—Entonces, el cumpleañero…
—Sé que soy más importante que todo mundo, incluso cuando no es mi cumpleaños, pero el día de hoy se han excedido un montón —Ángel se acerca a nosotros y yo me coloco al lado de Archer, mientras observo la escena, con una ceja enarcada.
Esto va a estar interesante.
—¿Eres Ángel? ¿El cumpleañero?
—La persona más importante del día, del mundo, y digamos que del universo también —el mencionado se encoge de hombros.
—Bueno, una buena autoestima, supongo —el chico ríe y estira su mano hacia Ángel, entregándole una caja envuelta con un lazo de regalo. Oh, oh. —Los amigos de Jezabel, también son los míos.
—Lo dudo —responde Ángel, dejando al chico pasmado en su lugar.
Ángel rompe la caja del regalo y saca lo que hay en él. Tira la caja al cesto de basura que hay a un lado y luego observa con una ceja levantada el reloj de lo que parece ser plata, que había dentro.
—¿Te parece que me visto con diseños de segunda mano? O lo que es peor… ¿Te parece que me pongo objetos piratas? Reconozco cuando un diseño no es original, y este rolex no lo es.
—Ángel… —susurra Jezabel.
—Yo…, solo quería darte un regalo, no sabía que debía ser original, amigo.
—No me llames amigo, no soy tu amigo —le tira el reloj a Archer, quien lo toma en el aire y decide guardarlo. Acerca sus labios a mi oído y me dice que al rato le regresará el reloj al chico, yo asiento. Y aunque disfruto ver a Ángel en su máximo esplendor, también me da pena por Darvin. No le ha hecho nada, solo intenta ser amable y le trajo un regalo por su cumpleaños.
—Lo siento, no volverá a pasar —Darvin se disculpa, notándose un poco incrédulo.
—Ángel… —Jezabel vuelve a llamar su atención y esta vez él sí la mira, pero no la deja hablar.
—¿Quién es? ¿Qué hace aquí?
—Es Darvin, mi novio.
Ángel asiente, como si estuviese procesando la información.
—No creí que estos eran tu tipo de chico.
—¿Perdón? —Darvin frunce el ceño y ahora se ve cabreado, muy molesto.
—Basta. Vamos a cenar. ¿Sí? —Jezabel intenta mantener el orden, pero Ángel no se ve con cara de ceder, y cuando está por replicar, decido acercarme y tomar su brazo.
—Me llevo al cumpleañero un momento, ya regresamos.
Prácticamente lo obligo a caminar detrás de mí. Soy muy consciente de que, si Ángel quisiera, ya se hubiese soltado de mi agarre, pero prefirió llevarme la corriente y seguirme.
Caminamos y caminamos, llegando a la parte trasera de la mansión. Y vaya que es enorme. Jezabel tiene un montón de espacio para sí sola. Nos encontramos con un pequeño lugar que está ambientado para pasar el rato: hay una larga pared donde se encuentra un gran televisor y frente a él hay unos inflables redondos y pequeñas almohadas alrededor. Unas luces no tan fuertes iluminan el lugar y están solo sobre el pequeño espacio, formando una especie de techo que no llega a cubrir el cielo.
Es muy bonito…
—¿Por qué no me dejaste terminar de masacrarlo?
—¿Por qué quieres masacrarlo en primer lugar?
—¿Vas a decirme que no te has dado cuenta? Porque es muy obvio que, tanto tú como Stella y mis dos amigos, ya se han dado cuenta, así que no lo niegues.
—Depende de lo que sea que estemos hablando.
—¿Quieres que sea directo?
—Siempre lo eres.
—Sí, y es por eso que voy a pedirles que no quiero que nadie se entrometa.
La sonrisa en mi rostro es automática. ¿Significa lo que creo que significa?
—¿En qué no deberíamos entrometernos, Ángel?
—Es demasiado obvio que Stella quiere, de una manera muy desesperada, que Jezabel y yo tengamos algo. Y mis amigos, aunque no lo admitan, también quieren verme ser feliz, tener a alguien finalmente, y tienen esperanza debido a mi comportamiento con Jezabel.
—¿Y qué? ¿Están todos equivocados?
—Pasa que al mismo tiempo piensan que, independientemente de si Jezabel llegara a sentir algo por mí o yo por ella, no queremos arriesgarnos a intentar algo. Cosa que tiene sentido.
—Lo tiene.
—Pero no para mí, Farah.
Ángel sonríe, y él lo hace de verdad. Sus ojos se iluminan, se sienta en uno de los dos inflable y toma una de las pequeñas pelotas de plástico que están a su alrededor y las empieza a tirar hacia la enorme piscina que está a un costado.
—El error de mis amigos es pensar que cuando a mí me llegara a gustar alguien iba a salir corriendo, huyendo de mis propios sentimientos, por miedo, pero la verdad es que, todo este tiempo no hacía más que vivir mi vida, disfrutando del sexo sin compromiso, de mis millones y la vida de lujo que tengo y de mis amigos y familiares que aunque no son de sangre, se parecen mucho a una…, sin embargo, siempre, desde que fallecieron mis padres, me he prometido a mí mismo que, una vez que llegara esa chica, no iba a dejar que nadie me ayudara, o que nadie se interpusiera, yo la conquistaría, solo.
—No es justo. Tú ayudaste a Archer a que estuviese conmigo, y según Stella ayudaste a Aarón a que estuviese con ella.
—Es cierto, pero quiero ser mi propio héroe. Y lo seré.
—Entonces, esa chica…, cuando llegue, ¿No vas a huir?
—¿No me ves huyendo, o sí?
La respiración se me atascó en la garganta. Sin pensarlo dos veces, camino hasta tumbarme sobre el otro inflable que hay a su lado.
—Entonces… ¿Jezabel?
—Todavía no es el momento para que estemos juntos, pero ya falta poco, muy poco, Farah.
—Regresó con su ex —le recuerdo.
—No es un impedimento para mí.
—¿Cómo sabes que ella siente lo mismo por ti?
—No lo creo. No lo sé. Solo sé lo que yo siento por ella y lo que estoy dispuesto a hacer para que sea mía y yo sea suyo. Y nadie va a interponerse en mis planes, Farah. Absolutamente nadie.
Sí, Ángel era posesivo, y supongo que en esta nueva faceta suyo lo sería todavía más.
—¿Por qué dices que todavía no es el momento?
Él sonríe.
—Falta poco para que lo sepan. Muy poco.
Para estas alturas ya se sabía en el libro 1 que Archer y Farah eran los protagonistas del libro 2, y bueno, ahora se confirma lo que obviamente supongo que ya saben, y es que Ángel y Jezabel serán los protagonistas del libro 3. Tengan una linda noche! Nos vemos dentro de muy poquito.
Archer Alarcón.No ha acabado un drama cuando enseguida comienza otro.Básicamente es así: Jezabel, en medio de una cena un poco apagada para ser una celebración de cumpleaños, recibe una llamada inesperada. Su hermano se encuentra preso, en la comisaría, por conducir ebrio y encima provocó un choque.Debido a este pequeño acontecimiento, ella creyó que era mejor que yo me hiciera cargo, cosa que era cierta, podría hacerme cargo, sí, pero… ¿Por qué mejor no complicar un poco más las cosas?Es decir…, en este preciso momento me encuentro de maravilla. Mi hija acaba de despertarse luego de haber dormido dos largas horas. Se levantó justo a tiempo, para cenar. Y tengo a una mujer que me hace enloquecer de la mejor manera posible recostada de mi pecho, mientras vemos a nuestra hija reírse, estando feliz, estando con Ángel a su lado, quien es el que le cuenta pequeñas anécdotas de Aarón, él y yo de cuando éramos pequeños.¿Por qué tendría yo que renunciar a disfrutar de mi familia? Sé que
—Siempre te he amado, Farah. Eres la única chica que ha robado mi aliento, mis miradas furtivas, ese temblor de manos al querer tocarte y no poder hacerlo, el hecho de que me pusieras tan nervioso como ninguna otra lo hacía, y al mismo tiempo me volvieras tan hablador para decirte todo lo que sentía. Siempre has sido especial. Tú y solo tú. La única mujer en vida —ahora no solo ella se encuentra acariciando mi mejilla, yo también estoy acariciando la suya.Me inclino para dejar un pequeño beso en sus labios. Uno que luego planeaba profundizar, pero un par de carraspeos nos hace separarnos y ver quien nos ha interrumpido.Siento como Farah se pone rígida de repente.—Mamá, papá…—es todo lo que digo, observando cómo se encuentran parados a nuestro lado. Ni siquiera se atreven a sentarse. Ellos solo quieren hablar. Me dijeron que solo querían llevar las cosas en paz y comenzar a involucrarse más porque quieren conocer a su nieta. Acaricio la espalda de Farah, y ella traga saliva con fuer
—¿Quieres explicarme cómo es que Stefan está involucrado en todo esto? —Pregunta mi madre de repente, y yo suspiro, cansado. Sabía que sería una conversación larga, hay demasiado por decir y procesar. Sin embargo, cuando voy a hablar, otra voz prácticamente grita mientras camina hacia mí. —¿Cómo es que de repente tengo que dejar que mi hermano se quede en un antro siendo cuidado por tu hermano que al parecer lo conoce demasiado bien? —Jezabel llega hasta mí y la incredulidad se hace presente en su rostro. Estira sus manos esperando una respuesta. —¿Su hermano? —Pregunta papá. —¿Stefan? —Ahora habla mamá. —¿Mi hijo? —Ambos se miran, sin entender a lo que se refiere Jezabel. Ella enarca una ceja y me mira primero a mí con una sonrisa antes de dirigirse hacia ellos. —Sí, señores. Y al parecer se conocen demasiado bien…, es eso, o no encuentro otro motivo por el que mi hermano quería comerle la boca a besos. —¡Jezabel! —Grita Farah en advertencia. Mirando hacia mis padres quienes a
01 de marzo de 2022Farah BrownbearMe remuevo y trato de quitar el brazo adormecido debajo de donde sea que esté. Aún tengo mucho sueño, por eso no abro mis ojos, tan solo quiero dormir sin tener ese peso sobre mí. Hago un sonido lastimero con garganta y, con todo el pesar del mundo, parpadeo varias veces, para luego abrir solo un ojo. La imagen que veo me hace abrir el otro también y fruncir el ceño.El peso en mi brazo es mi hija, ella tiene todo su trasero puesto sobre mi codo, así que poco a poco voy sacando mi brazo de debajo de ella y me voy incorporando en la cama. Estrella me está dando la espalda y se encuentra frente a su padre, tiene su cabeza puesta sobre el pecho de él y este tiene su mano sobre el cabello de ella.Mi hija está babeando el pecho de su padre mientras duerme con la boca abierta, y él refleja una paz mientras se mueve un poco para estar más cerca y besar su frente. Aún con eso, no se despierta.Suspiro mientras recuerdo todo lo que viví con mi hija anterior
—¿Está todo bien? —Pregunta él, y yo lo miro de reojo, acobardándome. Decido soltarlo todo de una vez. —Cuando me levanté me puse a pensar en muchas cosas y una de ellas es el revuelo que debe estar ocurriendo en este momento por la salida de la revista y la entrevista. —No tiene importancia, Farah. —Decidí pedirte un tiempo. Sus manos se ponen rígidas sobre las mías, y aunque se toma su tiempo, luego las aparta con lentitud. —¿Es algo que quieres? Porque si es así, entonces está bien, Farah —lo último lo susurra. Él traga saliva con fuerza e inclina su pecho hacia adelante, dejando sus antebrazos apoyados en sus rodillas. Se queda mirando hacia la nada. —No quiero que estemos separados, pero sé cuánto va a afectarte esto, Archer. No quedarás en buena posición cuando se dé por hecho que hace dos días ibas a casarte con una mujer, hace un día el mundo supo que tienes una hija, y ahora te muestras con la madre de esa hija. Van a destrozarte. —¿Crees que no pasará lo mismo contigo
Stella le hace la entrevista a Farah.—Buenas tardes, Stella.—Buenas tardes, jefa. Un placer haber sido elegida para realizar esta entrevista.—Tú solo quieres saber el chisme, ni siquiera te interesa la primicia, sino saber sobre mi vida personal y el por qué hay una mini Farah rondando por las calles tan de repente —Farah rueda sus ojos y sin cambiar su seria expresión se sienta en la silla alta que fue colocada en un extremo de la pequeña habitación donde estarían haciendo la entrevista.Stella se ríe debido a las palabras de su jefa.—Bueno, se supone que hasta hace unas horas tú no tenías hija y Archer era un empresario comprometido con otra.Farah enarca una ceja y aclara su garganta.—No me hagas arrepentirme de haberte elegido para hacerme la entrevista —amenaza.La sonrisa se borra de inmediato de la boca de la empleada y traga saliva con fuerza mientras se remueve en su asiento.—Lo siento.Los camarógrafos captan todo el momento y algunos de ellos casi ni respiran. Se divi
Archer AlarcónMe atrevo a apretar sus caderas con fuerza, sosteniendo su agarre, para que no deje de restregarse contra mi erección la cual hace crecer cada vez más. Ella lleva una de sus manos hacia mi cuello, y voltea su cabeza un poco, dejando algo de acceso para que pueda encargarme de hacer eso que a ella tanto le gusta: lamer su cuello. Ese siempre fue y veo que sigue siendo su punto débil, una zona donde el cosquilleo y las sensaciones que brotan de allí la hace estremecerse y encenderse.Ella de verdad quiere esto al igual que lo quiero yo.No veía el momento de estar con ella así, estando solos junto con nuestra hija, siendo felices, cocinándonos, ayudándonos con las cosas del hogar, saliendo como familia, y el sexo. Tocarla, sentirla, probarla…, es algo que de solo pensar en que estoy a nada de hacerlo, me acelera el corazón y me roba el aliento.Primero juego con mi nariz en lo que sería el pulso de su cuello, el cual se encuentra errático. Ella está igual que desesperada
—Eres muy guapo, Archer. —Gracias, solo me interesa que tú veas mi guapura. —Guapura… —ella se carcajea y nuestras partes se chocan, haciéndonos estremecer —. Te necesito, Archer. Dios. Quiero que me folles. —¿Y tú no te estás cuidando? —Ella niega con su cabeza y sonrío cuando escucho ese mismo sonido lastimero —. Podemos hacer otras cosas para obtener placer, Farah. No tenemos que follar para pasarla bien. —Pero yo quiero que me folles, Archer. He esperado demasiado, ya no puedo esperar más. Escucharla hablar así hace que me punce más el miembro. —Por favor… —suplica. Su mirada negra y profundamente dilatada me enloquece a tal punto que tomo su cuello y estampo mis labios contra los suyos, besándola con énfasis y desesperación. Tomo su cintura con mi otra mano y la levanto, sentándola sobre mí y haciéndola encajar en mi miembro de una sola estocada. Tengo que actuar rápido y taparle la boca ante el grito que suelta. Decido que es mejor seguir besándola mientras comienzo a mov