—Yo se lo dije y ella no me hizo caso —escucho a Stella refunfuñar y salgo de mi estupor para observar cómo se voltea entre los brazos de Aarón y cruza sus brazos molesta —. Quiero golpear a mi mejor amiga. Mucho.
—Quiero entender por qué quieres golpear a Jezabel…
Ella vuelve a voltearse entre los brazos de Aarón para dejar de mirarlo y ahora mirarme a mí.
—Le dije que había una chispa entre ella y Ángel. Me aseguró que no, que solo son amigos que se hacen bromas y compiten por todo, y para demostrármelo, llamó a su ex, quien ahora no es su maldito ex porque lo llamó justo para decirle que sí quería regresar con él.
—Vaya…
—Hace un año terminó con Darvin. La verdad es que era un buen chico. Ella lo hacía enloquecer, y siempre buscaba motivos para terminar con él. Pensaba que él la engañaba con la veterinaria de su gata, o que viajaba para ver a sus padres a otro país para no tener que soportar su actitud, y que a él le molestaba su forma de ser…, aunque eso último era cierto. Darvin le pedía cambiar, que fuese más halagadora con los demás y no consigo misma. A él no le gustaba que Jezabel resaltara sus atributos y que hablara de lo que hermosa que se veía, porque la hacía ver creída, y a él no le gustaba eso.
—Si es así, entonces puede que el hecho de que se iba de viaje no fuese solo por querer ver a sus padres, como pensaba Jezabel. A lo mejor sí que quería huir de ella —concluyo.
—Pues, sí, pero, independientemente de la razón, Jezabel buscaba cualquier motivo para acabarle porque no le gustaba las salidas con él, odiaba que fuese cien por ciento romántico y nada ardiente y, lo peor, es que él siempre discutía por lo que te dije anteriormente. La verdad es que no congeniaban, no pegaban con nada. No eran ni son el uno para el otro. Dicen que lo opuesto se atraen, y es cierto, porque funciona contigo y con Archer, pero en el caso de ella es completamente diferente. He visto como es con Ángel. Son tan parecidos, tienen los mismos gustos, aman retarse, y no les gusta que terceros sean mejores que ellos... ¡Por Dios! Sí, voy a golpearla para que reaccione.
—¿De verdad crees que ella y Ángel podrían llegar a tener algo? —Pregunto, todavía sorprendida por lo que mis oídos escuchan.
—Estoy cien por ciento segura de que incluso ya tienen algo, solo que ellos mismos todavía no lo saben.
Me volteo a mirar a Aarón, quien no dejaba de mirar a su mujer como un idiota embobado.
—¿Qué opinas de lo que dice Stella?
—Tiene toda la razón. Ya lo he comentado con Archer. Esto es una bomba de tiempo…, tenemos miedo tanto por si ocurre, como por si no ocurre. Hemos visto a un Ángel mujeriego, famoso por sus hábitos e insoportable con la gente que no le cae bien, pero a un Ángel enamorado… creo que comenzamos a presenciarlo.
—Pues, yo nunca lo había visto comportarse como se acaba de comportar hace unos segundos…
—¿De qué hablan? —Archer se acerca a nosotros y llega abrazándome de la misma manera en la que Aarón tiene abrazada a Stella, y deja un pequeño beso en mi mejilla —. ¿Por qué no están en la mesa?
—Estábamos hablando sobre Ángel y Jezabel.
—Y el hecho de que la quiero golpear —murmura Stella. El timbre suena y ella rueda sus ojos —. Esto va a ser una masacre.
—¿Estamos esperando a alguien más? Sé que invitaron a mi madre, pero ella decidió no venir.
—No, Farah, no es tu mamá —Stella suena cada vez más cabreada.
—Es Darvin —Aarón habla esta vez y yo abro mis ojos ampliamente al escucharlo —. Jezabel lo invitó y Stella todavía está molesta por eso.
—¡Es una reunión privada! ¡Ellos apenas regresaron esta mañana y ella ya lo está invitando a eventos donde no debería estar! —Explota.
—Tiene razón —me cruzo de brazos y Aarón resopla.
—Sí, pero no quiero que se siga alterando porque puede hacerle daño. Perdón, pero si Ángel y Jezabel no se dan cuenta de su chispa, como tú lo llamas, y si ella prefiere estar con Darvin en vez de arriesgarse a lo que tú dices que es algo que obviamente está ocurriendo con Ángel, es muy problema de ellos. Tienen que tomar sus propias decisiones y hacerse cargo de su vida —Aarón le habla, sin dejar de mirarla.
—Solo quiero lo mejor para mi amiga.
—¿Y cómo sabes que lo mejor es Ángel? —Stella se queda callada —. Sé que hay conexión, que hay atracción y hasta cariño entre ellos, yo también lo he presenciado a cada instante en el que se encuentran, pero eso no nos dice nada. He visto a Ángel en acción y a los minutos dejar tiradas a las mujeres porque no quiere nada serio con nadie, y ha dejado en claro que no cambiará. No quiere una pareja estable, está bien con la vida que lleva, y, si en algún momento deja de estarlo y quiere emparejarse con alguien, pues bien, que lo haga, que sea con quien desee hacerlo, pero no lo hará solamente porque así lo deseamos nosotros. Menos tratándose de Ángel. No va a ceder, y mucho menos si se siente obligado a hacerlo. Odia que lo obliguen, y perdón, pero no voy a perder a mi mejor amigo por andar sugiriéndole cosas que lo van a hacer sentir incómodo, y ustedes tampoco lo harán.
>>Siento mucho si estoy siendo duro, Stella, pero cada quien debe hacerse cargo de sus decisiones y tomar las que crean correctas, no porque otros lo quieran, sino porque así él o ella lo quiere, y si Jezabel quiere estar ahora con Darvin, pues que lo esté.
—No te molestes conmigo… —susurra ella y él suspira para luego sonreír, tomando su rostro entre sus manos —. No. Yo entiendo que es tu mejor amiga, y que quieres lo mejor para ella, pero ya cumpliste con tu parte de decirle tu opinión. Al final, es ella quien debe decidir si tomarla o no. Yo me preocupo por ti, Corazón. Todo este tema te tiene mal y te altera. En realidad, no es solo eso. Últimamente te andas alterando un poco por cualquier cosa, y eso no es bueno para el embarazo. Quiero que estés bien.
Ella asiente y él la abraza, antes de darle un beso y llevársela casi arrastras hacia la mesa.
—Me hubiese gustado preocuparme por tu embarazo de la manera en la que Aarón se preocupa por Stella… —susurra Archer y mi corazón se encoge.
Doy media vuelta y sus ojos verdes observan los míos oscuros. Mis dedos índice y medio recorren su mejilla y él cierra sus ojos, disfrutando del tacto.
—Es cierto que tuve muchos problemas, pero el saber que era tuyo y mío, me daban la poca fuerza con la que luchaba para que ella llegara a este mundo y no perderla en el camino como ya perdimos a nuestra luna.
—Siento mucho que hayamos perdido a Luna.
—Y yo haberte quitado todos estos años con Estrella…
El timbre de la casa vuelve a sonar y yo enarco una ceja cuando veo a Jezabel corriendo hacia la puerta para abrirla. De repente recuerdo a los padres de Archer y todo mi cuerpo se pone rígido. Me separo de él de inmediato y lo miro con el ceño fruncido.
—¡No me dijiste que tus padres estarían aquí! ¡Me odian! —reclamo.
—No lo hacen.
—Por supuesto que sí.
—Conocen a Ángel desde pequeño, vinieron por él, pero ya conversamos en el camino y les comenté sobre mi abuela. Mi padre, sobre todo, está avergonzado. Ellos no te odian, Farah.
—Yo solo…, no quiero que esto sea incómodo.
—Te juro que, a la primera señal de incomodidad, tú, Estrella y yo, nos iremos.
—¿Estrella está bien?
—Sí. Tardé un poco en venir porque se removió cuando la acosté en la cama y al saber que era yo quien la estaba acostando me pidió quedarme, y bueno, me quedé hasta que volvió a dormirse.
—Estaba muy ilusionada con el cumpleaños y mira, se quedó dormida —niego con mi cabeza —, de todas maneras, es probable que se vuelva a despertar en un rato, es algo que hace mucho.
—¿Eso es debido a qué?
—No lo sé. Ella dice que no hay ningún motivo, que está acostumbrada.
Dice que ya es como un hábito que ha tomado, aunque yo sospecho que hay más detrás.
—¿Quieres ir conmigo donde están mis padres?
—Necesito un momento más, Archer. Te juro que no puedo con los nervios. —Admito.
—Vale. Todo el tiempo que necesites.
—Hola, mucho gusto. Mi nombre es Darvin —Un chico tan solo un poco más alto que Jezabel se acerca a nosotros. Ella viene atrás dándonos una sonrisa de boca cerrada. Archer es el primero en saludar —. Supongo que tú no eres el cumpleañero.
—Soy Archer, un placer.
Archer le da la mano, presentándose y siendo amable, como siempre suele ser. Yo, sin embargo, cuando él voltea a verme, también tomo su mano, pero ni siquiera sonrío.
—Farah —es todo lo que digo.
—Entonces, el cumpleañero… —Sé que soy más importante que todo mundo, incluso cuando no es mi cumpleaños, pero el día de hoy se han excedido un montón —Ángel se acerca a nosotros y yo me coloco al lado de Archer, mientras observo la escena, con una ceja enarcada. Esto va a estar interesante. —¿Eres Ángel? ¿El cumpleañero? —La persona más importante del día, del mundo, y digamos que del universo también —el mencionado se encoge de hombros. —Bueno, una buena autoestima, supongo —el chico ríe y estira su mano hacia Ángel, entregándole una caja envuelta con un lazo de regalo. Oh, oh. —Los amigos de Jezabel, también son los míos. —Lo dudo —responde Ángel, dejando al chico pasmado en su lugar. Ángel rompe la caja del regalo y saca lo que hay en él. Tira la caja al cesto de basura que hay a un lado y luego observa con una ceja levantada el reloj de lo que parece ser plata, que había dentro. —¿Te parece que me visto con diseños de segunda mano? O lo que es peor… ¿Te parece que me pongo
Archer Alarcón.No ha acabado un drama cuando enseguida comienza otro.Básicamente es así: Jezabel, en medio de una cena un poco apagada para ser una celebración de cumpleaños, recibe una llamada inesperada. Su hermano se encuentra preso, en la comisaría, por conducir ebrio y encima provocó un choque.Debido a este pequeño acontecimiento, ella creyó que era mejor que yo me hiciera cargo, cosa que era cierta, podría hacerme cargo, sí, pero… ¿Por qué mejor no complicar un poco más las cosas?Es decir…, en este preciso momento me encuentro de maravilla. Mi hija acaba de despertarse luego de haber dormido dos largas horas. Se levantó justo a tiempo, para cenar. Y tengo a una mujer que me hace enloquecer de la mejor manera posible recostada de mi pecho, mientras vemos a nuestra hija reírse, estando feliz, estando con Ángel a su lado, quien es el que le cuenta pequeñas anécdotas de Aarón, él y yo de cuando éramos pequeños.¿Por qué tendría yo que renunciar a disfrutar de mi familia? Sé que
—Siempre te he amado, Farah. Eres la única chica que ha robado mi aliento, mis miradas furtivas, ese temblor de manos al querer tocarte y no poder hacerlo, el hecho de que me pusieras tan nervioso como ninguna otra lo hacía, y al mismo tiempo me volvieras tan hablador para decirte todo lo que sentía. Siempre has sido especial. Tú y solo tú. La única mujer en vida —ahora no solo ella se encuentra acariciando mi mejilla, yo también estoy acariciando la suya.Me inclino para dejar un pequeño beso en sus labios. Uno que luego planeaba profundizar, pero un par de carraspeos nos hace separarnos y ver quien nos ha interrumpido.Siento como Farah se pone rígida de repente.—Mamá, papá…—es todo lo que digo, observando cómo se encuentran parados a nuestro lado. Ni siquiera se atreven a sentarse. Ellos solo quieren hablar. Me dijeron que solo querían llevar las cosas en paz y comenzar a involucrarse más porque quieren conocer a su nieta. Acaricio la espalda de Farah, y ella traga saliva con fuer
—¿Quieres explicarme cómo es que Stefan está involucrado en todo esto? —Pregunta mi madre de repente, y yo suspiro, cansado. Sabía que sería una conversación larga, hay demasiado por decir y procesar. Sin embargo, cuando voy a hablar, otra voz prácticamente grita mientras camina hacia mí. —¿Cómo es que de repente tengo que dejar que mi hermano se quede en un antro siendo cuidado por tu hermano que al parecer lo conoce demasiado bien? —Jezabel llega hasta mí y la incredulidad se hace presente en su rostro. Estira sus manos esperando una respuesta. —¿Su hermano? —Pregunta papá. —¿Stefan? —Ahora habla mamá. —¿Mi hijo? —Ambos se miran, sin entender a lo que se refiere Jezabel. Ella enarca una ceja y me mira primero a mí con una sonrisa antes de dirigirse hacia ellos. —Sí, señores. Y al parecer se conocen demasiado bien…, es eso, o no encuentro otro motivo por el que mi hermano quería comerle la boca a besos. —¡Jezabel! —Grita Farah en advertencia. Mirando hacia mis padres quienes a
01 de marzo de 2022Farah BrownbearMe remuevo y trato de quitar el brazo adormecido debajo de donde sea que esté. Aún tengo mucho sueño, por eso no abro mis ojos, tan solo quiero dormir sin tener ese peso sobre mí. Hago un sonido lastimero con garganta y, con todo el pesar del mundo, parpadeo varias veces, para luego abrir solo un ojo. La imagen que veo me hace abrir el otro también y fruncir el ceño.El peso en mi brazo es mi hija, ella tiene todo su trasero puesto sobre mi codo, así que poco a poco voy sacando mi brazo de debajo de ella y me voy incorporando en la cama. Estrella me está dando la espalda y se encuentra frente a su padre, tiene su cabeza puesta sobre el pecho de él y este tiene su mano sobre el cabello de ella.Mi hija está babeando el pecho de su padre mientras duerme con la boca abierta, y él refleja una paz mientras se mueve un poco para estar más cerca y besar su frente. Aún con eso, no se despierta.Suspiro mientras recuerdo todo lo que viví con mi hija anterior
—¿Está todo bien? —Pregunta él, y yo lo miro de reojo, acobardándome. Decido soltarlo todo de una vez. —Cuando me levanté me puse a pensar en muchas cosas y una de ellas es el revuelo que debe estar ocurriendo en este momento por la salida de la revista y la entrevista. —No tiene importancia, Farah. —Decidí pedirte un tiempo. Sus manos se ponen rígidas sobre las mías, y aunque se toma su tiempo, luego las aparta con lentitud. —¿Es algo que quieres? Porque si es así, entonces está bien, Farah —lo último lo susurra. Él traga saliva con fuerza e inclina su pecho hacia adelante, dejando sus antebrazos apoyados en sus rodillas. Se queda mirando hacia la nada. —No quiero que estemos separados, pero sé cuánto va a afectarte esto, Archer. No quedarás en buena posición cuando se dé por hecho que hace dos días ibas a casarte con una mujer, hace un día el mundo supo que tienes una hija, y ahora te muestras con la madre de esa hija. Van a destrozarte. —¿Crees que no pasará lo mismo contigo
Stella le hace la entrevista a Farah.—Buenas tardes, Stella.—Buenas tardes, jefa. Un placer haber sido elegida para realizar esta entrevista.—Tú solo quieres saber el chisme, ni siquiera te interesa la primicia, sino saber sobre mi vida personal y el por qué hay una mini Farah rondando por las calles tan de repente —Farah rueda sus ojos y sin cambiar su seria expresión se sienta en la silla alta que fue colocada en un extremo de la pequeña habitación donde estarían haciendo la entrevista.Stella se ríe debido a las palabras de su jefa.—Bueno, se supone que hasta hace unas horas tú no tenías hija y Archer era un empresario comprometido con otra.Farah enarca una ceja y aclara su garganta.—No me hagas arrepentirme de haberte elegido para hacerme la entrevista —amenaza.La sonrisa se borra de inmediato de la boca de la empleada y traga saliva con fuerza mientras se remueve en su asiento.—Lo siento.Los camarógrafos captan todo el momento y algunos de ellos casi ni respiran. Se divi
Archer AlarcónMe atrevo a apretar sus caderas con fuerza, sosteniendo su agarre, para que no deje de restregarse contra mi erección la cual hace crecer cada vez más. Ella lleva una de sus manos hacia mi cuello, y voltea su cabeza un poco, dejando algo de acceso para que pueda encargarme de hacer eso que a ella tanto le gusta: lamer su cuello. Ese siempre fue y veo que sigue siendo su punto débil, una zona donde el cosquilleo y las sensaciones que brotan de allí la hace estremecerse y encenderse.Ella de verdad quiere esto al igual que lo quiero yo.No veía el momento de estar con ella así, estando solos junto con nuestra hija, siendo felices, cocinándonos, ayudándonos con las cosas del hogar, saliendo como familia, y el sexo. Tocarla, sentirla, probarla…, es algo que de solo pensar en que estoy a nada de hacerlo, me acelera el corazón y me roba el aliento.Primero juego con mi nariz en lo que sería el pulso de su cuello, el cual se encuentra errático. Ella está igual que desesperada