24 de febrero de 2022.
Farah Brownbear.
Estoy perdida.
Creo que tomaré a Winston, lo sacaré del asiento conductor para subirme yo y manejar a toda potencia hasta chocar fuertemente contra algo. Me suicidaré. Así Archer no me odia tanto luego de descubrir la verdad.
—Te juro que, si bajas ahora, en vez de quedarte en shock como ya lo estás, vas a lograr que se sepa algo que todavía nadie está listo para escuchar.
—Si… ¿Verdad? —Le pregunto, pero mis piernas se niegan a obedecer. Tengo miedo de lo que vaya a pasar ahora.
Observo como mi madre mira a Archer como si se hubiese topado con un fantasma. Ella, con mucha lentitud hace que una Estrella muy sonriente se coloque detrás de ella, para que el hombre que me vuelve completamente loca no pueda verla. Pero es tarde. Todo mundo la ha visto.
—Sí. Sobre todo, si esa verdad llega a explotar justamente afuera de tu empresa.
—Esto va a ser un desastre.
Mis manos comenzaron a temblar. Mi respiración agitada no dejaba que el paso de aire hacia mis pulmones se diera de manera correcta y comenzaba a dolerme la espalda alta. Mis pies cosquilleaban y mi nariz empezó a picar. Pasa cuando la ansiedad empieza a consumirme.
Mi madre frunce el ceño y, no sé si lo hace para evitar cualquier posible pregunta que le fuese a hacer Archer, o porque realmente está preocupada por mí, pero comienza a gritar muy fuerte mi nombre.
—Farah. Ve, ahora.
—Sí. Voy…
Pero no me muevo ni un poco.
—¡Ahora! —Grita Winston, y yo me sobresalto. Tomo la manija y la jalo para bajar del auto.
Camino de manera frenética hacia dónde está mi madre y creo que mis pisadas son tan fuertes que llaman la atención de todos.
—Esto iba a decirte —escucho la voz de Archer —. Farah está bien. Ocurrió un accidente y anoche nos quedamos…
—Después le explico, Archer… —abro mucho mis ojos y estiro mis manos hacia afuera como preguntándole: ¿Qué demonios haces?
Él solo se encoge de hombros, y yo no puedo pensar en el descaro de Ángel. No puede ser. Se están juntando más de lo debido.
—Mamá, estoy bien… —Me planto frente a ella, y no me espero para nada el tremendo abrazo apretado que me da. Por un momento me quedo quieta, pero luego le correspondo y ella suspira diciendo palabras como ‘’nos asustaste mucho’’ ‘’la próxima vez avisa que no vendrás’’ y muchas cosas más.
Yo prometo que luego le contaré lo ocurrido, y planeo quedarme dentro del refugio de los brazos de mi madre, hasta que una pequeña voz chillona e infantil llama tanto mi atención como la de todos.
—¡Madrina Farah! —Mi hija corre hacia mí, abrazando mis piernas y actuando pésimo —. ¡Qué bueno que estás bien! Estábamos tan preocupadas.
—¿Madrina? —Pregunta Stella.
—¿Tienes una ahijada? —Ahora es Archer quien habla. Él no puede ver los ojos de su hija, puesto que la niña tiene lentes puestos, pero yo que estoy muy cerca, miro de reojo como voltea en la búsqueda de su voz e intenta mantenerse neutra ante la sonrisa que quiere brotar. La mirada de adoración que le da calienta mi alma.
Me hace sentir como la peor persona del mundo.
—¿Tú? ¿Con ahijada? —Jezabel hace resoplar a todo mundo —. Gente, perdón, pero estamos hablando de Farah Brownbear, es imposible visualizarla cerca de un niño. O, mejor dicho, es imposible visualizarla siendo cariñosa con cualquier persona.
—¡Jezabel! —La regaña su amiga, volteando a verme con sus ojos muy abiertos —. Dios mío, Farah, lo siento ¿sí?
—Tranquila, Stella. Ya sabemos cómo es tu amiga.
Jezabel frunce el ceño.
—¿Y cómo soy?
—Una arpía —es todo lo que respondo.
Contrario a como creo que va a reaccionar, ella sonríe y lanza su cabello hacia atrás, toda emocionada.
—Y a mucha honra.
—Farah… —escucho la voz de Archer y mi cuerpo se pone rígido —. ¿Podemos hablar un momento?
—Archer, quiero irme. Estoy cansada. ¿Te parece si te llamo más tarde?
—También estoy cansado, pasamos por lo mismo ¿recuerdas? —Enarco una ceja al escuchar lo molesto que suena.
¿Y ahora qué hice?
—¿Por qué mejor no nos cuentan qué es eso por lo que pasaron juntos…? —Cuestiona Jezabel.
Niego con mi cabeza y me volteo a mirar a mi mamá.
—Ve con mi… Ahijada… —ironizo al pronunciar la palabra —, hacia mi oficina. Ya las alcanzo.
—Vale. Pero no te nos vuelvas a perder. Nos tenías muy preocupadas.
—Es cierto má. —Estrella abre mucho sus ojos y mira a todos nerviosa. Sus cachetes se tornan dorados y sonríe —. Digo, madrastra…
—Voy enseguida, lo prometo.
—Ustedes pueden esperarme en el auto —Archer le entrega las llaves a Jezabel, sin dejar de mirarme. Se ve molesto.
Acaso… no. No. ¡No!
Es imposible.
Él no pudo haber deducido en tan solo pocos minutos que Estrella es su hija.
Sin embargo, de solo pensarlo, las palmas de las manos me sudan más.
—¡¿Y por qué no me entregas las llaves a mí?! —Protesta Stella y la miro extrañada.
Ese tipo de cosas a ella no le importan. No entiendo por qué está haciendo berrinches como si fuese una niña. De hecho, se parece a Jezabel.
—Tú sabes por qué.
—Oh, vamos. ¡Te enteraste hace unos minutos! Y encima, ¡Igual puedo manejar! ¡No sean dramáticos!
—Aquí la única que está haciendo drama, eres tú —replica él.
Stella resopla y comienza a caminar, siendo seguida por una sonriente Jezabel.
—¿Qué está pasando?
—Probablemente mañana te enteres.
—Mañana… no creo —fuerzo una sonrisa.
—¿Por qué no?
—Mañana en la noche sale mi vuelo de regreso a Los Ángeles.
Él se queda quieto por unos segundos. No deja de mirarme, de analizarme, como si esperara a que le dijera que es mentira, que no pienso irme, y que pase lo que pase estaré a su lado.
Pero eso es algo que no puedo hacer.
—¿No estarás en mi boda? —Pregunta en un susurro roto, dolido.
—Ambos sabemos que no es correcto, Archer.
—Dijiste que yo iba a poder. Que confiabas en mi…
—Te estoy haciendo todo más fácil.
—No lo creo.
—Sabes que sí. Estás esperando a que ocurra un milagro. A que yo cambie de opinión, a que te elija, como no lo hice antes. Y no va a ocurrir, Archer. Esa mujer que está dispuesta a casarse contigo, es una buena chica. Va a hacerte feliz.
—Ya lo hace. Porque sí, es buena, es linda, amable y una adoración, pero no se trata de cómo es una persona, se trata de lo que te hace sentir esa persona.
—Ella te hará sentir mucho —le aseguro, pero, aun así, mi voz titubea un poco.
—Ya ha pasado un año, Farah.
—Sigue intentándolo, Archer. Tú y yo no podemos estar juntos.
—Solo porque tú no quieres…
Y deseo con todas las ganas responderle que no es así, que yo quiero, pero no me atrevo ni voy a atreverme si la integridad de mi hija está de por medio.
Así que vuelvo a mentir. Por su bien, por el mío y el de mi hija. Incluso por el bien de mi madre.
—Exactamente. Yo no quiero —y lo miro fijamente al hablar. Mi hija no es para nada una actriz, pero yo ya he fingido tanto, que con el pasar del tiempo, he perfeccionado cada vez más mis mentiras —, y no puedes obligarme a hacer algo que no quiero. No estaré contigo Archer.
—Porque lo quieres a él… ¿cierto?
Suspiro y aprieto los ojos con fuerza.
—No vayas por ahí, por favor.
—Respóndeme.
—Sí, yo a él lo quiero —porque es la verdad.
Heikel es mi amigo y se ha ganado mi cariño, así que lo quiero, pero no de la manera en que Archer piensa. Él cree que yo estoy enamorada de Heikel, y no es así. Jamás podré amar a otro hombre como lo amo a él. Jamás otro hombre podrá robarme el corazón, porque Archer se lo llevó consigo desde la primera vez que nuestros ojos se toparon… Fue amor a primera vista. Tan así, que jamás pudimos ser amigos. Nuestro grupo se juntaba, pero por más que nosotros dos tratábamos de actuar como dos compañeros más, no podíamos. Era imposible. —Buena suerte mañana en tu viaje, Farah. Él comienza a caminar, alejándose de mí. Yo debería quedarme quieta, pero no puedo. —¿Eso es todo? —¿Solo de eso querías hablar conmigo? ¿En serio? Él detiene sus pasos y voltea a mirarme una vez más. Sus dolidos ojos verdes me hacen contener la respiración. Él sufre. No me gusta verlo sufrir. Por un instante quiero asegurarle que no tiene nada de qué preocuparse, que siempre ha sido él y solo él, pero entierro m
24 de febrero de 2022.Archer Alarcón.Me sentía como el propio imbécil. Mi corazón palpitaba demasiado rápido y mi sangre hervía y escocía, sentía un vacío inmenso en mi pecho, lo cual era completamente contradictorio con el hecho de que tuviese punzadas de dolor debido a una perdida.Pero aquí es donde pienso: ¿Qué perdida? Se siente como si la ruptura de Farah y mía hubiese sido reciente, sin embargo, ocurrió hace años. Soy el único idiota aquí que aún siente algo por el otro. Estoy enamorado solo. Antes de que ella regresara no me atrevía admitirlo, pero ya es una completa estupidez seguirlo ignorando.Voy a casarme con una chica a la que no amo y a la que no sé si pueda llegar a amar.Tengo certeza de que la quiero. Esa chica se ha sabido ganar mi cariño, pero no de la manera en la que un futuro espeso debería amar su futura esposa.Y me siento sucio por no tener las agallas necesarias para parar todo esto por el solo hecho de no decepcionarla.Solo puedo pensar en que, no quiero
—¿Desde cuándo lo conoces? —Comienzo a preguntarle.Necesito entender.—Hace un año. Febrero del año pasado. Solo viene en estas fechas.—¿Por qué?—Visita a su hermana en estas fechas, el resto del año está en otro país.—¿Él te gusta?—Sí.No estaba preparado para algo tan rotundo. A lo mejor no me hubiese sorprendido tanto si supiera que a mi hermano le gustaban los hombres.—Pero Micaela….—Prácticamente me obligaron a casarme con ella por el bien de esta familia, y lo mismo está pasando contigo.—A mí no me están obligando a nada —porque era cierto. La decisión de casarse con Darla fue mía.—Eso es lo que tú piensas. Eres tan ingenuo, Archer, que no te das cuenta de que nuestra madre y abuela nos han metido a estas mujeres por los ojos y nos han ido lavando el cerebro con palabras bonitas e insinuaciones que de inocentes no tienen nada, para que estemos con ellas. Todo lo que les importa es mantener el estatus social y que una vez que ellas mueran el legado continúe estando limpi
24 de febrero de 2022. Farah Brownbear. —¿Saben esos momentos que tienen con sus hermanos? ¿Risas? ¿Abrazos? Pero…, el más importante… ¿Peleas? ¿Discusiones? ¿Ofensas? Bueno. Mi hermano y yo no éramos los mejores. De hecho, había cero comprensión, confianza y compañerismo entre nosotros. No teníamos contacto básicamente, y cada uno prefería refugiarse en otra persona antes que ir con aquella con la que deberías de tener el mayor vínculo posible. >>Por suerte, hemos hecho las paces y estamos en un buen momento ahora. Me siento como cuando éramos niños y discutíamos, pero luego nos poníamos a jugar nuevamente, olvidándonos de lo ocurrido. Con el tiempo eso cambió, pero ahora tuvimos la dicha de conversarlo, meditarlo, y tratar de unirnos un poco más. Ser ese apoyo que debimos ser desde el principio y para siempre. >>Por desgracia, no en todos los casos sucede así. Hay muchos hermanos, familiares, amigos…, que dejan de hablarse en un momento y ya nada vuelve a ser igual, o discuten y
25 de febrero de 2022Cuando llego al lugar me paralizo al salir del auto. Ni siquiera cierro la puerta, simplemente me quedo parada mientras veo como de mi lado izquierdo se detiene el auto de Jezabel, quien sale de él y me sonríe de manera forzada. Ella mira detrás de mí, con una ceja enarcada y una mueca burlona en sus labios. Y ni hablar de la tensión en su cuerpo. Definitivamente está disfrutando ver como el auto de Archer se estaciona a mi lado derecho.Sí, mi auto quedó entre el de ellos dos. Y no es toda la sorpresa, de verdad me veo muy intrigada ante el hecho de verlo bajar de su auto con su prometida y que el día de mañana será esposa, y de la parte trasera sale su hermano mayor, quien lleva unos lentes de sol, pantalones ajustados y un aura muy misteriosa a su alrededor. Él me recuerda mucho a Ángel. Ante el mundo son cubos de hielos inalcanzables que jamás sonríen y actúan como robots, pero con sus amigos son los más protectores, alegres y con un gran apoyo incondicional.
Siento que alguien me mira y pienso que se trata de Jezabel, pero noto que ella está abrazando a Stella, sin querer soltarla, así que volteo en la búsqueda de esa persona que puede que no deje de observarme. Me siento rara. No sé qué me pasa… Tal vez son ideas mías… Pero entonces, me topo con Stefan, quien asiente, como si me comprendiera. Lo ignoro y limpio mis lágrimas antes de respirar profundamente e ir hacia donde se encuentra Stella y felicitarla. Ella no nota nada raro en mí. De hecho, hay varias personas llorando por la emoción, y también me pasa eso, pero es más que nada por mí que me encuentro así. —Bueno, yo creo que ya me voy despidiendo… —Ah, claro, también decidimos organizar esto temprano porque sabíamos que viajabas hoy —menciona Aarón, pero entonces yo suelto lo que no debería… —De hecho, me voy mañana temprano —admito. En cuanto hablo, Jezabel se para a mi lado y toma mi brazo, enroscándolo entre el suyo, cosa que últimamente está haciendo mucho. Siento que en
Hace un año.Stefan conoce al hermano de Jezabel, Zahir.Un año de casado.Eso es todo en lo que iba pensando el hombre mientras caminaba por la calle desolada, con tan solo una botella de licor en una mano y su celular en la otra. Poco le importaba si llegaban a robárselo, pues creía que le harían un favor si lo lograban a hacer.Ese aparato sonaba y sonaba entre sus manos. Su familia había viajado a New York para encontrarse con él y su esposa y así festejar ese año de casado.Se supone que ellos eran felices, una gran compañía el uno para el otro y que sus padres y abuelos acertaron al elegir a la chica perfecta para él, pero no había mentira más grande que esa, puesto que, en vez de estar en esa perfecta cena de celebración, de aniversario, ella le había gritado a él en su cara, una hora antes, que se iba a celebrar montándole los cachos que le montaba desde el día uno, desde que le dieron la desgracia de noticia de que tendría que compartir el resto de su vida con un hombre al qu
25 de febrero de 2022.Farah Brownbear.—Es una suerte, sabes… Es una suerte que Estrella vaya a tener una amiga o amigo con el que pueda jugar muy pronto.El mundo se derrumba ante mí.Stefan lo sabe, él lo sabe…Eso significa que…—¿Él también lo sabe? ¿Y no le ha interesado…? —Pregunto en un susurro.Mi mirada se vuelve borrosa enseguida. Las lágrimas nublan mi visión. ¿Por qué no lo sabría? Son hermanos. Stefan se lo debe de haber contado, o caso contrario. Yo de estúpida creyendo que Archer no lo sabía, pero resulta que siempre lo supo y le importó un carajo.Estrella no es importante para él…El corazón se me encoge. Siento como si alguien lo estuviese tomando con una mano y apretándolo con todas sus fuerzas, dejándome sin posibilidad alguna de contención, de poder sobrevivir ante tal pensamiento. Si solo creer eso me desestabiliza, no quiero imaginar cómo estaré cuando Stefan lo confirme.Bajo mi mirada. No quiero verlo a los ojos cuando lo diga. Ya han pasado unos segundos, pe