueltas que da mientras duerme, esta termina en sus pies.
Soy feliz. Esta es la vida que quiero para siempre.
Frunzo el ceño al escuchar la vibración constante de un celular y miro mi reloj de muñeca para comprobar que es la madrugada. Me acerco a la mesita de noche y observo que no es mi celular, sino el de Farah, el que suena con tanta insistencia. El número que aparece en pantalla no está registrado. La llamada termina y el teléfono vuelve a sonar.
Mira hacia la puerta del baño, la ducha suena. Intento caminar hacia allá, pero llevo mi mano hacia mi cabeza y rasco mi nuca, sin saber qué hacer, pero entonces, otro sonido diferente suena y, aunque el celular está bloqueado, Farah lo tiene en modo visible para los mensajes, por lo que se lee lo que aparece en el mensaje:
‘’Yo te di dos opciones y tomaste la equivocada. Fin del juego, vividora, nos veremos muy pronto. Cuida de ti y los tuyos y luego no digas que no te lo advertí’’
Me muevo con suma rapidez y busco entre mis cajones una libreta y un bolígrafo. Escribo los dos números diferentes del que la están llamando y escribo el mensaje. Farah sale del baño justo en el momento en el que estoy terminando de escribir.
—No pienses mal, por favor. No estoy revisando tu celular, ni siquiera me sé tú contraseña. Estaba sonando y pensaba que era el mío. Resulta que era el tuyo y se pudo visualizar el mensaje.
Extiendo el celular y ella lo toma. Su cabello mojado gotea su piel pálida, y aunque eso me distrae y el recuerdo de ella montándome hace unos minutos llega a mí, prefiero centrarme en lo importante.
Observo como su mirada va a parar hacia una Estrella dormida en la cama y sus ojos se le empañan.
—No, Farah. No llores —camino hacia ella y tomo su rostro entre mis manos, juntando nuestras frentes —. Toma captura de pantalla al mensaje y a las llamadas y envíalas a mi celular antes de que las eliminen.
—¿Qué vas a hacer? Tengo miedo, Archer. ¿Y si te hacen algo?
—No podemos vivir con miedo porque eso nos conllevaría a no tomar acciones y si no hacemos nada es muy probable que sí nos hagan verdadero daño.
—Ya no sé si se trata de Edward o de tu abuela…
—Los dos te hicieron daño. Los dos pagarán —le aseguro.
—Ten mucho cuidado, Archer. No soportaría perderte, no otra vez, y no para siempre.
—Tranquila. Yo solo haré lo que mejor sé hacer: ser un abogado de prestigio.
Buenas noches! Pido disculpas por estar desaparecida. Me han pasado mil cosas y a duras penas he podido tocar mi computadora. Acabo de cambiar de trabajo, estoy de parciales de la facultad y con muchos problemas personales. Este mes está un poco complicado para mi, pero trataré de no pasar mucho tiempo sin actualizar. Nos vemos prontito. Saludos!
16 de marzo de 2022Archer AlarcónMi sentido del olfato se agudece y en medio de mis sueños frunzo el ceño e inspiro con ganas. Hay muchas mezclas de olores, todos muy ricos.Decido luchar contra las ganas de seguir durmiendo y abrir mis ojos. Muevo mi cuello de lado a lado y me desperezo, antes de inclinarme, sentándome en la cama y observar a mi alrededor. Nada. Nadie. Ninguna de mis dos chicas está en mi habitación.Sin embargo, sonrío al saber dónde están. El sonido de las ollas y música con volumen bajo proveniente de la cocina las delata.—No puede ser… —susurro para mí mismo, mientras una pequeña sonrisa se mece entre mis labios.Me levanto y voy directo hacia el pequeño baño de mi habitación. Realizo mis necesidades, lavo mis dientes y decido primero ir con mi mujer y mi hija antes de tener que alistarme para ir al trabajo.Salgo de la habitación y me adentro al living. Mi sonrisa se amplía cuando veo y escucho a Farah indicándole a Estrella cuál es el polvo de hornear, y en
—Te quiero, papi. Yo tampoco quería que la abuela quedara solita. —La abuela siempre nos tendrá —le promete su mamá y yo asiento, dándole seguridad a sus palabras. —Tenía miedo de que no te gustara mi dibujo. —¿Cómo no iba a gustarme? Me gusta todo lo que haces. Tienes talento. Estoy comenzando a notar que es algo que te gusta mucho hacer… ¿no? Mi hija se separa de mí, rompiendo el abrazo y sonríe asintiendo. —¿Te gustaría aprender a dibujar y pintar con tío Aarón? Estoy seguro que él no tendrá problemas con darte clases de vez en cuando. —¡Eso estaría genial! ¡También le hice un dibujo por su cumpleaños! —Eso está muy bueno. —En mi dibujo ya la tía Stella tiene una panza enorme —dice, y nos hace reír todavía más a su madre y a mí. —Bueno, no quiero romper la emoción del día, pero Estrella, ya debes ir a vestirte, cariño. Recuerda que iremos a ver lo del colegio donde ingresarás este mes, también iremos a casa de la abuela para ver nuestras habitaciones y limpiar un poco antes
Archer AlarcónTengo que frenar de golpe cuando me doy cuenta de que casi me paso un semáforo en rojo. Retrocedo el auto unos pasos y suspiro cuando escucho el conductor del auto pasando por delante de mi maldecirme. Bueno, tiene razón. Debería ir más atento a la carretera, pero todo lo que me acaban de informar me tiene la cabeza vuelta un lio y no puedo pensar en otra cosa que no sea eso.Sacudo mi cabeza y cierro los ojos por un instante. Ahora escucho bocinas sonando detrás de mí y cuando abro los ojos veo que ya el semáforo cambió a verde. Respiro profundamente y pongo el auto en marcha.La noticia que me dieron no va a dejarme en paz por el resto del día. No estaré tranquilo hasta hablar con Farah y contarle todo, e incluso, creo que ni así podré estarlo.Llego al restaurante y dejo el auto en el estacionamiento. Me adentro a este y Aarón es el primero en levantarse cuando me ve, ofreciéndome un abrazo con sus brazos abiertos. Sonrío, camino hacia él y lo abrazo de vuelta. Por u
Tomo el brazo de Jezabel con mucha suavidad y tacto y la hago caminar hacia el balcón de mi departamento. Ella me sonríe, pero cuando ve mi seriedad, esa sonrisa se tensa y se va borrando de su rostro. Sabe de qué le quiero hablar. Toda la tarde estuve en mi oficina sin hacer nada. Por más que tenía mil cosas para realizar, no pude centrarme en ellas. Mi familia, mi abuela, ocupaban mi cabeza. No podía concentrarme. Incluso cuando llegué a la fiesta y me hice el sorprendido, haciendo feliz a mi hija. Traté de dar el cien por ciento de mí, pero no puedo. Por lo menos ella fue feliz cuando le entregué el reglo que le envió su tío Ángel y cuando tomó los blogs que le regaló su tío Aarón, y, luego, se río de mi cuando vio que su tío Aarón junto con su tía Stella me regalaron otro reloj de muñeca. Este era un Jacob&Co. Vinieron muchas personas a la celebración debido que no solamente yo estoy de cumpleaños, por lo que algunos compañeros de trabajo de Stella y de Aarón vinieron. Y ni habl
Una obsesión capaz de llevarla a cometer los peores delitos. Todo comenzó cuando él tenía la edad de dieciséis años. Arnold Brownbear era un jovencito alegre y muy adelantado para el tiempo en el que vivía. Le gustaba leer y aprenderse los significados de palabras raras o poco comunes. Siempre estaba centrado en el estudio. Le encantaba el idioma español, por lo que estaba inscrito en un curso de español cada sábado. Le gustaba tanto que ya estaba en el nivel avanzado. Lo que más le llamaba la atención de ese idioma, era lo diverso que podía llegar a ser, y el hecho de que una misma palabra pudiera tener muchos significados o viceversa. De hecho, sus padres al principio se preocuparon porque Arnold fuese a perder el rumbo y que quisiera tomar otra vía. Temían que quisiera irse por idiomas, u otra carrera, y no tomar el control de sus empresas. Arnold fue tan centrado que pudo cumplir el sueño de sus padres y al mismo tiempo hacer todo lo que quería. El que tuviese muchos títulos lo
Con el pasar del tiempo, Arnold se había ganado una ansiedad terrible y él, aunque pensaba que era un poco paranoico porque nunca llegaba a confirmarlo, se sentía perseguido. Unos tres meses después de que tomara esa decisión comenzaron a llegarle postales. Cartas. Textos un poco extraños… Comenzó a sospechar de Adelaida cuando, en una de esas notas, hablaba sobre el sexo entre parejas de diferentes edades y como el conocimiento de saber eso te llevaba a la gloria. Un Arnold de ya veintidós años, recién graduado, y con un paso en poner el pie en la empresa familiar, decidió que había llegado el momento de ponerle fin a la locura de la madre de su mejor amigo. Así que se enrumbó hacia allá, sin importarle si se encontraban allí el padre de su amigo o él mismo. En cuanto llegó, deseó no haberlo hecho. Ella estaba sola, pues Logan había conseguido su propio departamento y su padre estaba trabajando todavía. Por un lado, le pareció buena idea que estuviesen los dos, pero luego, cambió r
17 de marzo de 2022Farah BrownbearDecido quedarme en la parte de afuera de la cabina y de no entrar al cubículo donde entran mi hija y su padre. Los tres tenemos puestas las camisas, cortesía de Stefan. Pero el que ellos dos estén allí dentro, vistiendo igual, teniendo el mismo color de ojos, mismo comportamiento amoroso el uno por el otro y tomándose fotos para subirlas tanto a la cuenta personal de Archer como a la pública, me hacen sentir feliz.Me hacen sentir como si todo lo que descubrí anoche…, todo lo que Archer me contó jamás hubiese pasado.Pero pasó.Me pidió que le diera tiempo para terminar de investigar y tener las pruebas suficientes y así refundir a su abuela en la cárcel, y yo le dije que le daría ese tiempo. Y es la verdad. Ya estoy cansada de haber lidiado con esa mujer por años de mi vida. Años malgastados. Años perdidos.No seguirá arrebatándonos la felicidad. Me opongo a ello.No significa que estoy olvidando lo ocurrido, ni mucho menos que me dé igual.Mi padr
—Haremos lo que la princesa diga —responde Archer, tomando el pan y picándolo con un cuchillo de mesa. —Querrás decir, la pequeña tirana… —¡Mami! —Protesta ella, haciéndonos reír. —Tirana o no, igual te quiero, mi vida. Mi niña rueda sus ojos y Archer juega con su poco cabello color negro. Cuando acaban de comer yo decido quedarme en el living, viendo algo de tele, mientras Archer le cuenta un cuento a Estrella en la habitación para que pueda dormirse. Mañana será el día de la mudanza. A las diez de la mañana llega el primer camión a buscar las cosas, y eso me emociona. Viviré en la casa donde crecí y a la que visito muy de vez en cuando, pero es justamente eso lo que también me pone triste. Recuerdo a mi madre decirme que me quería viviendo allí para no sentirse tan sola porque los recuerdos la abrumaban. La entiendo perfectamente porque de solo pensar en toda mi infancia siendo la niña de mi padre, y el tener que contarle a mi madre todo lo que ahora sé una