—Estamos en peligro…
—No. Se supone que yo no sé de mi sobrina. ¿Recuerdas? Pero, aun así, debemos armar una buena coartada del por qué nos quedamos hablando dentro del auto un buen rato.
—Te dije que era mejor cenar en un restaurante y conversar.
—Y yo te respondí que esta es una conversación muy complicada y que allí podían escucharnos.
—Si supo que estabas en los Ángeles… ¿Cómo fue que evitaste que ella supiera que fuiste a ayudarnos a tu sobrina y a mí? ¿Y cómo nos ayudaste? Yo nunca me sentí en peligro o presentí que nos pasaría algo. Dios, de solo pensarlo… si no hubieses estado allí, mi hija y yo estaríamos muertas.
—En ese momento, ella solo quería muerta a Estrella —admite él y mi piel se eriza.
Quiero ir corriendo con mi hija ahora mismo. Esa mujer está desquiciada.
—¿Por qué hace todo esto? —Pregunto en un susurro.
—Archer se sorprendió cuando lo llamé la misma noche en la que planeaba ir a Los Ángeles. A pesar de que le dije a mi familia que este socio, Montiel, era quien me había llamado para ir a una reunión a los Ángeles, fue Archer quien organizó todo en mi nombre. Yo le pedí que me pusiera en contacto con el hombre, le pedí que no le dijera nada a nuestra familia porque sería una sorpresa, que estaba concretando una buena conexión con un futuro prometedor para la empresa.
>>Fue una coartada buena. Mi abuela creyó que yo sí estaba allí por negocios, y yo aproveché para contratar un guardaespaldas de una entidad muy poderosa, la DOE. Por suerte, no es necesario que ellos sepan siempre quien los contrata y debido a esto, no saben que yo te ayudé. Supe que querían matar a la niña al salir de una peluquería donde creaban sus pelucas o con algún veneno. Por suerte, los miembros de esta entidad son muy buenos. Yo les sigo pagando todavía, pero ellos solo pueden protegerlas en Los Ángeles. Ese fue el acuerdo. Yo no me involucro. Aquí hago mi vida como si ustedes no existieran, y es por eso que mi abuela me dejó de lado. Ya no le interesé más. Incluso, no se ha metido en mi vida, pero es porque ella vive en otro país, aunque eso no le impide seguir controlándolo todo.
—¿Por qué odia a su propia nieta? ¿Por qué odia a la idea de que Archer y yo podamos estar juntos? ¿Cree que le robaré su fortuna o algo así?
—Farah, no necesitas robarle fortunas a nadie. Tú también eres igual de millonaria que nosotros.
—Yo solo sé que quiero que nos deje en paz. Ella prometió que no nos haría nada si no contaba la verdad. Iba a romper su promesa. Ella iba a dañar a lo más importante que tengo en el mundo.
—No lo hará. Ella no las tocará.
—¿De qué vale no decir nada si de todas maneras nos quiere hacer daño?
—Esa misma pregunta me hago yo. He estado pensando mucho últimamente, y no sé si vale la pena todo el sacrificio que hemos hecho —él cubre mi temblorosa mano con la suya. No sé en qué momento mis ojos se cristalizaron y cuando mi corazón comenzó a latir disparejo, con miedo —. Interrumpe esa boda, Farah. Cuéntale todo a Archer.
—Ya es tarde. Él se casa mañana, no puedo hacerle esto, ni a él, ni a mi hija. Irán contra ella si hago esto.
—Tienes protección. No van a tocarte, ni a ella.
—¿Cómo lo sabes? ¿Sabes lo que pasaría? Esa mujer traería mi pasado a la luz. Me quitarán a mi hija. Y sé que Archer la va a querer con su vida, pero la niña viviría con él, en su casa, donde su abuela llegaría en cualquier momento y la dañaría. Odia que ella tenga mi sangre, y no sé por qué.
—No si sacas a luz las amenazas de mi abuela. Archer tendrá sus dudas y no la dejará acercarse a Estrella.
—¿Por qué Archer creería en mi cuando le he ocultado por seis años a su hija? No. No puedo.
—Estoy yo, que, si no lo recuerdas, también soy abogado. Estoy ejerciendo en el área de contaduría, es cierto, porque tengo esa otra carrera, pero también soy abogado.
—Tienes tus propias peleas contra tu abuela. No quieres agregarle también mi lucha.
—No me digas lo que quiero o no, Farah. Estoy cansado de escuchar a la gente creer saber todo sobre mí, porque no es así. Tengo conciencia propia. Tomo mis propias decisiones. Y, puedo intuir por mí mismo lo que deseo o no para mi vida.
—Lo siento, lo siento. Es que… —sollozo. —Tú ahora me estás dando todo el apoyo que tanto he suplicado tener estos años, y ahora que por fin lo tengo, me da miedo.
—No soy solo yo. Tienes a tu madre, y aunque no me gusta la vida que lleva Heikel, también tienes su apoyo. Incluso, aunque me cueste admitirlo, es quien más puede hacer por ti.
—Puede que tengas razón, pero tengo que dejar que Archer sea feliz.
—No lo será si no es contigo, te ama a ti.
—Sé que puede ser feliz con ella. No es justo que siga atrapado con un desastre como yo.
—Entonces, ¿qué planeas hacer?
—Me iré y regresaré en una semana, cuando él vuelva de su luna de miel. Le contaré la verdad, pero prométeme que estarás allí para sostenerme si todo sale mal, por favor —le suplico.
—Así será.
Nos quedamos un rato más en el auto, donde creamos la coartada que daremos en caso de que llegaran a saber que estuvimos horas dentro de un auto hablando a altas horas de la noche aparcados en una carretera solitaria, por una vía donde no suele pasar ni un alma.
Luego de mostrarle fotos y videos de Estrella cuando era más pequeña, llevo a Stefan a un lugar donde me pide dejarlo cuadras antes, y yo me voy a mi departamento.
Al llegar me tomo una ducha, me acuesto en mi cama y enciendo la tele para relajarme mientras veo algo. Mi madre me escribió hace un par de horas asegurándome que ya estaba aterrizando en Los Ángeles. Prometieron llamarme mañana antes de que yo tome mi vuelo para irme.
Mi celular vibre en la almohada que está a mi lado, sobre la cama. Suspiro con fuerza y me acuesto de lado, tomándolo y mirándolo. Es un mensaje que me hace acurrucarme sobre las sábanas y arrugar la almohada contra mi pecho.
Lloro toda la noche.
[Archer: Buenas noches, Farah. Esta noche estuve a nada de acabar con todo porque es demasiado obvio que todavía me importas y mucho más de lo que siempre creo. No puedo evitar quererte, sé que nunca dejaré de hacerlo, pero, mis sentimientos nos hacen daño a los dos. Quiero que seas feliz y yo también quiero serlo, y he comprendido que nunca lo seremos juntos, así que esta noche he decidido hacerte caso y lucharé por Darla, haré que esto funcione, pero para poder hacerlo, debo alejarme de ti. Sé que te irás y ahora que lo veo desde otra perspectiva, pienso que es lo mejor. Derivé tu caso a otro abogado de la firma, aunque es probable que Stefan lo pida ya que mostró interés en él y eso me deja aliviado, porque sé que mi hermano nunca se da por vencido hasta ganar sus casos.
Yo nos libero, Farah. Descansa.]
Mañana será la boda.
Ya de por sí, lo he perdido. Este mensaje me ha quedado más que claro, pero mañana…
Mañana lo perderé de manera definitiva.
Mañana acabará aquello que un día fue bonito y que el odio de terceros volvieron nada.
No podré actualizar hasta después del día 03 de junio. Ando complicada con los parciales de la universidad y mi trabajo, y tengo que priorizar mis estudios. De verdad, pido disculpas, más que nada porque me encanta demasiado escribir esta historia y porque la estoy dejando en una parte muy buena, puesto que justo el siguiente capítulo es el de la boda de Archer, y no saben lo que se viene... pero, ya les dije, hay prioridades. Espero que me puedan entender y esperarme un poquito. Tengan lindo día.
26 de febrero de 2022.Farah Brownbear.—El ver algo con tus propios ojos para poder asegurarte de que es así, tampoco significa que realmente sea así. El hecho de que Archer sea el mejor actor del mundo, y le haga creer, dentro de pocos segundos a todos que es el hombre más enamorado del planeta, solo muestra que, en este mundo, se ha aprendido a fingir tanto, y se le ha dedicado tanto tiempo a eso, que al final termina siendo bueno, muy bueno.—¿Y si mejor me traduces lo que acabas de decirme? —Finalmente, levanto mi mirada hacia él, quien contiene el aliento al mirarme.Odio sus ojos, la manera en la que me ven. Se nota la lastima en ellos. La comprensión; y el dolor. Dolor que se refleja de los míos, porque esa es la única verdad.Yo soy la única persona rota en este día. Y no puedo quejarme o reprochar nada, porque yo misma me he buscado. Todo lo que está ocurriendo ha sido fruto de mi cosecha. No tengo por qué quejarme.—Que así veas que Archer se estará entregando a otra mujer,
Archer Alarcón—Ni siquiera estoy nervioso.Una vez que llegué a la iglesia, me hicieron adentrarme en una pequeña habitación que se encuentra entre la entrada y la sala donde se está celebrando la ceremonia, en la iglesia. Es una enorme capilla, muy bien decorada y bonita.Suspiro con fuerza, Aarón se acerca a mí y pone su mano en mi hombro.—Yo en ese momento, a pesar de que todo fue improvisado y muy de locos, estaba que me cagada de los nervios en los pantalones. Mi corazón no paraba de latir con fuerza, estaba muy desesperado, pero era porque quería estar unido ya a ella, y una vez que estuvimos casados, fue la única manera en que paró. Ese sentimiento, de todas maneras, permanece en mí, siempre. Cada vez que la veo, cada vez que sé que nos pertenecemos, me hace poner nervioso, por temor a echarlo a perder todo en algún momento, pero al mismo tiempo es como si, a pesar de todo el sobresalto, me siento en calma y en paz conmigo mismo porque sé que haría hasta lo imposible por mi e
No es justo. Ella dijo que no vendría y yo bajé la guardia, si hubiese sabido que estaría aquí, por lo menos me hubiese preparado. —Eso no importa, Archer. Solo enfócate en lo que sucederá ahora. Será nada más y nada menos que tu boda. Asiento, dándole la razón. Suspiro profundamente y miro a otros invitados. Mi familia está en los asientos de adelante, mis abuelos, los padres de mi papá, están en los asientos del lado derecho. Mi abuelo levanta sus pulgares hacia mí, pero mi abuela no deja de mirar hacia los asientos puestos en el lado izquierdo, donde se encuentra su otro nieto, Stefan, junto con mi ex novia, Farah. Al lado de mis abuelos están mis padres, quienes me miran con orgullo, mamá incluso está llorando, y eso que todavía no comienza la boda. Analizo a las demás personas que se encuentran tratando de no mirar hacia Farah: detrás de mis familiares, abuelos, primos y tíos, están los padres de Aarón y algunos compañeros que tuve en la facultad y con los que sigo manteniendo
26 de febrero de 2022Archer Alarcón—Mucho gusto —la niña estira su mano y yo la miro aturdido, pero, aun así, la tomo —. Mi nombre es Estrella Anjana Brownbear…, y soy tu hija.—Hi… ¿Hija? —Pregunto aturdido. Ni siquiera sé qué carajos estoy balbuceando. No debería preguntar lo obvio, esa pequeña es una mini yo.Llevo mi mirada nuevamente hacia el lugar donde se supone que debería seguir Farah, pero ella, sin embargo, comienza a alejarse, va hacia la entrada, yéndose. Mi hermano está a su lado. Su madre, Rebeka, pasa a su lado y la mira con pena, sin siquiera intentar hacerla quedarse. Sabe que su hija necesita espacio, el mismo espacio que necesito yo para pensar bien las cosas, pero mi curiosidad puede más.Y la verdad es que…Ahora que sé que soy su papá, no quiero ni piensa dejarla ir.Rebeka se coloca al lado de Jezabel. La mujer tiene su rostro serio y no deja de ver por su nieta como de seguro estuvo haciéndolo todo este tiempo.Dios, todo era tan obvio…¿Cómo es que nunca me
—Vas a ver, Archer, que esa mujer volverá a jugar contigo y te destruirá peor de lo que lo hizo la primera vez —dice Adelaida, con sus dientes apretados. Se sacude y hace que Ángel la suelte, antes de dar media vuelta y salir con mucha rapidez de la iglesia.Miro a mi padre y levanto el mentón, esperando a que diga algo, pero prefiero adelantarme, así que le digo:—Si tú también quieres reprocharme, vas a tener que esperar porque tengo a una niña a la que cuidar de la gente que no acepta la realidad. Es mi hija —trato de decirle lo más calmado posible, pero la verdad es que mi voz es tan amenazadora como llena de veneno.Todos están sorprendidos con esta faceta de mí, y no es para menos…, Archer Alarcón suele ser el más tranquilo, pacífico y mediador, pero eso se acabó.—¿Cómo te atreves, Archer? Pareciera que no me conocieras. Por Dios, esa niña es prácticamente una copia tuya. Es tu hija, eso está más que claro.Trago saliva con fuerza y siento un claro alivio al escuchar sus palabr
26 de febrero de 2022.Farah Brownbear—No tienes idea de cuánto te odio, Farah. Te odio como jamás pensé odiar a nadie en este mundo.El abrir la puerta y encontrarme con nada más y nada menos que a una de las tres personas a las que más amo en este mundo decirme esas horribles palabras con semejante firmeza, es de lejos lo peor que me ha pasado. El que Archer me odie lo supera todo.No sé por qué me impacta tanto el que me lo diga. Tenía muy en claro que, una vez que se enterara que tenía una hija a la que no crió por años, iba a odiarme.Pensé que estaba preparada para cuando llegara este momento.Se supone que tuve años donde me fui haciendo a la idea y no me dolería tanto cuando ese día llegara…Pero ese día es hoy, y no solo duele. Está destrozándome por dentro.El saber que soy la culpable de sus ojos rojizos, lágrimas incontenibles, cuerpo tembloroso y rígido, me parte por dentro.Ni siquiera intento cerrar la puerta. Lo hecho, hecho está. El día ha llegado, debo afrontar las
—Entonces… ¿sí me crees? —Pregunto con timidez. —Siempre. —¿Por qué? Te he dañado mucho, Archer. Incluso la persona más enamorada, luego de tanta decepción, se da por vencida —reconozco. —Siempre supe que había un motivo. Sabía que me amabas. Había una razón la suficientemente fuerte para que no me quisieras a tu lado aun cuando me amabas con la misma intensidad con la que yo te amo. Por eso no me daba por vencido contigo, hasta que casi logras convencerme…, desde hace una semana estaba convencido de que tú no me querías y que esas miradas de anhelo que me dabas eran imaginaciones mías. —¿Me amas o me odias? No logro entenderlo —susurro contra sus labios. —¿Creerás la respuesta que voy a darte? —responde como yo le respondí al comienzo de nuestra conversación. No espera a que yo responda —. Puedo entender tus motivos, Farah, pero pienso que debiste confiar un poco más en mí y darme más crédito. Independientemente de si era muy joven o no, debiste decirme y que juntos buscáramos un
Jezabel convence a Estrella y a Rebeka de no permitir a Archer casarse.La chica manejaba mientras sus labios se curvaban en una enorme sonrisa y su mano derecha se movía de lado a lado al ritmo de la canción.Rebeka iba relajada, tranquila, sabiendo que ya estaba por acabar el peligro de ser descubiertas. Ya iban de camino al aeropuerto. Estaba todo planeado: llegarían hoy y esperarían a que Farah se les juntara el día de mañana. Serían la misma familia de tres que se apoyaba y hacían locuras que hicieran sonreír a la pequeña Estrella. Esa niña era todo lo que a su mamá y su abuela les importaba.Así que todo iba bien…Muy bien.De hecho, iba demasiado bien para ser verdad.La paz acabó en cuanto notó como, a pesar de que Jezabel iba cantando y bailando a todo pulmón mientras manejaba, y de cómo la pequeña estrella sonreía y seguía el coro sin dejar de peinarse la peluca color violeta que tenía sobre su cabeza; la chica detrás del volante se desviaba de camino, tomando la ruta de la