12/ No tuve nada con Farah Brownbear. p3

—Estamos en peligro…

—No. Se supone que yo no sé de mi sobrina. ¿Recuerdas? Pero, aun así, debemos armar una buena coartada del por qué nos quedamos hablando dentro del auto un buen rato.

—Te dije que era mejor cenar en un restaurante y conversar.

—Y yo te respondí que esta es una conversación muy complicada y que allí podían escucharnos.

—Si supo que estabas en los Ángeles… ¿Cómo fue que evitaste que ella supiera que fuiste a ayudarnos a tu sobrina y a mí? ¿Y cómo nos ayudaste? Yo nunca me sentí en peligro o presentí que nos pasaría algo. Dios, de solo pensarlo… si no hubieses estado allí, mi hija y yo estaríamos muertas.

—En ese momento, ella solo quería muerta a Estrella —admite él y mi piel se eriza.

Quiero ir corriendo con mi hija ahora mismo. Esa mujer está desquiciada.

—¿Por qué hace todo esto? —Pregunto en un susurro.

—Archer se sorprendió cuando lo llamé la misma noche en la que planeaba ir a Los Ángeles. A pesar de que le dije a mi familia que este socio, Montiel, era quien me había llamado para ir a una reunión a los Ángeles, fue Archer quien organizó todo en mi nombre. Yo le pedí que me pusiera en contacto con el hombre, le pedí que no le dijera nada a nuestra familia porque sería una sorpresa, que estaba concretando una buena conexión con un futuro prometedor para la empresa.

>>Fue una coartada buena. Mi abuela creyó que yo sí estaba allí por negocios, y yo aproveché para contratar un guardaespaldas de una entidad muy poderosa, la DOE. Por suerte, no es necesario que ellos sepan siempre quien los contrata y debido a esto, no saben que yo te ayudé. Supe que querían matar a la niña al salir de una peluquería donde creaban sus pelucas o con algún veneno. Por suerte, los miembros de esta entidad son muy buenos. Yo les sigo pagando todavía, pero ellos solo pueden protegerlas en Los Ángeles. Ese fue el acuerdo. Yo no me involucro. Aquí hago mi vida como si ustedes no existieran, y es por eso que mi abuela me dejó de lado. Ya no le interesé más. Incluso, no se ha metido en mi vida, pero es porque ella vive en otro país, aunque eso no le impide seguir controlándolo todo.

—¿Por qué odia a su propia nieta? ¿Por qué odia a la idea de que Archer y yo podamos estar juntos? ¿Cree que le robaré su fortuna o algo así?

—Farah, no necesitas robarle fortunas a nadie. Tú también eres igual de millonaria que nosotros.

—Yo solo sé que quiero que nos deje en paz. Ella prometió que no nos haría nada si no contaba la verdad. Iba a romper su promesa. Ella iba a dañar a lo más importante que tengo en el mundo.

—No lo hará. Ella no las tocará.

—¿De qué vale no decir nada si de todas maneras nos quiere hacer daño?

—Esa misma pregunta me hago yo. He estado pensando mucho últimamente, y no sé si vale la pena todo el sacrificio que hemos hecho —él cubre mi temblorosa mano con la suya. No sé en qué momento mis ojos se cristalizaron y cuando mi corazón comenzó a latir disparejo, con miedo —. Interrumpe esa boda, Farah. Cuéntale todo a Archer.

—Ya es tarde. Él se casa mañana, no puedo hacerle esto, ni a él, ni a mi hija. Irán contra ella si hago esto.

—Tienes protección. No van a tocarte, ni a ella.

—¿Cómo lo sabes? ¿Sabes lo que pasaría? Esa mujer traería mi pasado a la luz. Me quitarán a mi hija. Y sé que Archer la va a querer con su vida, pero la niña viviría con él, en su casa, donde su abuela llegaría en cualquier momento y la dañaría. Odia que ella tenga mi sangre, y no sé por qué.

—No si sacas a luz las amenazas de mi abuela. Archer tendrá sus dudas y no la dejará acercarse a Estrella.

—¿Por qué Archer creería en mi cuando le he ocultado por seis años a su hija? No. No puedo.

—Estoy yo, que, si no lo recuerdas, también soy abogado. Estoy ejerciendo en el área de contaduría, es cierto, porque tengo esa otra carrera, pero también soy abogado.

—Tienes tus propias peleas contra tu abuela. No quieres agregarle también mi lucha.

—No me digas lo que quiero o no, Farah. Estoy cansado de escuchar a la gente creer saber todo sobre mí, porque no es así. Tengo conciencia propia. Tomo mis propias decisiones. Y, puedo intuir por mí mismo lo que deseo o no para mi vida.

—Lo siento, lo siento. Es que… —sollozo. —Tú ahora me estás dando todo el apoyo que tanto he suplicado tener estos años, y ahora que por fin lo tengo, me da miedo.

—No soy solo yo. Tienes a tu madre, y aunque no me gusta la vida que lleva Heikel, también tienes su apoyo. Incluso, aunque me cueste admitirlo, es quien más puede hacer por ti.

—Puede que tengas razón, pero tengo que dejar que Archer sea feliz.

—No lo será si no es contigo, te ama a ti.

—Sé que puede ser feliz con ella. No es justo que siga atrapado con un desastre como yo.

—Entonces, ¿qué planeas hacer?

—Me iré y regresaré en una semana, cuando él vuelva de su luna de miel. Le contaré la verdad, pero prométeme que estarás allí para sostenerme si todo sale mal, por favor —le suplico.

—Así será.

Nos quedamos un rato más en el auto, donde creamos la coartada que daremos en caso de que llegaran a saber que estuvimos horas dentro de un auto hablando a altas horas de la noche aparcados en una carretera solitaria, por una vía donde no suele pasar ni un alma.

Luego de mostrarle fotos y videos de Estrella cuando era más pequeña, llevo a Stefan a un lugar donde me pide dejarlo cuadras antes, y yo me voy a mi departamento.

Al llegar me tomo una ducha, me acuesto en mi cama y enciendo la tele para relajarme mientras veo algo. Mi madre me escribió hace un par de horas asegurándome que ya estaba aterrizando en Los Ángeles. Prometieron llamarme mañana antes de que yo tome mi vuelo para irme.

Mi celular vibre en la almohada que está a mi lado, sobre la cama. Suspiro con fuerza y me acuesto de lado, tomándolo y mirándolo. Es un mensaje que me hace acurrucarme sobre las sábanas y arrugar la almohada contra mi pecho.

Lloro toda la noche.

[Archer: Buenas noches, Farah. Esta noche estuve a nada de acabar con todo porque es demasiado obvio que todavía me importas y mucho más de lo que siempre creo. No puedo evitar quererte, sé que nunca dejaré de hacerlo, pero, mis sentimientos nos hacen daño a los dos. Quiero que seas feliz y yo también quiero serlo, y he comprendido que nunca lo seremos juntos, así que esta noche he decidido hacerte caso y lucharé por Darla, haré que esto funcione, pero para poder hacerlo, debo alejarme de ti. Sé que te irás y ahora que lo veo desde otra perspectiva, pienso que es lo mejor. Derivé tu caso a otro abogado de la firma, aunque es probable que Stefan lo pida ya que mostró interés en él y eso me deja aliviado, porque sé que mi hermano nunca se da por vencido hasta ganar sus casos.

Yo nos libero, Farah. Descansa.]

Mañana será la boda.

Ya de por sí, lo he perdido. Este mensaje me ha quedado más que claro, pero mañana…

Mañana lo perderé de manera definitiva.

Mañana acabará aquello que un día fue bonito y que el odio de terceros volvieron nada.

Aiis

No podré actualizar hasta después del día 03 de junio. Ando complicada con los parciales de la universidad y mi trabajo, y tengo que priorizar mis estudios. De verdad, pido disculpas, más que nada porque me encanta demasiado escribir esta historia y porque la estoy dejando en una parte muy buena, puesto que justo el siguiente capítulo es el de la boda de Archer, y no saben lo que se viene... pero, ya les dije, hay prioridades. Espero que me puedan entender y esperarme un poquito.  Tengan lindo día.

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