—Buenas noches, Heikel. Perdón por haberte hecho perder el tiempo —me levanto del asiento y acomodo mi traje, él copia mi acción, pero esa estúpida sonrisa no abandona su rostro.
—Para nada, me hiciste pasar un buen rato. Tus teorías fueron muy buenas, pero repito: entre Farah y yo no hubo, ni habrá nada. Nos hicimos buenos amigos, eso no te lo niego, y esa pequeña que tiene se ha convertido en una personita muy importante para mí.
—Farah la ha criado sola…
—Sé lo que quieres preguntar, pero también sabes que no te lo diré. ¿Me permites a mi darte un consejo, Archer?
Esto como que sí me interesa. ¿Qué de bueno tendría un matón para decirme?
—Soy todo oídos —respondo.
—Deja de buscar en otras personas el cariño que no deseas que te den, porque por más que te lo den, para ti no será suficiente al no provenir de la persona correcta.
—¿Y eso qué significa? —Bufo, sin entenderlo.
—Buenas noches, Alarcón.
Heikel se va del lugar, dejándome con la mente vuelta un lío y con mis manos temblorosas.
¿Quién podría ser el padre de esa niña?
{-}
Al llegar al departamento, encuentro a Darla sentada en el mueble del living. Ella está tomando un té y ni siquiera voltea a verme cuando llego. Sigue con la mirada puesta en la pared de color gris.
—Hola, cariño —saludo.
—¿Dónde estuviste?
—Tenía una reunión con un socio —no es del todo mentira, excepto en la parte de que ese hombre y yo somos socios.
—Dijiste que a partir de hoy estarías libre hasta el próximo viernes. Toda una semana para nosotros…
—Sé lo que dije, pero…
—¿Es por el caso de Farah? Luego fuiste con ella… ¿verdad? —Pregunta. Estira su mano y toma la copa de champagne que se encuentra en la mesita que está a su lado, puedo ver una botella vacía y otra a su lado que ya está llegando a la mitad. Por lo menos es champagne y no algo peor.
—No fui con Farah. Te lo juro.
—¿Debo seguir creyendo en tus juramentos? ¿En tus promesas? —Lleva la copa a sus labios y bebe un largo trago.
Suspiro y prácticamente me arrastro hasta ella. Decido sentarme en el mueble que está a su lado y miro hacia la nada, tal cual como lo hacía ella desde antes de que yo llegara.
Nos debíamos esta conversación. Es mejor si ocurre ahora.
—Yo te quiero, Darla. Lo sabes. Si estoy contigo, es porque quiero estarlo.
Mentiroso.
Sí, soy un mentiroso.
Yo sí la quiero. Pero de Farah haberme correspondido, de yo haber tenido la oportunidad de estar con ella, no me encontraría a un día de casarme con la mujer que está a mi lado.
—Ya no sé qué creer. Llamé a Aarón. Ni siquiera fuiste a tu despedida de soltero. Más la disfrutó Ángel que tú.
—Sabes que no me gustan esas cosas —me excuso —. Además, Ángel había contratado modelos, bailarinas y había organizado todo un evento exótico, y soy de los que piensa que es estúpido que todavía existan las despedidas de solteros porque opino que los prometidos toman eso como excusa para ser infieles sin remordimiento alguno.
—Pues, si te sabes controlar, podrías disfrutar de bailes sexys sin tener que tocarlas o… ¡Olvídalo! Tienes razón. No quiero imaginarlo. Te mataría.
Ambos sonreímos y me atrevo a cambiarme de mueble, yendo hacia el suyo. Tomo sus manos entre las mías y ella las aprieta.
—Faltan pocas horas para casarnos, Archer. Te quiero mucho y quiero lo mejor para ti. Antes que ser una novia o esposa, soy tu amiga. Y no negaré que va a dolerme si aquí acaba todo, pero voy a entenderlo. Porque solo importa tu felicidad. Eres un gran hombre y mereces lo mejor.
—Tú también eres una gran mujer, y mereces lo mejor, Darla.
—Entonces si ambos merecemos lo mejor, si ambos merecemos ser felices… Dime… ¿Qué pasará con nosotros?
Tomo una profunda bocanada de aire. Aún tengo mucho en qué trabajar para que esta relación funcione al cien por ciento, y el hecho de que todavía tenga a Farah clavada en mi corazón dificulta el que ese trabajo lo pueda hacer bien, pero, también es cierto que han pasado años en los que mi vida a girado en torno a Farah, y eso ya no es justo. Necesito liberarme. Liberarnos.
Ya no más Farah.
Tomaré sus palabras. Esas que me dijo cuándo nos quedamos encerrados en el archivero.
Darla es la chica para mí. Voy a llegar a quererla tanto más de lo que quiero a Farah, así sea algo que crea imposible. Va a suceder. Solo tengo que creer y actuar porque las cosas no llegan solas.
—Pasará que mañana nos casaremos, en la noche tendremos la fiesta de casados, luego el domingo la celebración en el hotel más lujoso del mundo, cortesía de Ángel… —eso la hace sonreír. Su mirada se ilumina y mi corazón se calienta. No quiero que salga lastimada, ella se ha vuelto muy importante para mí. Haré todo lo que esté a mi alcance para que funcione. Va a funcionar —. Y, por último, tenemos un viaje el lunes de cuatro días, porque lamentablemente, el día viernes tengo una reunión importante. Ni siquiera el dueño de la empresa puede cancelarla.
—Suena como a un buen plan… —susurra, emocionada.
Ella se inclina y termina recostándose en mi pecho. La acurruco entre mis brazos y acaricio su cabello, pero miro a la nada todavía.
Darla se queda dormida y la llevo a mi habitación.
Luego de tanto dar vueltas decido enviarle un mensaje a Farah.
Es el último.
Ya no más estar estancado.
{-}
Farah Brownbear.
—¡Hasta luego, tío Stefan! —La vocecita chillona de mi pequeña hija resuena en todo el auto.
Al final, y luego de toda la insistencia de Stefan, tuve que realizar una video llamada con mi madre para que él pudiera ver a su sobrina, por lo menos, a través de una pantalla.
Él le prometió ir a verla la semana que viene. Planearon juegos de mesas, vestirse de príncipe y princesa, salir a ver pelis y comer muchas chucherías. En eso último no estuve muy de acuerdo, pero lo dejaré pasar solo porque es la primera vez que se verán y disfrutarán el uno del otro.
Una cosa que me preocupó fue el hecho de que todavía estuviesen en el aeropuerto de New York. Parece que hubo un retraso con el vuelo y ya en unos minutos subirán al avión, al cual debieron de haber subido hace cinco horas.
—Ella es una increíble mezcla de ustedes…
—Sí…
Lo sé. Estrella sacó mucho de su padre y de mí. Tanto en lo físico, como en su forma de ser. En ocasiones puede ser fría y dar el miedo que yo le dio a mis empleados, y otras veces se parece tanto a su padre por lo compasiva, cariñosa y buena que es.
—Me enteré hace un año…
—¿Por qué no dijiste nada?
—Era mejor si no tomaba acción alguna. Mi abuela me tiene en la mira, no por las mismas razones que a ti, pero supongo que tuvo sus sospechas.
—¿Por qué?
—Lo supe accidentalmente. Yo salí a tomar y enloquecer la noche en la que debería estar celebrando mi primer aniversario de casado, pero la verdad es que a puertas cerradas mi esposa y yo solo tenemos el título de esposos, en la vida real, ni siquiera nos tocamos o dirigimos la palabra. Así ha sido siempre.
—Lo siento… —le digo.
—Pero yo no lo siento —sonrío cuando lo veo hacerlo.
—¿Entonces…?
—No nos amamos. Llegamos a un acuerdo en que actuaremos frente al mundo, pero en realidad no seremos nada.
—¿Cuál vendría siendo el problema?
—De alguna manera, mi abuela lo supo. Ella me humilló y maltrató porque su plan de casarme con una mujer y obligarme a que dejara de mirar a algunos hombres con ganas, fracasaron. No sé cómo, pero ella sabía de mis gustos incluso antes de yo mismo saberlo. Y entonces, mandó a golpear hasta casi matar a mi mejor amigo, frente a mí. Él no lo sabía porque siempre estuvo con una bolsa negra de tela puesta sobre su cabeza, y ella y yo estábamos en una habitación al lado, lo veía a través de una pared de cristal. Lo obligaron a irse a otro país y nunca más supe de él. Ni siquiera sé si mi abuela cumplió su promesa y sigue vivo y tampoco puedo investigar porque ella lo sabría. Tiene fuertes conexiones y se entera de todo, por eso descubrió que el año pasado, cuando le dije que no podría celebrar con ellos mi aniversario y que viajaría por cuestiones de negocios, yo estuve en Los Ángeles. Tiene monitoreados a cada miembro de su familia.
—Entonces en estos momentos debe saber que estamos aquí, hablando.
—Sí. Es probable.
—Estamos en peligro… —No. Se supone que yo no sé de mi sobrina. ¿Recuerdas? Pero, aun así, debemos armar una buena coartada del por qué nos quedamos hablando dentro del auto un buen rato. —Te dije que era mejor cenar en un restaurante y conversar. —Y yo te respondí que esta es una conversación muy complicada y que allí podían escucharnos. —Si supo que estabas en los Ángeles… ¿Cómo fue que evitaste que ella supiera que fuiste a ayudarnos a tu sobrina y a mí? ¿Y cómo nos ayudaste? Yo nunca me sentí en peligro o presentí que nos pasaría algo. Dios, de solo pensarlo… si no hubieses estado allí, mi hija y yo estaríamos muertas. —En ese momento, ella solo quería muerta a Estrella —admite él y mi piel se eriza. Quiero ir corriendo con mi hija ahora mismo. Esa mujer está desquiciada. —¿Por qué hace todo esto? —Pregunto en un susurro. —Archer se sorprendió cuando lo llamé la misma noche en la que planeaba ir a Los Ángeles. A pesar de que le dije a mi familia que este socio, Montiel, era
26 de febrero de 2022.Farah Brownbear.—El ver algo con tus propios ojos para poder asegurarte de que es así, tampoco significa que realmente sea así. El hecho de que Archer sea el mejor actor del mundo, y le haga creer, dentro de pocos segundos a todos que es el hombre más enamorado del planeta, solo muestra que, en este mundo, se ha aprendido a fingir tanto, y se le ha dedicado tanto tiempo a eso, que al final termina siendo bueno, muy bueno.—¿Y si mejor me traduces lo que acabas de decirme? —Finalmente, levanto mi mirada hacia él, quien contiene el aliento al mirarme.Odio sus ojos, la manera en la que me ven. Se nota la lastima en ellos. La comprensión; y el dolor. Dolor que se refleja de los míos, porque esa es la única verdad.Yo soy la única persona rota en este día. Y no puedo quejarme o reprochar nada, porque yo misma me he buscado. Todo lo que está ocurriendo ha sido fruto de mi cosecha. No tengo por qué quejarme.—Que así veas que Archer se estará entregando a otra mujer,
Archer Alarcón—Ni siquiera estoy nervioso.Una vez que llegué a la iglesia, me hicieron adentrarme en una pequeña habitación que se encuentra entre la entrada y la sala donde se está celebrando la ceremonia, en la iglesia. Es una enorme capilla, muy bien decorada y bonita.Suspiro con fuerza, Aarón se acerca a mí y pone su mano en mi hombro.—Yo en ese momento, a pesar de que todo fue improvisado y muy de locos, estaba que me cagada de los nervios en los pantalones. Mi corazón no paraba de latir con fuerza, estaba muy desesperado, pero era porque quería estar unido ya a ella, y una vez que estuvimos casados, fue la única manera en que paró. Ese sentimiento, de todas maneras, permanece en mí, siempre. Cada vez que la veo, cada vez que sé que nos pertenecemos, me hace poner nervioso, por temor a echarlo a perder todo en algún momento, pero al mismo tiempo es como si, a pesar de todo el sobresalto, me siento en calma y en paz conmigo mismo porque sé que haría hasta lo imposible por mi e
No es justo. Ella dijo que no vendría y yo bajé la guardia, si hubiese sabido que estaría aquí, por lo menos me hubiese preparado. —Eso no importa, Archer. Solo enfócate en lo que sucederá ahora. Será nada más y nada menos que tu boda. Asiento, dándole la razón. Suspiro profundamente y miro a otros invitados. Mi familia está en los asientos de adelante, mis abuelos, los padres de mi papá, están en los asientos del lado derecho. Mi abuelo levanta sus pulgares hacia mí, pero mi abuela no deja de mirar hacia los asientos puestos en el lado izquierdo, donde se encuentra su otro nieto, Stefan, junto con mi ex novia, Farah. Al lado de mis abuelos están mis padres, quienes me miran con orgullo, mamá incluso está llorando, y eso que todavía no comienza la boda. Analizo a las demás personas que se encuentran tratando de no mirar hacia Farah: detrás de mis familiares, abuelos, primos y tíos, están los padres de Aarón y algunos compañeros que tuve en la facultad y con los que sigo manteniendo
26 de febrero de 2022Archer Alarcón—Mucho gusto —la niña estira su mano y yo la miro aturdido, pero, aun así, la tomo —. Mi nombre es Estrella Anjana Brownbear…, y soy tu hija.—Hi… ¿Hija? —Pregunto aturdido. Ni siquiera sé qué carajos estoy balbuceando. No debería preguntar lo obvio, esa pequeña es una mini yo.Llevo mi mirada nuevamente hacia el lugar donde se supone que debería seguir Farah, pero ella, sin embargo, comienza a alejarse, va hacia la entrada, yéndose. Mi hermano está a su lado. Su madre, Rebeka, pasa a su lado y la mira con pena, sin siquiera intentar hacerla quedarse. Sabe que su hija necesita espacio, el mismo espacio que necesito yo para pensar bien las cosas, pero mi curiosidad puede más.Y la verdad es que…Ahora que sé que soy su papá, no quiero ni piensa dejarla ir.Rebeka se coloca al lado de Jezabel. La mujer tiene su rostro serio y no deja de ver por su nieta como de seguro estuvo haciéndolo todo este tiempo.Dios, todo era tan obvio…¿Cómo es que nunca me
—Vas a ver, Archer, que esa mujer volverá a jugar contigo y te destruirá peor de lo que lo hizo la primera vez —dice Adelaida, con sus dientes apretados. Se sacude y hace que Ángel la suelte, antes de dar media vuelta y salir con mucha rapidez de la iglesia.Miro a mi padre y levanto el mentón, esperando a que diga algo, pero prefiero adelantarme, así que le digo:—Si tú también quieres reprocharme, vas a tener que esperar porque tengo a una niña a la que cuidar de la gente que no acepta la realidad. Es mi hija —trato de decirle lo más calmado posible, pero la verdad es que mi voz es tan amenazadora como llena de veneno.Todos están sorprendidos con esta faceta de mí, y no es para menos…, Archer Alarcón suele ser el más tranquilo, pacífico y mediador, pero eso se acabó.—¿Cómo te atreves, Archer? Pareciera que no me conocieras. Por Dios, esa niña es prácticamente una copia tuya. Es tu hija, eso está más que claro.Trago saliva con fuerza y siento un claro alivio al escuchar sus palabr
26 de febrero de 2022.Farah Brownbear—No tienes idea de cuánto te odio, Farah. Te odio como jamás pensé odiar a nadie en este mundo.El abrir la puerta y encontrarme con nada más y nada menos que a una de las tres personas a las que más amo en este mundo decirme esas horribles palabras con semejante firmeza, es de lejos lo peor que me ha pasado. El que Archer me odie lo supera todo.No sé por qué me impacta tanto el que me lo diga. Tenía muy en claro que, una vez que se enterara que tenía una hija a la que no crió por años, iba a odiarme.Pensé que estaba preparada para cuando llegara este momento.Se supone que tuve años donde me fui haciendo a la idea y no me dolería tanto cuando ese día llegara…Pero ese día es hoy, y no solo duele. Está destrozándome por dentro.El saber que soy la culpable de sus ojos rojizos, lágrimas incontenibles, cuerpo tembloroso y rígido, me parte por dentro.Ni siquiera intento cerrar la puerta. Lo hecho, hecho está. El día ha llegado, debo afrontar las
—Entonces… ¿sí me crees? —Pregunto con timidez. —Siempre. —¿Por qué? Te he dañado mucho, Archer. Incluso la persona más enamorada, luego de tanta decepción, se da por vencida —reconozco. —Siempre supe que había un motivo. Sabía que me amabas. Había una razón la suficientemente fuerte para que no me quisieras a tu lado aun cuando me amabas con la misma intensidad con la que yo te amo. Por eso no me daba por vencido contigo, hasta que casi logras convencerme…, desde hace una semana estaba convencido de que tú no me querías y que esas miradas de anhelo que me dabas eran imaginaciones mías. —¿Me amas o me odias? No logro entenderlo —susurro contra sus labios. —¿Creerás la respuesta que voy a darte? —responde como yo le respondí al comienzo de nuestra conversación. No espera a que yo responda —. Puedo entender tus motivos, Farah, pero pienso que debiste confiar un poco más en mí y darme más crédito. Independientemente de si era muy joven o no, debiste decirme y que juntos buscáramos un