26 de febrero de 2022.
Farah Brownbear.
—El ver algo con tus propios ojos para poder asegurarte de que es así, tampoco significa que realmente sea así. El hecho de que Archer sea el mejor actor del mundo, y le haga creer, dentro de pocos segundos a todos que es el hombre más enamorado del planeta, solo muestra que, en este mundo, se ha aprendido a fingir tanto, y se le ha dedicado tanto tiempo a eso, que al final termina siendo bueno, muy bueno.
—¿Y si mejor me traduces lo que acabas de decirme? —Finalmente, levanto mi mirada hacia él, quien contiene el aliento al mirarme.
Odio sus ojos, la manera en la que me ven. Se nota la lastima en ellos. La comprensión; y el dolor. Dolor que se refleja de los míos, porque esa es la única verdad.
Yo soy la única persona rota en este día. Y no puedo quejarme o reprochar nada, porque yo misma me he buscado. Todo lo que está ocurriendo ha sido fruto de mi cosecha. No tengo por qué quejarme.
—Que así veas que Archer se estará entregando a otra mujer, tú y yo sabemos que es una gran mentira, porque jamás será de ella.
—Tiene que ser de ella —trago saliva con fuerza —. Sino, todo lo que he hecho habrá sido por nada.
—¿No te has planteado lo que te dije? ¿Sobre contarle a Archer?
—Todavía no estoy segura…
Menos con el mensaje que recibí anoche. Él se atrevió a ponerle un cierre a esto. No lo culpo, la única verdad aquí es que se tardó mucho en hacerlo.
—Entonces, ¿qué es lo que haces aquí, Farah? El daño que te haces es irremediable —Stefan se sienta a mi lado, sobre el muro, y con un brazo rodea mi cuello y sujeta mis hombros, dándome el confort necesario.
—Jamás pensé que tú me terminarías consolando…, pensé que me odiabas, al igual que tu familia —me sincero con él.
—Lo hacía. Pero era porque no sabía la verdad, y una vez que la supe, te entendí y simpaticé contigo. Sigo haciéndolo.
—Gracias —apoyo mi cabeza en su pecho y juntos vemos a lo lejos, en tres cuadras está la enorme iglesia donde, desde hace un buen rato, no deja de entrar gente. Incluso hay reporteros, algunos influencers esperando a tener lo jugoso del día, y, lo más importante, la radio donde trabaja Archer.
—¿Entrarás?
Niego con mi cabeza ante su pregunta.
Cuando la boda esté lo suficientemente avanzada, me asomaré a la entrada y veré a Archer unirse en matrimonio con Darla. Solo quiero eso y nada más. Asegurarme que quede con ella, en buenas manos. Quiero lo mejor para él, y luego me iré.
—¿Y si mejor nos vamos? Es decir; vayamos a un bar, tomemos, pasemos las penas, disfrutemos de ser infelices, de no estar con quienes amamos y punto final. —Propone entusiasmado.
—¿Serías capaz de perderte de la boda de tu hermano solo para estar conmigo? —Mis ojos se cristalizan.
Me odio. Odio estar así. Detesto no tener control de mí, ni de mis emociones.
Odio a la Farah débil, pero no puedo evitarla.
—Lo dices como si fueras insignificante, y, cariño mío, tú eres importante. Y el que seas la madre de mi sobrina te hace intocable para el mundo. En mi tienes un protector, un amigo y el tío más guapo del mundo.
Me lanzo a sus brazos y no lo soporto más. No lo contengo más. Sollozo entre sus fuertes manos. Me aferro a él como nunca antes lo había hecho, y lloro. Lloro fuerte. Con ganas. Con fuerza. Tristeza y dolor.
—Vámonos a casa. No permitiré que veas a ese imbécil casarse.
—No lo llames así, él no tiene la culpa.
—Es increíble la manera en que te tiene y el hecho de que tú sigas defendiéndolo.
Me hacer reír, así que levanto mi mirada y observo su rostro.
Stefan Alarcón es guapo, muy, demasiado guapo. La verdad es que no entiendo cómo puede no ser correspondido por el chico que quiere, o que incluso su propia esposa no haya caído en la tentación que él representa.
—Decreto que se vendrán grandes cosas para ti, Alarcón. —Le digo. Él sonríe ampliamente.
—Pues… anoche me enteré de que él está aquí y no desea verme. Está huyendo.
—Uh. Bueno, no precisamente tiene que ser con él.
—Sí. Tal vez el destino me sorprenda, creo que eso sería lo mejor.
—Va a sorprenderte y serás muy feliz —decreto. Inclino mi cabeza hacia atrás y llego a darle un pequeño, pero muy significativo beso en su mandíbula.
Stefan pega mi cuerpo más al suyo y comienza a frotar mi brazo derecho.
—Si vamos a hacer esto, hay que hacerlo bien.
—¿Cómo sí?
—Estás vestida para la boda.
—Si bien no iba a entrar, si pensaba asomarme para mirar el enlace entre los novios… —esa última frase la susurro.
—No van a dejarte asomarte. O entras o no entras, Archer puso seguridad para encargarse de que nadie que no estuviese invitado ingresara.
—Entonces creo que esa es una señal de que debería irme.
—O de que es momento de cambiar el juego y de que entremos juntos a esa iglesia.
Me separo rápidamente de él y mi cuello gira con rapidez a mirarlo como si estuviese desquiciado. El exorcista estaría orgulloso de mi.
—No…
—El mensaje quedará claro. Ya no estamos en las sombras. No tenemos miedo. ¡Que se joda Adelaida Montero de Alarcón!
—Pero es que yo sí tengo miedo.
Me cuesta admitirlo, pero no es algo que puedo negar. Si fuese yo sola en esta batalla desde hace mucho me hubiese enfrentado contra todo y todos, pero está mi pequeña niña a la que debo proteger con mi vida, de ser necesario.
—Sé lo que estás pensando y no te lo permito. Entonces, cambiaré la frase y diré que: puede que tengamos miedo, pero somos lo suficientemente valientes como para tomar decisiones que nos lleven a liberarnos y batallar contra aquellos que creen que pueden seguir controlándonos. Es momento, Farah. Tenemos los recursos.
Me pierdo en su mirada por unos segundos, sin decir nada. Hay súplica en la suya. Al igual que yo, él ya no quiere vivir de esta manera. Estando bajo el yugo y control de otros.
En definitiva, Stefan es ese apoyo que necesitaba para dar ese gran paso que nunca me atreví a dar y que ahora contemplo hacer, sin importar las consecuencias.
—Creo que necesitaré un retoque de maquillaje.
—¡Esa es mi chica! —Se levanta de un salto —. Tienes todo en el auto ¿no?
—Así es…
—Pues, hay que darnos prisa porque ya el novio va llegando a su boda.
Inmediatamente volteo a mirar hacia la iglesia, y, aunque todo se ve pequeño, debido a la distancia en que estamos, se puede deducir fácilmente quién baja del auto. Los paparazzis se lanzan sobre Archer una vez que sale, pero su seguridad se encarga de hacerlo caminar sin que logren tocarlo.
—En media hora llegará su futura esposa.
—Estaré allí presente y cerraré este ciclo. Una vez que haya acabado, me iré directo al aeropuerto. Necesitaré ver a mi hija y que me de esos abrazos que me curan el alma y la vida.
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Archer Alarcón—Ni siquiera estoy nervioso.Una vez que llegué a la iglesia, me hicieron adentrarme en una pequeña habitación que se encuentra entre la entrada y la sala donde se está celebrando la ceremonia, en la iglesia. Es una enorme capilla, muy bien decorada y bonita.Suspiro con fuerza, Aarón se acerca a mí y pone su mano en mi hombro.—Yo en ese momento, a pesar de que todo fue improvisado y muy de locos, estaba que me cagada de los nervios en los pantalones. Mi corazón no paraba de latir con fuerza, estaba muy desesperado, pero era porque quería estar unido ya a ella, y una vez que estuvimos casados, fue la única manera en que paró. Ese sentimiento, de todas maneras, permanece en mí, siempre. Cada vez que la veo, cada vez que sé que nos pertenecemos, me hace poner nervioso, por temor a echarlo a perder todo en algún momento, pero al mismo tiempo es como si, a pesar de todo el sobresalto, me siento en calma y en paz conmigo mismo porque sé que haría hasta lo imposible por mi e
No es justo. Ella dijo que no vendría y yo bajé la guardia, si hubiese sabido que estaría aquí, por lo menos me hubiese preparado. —Eso no importa, Archer. Solo enfócate en lo que sucederá ahora. Será nada más y nada menos que tu boda. Asiento, dándole la razón. Suspiro profundamente y miro a otros invitados. Mi familia está en los asientos de adelante, mis abuelos, los padres de mi papá, están en los asientos del lado derecho. Mi abuelo levanta sus pulgares hacia mí, pero mi abuela no deja de mirar hacia los asientos puestos en el lado izquierdo, donde se encuentra su otro nieto, Stefan, junto con mi ex novia, Farah. Al lado de mis abuelos están mis padres, quienes me miran con orgullo, mamá incluso está llorando, y eso que todavía no comienza la boda. Analizo a las demás personas que se encuentran tratando de no mirar hacia Farah: detrás de mis familiares, abuelos, primos y tíos, están los padres de Aarón y algunos compañeros que tuve en la facultad y con los que sigo manteniendo
26 de febrero de 2022Archer Alarcón—Mucho gusto —la niña estira su mano y yo la miro aturdido, pero, aun así, la tomo —. Mi nombre es Estrella Anjana Brownbear…, y soy tu hija.—Hi… ¿Hija? —Pregunto aturdido. Ni siquiera sé qué carajos estoy balbuceando. No debería preguntar lo obvio, esa pequeña es una mini yo.Llevo mi mirada nuevamente hacia el lugar donde se supone que debería seguir Farah, pero ella, sin embargo, comienza a alejarse, va hacia la entrada, yéndose. Mi hermano está a su lado. Su madre, Rebeka, pasa a su lado y la mira con pena, sin siquiera intentar hacerla quedarse. Sabe que su hija necesita espacio, el mismo espacio que necesito yo para pensar bien las cosas, pero mi curiosidad puede más.Y la verdad es que…Ahora que sé que soy su papá, no quiero ni piensa dejarla ir.Rebeka se coloca al lado de Jezabel. La mujer tiene su rostro serio y no deja de ver por su nieta como de seguro estuvo haciéndolo todo este tiempo.Dios, todo era tan obvio…¿Cómo es que nunca me
—Vas a ver, Archer, que esa mujer volverá a jugar contigo y te destruirá peor de lo que lo hizo la primera vez —dice Adelaida, con sus dientes apretados. Se sacude y hace que Ángel la suelte, antes de dar media vuelta y salir con mucha rapidez de la iglesia.Miro a mi padre y levanto el mentón, esperando a que diga algo, pero prefiero adelantarme, así que le digo:—Si tú también quieres reprocharme, vas a tener que esperar porque tengo a una niña a la que cuidar de la gente que no acepta la realidad. Es mi hija —trato de decirle lo más calmado posible, pero la verdad es que mi voz es tan amenazadora como llena de veneno.Todos están sorprendidos con esta faceta de mí, y no es para menos…, Archer Alarcón suele ser el más tranquilo, pacífico y mediador, pero eso se acabó.—¿Cómo te atreves, Archer? Pareciera que no me conocieras. Por Dios, esa niña es prácticamente una copia tuya. Es tu hija, eso está más que claro.Trago saliva con fuerza y siento un claro alivio al escuchar sus palabr
26 de febrero de 2022.Farah Brownbear—No tienes idea de cuánto te odio, Farah. Te odio como jamás pensé odiar a nadie en este mundo.El abrir la puerta y encontrarme con nada más y nada menos que a una de las tres personas a las que más amo en este mundo decirme esas horribles palabras con semejante firmeza, es de lejos lo peor que me ha pasado. El que Archer me odie lo supera todo.No sé por qué me impacta tanto el que me lo diga. Tenía muy en claro que, una vez que se enterara que tenía una hija a la que no crió por años, iba a odiarme.Pensé que estaba preparada para cuando llegara este momento.Se supone que tuve años donde me fui haciendo a la idea y no me dolería tanto cuando ese día llegara…Pero ese día es hoy, y no solo duele. Está destrozándome por dentro.El saber que soy la culpable de sus ojos rojizos, lágrimas incontenibles, cuerpo tembloroso y rígido, me parte por dentro.Ni siquiera intento cerrar la puerta. Lo hecho, hecho está. El día ha llegado, debo afrontar las
—Entonces… ¿sí me crees? —Pregunto con timidez. —Siempre. —¿Por qué? Te he dañado mucho, Archer. Incluso la persona más enamorada, luego de tanta decepción, se da por vencida —reconozco. —Siempre supe que había un motivo. Sabía que me amabas. Había una razón la suficientemente fuerte para que no me quisieras a tu lado aun cuando me amabas con la misma intensidad con la que yo te amo. Por eso no me daba por vencido contigo, hasta que casi logras convencerme…, desde hace una semana estaba convencido de que tú no me querías y que esas miradas de anhelo que me dabas eran imaginaciones mías. —¿Me amas o me odias? No logro entenderlo —susurro contra sus labios. —¿Creerás la respuesta que voy a darte? —responde como yo le respondí al comienzo de nuestra conversación. No espera a que yo responda —. Puedo entender tus motivos, Farah, pero pienso que debiste confiar un poco más en mí y darme más crédito. Independientemente de si era muy joven o no, debiste decirme y que juntos buscáramos un
Jezabel convence a Estrella y a Rebeka de no permitir a Archer casarse.La chica manejaba mientras sus labios se curvaban en una enorme sonrisa y su mano derecha se movía de lado a lado al ritmo de la canción.Rebeka iba relajada, tranquila, sabiendo que ya estaba por acabar el peligro de ser descubiertas. Ya iban de camino al aeropuerto. Estaba todo planeado: llegarían hoy y esperarían a que Farah se les juntara el día de mañana. Serían la misma familia de tres que se apoyaba y hacían locuras que hicieran sonreír a la pequeña Estrella. Esa niña era todo lo que a su mamá y su abuela les importaba.Así que todo iba bien…Muy bien.De hecho, iba demasiado bien para ser verdad.La paz acabó en cuanto notó como, a pesar de que Jezabel iba cantando y bailando a todo pulmón mientras manejaba, y de cómo la pequeña estrella sonreía y seguía el coro sin dejar de peinarse la peluca color violeta que tenía sobre su cabeza; la chica detrás del volante se desviaba de camino, tomando la ruta de la
Stefan ve a Archer y a Farah durmiendo en su cama.—Todavía tengo miedo de que esto sea un sueño y que cuando despierte tu hayas reaccionado de peor manera y me odies para siempre —admite Farah mirando a Archer con nada más que adoración.La expresión del chico se suaviza y sonríe, dejando un casto beso en sus labios y tomándola de la mano para guiarla hacia el mueble donde primero se sienta él y la hace acomodarse entre sus piernas.—Nunca te había dicho que te odiaba porque pensaba que era algo que jamás sentiría por ti, y no voy a mentirte, Farah, en cuanto supe de la existencia de Estrella, te odié. Te lo dije de manera directa, porque puedo ser tímido para algunas cosas, pero no me gustan las mentiras, y lo sabes…, sin embargo, puede que te haya odiado en ese instante, y puede que todavía sienta que me quitaste mucho, pero también sé que vas a recompensarlo, conmigo y con Estrella. El odio que pude sentir por ti no duró ni dos horas, y es demasiado obvio que eso pasa cuando es im