10/ Amenazas, secretos y verdades. p3

Siento que alguien me mira y pienso que se trata de Jezabel, pero noto que ella está abrazando a Stella, sin querer soltarla, así que volteo en la búsqueda de esa persona que puede que no deje de observarme. Me siento rara. No sé qué me pasa…

Tal vez son ideas mías…

Pero entonces, me topo con Stefan, quien asiente, como si me comprendiera.

Lo ignoro y limpio mis lágrimas antes de respirar profundamente e ir hacia donde se encuentra Stella y felicitarla. Ella no nota nada raro en mí. De hecho, hay varias personas llorando por la emoción, y también me pasa eso, pero es más que nada por mí que me encuentro así.

—Bueno, yo creo que ya me voy despidiendo…

—Ah, claro, también decidimos organizar esto temprano porque sabíamos que viajabas hoy —menciona Aarón, pero entonces yo suelto lo que no debería…

—De hecho, me voy mañana temprano —admito.

En cuanto hablo, Jezabel se para a mi lado y toma mi brazo, enroscándolo entre el suyo, cosa que últimamente está haciendo mucho. Siento que en algún momento va a cortarme la circulación de lo fuerte que me está agarrando.

—Y debido a eso Farah va a quedarse otro rato más. ¿Verdad, vida mía?

Con una ceja enarcada, mirada desafiante y labios ladeados, Jezabel me reta a contradecirla y yo trago saliva con fuerza. Sé lo loca que puede llegar a ser, así que, lo pienso bien por unos segundos, puesto que, si me niego, es capaz de gritar a los cuatro vientos que tengo una hija, y que, de mal en peor, no es solo mía, sino también de Archer.

—Claro… me quedaré un poco más.

Les sonrío lo más sincera que puedo, cuando la verdad es que lo que quiero hacer es salir corriendo. Me siento incómoda. Sobre todo, cuando noto como Stefan no me deja de mirar. Estuvo conversando con Jezabel todo el tiempo, pero no conmigo.

Si bien hoy me tomó del brazo y caminamos juntos hacia adentro, en realidad ni siquiera hemos hablado. Pensé que me odiaba por todo lo que había pasado conmigo y su hermano, y parece que así es. Ni siquiera Darla me mira tanto como lo hace él.

Y hablando de Darla… he tratado de no mirarla mucho, así como de no ser una de esas ex que odian a la nueva o esas cosas por el estilo, pero, aunque lo quisiera, es algo imposible de hacer.

Hay una gran diferencia entre Darla y las locas que estaban detrás de Aarón el año pasado, y es que, esta chica es completamente diferente. Ya veo por qué Archer se dio una oportunidad con ella. Son tal para cual. Ella es luz y bondad, así tal cual lo es él.

Están hechos el uno para el otro y sé que ocurrirá como le dije: va a amarla. Va a olvidarse de mi por completo.

—Hacen una buena pareja… ¿no lo crees? —En cuanto me dicen eso, noto que desde que comencé a pensar en Darla no pude dejar de mirarla junto a Archer.

Volteo alarmada, sobre todo, cuando veo que es Stefan quien está detrás de mí.

Quedamos frente a frente y planeo huir, pero no quiero volver las cosas incómodas, así que opto por lo que creo que es mejor.

—Por supuesto. Él merece ser feliz.

—Y ella igual…

—Claro…

Intento pasar por su lado, pero él toma mi brazo, deteniéndome a su lado. Mi corazón se dispara, y me pongo rígida cuando lo escucho decir:

—Pero no será feliz con él. Ni él con ella. Ellos no se aman.

—El amor no llega de manera inmediata.

—Sé que hay veces en que puede durar más, y veces en que puede durar menos, pero una cosa es el tiempo en que te enamores y otra es de quien te enamores y cuánto tiempo dures haciéndolo. Archer es de los que ama una sola vez y lo hace para siempre.

—¿Por qué haces esto, Stefan? Es tu hermano.

—Precisamente porque es mi hermano es que quiero lo mejor para él.

—¿Y ella no lo es? —Pregunto, soltándome disimuladamente. Aunque nadie ha notado que nuestra conversación es un poco tensa y fuera de lugar, puedo observar como Ángel comienza a darse cuenta de que algo pasa.

No deja de mirar hacia nosotros dos de vez en cuando.

—Una persona podrá ser todo lo buena que quieras, teniendo un trabajo estable, un trato bonito y una personalidad moldeable, pero cuando otra persona manda en su corazón, no importa el tipo de persona que sea. No importa si tú eres fuego y ella es calma. Porque, Farah, a Archer le gusta, le enloquece, lo estremece es tu caos, no la tranquilidad que ella pueda brindarle.

Y a mí me estremece es lo sincero que es él, lo amoroso y protector que es. El hecho de que sepa que jamás seré una buena mujer, pero él me acepta tal y como soy.

Pero no le digo eso a su hermano.

Eso no es lo que respondo.

—Eso ya no importa.

Intento irme. Intento huir sin importarme lo que sea que vaya a hacer Jezabel por no cumplir mi palabra y quedarme, pero lo siguiente que dice Stefan me paraliza en mi lugar:

—Es una suerte, sabes… Es una suerte que Estrella vaya a tener una amiga o amigo con el que pueda jugar muy pronto.

Se refiere al bebé que esperan Stella y Aarón, pero ha hablado de Estrella…

Estrella…

Él sabe la verdad.

Me pongo pálida de un momento a otro. Siento un escalofrío recorrer mi espina dorsal y mis piernas tambalear.

Stefan sabe de la existencia de su sobrina.

Aiis

Buen día, chicos!!! Quiero pedir disculpas por estar desaparecida, pero andaba de parciales y entre eso, el trabajo y los problemas familiares que tengo, no me dejaban tiempo ni de respirar. Ya he regresado. Trataré de actualizar más seguido. Sigo teniendo poco tiempo, pero actualizaré. Esta historia será mi prioridad porque es la que más siguen, así que, espero que puedan comprender y que sigan aquí. ¡Se vienen partes muy buenas! Se viene la boda... ¿Habrá o no habrá boda? Uy, uy.

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