11/ Cuídate, Farah. p2

—¡Hola, cariño! Te estaba buscando —llega Darla, con una enorme sonrisa en sus labios, abrazando los hombros de Archer y recostando su cabeza en su pecho. Él la envuelve con sus reconfortantes brazos y yo solo tengo ganas de irme a casa a llorar lo que resta de la noche.

—Sí. ¿Recuerdas que te comenté sobre el caso que tengo con Farah? —La chica asiente, estando realmente interesada. No puedo negarlo, ella es linda, y no hablo solo de su físico. Es una persona maravillosa en todos los sentidos. Es buena. Es todo lo contrario a mí.

Y aunque Archer es el amor de mi vida, sé que no puedo estar con él, así que me alegra que sea con ella con quien esté.

—Sí, me acuerdo. ¿Han avanzado algo? —Pregunta.

—Seguimos con esto de las pruebas, ya luego vendrán los primeros encuentros en la corte, pero ahora, no sé si decir que se está poniendo interesante o turbio. Su ex-socio está acosándola.

—¿Y no pueden hacer algo para que se detenga?

—Sí —Archer se voltea hacia mí —. Por favor, recuerda enviarme las capturas de pantalla. Esta misma noche enviaré todo a la comisaria para que le den una orden de alejamiento.

—Vale. Ahora mismo en cuanto llegue a casa te paso todo.

—¿Ya te vas? —Frunce el ceño —. La celebración sigue un poco más.

—Sí, pero yo… solo tenía poco tiempo para venir.

—Y yo la voy a acompañar —suelta Stefan. Los tres lo miramos con asombro.

—¿Tú acompañando a alguien? —Pregunta Archer, asombrado.

—Sí. Es mi buena amiga, Farah. Somos amigos de toda la vida.

—Jamás le hablaste hasta ahora.

—En mi mente era más mía que tuya.

Carraspeo cuando todo comienza a volverse incómodo. Incluso Darla suelta un poco su agarre de Archer y su sonrisa tambalea un poco.

—Bueno, yo ya debo irme. ¿Querías que tuviese guardaespaldas? Pues ya tengo a uno. Aquí está Stefan.

—Hablo en serio, Farah.

—Y nosotros también. ¿Qué mejor guardaespaldas que yo? —Replica su hermano.

—Espero que tengan una linda boda. Que todo salga súper bien y sean muy felices en su día —Les digo a los prometidos, mirándolos directamente a los ojos.

Podría jurar que lo que más nos sorprende a todos, porque sí, a mí me sorprende más, es el hecho de que estoy siendo sincera demás. Les estoy dando mis mejores deseos, unos genuinos, porque yo de verdad quiero a ese hombre y sé que con ella será feliz.

Es momento de que tomemos rumbos diferentes.

—Gracias —dice Darla por ambos. Archer tan solo me mira. Puedo notar el anhelo en su mirada.

—Recuerda lo que te pedí, Archer. Es mejor que dejes mi caso en manos de otro abogado que sea de tu confianza, así no tendrás que preocuparte y podrás disfrutar de estos días como se deben.

Archer planeaba hablar, pero su hermano se le adelanta.

—No se diga más. Yo seré tu nuevo abogado.

—Pero, ¿no eres del área de administración de la empresa?

—Pero también soy abogado.

—Bueno —me encojo de hombros.

Ni siquiera me da tiempo a despedirme, cuando ya Stefan me lleva arrastras a su lado.

—Nos vamos.

—¿Quieres explicarme cómo es eso de que vendrás conmigo? ¿A dónde vienes? —Le pregunto una vez que salimos del restaurante. Ni siquiera me despedí de la futura mamá. Le enviaré un mensaje explicándole mi situación con mi ex-socio y me excusaré con que me sentía mal debido a eso y me fui.

La verdad es que ya no podía ver más a Archer. Ni siquiera sé por qué cambié mi vuelo para el día de mañana. Eso solo hará que me den ganas de ir a la iglesia a torturarme mientras los veo casarse.

—Quiero ver a mi sobrina.

Me detengo en cuanto dice eso.

—Ellas ya no están en casa.

—¿Por qué no?

Tomo su mano y lo hago caminar. En cuanto me detengo frente a mi auto y le suelto la mano volteo a ver hacia la entrada del restaurante. Archer está allí. No dejó de mirarnos ni un minuto a Stefan y a mí.

—Mi hermanito es de todo, menos idiota. Él sabe que algo pasa aquí y que no solo se trata del hombre este al que quieres encarcelar.

—Se llama Edward.

—Como sea.

Stefan sube al auto y yo dejo te mirar a Archer para ir directo a mi asiento.

—Solo espero que no crea que es que yo quiero estar contigo de manera romántica o así.

—Ni siquiera pienses en eso. Tienes esposa —pongo mis ojos en blanco, y me centro en encender el auto y colocarme el cinturón.

—Una esposa a la que no amo y que no me ama. Y él lo sabe, está al tanto.

—Bueno, creo que es muy probable que yo acabe como tú: estaré con alguien a quien no quiero.

—Hay una gran diferencia entre tú y yo. Y es que tú te puedes conseguir a un chico y no te van a juzgar por si lo amas o no, porque lo importante para la sociedad es que estás cumpliendo con los estándares que se piden para ser aceptados, pero ¿yo? Es imposible que me acepten. ¿Sabes por qué? —Niego con mi cabeza —, porque en mi caso, si yo me decidiera a finalmente dejar a mi esposa y ser feliz con quien quiero, van a destrozarme tan solo porque esa persona es un hombre, como yo.

Justo cuando comenzaba a manejar detuve el auto abruptamente, haciéndonos tambalear de adelante hacia atrás.

—¡Espera! ¡No puedes soltar esos secretos mientras manejo! ¡¿Quieres que tengamos un accidente?!

—Maneja ya mismo o Archer va a acercarse.

Levanto mi mirada hacia su hermano y lo veo indeciso. No lo pienso dos veces, pongo en marcha el auto mientras analizo todo.

—¿Desde cuándo…? —Ni siquiera me deja hablar.

—Responderé todo lo que quieras, pero lo haré después de que respondas a mis preguntas.

—Es justo.

—¿Dónde está mi sobrina?

—En este momento deben estar tomando un vuelo camino a Los Ángeles. Ellas se van hoy y yo mañana.

—¡Quería verla! —Me reprocha.

—¡No tenía idea de que sabías que ella existía hasta hace una hora! —Me excuso —. Y, en todo caso, ¿Por qué no se lo has dicho a tu hermano?

Su respuesta me sorprende.

—Porque sé lo que es tener de enemiga a mi abuela y lo letales que son sus amenazas.

Aiis

Bueno. Comienza a salir a la luz todo. Queda un extra, una narración de este día por parte de Archer y luego se viene la boda. Espero que estén tan impacientes que yo de saber qué pasará. Tengan lindo día.

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