Stefan ve a Archer y a Farah durmiendo en su cama.
—Todavía tengo miedo de que esto sea un sueño y que cuando despierte tu hayas reaccionado de peor manera y me odies para siempre —admite Farah mirando a Archer con nada más que adoración.
La expresión del chico se suaviza y sonríe, dejando un casto beso en sus labios y tomándola de la mano para guiarla hacia el mueble donde primero se sienta él y la hace acomodarse entre sus piernas.
—Nunca te había dicho que te odiaba porque pensaba que era algo que jamás sentiría por ti, y no voy a mentirte, Farah, en cuanto supe de la existencia de Estrella, te odié. Te lo dije de manera directa, porque puedo ser tímido para algunas cosas, pero no me gustan las mentiras, y lo sabes…, sin embargo, puede que te haya odiado en ese instante, y puede que todavía sienta que me quitaste mucho, pero también sé que vas a recompensarlo, conmigo y con Estrella. El odio que pude sentir por ti no duró ni dos horas, y es demasiado obvio que eso pasa cuando es imposible tener tal sentimiento para alguien a quien amas con locura.
La chica lo mira anonadada, lleva sus manos hacia las mejillas de Archer y acaricia su rostro. No puede dejar de pensar que todo es una jugada de su imaginación y que nada es real.
—No te merezco…, eres demasiado bueno para mí. Siempre te he hecho sufrir, Archer.
—¿Ha sido adrede?
—Jamás. Nunca te lastimaría a propósito.
—Lo sé, y es por eso que te amo, Farah. Te he amado durante toda mi vida, sola y únicamente a ti. No quiero ni puedo amar a nadie más.
—Yo también te amo.
—Me parece bien porque ahora no pienso dejarte ir.
—Perdón.
—Quiero que dejes de pedir perdón y que actúes, Farah. ¿Puedes hacer eso por mí, por ti, por Estrella? —Farah asiente en medio de un bostezo. Archer sonríe con ternura al mirarla achicar sus ojos y restregarlos. La atrae hacia su pecho y la abraza con un brazo mientras con el otro acaricia su cabello. Ella se acurruca contra él y corresponde su abrazo, aferrándose a la posibilidad de despertar y que él todavía se encuentre a su lado. Su mayor miedo es que no esté allí cuando ella abra sus ojos —. Eres la mujer más fuerte que conozco en el mundo y necesito que ahora te muestres mucho más fuerte. Sé esa Farah a la que todos temen. Haz que mi abuela tiemble de temor cada vez que escuche tu nombre. No dejes que arruine nuestro presente y mucho menos nuestro futuro. Nadie va a tocarnos, Farah. Recuerda que ya no estás sola.
—No estoy sola… —repite ella, más dormida que despierta. Archer, quien ya la conoce, sabe que probablemente Farah no recuerde las palabras que le dijo al día siguiente, así que las mentaliza para repetírselas —. Te amo, Archer —balbucea. Intenta mantener sus parpados abiertos, pero se le hace imposible.
—Te amo, Farah. Vayamos a dormir.
El chico la toma entre sus brazos y se levanta con ella a cuestas, llevándola hacia la única habitación que hay: la de su hermano.
—¿Me harás el amor? —Intenta sonreír y seguir hablando, pero ya es prácticamente imposible. Su respiración se apacigua cada vez más y Archer la coloca sobre la cama entre pequeñas risas que trata de amortiguar para no despertarla.
—Jamás te haría el amor sobre la cama de mi hermano. Vaya Dios a saber las cosas que hizo aquí… —hace una mueca de asco al pensarlo.
Él espera la respuesta de Farah, pero la encuentra completamente dormida sobre la cama. Sonríe y apaga la luz de la habitación, para luego regresar a la cama y taparse a sí mismo y a Farah con un cubrecamas y la abraza como si su vida dependiera de esa unión.
—Buenas noches, mi Estrella.
Sí, Farah era su estrella en la secundaria.
Sonríe al saber que debido a eso ella le colocó ese nombre a su hija.
Una hija de ambos…, todavía lo está procesando y le gusta. Ya se hizo a la idea.
Se queda dormido en tan solo unos minutos.
La emoción de toda la conversación con Farah lo hizo olvidarse de que le debía una respuesta a todas las personas que se encontraban esperándolo en el departamento de Aarón Abernathy y que esperaban con muchas ansias saber qué había pasado tanto con Archer como con Farah.
Estaban sedientos de información, sobretodo Stefan, quien no aguantó más y manejó de regreso hacia su departamento en cuanto pasaron las dos horas que le dijo a Farah que estaría por fuera.
—Buenas… —Stefan frunce el ceño en cuanto abre la puerta y mira las luces del lugar encendidas, pero sin nadie a la vista. Traga saliva con fuerza y comienza a sentir nervios mientras piensa lo peor.
‘’A lo mejor Farah mató a Archer y fue a esconder el puesto’’
‘’A lo mejor Archer le llevó a Farah a mi abuela como venganza por todo’’
‘’A lo mejor ambos decidieron ir directo a las autoridades y denunciarse’’
Eso y más pasaba por la mente de Stefan, quien se adentró al departamento y revisó cada rincón, y quien, a su vez, se llevó tremenda sorpresa al mirar a la pareja de tortolos dormir sobre la cama, abrazados y acurrucados el uno en el otro.
A Stefan le tomó tiempo salir de su asombro, pero lo primero que hizo al reaccionar fue sacar su celular y tomarles una foto. Sonrío debido a su travesura y decidió buscar ropa para llevarse y así podría dejarlos tranquilos.
Decide dejarles una nota diciéndoles que esperaba de todo, menos lo que vio. Que en el refrigerador hay para que se preparen de desayunar y que no se preocuparan por Estrella porque él la cuidaría junto con Aarón, Ángel, su abuela Rebeka y Jezabel, quien se negaba a irse hasta saber el chisme entero sobre qué pasó.
Sonríe apagando las luces y saliendo del departamento.
Al regresar, se encontró con todos ansiosos. Comenzando por la pequeña Estrella:
—¿Papi no vino a buscarme? —Preguntó. Aunque intentaba hacerse la fuerte, la niña tenía siento temor a ser rechazada por su padre.
—Vendrá en la mañana. Es una promesa. Él no te dejará ir.
—¿Y mamá? ¿Papá y mamá discutieron?
Stefan se arrodilla frente a la niña y le sonríe. Besa sus manos y la mira fijamente al decirle:
—Papá y mamá están mejor que nunca. Tienen amor de sobra y el fruto de ese amor fuiste tú.
—¿Mejor que nunca? —Se burla Ángel, caminando hacia ellos —. Te lo dice para que no te preocupes, mi niñita, pero la verdad es que, aunque Archer es la víctima, es probable que Farah esté despedazándolo. No estoy exagerando.
—¡Ángel! —Le llama la atención Stella y el mencionado tan solo levanta sus manos en señal de defensa.
—Les juro que no miento —Interviene Stefan —, solo miren esto.
Saca el celular y les muestra la imagen que tomó hace poco de Archer y Farah durmiendo y todo el lugar se queda en silencio, shockeados, por lo que están viendo. La mayoría había apostado porque esos dos terminarían hasta en juicio por la custodia de Stella.
Solo una persona tuvo fe, la menos esperada: Jezabel.
—Te ves contenta, niña intocable —Ángel se burla y ella se encoge de hombros antes de colocar su cabello hacia atrás y crecerse más de la cuenta.
—Dije que ganaría, como siempre.
El joven rueda sus ojos y se aleja un poco, en la búsqueda de su amigo Aarón, pues el acontecimiento de Archer y Farah juntos es algo que debe ser bien conversado.
Por su parte, Estrella toca el brazo de Stefan y lo hace agacharse y prestarle su oreja, donde ella le pregunta de manera muy tierna:
—¿Puedo ver la foto?
—Prometes que te quedarás tranquila y dormirás hasta el día de mañana que ellos regresen…
—Lo juro.
Stefan lleva su celular hacia ella y le enseña la pantalla. La niña la observa por varios segundos con curiosidad y luego con emoción. Sus ojos se ponen grandes y brillantes, nunca un verde había resaltado tanto, y de sus labios guindaba una muy grande sonrisa que contagió al resto de las personas presentes.
—Estoy feliz, tío Stefan. Muy feliz.
Todos se quedaron un rato más charlando, y luego, no sabiendo cómo, ni en qué momento, terminaron quedándose dormidos en el living del departamento de Aarón.
27 de febrero de 2022.Archer Alarcón.—No creo que sea prudente que lleguemos juntos… —dice Farah al terminar de tragar un bocado de uno de los dos sándwiches que le preparé —. Es decir, sé que todo está bien…, o eso creo —se corrige —, pero ¿no te parece muy apresurado un ‘’nosotros’’?Frunzo el ceño y vuelvo a terminar de preparar mi sándwich, sobre todo cuando la estaba mirando como un idiota que ahora no quiere ver nada más que no sea ella. Ella y esos profundos ojos negros que me recuerdan a un bosque oscuro en el que me he perdido y no hago el más mínimo esfuerzo por ser encontrado. Es un placer vivir en ese bosque para siempre.—¿Crees que nuestros amigos no saben sumar uno más uno? Ninguno de los dos apareció anoche, ni siquiera para saber cómo se encontraba su hija luego de todo el desorden que se armó, cosa que no me enorgullece porque significa que no estoy comenzando mi labor como padre con buen pie… —pongo mis sándwiches listos sobre un plato y me volteo, antes de ir hac
—¿Qué cosa, papi?—Tú, eres perfecta —su sonrisa se amplía mucho más y lleva sus manos también hacia su cabello.—Es cortito, pero me gusta. A veces uso las pelucas porque me gusta usarlas, no porque sean necesarias o porque me de vergüenza mi poco cabello. Me enorgullece porque, como dice mami, significa que soy una guerrera que ha superado algo muuuuuy grande.—En eso estoy totalmente de acuerdo.—Igual, para mí es más dificil superar la escuela que superar la escuela, que superar mi enfermedad. Mami dice que es al revés, pero yo no lo creo.—¿Se te hace muy dificil la escuela?—Sí. La mayor parte del tiempo lo paso en clases virtuales o mi maestra, la tutora designada para mí, viene a casa a darme clases, desde hace dos años, poquitas veces he ido a la escuela.—¿Ella no puede ir al colegio todavía? ¿No puede ir de manera constante? —Le pregunto a Farah.—Se supone que ahora a finales de marzo, que estaría comenzando el primero de los dos cuatrimestres de primaria podría comenzar s
—¿Por qué se supone que mi madre te está dando las gracias? —Pregunta Farah, quien es la única que no se encuentra desayunando. Según ella, el desayuno que le hice esta mañana estuvo más que suficiente; sin embargo, Estrella y yo también desayunamos antes y ahora estamos desayunando de vuelta. Estoy muy orgulloso de mi hija, ¿ya lo había dicho? —Por nada —Responde su madre. —Jezabel tuvo la idea de interrumpir la boda de papá, mami —le comenta Estrella. Yo casi me atraganto con el pedazo de tostada y Rebeka abre los ojos ampliamente al escucharla. —¡Estrella! —Déjala —dice Jezabel, colocándose recta en su asiento y mirando a todos con la barbilla en alto y actitud de ser el ser más imponente del mundo, y en cierta forma, lo era —. Me enorgullece que todos sepan que fue mi idea. —Pedazo de loca… —murmura Ángel, mirando hacia otro lado. Él no ha probado bocado de comida. Dice no tener hambre, lo cual es raro. Suele comer incluso más que yo. —Imbécil —responde ella, cruzándose de br
28 de febrero de 2022Farah Brownbear.—¡Quiero a todo mundo en la sala de juntas! ¡Ahora! —Entro al edificio gritando.Tengo que apretar mis labios con fuerza para no reírme como quisiera. Tengo que aparentar rectitud y seriedad, algo que últimamente me cuesta mucho hacer. Quiero sonreír a cada rato. De solo pensar en el día de ayer mientras miraba a mi hija y su padre jugar, cantar y contarse mil cosas, es imposible no querer estar con los labios ensanchados a cada rato.Sin embargo, también recuerdo las palabras de Archer a la perfección: no debo demostrarle miedo a las personas. Mucho menos si se trata de su abuela, a quien sí le temo, he de decir, pero ella no tiene por qué saberlo. No tiene por qué seguirlo creyendo. Llegó Farah Brownbear, aquella que antes era insolente, aquella a la que algunos denominaban como: ‘’Corazón de hielo’’, o directamente aseguraban que ni corazón tenía.Antes, mi seria, indestructible y firmeza forma de ser se debía a una careta que debía imponer de
Me levanto y me encamino hacia la sala de junta donde todos me esperan. Vuelvo a contenerme para no reírme en sus caras por lo mal y angustiados que se ven. Ellos creen que de verdad regresó la Farah que era una arpía con ellos, que no los dejaba descansar y que no quería más que perfección para su empresa. —Comentaré unas cosas y ordenaré otras —comienzo a decir. Miro la hora en el reloj postrado en la pared sobre mí y volteo a verlos a todos, quienes ahora me miran atentos. —Traigo buenas noticias: más de la mitad del personal que habían despedido han decidido regresar, el resto no lo hizo y se les indemnizó por el mal trato recibido a causa del imbé…, de Edward —me corrijo rápidamente, antes de continuar hablando —. Más manos de obra, menos trabajo —los oigo celebrar y yo sonrío con malicia —, pero eso será a partir del día dos porque hoy nadie se va de acá sin que una segunda revista esté lista para salir mañana mismo. La sala se queda completamente muda. —Es imposible que añ
28 de febrero de 2022Archer AlarcónSiento su cuerpo ponerse rígido en cuánto hago el pedido. Levanta su mirada a la mía y analiza mi rostro, yo frunzo el ceño, esperando a que hable, y pienso que no va a hacerlo.Me gustaría que fuese abierta conmigo en este aspecto, porque a pesar de que soy parte de ese pasado tan hermoso como doloroso, no parezco ser tan fiable o seguro como para ella hablar de eso conmigo.Su rostro perdido me pide disculpas y mis hombros se hunden cuando confirman lo que ya sé: no dirá nada, y no me gusta obligar a las personas a hablar si no lo quieren hacer.Justo cuando estoy por asentir, sintiéndome derrotado, su voz me sorprende:—Necesito estar un poco distanciada para poder hablarte de todo, porque si sigo sentada en tus piernas, y teniendo tu cuerpo a solo un centímetro de mí, voy a llorar a cada segundo, queriendo que me tengas abrazada y nunca terminaré de contarte todo. Va a ser muy dificil.Aun procesando en mi mente todo lo que ha dicho, muevo mi c
Todo lo que ella me cuenta es demasiado para soportar. No imagino lo que tuvo que vivir, no quiero siquiera pensar lo que fue estar en su piel en ese momento. Debió ser horrible, y yo… yo no estuve allí. De solo pensarlo mi pecho punza en dolor. >>Tuve lo que se le llama Síndrome del Gemelo Evanescente. Ellas serían gemelas. No sería solo Estrella. Iban a ser Estrella y Luna. —Íbamos a tener dos hijas… —susurro. Sintiendo el shock asentarse en todas mis terminaciones nerviosas. —Perdóname, Archer, fue mi culpa. Fue mi culpa. Sin pensarlo dos veces, me levanto de mi asiento y la hago levantarse para cargarla hasta el mueble más cercano y sentarnos allí. Ambos lloramos juntos. Ahora la entiendo. Entiendo su miedo. El trauma que desarrolló todo lo que vivió y todo lo que ese temor causó. Ella ha perdido mucho. Demasiado. Y eso ya ha acabado. Es hora de que termine porque no es justo que sigamos perdiendo cuando no le hemos hecho daño a nadie. No lo merecemos. Ella menos que nadie.
28 de febrero de 2022.Farah Brownbear.—Sube que ya vamos tarde.—Dijeron que nos veríamos dentro de una hora en el restaurante…—Ya ves que no.—No. Me iré solo.—Es que ya no vamos al restaurante. Cambiaron los planes. Sube —comienzo a estresarme cuando lo veo negar con su cabeza —¡Ángel, sube al auto!—No.—Por favor, tío Ángel…La sonrisa del susodicho se borra de su rostro cuando mira a mi hija asomarse desde la parte trasera hasta quedar en medio de los dos asientos delanteros de mi auto. Lo mira con carita adorable y junta sus manos en súplica. Yo aprieto mis labios para no reír.—¿Así que eso harán a partir de ahora para convencerme de hacer lo que quieran? —Pregunta él, cruzándose de brazos.Mi niña intensifica su mirada de gatito de Sherk, y yo sonrío orgullosa de ella cuando mi mejor amigo resopla y rodea el auto para subirse. Decide subir hacia la parte trasera y saludar a Estrella dándole un beso en su mejilla.Arranco el auto mientras ellos comienzan a hablar y escucho