24 de febrero de 2022.
Farah Brownbear.
Me remuevo incómoda y aprieto con fuerza la almohada, simulando que es esa persona prohibida a la que quisiera tener a mi lado. Siempre hago lo mismo, la hago pasar por él. No quiero dejarlo ir, pero luego suena la alarma y me saca de mi ensoñación.
Solo que… esta vez no hay alarma alguna, y mejor aún —o podría decirse que en vez de mejor debería ser peor—, esta almohada no se siente como una. Se siente de carne y hueso, muy realista.
¿Saben de esa sensación que tienen cuando están durmiendo y el sueño es tan pesado que por más que intentan despertar, no pueden hacerlo? Bueno, así estoy desde hace muchos minutos. Quiero levantarme, pero, al mismo tiempo, quiero seguirme sintiendo protegida entre los brazos de este hombre al que mi imaginación está creando.
Pero esperen…
Él sí estaba acá conmigo…
Y este abrazo se siente tan real…
Abro mis ojos de golpe.
Primero separo mi rostro del suyo y abro mis ojos tan grandes que si cualquier persona me viera se asustaría pensando que podrían salirse de su lugar. Trago saliva con fuerzas cuando intento mover mi cuerpo y no puedo hacerlo debido a su muy bien apretado agarre. Tiene ambos brazos envueltos en mi cintura y nuestros cuerpos conectan de una manera muy prometedora.
¿Cómo m****a acabamos así? Recuerdo que yo me fui a una esquina a sentarme mientras trataba de evitarlo. Me puse a leer una carpeta del archivero y él se quedó revisando las demás, buscando datos y pistas importante que pudieran servir para el futuro juicio en contra de mi socio. Luego de eso, supongo que me quedé dormida porque no recuerdo nada más.
Ayer, luego de que viniera al trabajo por cuenta propia, puesto que Winston debía ir a un acto de su pequeña hija, él insistió en que quería, por lo menos, cubrir la segunda parte del día, fue por eso que en la tarde vino y se llevó mi auto y me aseguró que vendría por mí en cuanto lo llamara.
En este momento me estoy arrepintiendo, y mucho, de no haber insistido más yo y haberme salido con la mía, como siempre. Porque, si el auto hubiese estado aquí, en el estacionamiento, los vigilantes hubiesen sabido que me encontraba aquí y no se fuesen quedado tranquilos hasta dar conmigo. Más todavía si yo no les contestaba el celular porque no tenía señal.
Aunque bueno, ya no sé si esté tan arrepentida…
Lo veo soltar aire lentamente de entre sus labios en un pequeño suspiro. Y por un instante, solo uno muy pequeño, me permito ser débil y lamentarme porque sé que estoy perdiendo al mejor hombre del mundo. Un hombre que no solo es único y maravilloso, sino que también corresponde mis sentimientos tal cual como yo correspondo a los suyos.
Es muy difícil conseguir eso en esta vida. Muchas personas se enamoran solos, y eso debe ser doloroso.
Quisiera estirar mi mano y tocarlo, por lo menos una última vez. Acariciar su rostro y labios, besar su cuello y respirar escondida en él.
Sí, definitivamente me lamento por lo que estoy perdiendo.
Por ser una m*****a cobarde que no hace nada por miedo a terminar perdiéndolo todo.
No es una simple cosa la que está en juego. Se trata de mi hija, de mi empresa y el bienestar de mi pequeña familia. Incluso el mismo Archer está en peligro…
—Si de verdad existe una siguiente vida y se nos da la oportunidad de estar juntos en ella nuevamente, prometo no ser tan cobarde como lo soy en esta —susurro. Siento mis ojos pinchar y humedecerse mientras trato de que mi borrosa vista no afecte lo que miro. Sus largas pestañas, pómulos varoniles y barba corta, piel pálida y bien hidratada, sus cejas pobladas, las cuales resaltan su mirada verdosa cada vez que abre sus ojos, o sus labios carnosos. No hay una cosa en Archer que esté mal. Ni con su físico, y mucho menos en cuanto a su forma de ser.
Él es todo lo que está bien. Es el hombre que cualquiera quisiera tener. Y yo, que lo tuve, lo arruiné.
Ahora debo vivir bajo las sobras de algo que no fue, y que dolerá por el resto de mi vida.
Recuesto mi cabeza en su hombro nuevamente, y lo miro un poco más mientras limpio mis lágrimas. Suspiro varias veces y me remuevo, sabiendo que so va a hacer que se levante. Sin embargo, aprieta más mi cintura y yo gimo cuando su prominente erección choca contra mi pelvis. Ay Dios.
Lo veo fruncir el ceño e ir abriendo sus ojos lentamente. Evalúa el lugar en el que está y luego posa su mirada en la mía. Me sonríe, y aunque por un instante dudo en si caer o no, rápidamente me recompongo e intento salir de sus garras.
—¿Puedes soltarme, por favor?
Él baja su mirada y nota como me está tomando. Abre sus ojos ampliamente y me suelta con rapidez. Yo me levanto enseguida y acomodo mi traje.
—Lo siento.
—¿Cómo fue que terminé dormida entre tus brazos? —Me cruzo de brazos y lo veo rascar su nuca y desviar su mirada, escondiéndose de mí.
Tuve un momento de dejavú, donde el viejo Archer se avergonzada de las cosas y trataba de esconderse del mundo, con su timidez.
—Bueno, es que tú tenías frío y…
—¿Te pareció buena idea abrazarme?
Él frunció el ceño y me miro, molesto.
—No parecía disgustarte mientras me abrazabas como un coala.
—Como sea. No vuelvas a hacerlo.
—Ajá.
—Hay que ver cómo salir de aquí…
En cuanto digo esas palabras, estando molesta por lo que pasó, algo que no controlé y que me ha afectado mucho, la puerta del archivero se abre. Estuve a punto de decir un ‘’¡Gracias a Dios!’’, pero el asombro de ver a mi secretaria besarse apasionadamente con Josh Fernsby no me dejó hacerlo.
Abro mi boca muy en grande cuando observo como él prácticamente la tira contra un estante y se come su boca de manera exagerada, y lo peor es que ella le responde con la misma euforia y devoción.
Archer se aclara la garganta y ambos se separan, volteando a mirarnos, alarmados. La mano de Josh sale de entre la falda de Analía, y esta, estando toda sonrojada, y agitada, baja su mirada, pasando de la excitación al susto.
—Señorita Farah… —susurra, comenzando a juguetear con sus manos.
—Archer… —dice Josh, pero a diferencia de Analía, este nos mira con sospecha, como si intuyera que Archer y yo hemos venido a hacer lo mismo que estaban haciendo ellos. ¡Ya quisiera yo!
Digo… Esperen, ¿qué? ¡No! No quiero.
En fin.
—Nos quedamos encerrados anoche y no hemos podido salir o buscar ayuda. Aquí no llega la señal, así que no pudimos comunicarnos con nadie —les informo.
—Si logras subir las escaleras de aquel lado, hasta la parte de arriba del último estante de la columna izquierda, te encontrarás con que ese es el único pequeño espacio donde puedes conseguir algo de señal en este lugar —explica Josh.
—Tu explicación ha llegado tarde, Josh. Y a todas estas… ¿Cómo entraste?
Solo mi huella y la de Edward abre este lugar, y hay dos llaves, una la tiene Analía, pero recuerdo haberme dicho que no la encontraba aún, y la otra la tienen en administración por su ocurre alguna falla en el sistema de la huella dactilar.
—El año pasado me diste acceso a este lugar, ¿recuerdas? Yo estaba con mi tesis y estudiar en cualquier otro lugar de este edificio era una tortura. No hay un segundo en que la gente no deje de parlotear.
—Lo había olvidado —admito.
Miro a Analía detrás de él, y ella vuelve a encogerse. Mentiría si dijera que no estoy disfrutando esto. —¿Ustedes son pareja? —Pregunta Archer de repente, mirándolos fijamente. —No. De hecho, Analía tiene novio, pero ese novio no es Josh. ¿Cómo es que terminaron en esto? —Lo siento… —la escucho susurrar, y bufo. —Cariño, te dejaré dos lecciones que tu decidirás si vas a tomar o no: la primera es que pase lo que pase, jamás te arrepientas de hacer algo que te ha gustado mucho. La segunda es que, si ese algo que te gusta, puede dañar a un tercero o incluso a ti misma, entonces deja a ese tercero y quédate con lo que te gusta, porque luego las consecuencias podrían ser fatales. —Sí, bueno, no sé si sea atrevido que le responda a mi superior ya que podría despedirme… —es Josh quien habla porque Analía parece un cachorrito asustado. —Agradezco la sinceridad y que me digan las cosas de frente a que lo hagan a mis espaldas. Allí si los despediría con todo el gusto del mundo. —Solo que
24 de febrero de 2022.Farah Brownbear.Estoy perdida.Creo que tomaré a Winston, lo sacaré del asiento conductor para subirme yo y manejar a toda potencia hasta chocar fuertemente contra algo. Me suicidaré. Así Archer no me odia tanto luego de descubrir la verdad.—Te juro que, si bajas ahora, en vez de quedarte en shock como ya lo estás, vas a lograr que se sepa algo que todavía nadie está listo para escuchar.—Si… ¿Verdad? —Le pregunto, pero mis piernas se niegan a obedecer. Tengo miedo de lo que vaya a pasar ahora.Observo como mi madre mira a Archer como si se hubiese topado con un fantasma. Ella, con mucha lentitud hace que una Estrella muy sonriente se coloque detrás de ella, para que el hombre que me vuelve completamente loca no pueda verla. Pero es tarde. Todo mundo la ha visto.—Sí. Sobre todo, si esa verdad llega a explotar justamente afuera de tu empresa.—Esto va a ser un desastre.Mis manos comenzaron a temblar. Mi respiración agitada no dejaba que el paso de aire hacia
Heikel es mi amigo y se ha ganado mi cariño, así que lo quiero, pero no de la manera en que Archer piensa. Él cree que yo estoy enamorada de Heikel, y no es así. Jamás podré amar a otro hombre como lo amo a él. Jamás otro hombre podrá robarme el corazón, porque Archer se lo llevó consigo desde la primera vez que nuestros ojos se toparon… Fue amor a primera vista. Tan así, que jamás pudimos ser amigos. Nuestro grupo se juntaba, pero por más que nosotros dos tratábamos de actuar como dos compañeros más, no podíamos. Era imposible. —Buena suerte mañana en tu viaje, Farah. Él comienza a caminar, alejándose de mí. Yo debería quedarme quieta, pero no puedo. —¿Eso es todo? —¿Solo de eso querías hablar conmigo? ¿En serio? Él detiene sus pasos y voltea a mirarme una vez más. Sus dolidos ojos verdes me hacen contener la respiración. Él sufre. No me gusta verlo sufrir. Por un instante quiero asegurarle que no tiene nada de qué preocuparse, que siempre ha sido él y solo él, pero entierro m
24 de febrero de 2022.Archer Alarcón.Me sentía como el propio imbécil. Mi corazón palpitaba demasiado rápido y mi sangre hervía y escocía, sentía un vacío inmenso en mi pecho, lo cual era completamente contradictorio con el hecho de que tuviese punzadas de dolor debido a una perdida.Pero aquí es donde pienso: ¿Qué perdida? Se siente como si la ruptura de Farah y mía hubiese sido reciente, sin embargo, ocurrió hace años. Soy el único idiota aquí que aún siente algo por el otro. Estoy enamorado solo. Antes de que ella regresara no me atrevía admitirlo, pero ya es una completa estupidez seguirlo ignorando.Voy a casarme con una chica a la que no amo y a la que no sé si pueda llegar a amar.Tengo certeza de que la quiero. Esa chica se ha sabido ganar mi cariño, pero no de la manera en la que un futuro espeso debería amar su futura esposa.Y me siento sucio por no tener las agallas necesarias para parar todo esto por el solo hecho de no decepcionarla.Solo puedo pensar en que, no quiero
—¿Desde cuándo lo conoces? —Comienzo a preguntarle.Necesito entender.—Hace un año. Febrero del año pasado. Solo viene en estas fechas.—¿Por qué?—Visita a su hermana en estas fechas, el resto del año está en otro país.—¿Él te gusta?—Sí.No estaba preparado para algo tan rotundo. A lo mejor no me hubiese sorprendido tanto si supiera que a mi hermano le gustaban los hombres.—Pero Micaela….—Prácticamente me obligaron a casarme con ella por el bien de esta familia, y lo mismo está pasando contigo.—A mí no me están obligando a nada —porque era cierto. La decisión de casarse con Darla fue mía.—Eso es lo que tú piensas. Eres tan ingenuo, Archer, que no te das cuenta de que nuestra madre y abuela nos han metido a estas mujeres por los ojos y nos han ido lavando el cerebro con palabras bonitas e insinuaciones que de inocentes no tienen nada, para que estemos con ellas. Todo lo que les importa es mantener el estatus social y que una vez que ellas mueran el legado continúe estando limpi
24 de febrero de 2022. Farah Brownbear. —¿Saben esos momentos que tienen con sus hermanos? ¿Risas? ¿Abrazos? Pero…, el más importante… ¿Peleas? ¿Discusiones? ¿Ofensas? Bueno. Mi hermano y yo no éramos los mejores. De hecho, había cero comprensión, confianza y compañerismo entre nosotros. No teníamos contacto básicamente, y cada uno prefería refugiarse en otra persona antes que ir con aquella con la que deberías de tener el mayor vínculo posible. >>Por suerte, hemos hecho las paces y estamos en un buen momento ahora. Me siento como cuando éramos niños y discutíamos, pero luego nos poníamos a jugar nuevamente, olvidándonos de lo ocurrido. Con el tiempo eso cambió, pero ahora tuvimos la dicha de conversarlo, meditarlo, y tratar de unirnos un poco más. Ser ese apoyo que debimos ser desde el principio y para siempre. >>Por desgracia, no en todos los casos sucede así. Hay muchos hermanos, familiares, amigos…, que dejan de hablarse en un momento y ya nada vuelve a ser igual, o discuten y
25 de febrero de 2022Cuando llego al lugar me paralizo al salir del auto. Ni siquiera cierro la puerta, simplemente me quedo parada mientras veo como de mi lado izquierdo se detiene el auto de Jezabel, quien sale de él y me sonríe de manera forzada. Ella mira detrás de mí, con una ceja enarcada y una mueca burlona en sus labios. Y ni hablar de la tensión en su cuerpo. Definitivamente está disfrutando ver como el auto de Archer se estaciona a mi lado derecho.Sí, mi auto quedó entre el de ellos dos. Y no es toda la sorpresa, de verdad me veo muy intrigada ante el hecho de verlo bajar de su auto con su prometida y que el día de mañana será esposa, y de la parte trasera sale su hermano mayor, quien lleva unos lentes de sol, pantalones ajustados y un aura muy misteriosa a su alrededor. Él me recuerda mucho a Ángel. Ante el mundo son cubos de hielos inalcanzables que jamás sonríen y actúan como robots, pero con sus amigos son los más protectores, alegres y con un gran apoyo incondicional.
Siento que alguien me mira y pienso que se trata de Jezabel, pero noto que ella está abrazando a Stella, sin querer soltarla, así que volteo en la búsqueda de esa persona que puede que no deje de observarme. Me siento rara. No sé qué me pasa… Tal vez son ideas mías… Pero entonces, me topo con Stefan, quien asiente, como si me comprendiera. Lo ignoro y limpio mis lágrimas antes de respirar profundamente e ir hacia donde se encuentra Stella y felicitarla. Ella no nota nada raro en mí. De hecho, hay varias personas llorando por la emoción, y también me pasa eso, pero es más que nada por mí que me encuentro así. —Bueno, yo creo que ya me voy despidiendo… —Ah, claro, también decidimos organizar esto temprano porque sabíamos que viajabas hoy —menciona Aarón, pero entonces yo suelto lo que no debería… —De hecho, me voy mañana temprano —admito. En cuanto hablo, Jezabel se para a mi lado y toma mi brazo, enroscándolo entre el suyo, cosa que últimamente está haciendo mucho. Siento que en