—¿Quieres explicarme cómo es que Stefan está involucrado en todo esto? —Pregunta mi madre de repente, y yo suspiro, cansado. Sabía que sería una conversación larga, hay demasiado por decir y procesar.
Sin embargo, cuando voy a hablar, otra voz prácticamente grita mientras camina hacia mí.
—¿Cómo es que de repente tengo que dejar que mi hermano se quede en un antro siendo cuidado por tu hermano que al parecer lo conoce demasiado bien? —Jezabel llega hasta mí y la incredulidad se hace presente en su rostro. Estira sus manos esperando una respuesta.
—¿Su hermano? —Pregunta papá.
—¿Stefan? —Ahora habla mamá.
—¿Mi hijo? —Ambos se miran, sin entender a lo que se refiere Jezabel.
Ella enarca una ceja y me mira primero a mí con una sonrisa antes de dirigirse hacia ellos.
—Sí, señores. Y al parecer se conocen demasiado bien…, es eso, o no encuentro otro motivo por el que mi hermano quería comerle la boca a besos.
—¡Jezabel! —Grita Farah en advertencia. Mirando hacia mis padres quienes ahora quedaron muy quietos, procesando las palabras de la rubia.
—¿Qué? ¿Acaso son de esos padres homofóbicos que no aceptan la sexualidad de sus hijos? Porque fácilmente puedo armarles un grupo de W******p para que se junten con el imbécil del mío. ¿Por qué creen que mi hermano viene cada poco tiempo? ¿Por qué creen que no llega a esta casa? Porque tenemos a un padre que lo detesta debido a sus preferencias sexuales —ella se voltea a mirar a mis padres y yo me compadezco de ellos. Pobres. Ha sido una noche explosiva y se han enterado de muchas cosas. Esto ya es inevitable. Jezabel se encuentra muy alterada y he aprendido a conocerla. No va a callarse —. Si ustedes piensan igual que él, y odian todo lo que tenga que ver con los homosexuales, entonces los invito a irse de mi casa. No los quiero aquí.
—Nosotros no sabíamos que nuestro hijo… —mi padre tartamudea y yo casi quiero reír.
—¡Por Dios! ¡Está casado con Micaela! —dice mi madre, como si fuera demasiado obvio.
—Corrección: Adelaida lo obligó a casarse con Micaela —el lugar se quedó en un silencio mortal después de mis palabras.
Pude sentir como se venía otra ola de discusiones cuando Ángel, quien tenía cargada a mi hija y Darvin, se acercaron al lugar.
—Oh, sí, y ustedes…, por ustedes también venía… —Jezabel no deja de reírse de manera irónica —, pueden irse a la m****a los dos.
Darvin frunce su ceño y retrocede dos pasos al ver lo que su novia le dice y Ángel tan solo levanta sus cejas y lame sus labios antes de sonreírle. No le afecta en lo más mínimo que ella lo mande a la m****a. A mí que me molesta, Ángel tiene a mi hija entre sus brazos, pero ella, sin embargo, lo que hace es mirar a su tío Ángel y reír con él.
¡Dios, no!
¡Me niego a tener una mini Ángel como hija!
—Jezabel… —intenta hablar Darvin, pero ella levanta una mano haciéndolo callar.
—Es cierto que extraño estar con alguien con quien pasarla bien, pero prefiero estar completamente sola a tener personas en mi vida que tratan de reprimir lo que soy, de hacer que sea otra persona, porque deben aceptarme como soy o irse, así que tú, Darvin, puedes irte en este preciso instante si lo que deseas es que yo sea ‘’más humilde’’ o alguna m****a de esa, porque me he cansado de intentar ser otra por ti, y que nunca sea suficiente.
Darvin mira a cada una de las personas que se encuentran alrededor de la mesa, antes de negar con su cabeza, retroceder dos pasos y voltearse para marcharse del lugar.
Ángel se empieza a reír, y aunque trata de cubrir sus labios con su mano libre, puesto que la otra tiene sujeta a mi hija, no puede reprimir la carcajada que suena, pero eso es hasta que Jezabel se voltea hacia él, lo mira con odio y habla:
—Y contigo ya me doy por vencida —la sonrisa se borra de los labios de mi mejor amigo en un segundo —, creí conocer a un Ángel completamente distinto, pero al parecer, te pareces más a él de lo que crees.
—No te atrevas a compararme con ese niñato. Ni un poco —advierte mi amigo, viéndose muy molesto.
La tensión es palpable en el aire, y todos observamos asombrados el cómo ahora es Jezabel quien de repente sonríe de manera maliciosa, antes de acercarse a Ángel y decirle, prácticamente en sus narices, lo siguiente:
—No. No hay punto de comparación alguna, porque tú, Ángel, tú eres peor. Haces que uno crea que eres un refugio donde soltar todos tus males y que estarán seguros por siempre. Haces que confíe en ti, y al final del día, tampoco apoyas mis decisiones o te esfuerzas por ello. Trataste muy mal a Darvin por darte un reloj de segunda mano, pero elogiaste a Stella por darte un simple llavero de metal. Sé que el de ella tiene mucho más significado porque venir de parte de alguien importante, pero, ¿dónde está la diferencia entre su regalo y el que él te dio? Ninguno era de oro o algún objeto original. Si no lo querías lo tenías que haber aceptado y luego tirado a la basura si querías, pero no era necesario que lo trataras tan mal.
—Tú misma lo has dicho. Un regalo provenía de alguien importante y el otro no.
—Feliz cumpleaños, Ángel. Espero que disfrutes del pastel que con mucho cariño te hice, cosa que, obviamente, no volverá a pasar. Aquí acaba nuestra amistad. No quiero que vuelvas a hablarme jamás. Nunca.
—¿Por haber tratado mal a tu novio? ¿Es en serio?
—Ojalá fuese solo por eso —ella deja de mirarnos y voltea a observarnos —. Pueden quedarse a cantar cumpleaños y a seguir la celebración, yo me iré a dormir.
—Jezabel… —susurra Farah, e intenta detenerla, pero la rubia deshace su agarre en su brazo y niega con su cabeza.
—Me cansé de todo.
Sus ojos aguados revelan cuanto sufrimiento siente, y aunque tiene razón por estar molesta con Ángel, sé que lo que más le duele es todo el tema de su hermano.
Espero por el bien de nuestra familia que mis padres no armen otro drama más. Y mucho menos que en los siguientes días no se pongan estúpidos con mi hermano. Él es otra persona que ya ha sufrido mucho, sobre todo porque no quería aceptarse tan cual es. Le ha costado todo el tema de la homosexualidad, e, independientemente de su decisión final, yo voy a defenderlo y apoyarlo a toda costa.
Jezabel se va y todos vemos cómo se aleja a pasos rápidos.
—Ve a hablar con ella… —Farah casi le suplica y él niega con su cabeza, soltando un pequeño suspiro que me hace irritar.
—Necesita su espacio y este no es el momento, Farah. Ya te lo dije. —Mientas va hablando, deja a mi hija en el piso y se inclina para dejar un pequeño beso en su cabeza —. ¿Quieres llevarte mi torta y protegerla a toda costa?
Mi hija sonríe emocionada y asiente sacudiendo su cabeza con euforia de arriba hacia abajo.
Él sonríe y luego vuelve a mirar el lugar por donde se fue Jezabel y niega con su cabeza.
Se pone recto y acomoda su corbata.
Ángel Alcacer podrá tener miles de problemas, e incluso podría tener el mundo cayendo sobre su cabeza, pero siempre debe verse bien para poder enfrentarlos.
Mete las manos en sus bolsillos y mira la larga mesa ordenada con comida, el pastel y bebidas. Un pequeño cartel de ‘’Feliz cumpleaños’’ lo hace sonreír, y es entonces cuando se voltea a mirarme.
—Y es por esta razón que no me gusta celebrar mi cumpleaños. No se trata solo de mis padres. Es que yo nací para arruinar todo lo que tenga que ver con mi felicidad, porque no estoy destinado a ser feliz —explica, y los padres de Aarón, quienes se encuentran un poco alejados y pudieron presenciar todo lo ocurrido, niegan con sus cabezas, sin estar de acuerdo con las palabras de mi mejor amigo.
Ángel se retira del lugar y todos volvemos a mirarnos las caras.
Mi hija bosteza y yo sonrío, siendo ahora quien la carga entre sus brazos. Ella rodea mi cuello y me dice que tiene sueño.
—Ya nos iremos, princesa.
—¿De verdad tío Ángel nunca será feliz? Eso es triste —pregunta, con su tono de voz preocupado.
—Él será feliz.
—¿Lo prometes?
—Lo prometo.
—No te olvides del pastel, papi. Tío Ángel me lo dio. Ahora es mío —exclama en medio de un bostezo.
—Lo dejaremos aquí. Luego yo te compro otro ¿vale?
Ella tan solo asiente y se queda dormida con su cabeza recostada en mi hombro
Le pido a Farah que se despida de todos por mí, puesto que nos iremos. Ya no hay nada que hacer aquí. Veo a Stella correr prácticamente hacia adentro de la mansión, en busca de su amiga, y entiendo entonces que, ellos no se dieron cuenta del tremendo drama que hubo. Tanto Aarón como Stella estaban tan ensimismados el uno en el otro que no presenciaron lo ocurrido alrededor.
Aarón habla con sus padres y supongo que los va a acompañar a buscar sus autos para despedirlos. Él no dejaría a Stella aquí con su amiga. Mejor dicho, si Aarón casi no dejaba a Stella sola antes de saber de su embarazo, imagínense ahora que sabe que tendrá un hijo. No quiere despegarse de su mujer, y aunque ella bromea con que la agobia, todos sabemos que disfrutar verlo movilizarse para cumplir sus antojos.
Me sorprendo cuando Farah se acerca a mis padres e intercambian algunas palabras. Mi madre vuelve a tocarle las manos y ella esta vez no se aleja. Se dicen algo más, y luego la madre de mi hija camina hacia mí.
—Según ellos sabían que mi madre no iba a venir porque le duele saber que Angélica es feliz con Markos, así como ella, Karla, es feliz con tu padre, Logan, y que mi papá falleció y no tiene lo que ellos siguen teniendo, un amor incondicional. El poder vivir y envejecer juntos… —me comenta Farah, con sus ojos cristalizados.
Yo acomodo a mi hija, sujetándola con tan solo un brazo y estiro el otro, ofreciéndolo para que Farah se refugie en mi pecho. Ella nos abraza tanto a mí como a mi hija.
—¿Quieres que la invite mañana a desayunar y pasemos un día en familia? Tu madre, Estrella, tú y yo.
Farah asiente y besa mi mejilla. Se aparta un poco de mí y sus ojos rojos me miran con una mezcla de adoración y ternura.
—Te amo. No olvido tus palabras. En mi vida tampoco ha habido otro hombre, solo tú, siempre tú.
Eso me hace sonreír. Beso su frente vuelvo a abrazarla por lo que creo que es un minuto entero, antes de soltarla y hacerla caminar a mi lado, yendo al garaje a buscar mi auto.
—¿Qué haremos ahora? —Pregunta ella en un susurro y yo le miro, casi implorándole con mi mirada.
—No puedo estar un segundo más sin ustedes, Farah.
—Yo tampoco quiero estarlo —admite.
Nunca me había sentido tan seguro como ahora de algo.
—Irán conmigo, a mi departamento y pasaremos la noche juntos. El día de mañana, luego de desayunar con tu madre, iremos a ver casas, Farah. Viviremos juntos, como la familia que ahora somos… ¿Qué me dices?
Espero ansioso su respuesta.
Les he dejado un capítulo super largo. Llevaba escribiéndolo desde anoche. Espero que les guste mucho. Nos vemos pronto.
01 de marzo de 2022Farah BrownbearMe remuevo y trato de quitar el brazo adormecido debajo de donde sea que esté. Aún tengo mucho sueño, por eso no abro mis ojos, tan solo quiero dormir sin tener ese peso sobre mí. Hago un sonido lastimero con garganta y, con todo el pesar del mundo, parpadeo varias veces, para luego abrir solo un ojo. La imagen que veo me hace abrir el otro también y fruncir el ceño.El peso en mi brazo es mi hija, ella tiene todo su trasero puesto sobre mi codo, así que poco a poco voy sacando mi brazo de debajo de ella y me voy incorporando en la cama. Estrella me está dando la espalda y se encuentra frente a su padre, tiene su cabeza puesta sobre el pecho de él y este tiene su mano sobre el cabello de ella.Mi hija está babeando el pecho de su padre mientras duerme con la boca abierta, y él refleja una paz mientras se mueve un poco para estar más cerca y besar su frente. Aún con eso, no se despierta.Suspiro mientras recuerdo todo lo que viví con mi hija anterior
—¿Está todo bien? —Pregunta él, y yo lo miro de reojo, acobardándome. Decido soltarlo todo de una vez. —Cuando me levanté me puse a pensar en muchas cosas y una de ellas es el revuelo que debe estar ocurriendo en este momento por la salida de la revista y la entrevista. —No tiene importancia, Farah. —Decidí pedirte un tiempo. Sus manos se ponen rígidas sobre las mías, y aunque se toma su tiempo, luego las aparta con lentitud. —¿Es algo que quieres? Porque si es así, entonces está bien, Farah —lo último lo susurra. Él traga saliva con fuerza e inclina su pecho hacia adelante, dejando sus antebrazos apoyados en sus rodillas. Se queda mirando hacia la nada. —No quiero que estemos separados, pero sé cuánto va a afectarte esto, Archer. No quedarás en buena posición cuando se dé por hecho que hace dos días ibas a casarte con una mujer, hace un día el mundo supo que tienes una hija, y ahora te muestras con la madre de esa hija. Van a destrozarte. —¿Crees que no pasará lo mismo contigo
Stella le hace la entrevista a Farah.—Buenas tardes, Stella.—Buenas tardes, jefa. Un placer haber sido elegida para realizar esta entrevista.—Tú solo quieres saber el chisme, ni siquiera te interesa la primicia, sino saber sobre mi vida personal y el por qué hay una mini Farah rondando por las calles tan de repente —Farah rueda sus ojos y sin cambiar su seria expresión se sienta en la silla alta que fue colocada en un extremo de la pequeña habitación donde estarían haciendo la entrevista.Stella se ríe debido a las palabras de su jefa.—Bueno, se supone que hasta hace unas horas tú no tenías hija y Archer era un empresario comprometido con otra.Farah enarca una ceja y aclara su garganta.—No me hagas arrepentirme de haberte elegido para hacerme la entrevista —amenaza.La sonrisa se borra de inmediato de la boca de la empleada y traga saliva con fuerza mientras se remueve en su asiento.—Lo siento.Los camarógrafos captan todo el momento y algunos de ellos casi ni respiran. Se divi
Archer AlarcónMe atrevo a apretar sus caderas con fuerza, sosteniendo su agarre, para que no deje de restregarse contra mi erección la cual hace crecer cada vez más. Ella lleva una de sus manos hacia mi cuello, y voltea su cabeza un poco, dejando algo de acceso para que pueda encargarme de hacer eso que a ella tanto le gusta: lamer su cuello. Ese siempre fue y veo que sigue siendo su punto débil, una zona donde el cosquilleo y las sensaciones que brotan de allí la hace estremecerse y encenderse.Ella de verdad quiere esto al igual que lo quiero yo.No veía el momento de estar con ella así, estando solos junto con nuestra hija, siendo felices, cocinándonos, ayudándonos con las cosas del hogar, saliendo como familia, y el sexo. Tocarla, sentirla, probarla…, es algo que de solo pensar en que estoy a nada de hacerlo, me acelera el corazón y me roba el aliento.Primero juego con mi nariz en lo que sería el pulso de su cuello, el cual se encuentra errático. Ella está igual que desesperada
—Eres muy guapo, Archer. —Gracias, solo me interesa que tú veas mi guapura. —Guapura… —ella se carcajea y nuestras partes se chocan, haciéndonos estremecer —. Te necesito, Archer. Dios. Quiero que me folles. —¿Y tú no te estás cuidando? —Ella niega con su cabeza y sonrío cuando escucho ese mismo sonido lastimero —. Podemos hacer otras cosas para obtener placer, Farah. No tenemos que follar para pasarla bien. —Pero yo quiero que me folles, Archer. He esperado demasiado, ya no puedo esperar más. Escucharla hablar así hace que me punce más el miembro. —Por favor… —suplica. Su mirada negra y profundamente dilatada me enloquece a tal punto que tomo su cuello y estampo mis labios contra los suyos, besándola con énfasis y desesperación. Tomo su cintura con mi otra mano y la levanto, sentándola sobre mí y haciéndola encajar en mi miembro de una sola estocada. Tengo que actuar rápido y taparle la boca ante el grito que suelta. Decido que es mejor seguir besándola mientras comienzo a mov
16 de marzo de 2022Archer AlarcónMi sentido del olfato se agudece y en medio de mis sueños frunzo el ceño e inspiro con ganas. Hay muchas mezclas de olores, todos muy ricos.Decido luchar contra las ganas de seguir durmiendo y abrir mis ojos. Muevo mi cuello de lado a lado y me desperezo, antes de inclinarme, sentándome en la cama y observar a mi alrededor. Nada. Nadie. Ninguna de mis dos chicas está en mi habitación.Sin embargo, sonrío al saber dónde están. El sonido de las ollas y música con volumen bajo proveniente de la cocina las delata.—No puede ser… —susurro para mí mismo, mientras una pequeña sonrisa se mece entre mis labios.Me levanto y voy directo hacia el pequeño baño de mi habitación. Realizo mis necesidades, lavo mis dientes y decido primero ir con mi mujer y mi hija antes de tener que alistarme para ir al trabajo.Salgo de la habitación y me adentro al living. Mi sonrisa se amplía cuando veo y escucho a Farah indicándole a Estrella cuál es el polvo de hornear, y en
—Te quiero, papi. Yo tampoco quería que la abuela quedara solita. —La abuela siempre nos tendrá —le promete su mamá y yo asiento, dándole seguridad a sus palabras. —Tenía miedo de que no te gustara mi dibujo. —¿Cómo no iba a gustarme? Me gusta todo lo que haces. Tienes talento. Estoy comenzando a notar que es algo que te gusta mucho hacer… ¿no? Mi hija se separa de mí, rompiendo el abrazo y sonríe asintiendo. —¿Te gustaría aprender a dibujar y pintar con tío Aarón? Estoy seguro que él no tendrá problemas con darte clases de vez en cuando. —¡Eso estaría genial! ¡También le hice un dibujo por su cumpleaños! —Eso está muy bueno. —En mi dibujo ya la tía Stella tiene una panza enorme —dice, y nos hace reír todavía más a su madre y a mí. —Bueno, no quiero romper la emoción del día, pero Estrella, ya debes ir a vestirte, cariño. Recuerda que iremos a ver lo del colegio donde ingresarás este mes, también iremos a casa de la abuela para ver nuestras habitaciones y limpiar un poco antes
Archer AlarcónTengo que frenar de golpe cuando me doy cuenta de que casi me paso un semáforo en rojo. Retrocedo el auto unos pasos y suspiro cuando escucho el conductor del auto pasando por delante de mi maldecirme. Bueno, tiene razón. Debería ir más atento a la carretera, pero todo lo que me acaban de informar me tiene la cabeza vuelta un lio y no puedo pensar en otra cosa que no sea eso.Sacudo mi cabeza y cierro los ojos por un instante. Ahora escucho bocinas sonando detrás de mí y cuando abro los ojos veo que ya el semáforo cambió a verde. Respiro profundamente y pongo el auto en marcha.La noticia que me dieron no va a dejarme en paz por el resto del día. No estaré tranquilo hasta hablar con Farah y contarle todo, e incluso, creo que ni así podré estarlo.Llego al restaurante y dejo el auto en el estacionamiento. Me adentro a este y Aarón es el primero en levantarse cuando me ve, ofreciéndome un abrazo con sus brazos abiertos. Sonrío, camino hacia él y lo abrazo de vuelta. Por u