19 de marzo 2022
Archer Alarcón
—Qué maravilla poder decir que, finalmente, está ocurriendo eso que siempre he querido.
La voz de mi abuela de ya setenta y dos años, llena el lugar. Pensar en todas las cosas que me acaba de decir Heikel me dan arcadas. Tengo que apretar mis dientes y tragar saliva para poder contener las ganas que tengo de vomitarle encima.
Si bien es cierto que, debido a su vida privilegiada, ha podido mantenerse bien conservada, eso no quita el hecho de su edad. Es prácticamente una anciana, y si a eso le sumo el hecho de que es mi abuela, lo hace todavía peor.
Me lo pregunto a mí mismo una vez más, porque sigo sin poder creerlo: ¿De verdad ha estado con otros hombres de manera carnal imaginando que soy yo?
Siento que me asfixio, y eso que el lugar al que acabo de entrar es a un lugar grande y muy espacioso. Parece que fue una suite, debido a sus paredes elegantes, pero no hay adornos, una cama o mesa en el lugar. Está completamente vacío. Solo hay dos sillas, una pequeña y dos grandes. En una de las grandes está quien se supone que solamente era el chofer de Adelaida. Ya veo que no eran más que mentiras. Ese hombre parece ser quien le hace sus trabajos sucios. En la otra silla está sentada ella, con una enorme sonrisa fingida, una elegancia desmedida e ilusión en sus ojos.
Me mira con lo que parece ser adoración, lo que me hace asquearme más. Pero entonces, volteo hacia la silla pequeña. Mi niña me devuelve la mirada y me regala una enorme sonrisa que me hace contener la respiración. Sus ojos verdes se iluminan, y juro que es como si viera mi propio reflejo en ellos. Y entonces, lo sé. Sé que sería capaz de dar mi vida por ella. De darle mi alma al diablo, con tal de salvarla.
—Mi familia reunida. Tú, Estrella y yo. Una pareja. Seremos la más envidiada del momento.
Siento la sangre drenarse de mi cuerpo al escucharla hablar. ¿Esta insinuando que ella ocupa el lugar de Farah? ¿Qué demonios…?
La ignoro y vuelvo a centrarme en mi hija.
—Ven hacia acá ahora mismo. —Trato de suavizar mi orden, de no cometer alguna imprudencia o hacerla poner igual de nerviosa que yo.
—No puedo, papi —sonríe. Ella no se mueve. No parece en peligro. Solo tiene seis años. Seis.
Obviamente, es una niña inocente que no tiene idea de qué está pasando.
—¿Por qué no puedes? —Pregunto, tratando de ignorar la sonrisa curveada en los labios de mi asquerosa abuela.
—La Abu y yo estamos jugando. Si me levanto entonces yo haré BOOM. Y si duro más de tres horas sentada, me dará muchos dulces. Dice que se adelantó Halloween.
—¿Qué carajos…? —susurro. La observo por completo y mi piel se eriza cuando lo noto. La ropa de Estrella lo cubre, pero tiene algo debajo de ella, alrededor de su cintura.
—Llevo casi dos horas sentada, papi. Falta una para poder ganar y entonces me dará mis dulces. ¡Dulces! Aplaude emocionada.
Mi cabeza comienza a moverse de lado a lado y todo mi cuerpo se sacude ante la realidad que está frente a mí.
—Maldita hija de… —Comienzo a caminar hacia mi hija. Tengo que quitarle esa m****a de alrededor.
—¡Ni un paso más! —Grita Adelaida, levantándose —. ¡Ya no más, Archer! —levanta su celular y muéstralo que tiene allí. Si aprieta la orden, se detona la bomba.
—Archer, Archer, Archer… —Heikel me toma de un brazo y con su fuerza bruta me hace retroceder. No podía parar de caminar aun cuando sabía que ponía en peligro a mi hija. Solo quiero estar con ella.
—Estrella… —susurro. Siento una agonía horrible en mi pecho. Me niego a que así sea este final. Heikel todavía tiene su mano en mi pecho. Y pone la otra en mi cuello, haciéndome subir la cabeza y mirarlo.
—Necesito que hagas tiempo… Enfócate y no pierdas el juicio. Si quieres que Estrella salga bien de todo esto, no dejes que los nervios o el miedo te controlen —susurra muy por lo bajo.
Trago saliva con fuerza y suspiro profundamente, intentando calmar mi acelerada respiración.
—Tienes razón. Lo siento… —Murmuro de vuelta.
—Papi… ¿Por qué gritan? —La vocecita temblorosa de mi niña me llama y yo suspiro. La miro. Ahora se ve vulnerable. No deja de mirar a su abuela y al señor a su lado y luego a nosotros —. Quiero irme con Papi. Ya no quiero jugar más.
Ella intenta levantarse, pero Adelaida toma su brazo con brusquedad, haciéndola sentarse de nuevo. Los ojos de mi niña se llenan de lágrimas y se encoge en su lugar.
—No le hagas daño —siseo. Tratando de no gritar y así no asustar más a Estrella.
—Entonces, dile que se quede en su lugar y continúe con el juego —amenaza.
—Cariño… —miro a Estrella, está nerviosa. Comienza a temblar y no puede controlar sus lágrimas —. Sigamos el juego. Aguanta un poco más. ¿Sí?
—¿Y después nos iremos?
—Lo prometo. Luego nos iremos.
—No prometas cosas que no puedes cumplir… —canturrea mi abuela.
—Con gusto te metería una bala entre ceja y ceja. Da gracias a Dios que tienes en tus manos a una niña a la que quiero demasiado, sino, ya serías un cadáver —responde Heikel, con suma tranquila.
Él es todo lo contrario a mí. Mientras yo soy un manojo de nervios, él es control absoluto. Confianza.
—Oh, querido Heikel. No sabía de ti desde hace como… ¿cinco? ¿seis años? La verdad es que no deberías hablar de esa manera cuando tenemos a una niña en medio —ironiza Adelaida.
—Es verdad —Heikel voltea a mirar a Estrella, quien en medio de lágrimas, le regala una enorme sonrisa al hombre a mi lado —. Mil disculpas, mi Lady.
—Aceptadas, Rey Dragón. —Responde ella, en lo que entiendo que es un tipo de juego que ha habido siempre entre ellos dos.
—Te extrañé mucho, sobrina preferida —Él busca distraerla y comienza a funcionar. Estrella borra sus lágrimas con el dorso de su mano, y sonríe con más ganas.
—Y yo a ti, tío Heik.
—Un momento muy lindo… —vuelve Adelaida con sus ironías —. Hubiese sido tan distinto si hubiesen caído en mi trampa. Todo lo que me costó hacer que creyeran tu amorío con Farah fue para nada. En estos momentos, todos estarían pensando que Estrella es tu hija y no de mi nieto.
—Disculpe, señora. No tendría problema alguno en haberme hecho cargo de Estrella si Archer nunca hubiese sabido la verdad. Al fin y al cabo, la veo como a una hija, una sobrina, un familiar, pero, cualquier persona con un mínimo de raciocinio, se daría cuenta en un segundo que Estrella no tiene ni un mínimo parecido a mí. En cambio, es demasiado obvio que se parece a Archer hasta en su bondad, algo que yo no tengo, si se me permite acotar.
—Te quieres hacer el malo, pero aquí estás, queriendo salvar una vida que no te compete. Metido en medio de algo que no te interesa.
—Digamos que Estrella es de esas pocas personas privilegiadas que me interesan en la vida. Y vaya que son pocas. Podría contarlas con una sola mano.
—O con las dos manos —asegura mi abuela —, porque, contando a la chica que tienes prácticamente secuestrada, serían seis ¿no?
Heikel se ríe.
—¿Piensas que me vas a hacer temblar porque sepas cosas de mí? Eso solo demuestra lo poco que me conoces.
—En fin. Tú eres lo que menos me importa. En cambio tú… —Adelaida regresa su mirada a mí —, míranos, Archer. Estamos discutiendo por algo absurdo. Podríamos ser felices. Déjame demostrarte que podemos ser felices los tres. Tú. Estrella y yo. Lejos… muy lejos de todo esto.
—Eres asquerosa —es todo lo que respondo, y su sonrisa se borra de inmediato.
—E incestuosa —agrega Heikel, como quien no quiere la cosa. Adelaida comienza a mirarnos con rabia.
—Bien. Ya que no fue por las buenas, será por las malas.
Ella vuelve a desbloquear su celular. Tiene en la mano el detonador de la bomba que rodea a Estrella. A su vez, mi pequeña no deja de ver el intercambio de palabras entre nosotros, sin decir una palabra. Creo que, aun teniendo la edad que tiene, comprende que estamos en una situación delicada.
—Vas a venir conmigo. Tú y Estrella. Y a la más mínima intención de hacer algo volaré a tu hija. Así que dile a tu cachorro que no se le ocurra hacer una mala jugada. —¿Cachorro yo? Podría ser, pero sin dueño. En todo caso, sería al revés. Ruedo mis ojos al escucharlo. No puede dejar de replicar por lo menos un segundo. —Heikel… —En fin. Ya me aburrí de todo este intercambio absurdo de palabras —revisa su oreja y de allí saca un micrófono que tenía escondido. Lo miro con incredulidad. ¿En qué momento…? Oh. Puede que así también se enterara que Rebeka nos perseguía. Bueno, como sea. ¿Qué demonios planea hacer? —¿Te crees muy listo? —Reta mi abuela, y el demonio a mi lado sonríe ampliamente. La verdad sí que es una sonrisa espeluznante. —Te invito a detonar la bomba. —¿Qué m****a dices…? —Volteo a mirarlo. Él no se inmuta en mí. Empieza a caminar hacia mi abuela. —Detente o voy a… —¿Detonar la bomba? —Heikel llega a su lado y le arrebata su celular. Yo respiro en alivio, pero
19 de marzo 2022Narrador OmniscienteHoras antes de entrar al edificio y salvar a Estrella.—Entonces, antes de que vuelvas a quedarte en shock por lo que te he dicho, vamos a repasar el plan —Heikel suspiró teatralmente y Archer siguió pensando que el hombre se tomaba todo como un juego —. Rebeka queda afuera, vigilada por varios de mis hombres. Ella debe estar atenta a cuando tú, Archer, bajes. Te irás con ella. Rebeka no se mueve de allí. No entra. No hace otra cosa más que obedecerme. ¿Entendiste, Rebeka?Él no miraba a nadie en específico, pero al hacer esa última pregunta volteó a mirar a Rebeka y ella tenía sus brazos cruzados.—No es justo… —intentó protestar, pero Heikel levantó su mano y la hizo callar.—Si quieres que tu nieta se salve es mejor no cometer errores. No estoy para estar pendiente de otras personas. Puedo hacer varias cosas al mismo tiempo, pero esta vez se trata de una niña que me importa demasiado y no pienso correr el riesgo por más que se trate de ti. Tamb
—Siempre y cuando no sea eso que estas cocinando —mi mirada se posa detrás de ella y lamo mis labios cuando encuentro una mermelada de damasco y tostadas detrás. También hay de dulce de leche. Se me hace agua la boca —. Llévame muchas tostadas con mermelada y dulce de leche a la mesa. Muchas. —Enfatizo.Frunce el ceño y me mira con rareza.—Tu madre me dijo que odias la mermelada, y no eres amante del dulce de leche o chocolates. De hecho, me dijo que comes muy sano. A lo mejor quieras algunas frutas…—A ver, Rosa. Te estimo mucho. Me caes súper bien. Pero nunca, jamás, cuestiones mis decisiones. Estaré esperando las tostadas en la mesa.Me retiro antes de que pueda decirme algo y me encuentro con una sonriente Stella bajando el último escalón de las escaleras que planeaba subir en la búsqueda de Ángel.—Admito que me quedé escuchándote hablar con Rosa. Fue una conversación muy interesante.—Eso solo demuestra que eres una chismosa de primera —ironizo, pero ella ríe y se acerca a mí.
—Creo que es momento de dejar de cuidar a esa testaruda —toma una bocanada de aire y se separa de mí —. Las cosas que han pasado ahora me han dejado pensando mucho. Sé que nací para tomar lo que quiero, pero es mejor cuando está contigo porque quiere, y aunque Gaily está prometida a mí y sé que nunca voy a quererla, ella sí está dispuesta a hacer todo para que lo nuestro funcione —niego con mi cabeza al escucharlo hablar. —Serás infeliz estando con una persona a la que no amas. —También lo sería estando con una persona a la que sí amo, pero que no me corresponde de la misma manera. —Entonces… estás decidido… —Ella ya no está en peligro, así que la dejaré ir. Mickayla estará mejor siendo una persona normal y teniendo una pareja normal. —¿Podrás soportarlo? ¿Tú? ¿El territorial, posesivo y ambicioso Heikel Sanderson? ¿Estás seguro? —Sé que una parte de mi morirá al no tenerla o al verla feliz en los brazos de alguien más, pero también sé que prefiero eso antes de verla ser infeliz
04 de abril de 2022 Farah Brownbear —¿Entonces…? Winston me mira por el retrovisor luego de subirme al auto. Yo todavía me encuentro sin palabras. Abro y cierro la boca un par de veces, sin saber qué decir o cómo actuar. Él sonríe, sabiendo la respuesta antes de que yo pueda dársela. Paso saliva con fuerza a través de mi garganta. —¿Solucionaste todo en la empresa? —Prueba con hacer otra pregunta antes de comenzar a alejar el auto del lugar de donde acabo de salir. Parpadeo cayendo en cuenta de lo que significan los papeles que tengo en mis manos. —Supongo que no puedo dejar a cargo a Stella, está embarazada… —le recuerdo. —Por lo menos esta pregunta sí me la estás respondiendo —bromea. —Creo que ascenderé a Josh Fernsby. Tengo entendido que ya se graduó. Es perfecto para el puesto. Yo seguiré estando al mando de la empresa, pero trabajaré desde casa y él será quien siga en mi linea. Creo que eso no le gustará mucho a Analía porque ellos ahora es que están solucionando las co
16 de marzo de 2022 El viaje luego del almuerzo con los cumpleañeros Ángel Alcacer Desabotono los tres primeros botones de la camisa de mi traje. Al sentarme, ya me he quitado mi saco y he desajustado un poco mi corbata. No me interesa verme elegante para la persona con la que me veré. Sean negocios o no, esta persona, aunque es admirable debido a la impecable trayectoria de su carrera, por otro lado, es detestable. Él le ha hecho cosas a ella que la han llevado a la tristeza, al desconcierto y a ser infeliz. Algo que, desde que la conocí, no tolero. No me gusta verla hablar con miedo, no me gusta verla llorar, no me gusta escucharla desear que todo hubiese sido diferente. No lo tolero. Quiero arruinar a todo aquel que le hace daño. Nadie es digno de la presencia de ella. Ni siquiera yo. Pero algo tengo muy en claro: y es que nadie lo hará mejor que yo, si se tratara de conquistarla y hacerla feliz. Trabajaría al máximo para que ella me aceptara, para que me diera una oportunida
¡Buenas! Paso por aquí humildemente.Bueno, les agradezco de todo corazón a quienes han apoyado esta historia y la anterior. Espero que decidan quedarse e ir por Jezabel y Ángel que será la tercera y última historia de esta trilogía.Tengo tres datos extras para que sepan y si se interesan puedan ir a ver o estar al pendiente de cuando ocurra:En estos días estaré subiendo la sinopsis del tercer libro que estará titulado ''Los Millonarios no sufren por falta de amor''. Así que, pido que estén al pendiente para que lo guarden en sus bibliotecas.Heikel será el protagonista de el primer libro de una serie llamada ''Italia en llamas'', que subiré para el año que viene, pero será en otra plataforma. Sería un total de cuatro libros: Cosa Nostra, Ndrangheta, La Camorra y Sacra Corona Unit. Esos son los nombres y, como puede notarse, prevalece el tema Romance Oscuro, Mundo Mafia, Erotismo, etc.Tengo otros libros que me gustaría ofrecerles como Lectura: Princesas Infernales, Demonios Inferna
Por ciertas cuestiones, he decidido no subir más historias a esta plataforma. Voy a acabar con los 2 que están en proceso (Snape y El Amor es un mito), porque firmé un contrato y debo cumplirlo. Si quieren saber sobre el tercer libro de esta trilogía y el segundo de Realeza Infernal, pueden buscarme en Book-net o en mi IG: Aiis Fernández.Fue una decisión difícil, por todo el apoyo que he tenido acá, pero algunas cosas no duran para siempre. Quisiera poder seguir, pero se me dificulta por muchas razones. Sé que no soy una escritora profesional, ni mucho menos. También sé que no voy a llegar a serlo, pero eso no significa que no quiera darle lo mejor a mis historias.Saludos!