/Escena extra 2/

Hace un año.

Stefan se entera de la existencia de Estrella.

—¡Te estoy diciendo que no va a pasar! ¿Me crees una inútil o qué?

Stefan sacude su cabeza para poder centrarse. Está un poco ebrio, pero aún se encuentra consciente. Pasó una noche de maravilla, una que necesitaba y que le hizo bien.

Una voz resuena en toda la casa, pero él no le presta atención. Está muy concentrado en tararear la última canción que escuchó en el lugar al que fue y que le gustó mucho. Esperaba mañana recordar por lo menos el ritmo, para así poder buscarla en su Spotify y escucharla por siempre.

—¡Si no se ha enterado en todos estos años, menos va a pasar ahora!

Ese grito lo hace detenerse en su lugar y quedarse mirando fijamente hacia el frente.

Ay, no. Está borracho, pero no pendejo. Sabe que, si lo descubren entrando a la mansión a hurtadillas y con ese aspecto de vagabundo ebrio, lo van a echar a patadas. Sobre todo, su abuela, con ese carácter que se carga.

Con sumo cuidado, termina de cerrar la puerta detrás de él. El plan es no hacer ni un poco de ruido e ir a su antigua habitación para refugiarse allí. Ya mañana vería como irse sin que lo vean, pero en este momento, lo importante es no ser visto. Se supone que debería estar con su esposa…

Esposa. Já. Solo son esposas porque un papel lo dice así, pero la realidad es tan…

Ni siquiera le da tiempo de seguir pensando. La voz se escucha cada vez más cerca y su corazón late con desenfreno cuando nota que se trata, nada más y nada menos, que de su abuela. Ese ser maléfico al que ha llegado incluso a temerle en muchas ocasiones.

Stefan mira hacia todos lados, no tiene escapatoria, su abuela lo va a ver y le hará preguntas. La principal será el por qué no se presentó a la cena que habían planeado junto con su esposa para celebrar su aniversario.

—Tuvimos una oportunidad para deshacernos de esa mocosa, e incluso de su madre, y mi flamante esposo se opuso, solo por el hecho de que, a pesar de todo, es su nieta. ¡Archer ni siquiera sabe que esa niña existe!

Esas últimas palabras llaman su atención. Frunce el ceño y se paraliza por un momento pensando: ¿Seguro que no está imaginando todo a causa de su borrachera? Él no cree estar tan borracho, pero a lo mejor sí lo está.

Sacude su cabeza una vez más y se lanza detrás del primer mueble que ve cuando su abuela termina de bajar las escaleras.

Un jarrón es lanzado hacia la pared que estaba frente al escondite de Stefan, quien abre sus ojos inmensamente. Él tan solo esperaba no ser visto por su abuela.

Debe escapar. Solo debe escapar sin que ella se dé cuenta, pero acaba de dificultarse todo porque ella entró al living, están en el mismo espacio, muy cerca.

Lo único que puede hacer es esperar. Nada más. En cuento tenga la oportunidad, correrá a esconderse en su habitación.

—En su momento, te dije que las quería muertas. Tú no me hiciste caso. Ahora mi hijo quiere dejar toda su herencia a sus futuros nietas. ¡La mayoría se lo quedará su nieto mayor, el cual desea que llegue pronto, debido al compromiso de Archer!

Stefan asoma su cabeza y vuelve a esconderse. Ella está allí. Todavía no puede salir. Aunque… esa conversación… ¿Querer muerta? ¿A quién? ¿De qué demonios habla? ¿Ahora quién será su víctima?

—Si Farah llega a enterarse de que esta cláusula existe, es capaz de aparecer con la estúpida niña a reclamar la herencia de sus abuelos, y todo mundo se enterará de lo que hemos ocultado por años. A pesar de todos mis esfuerzos, aquí solo hay una verdad. Si se llega a dar a conocer que esa niña existe, tú, mi marido y yo, estaremos perdidos.

—¿Qué hiciste, abuela? —Susurra Stefan para sí mismo.

—¡Olvídate de los putos videos! Conozco a Farah. ¡Es una perra a la que, si esos videos llegan a salir a la luz, no le va a importar! ¡Puede que le llegue a doler, o a perjudicar, pero no le va a afectar en nada! Tenemos esos videos en su contra, pero al mismo tiempo es un arma de doble filo. Sabes a lo que me refiero. No tiene sentido usarlos porque no contienen nada relevante, solo que ella no lo sabe. Además, si llegamos a usarlos, Archer acabará con nosotros. No tendrá piedad por más familia suya que seamos.

>>Dices que estoy armando todo un drama por un acercamiento. ¡Pero no es un simple acercamiento! ¡Esa perr* no estará con Archer! ¡Y su estúpida mocosa menos! ¡No entiendo como no murió con esa vil enfermedad que no ha tenido una, sino dos veces!

Los pasos de Adelaida resuenan, alejándose del living. Eso le da la oportunidad perfecta de ir a su antigua habitación, esa que era suya cuando era adolescente, y poder esconderse y refugiarse allí, pero al mismo tiempo, necesita terminar de escuchar la conversación. Necesita saber sí lo que su mente está pensando va por el camino correcto, si los hilos que unió van por buen camino.

Sin pensarlo dos veces, y haciéndolo con mucho cuidado, sigue a su abuela, quien entra al cuarto de oficina de su esposo. Stefan se queda a un lado de la puerta, recostado en la pared, y escucha lo siguiente que su abuela tiene para decir:

—Si Archer se entera que tiene una hija y los motivos por los que Farah se lo ocultó, no habrá poder sobre la tierra que se apiade de nosotros. Menos de ti, que no eres nada de la familia. Así que te lo pido. Acaba con ellas.

—Sí. Sí puedes. Por lo menos mata a la mocosa. Si ella no existe, se acaba el problema. Solo tienes que hacer que parezca natural. Una complicación que tuvo debido a su enfermedad. El Cáncer trae consigo muchas consecuencias… ¿no es así?

No pudo evitarlo. Lágrimas saltaron por los ojos de Stefan. Sabía de lo que era capaz Adelaida. Esa mujer nunca tuvo tacto, siempre trataba mal a todos y los obligaba a hacer lo que ella quería.

Todavía recordaba todas esas veces que apretó tan fuerte el nudo de su corbata y lo hizo suplicar por aire. Algo que ella no le daba, hasta que el niño no cedía a cumplir lo que su abuela quería.

Era una asesina.

A lo mejor no asesinaba a las personas ella misma. A lo mejor no se ensuciaba las manos, pero el dar la orden, la volvía igual o peor, que quien llevaba a cabo la acción.

Esa noche Stefan escuchó los planes que hizo su abuela para acabar con su nieta.

Salió de la mansión donde creció y cada vez era más consciente de que sí, era cierto todo lo que había escuchado. A medida que su abuela fue hablando, el alcohol se drenó de su sistema y le dio paso a una lucidez que lo hizo tensarse y entristecerse. ¿Por qué? ¿Por qué su abuela hacía eso contra alguien de su propia sangre? No tiene sentido.

Stefan no creía que fuese porque Adelaida quería a alguien de buena posición social para su nieto, Archer, ya que Farah estaba muy bien posicionada ante el mundo. Entonces, ¿qué podría ser?

Caminó y caminó hasta que llegó de nuevo al antro donde había estado anteriormente. Había salido porque creyó haber tenido suficiente, pero parece que la vida siempre te puede dar más m****a de la que crees que te tiene.

Entró una vez más y sentándose de nuevo en la barra, pidió una bebida, y luego sacó su celular para comenzar a teclear. No iba a permitir que nada les pasara. Mientras estuviese en sus manos hacer algo, lo haría. Esa niña era su sobrina, así que iba a protegerla como fuese.

‘’No pudimos asistir hoy porque decidimos pasar la noche juntos, debido a que me salió un viaje de último momento. Es un posible socio, no es nada seguro, pero quiero ver si logramos capturarlo. Le haría muy bien a la empresa. Lo siento, familia. La próxima vez que vengan a la ciudad, prometo estar con ustedes todo el día’’.

Envía ese mensaje al grupo familiar, pero por la hora que es, tardan en responder.

Actualmente, en la mansión solo viven los padres de Stefan y Archer, pues sus abuelos viven en Australia, y viajan de vez en cuando a New York, junto con otros hijos y familiares que también viven en Australia.

Mientras Stefan termina de beberse su bebida, busca un pasaje de avión para irse lo más pronto posible a Los Ángeles. El vuelo más cerca sale en siete horas.

¿Qué podría hacer mientras espera?

A la mansión no puede ir y su departamento…

Ni siquiera quiere poner un pie en su departamento. No le sorprendería que Micaela haya llevado a su amante allí.

De repente recuerda a ese chico…

Zahir.

Antes de poder arrepentirse, le pregunta a una chica de la barra dónde puede encontrar a Zahir, y esta, toda sonriente, le responde que puede subir a la segunda planta, y que no se preocupe por si el bar cierra mientras él aún está arriba porque Zahir tiene la llave del lugar.

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