—Lo he arruinado por tu culpa… —murmura entrecortadamente. Su pequeño llanto no la deja hablar bien y no puedo evitar pegarme más a ella y tomar su barbilla para que me mire fijamente.
Estamos demasiado cerca. A nuestros cuerpos solo los separa nuestra ropa, la cual se toca por nuestra cercanía. Sus profundos ojos negros con líneas rojizas debido al llanto me miran con debilidad, con tristeza, e incluso podría jurar que me están gritando mil cosas que no sé interpretar.
Solloza, mirándome fijamente, y siento mis ojos pinchar también, pero trato de contenerme lo más que pueda. Sus delicadas facciones se contraen cuando traga saliva con fuerza. Acerca su rostro un poco más y nuestras narices son las que ahora entran en contacto. La siento temblar. Cada vez va más vulnerable.
—Quiero consolarte con las mismas fuerzas con las que quiero besarte —me sincero.
—Si lo haces no habrá vuelta atrás, Archer. Será incluso peor —gimotea.
—Sin embargo, estás allí, sujetando con fuerzas un dibujo que hiciste, donde aparezco yo. ¿Por qué yo, Farah? ¿No se supone que no sientes nada por mí?
—Nunca dije que no sentía nada por ti.
Cierro mis ojos con fuerza y junto nuestras frentes.
—Me traicionaste…
—Hice lo que tenía que hacer.
Abro mis ojos y vuelvo a verla.
—¿Me traicionaste? —Pregunto.
Estoy cansado de afirmar algo y de creerlo para sufrir por ello, aun cuando tengo mis dudas. Hay mucha confusión de por medio.
—¿Importa eso a estas alturas?
—Contesta a la pregunta.
—No. Porque ya no importa si te engañé o no, Archer. Hemos avanzado, tú te vas a casar y yo…
—¿Tú qué? ¿De verdad, Farah? ¿De verdad soportarás verme estar con otra? ¿No me quieres ni un poco? —Maldita sea, ya no puedo parar. Otra vez lo estoy haciendo. Estoy confundiendo las cosas. Una vez más me acerco a Farah, pienso que las cosas no fueron como las hizo ver y la asusto con mis teorías absurdas haciéndola alejarse de mi por un tiempo hasta que vuelve a hablarme, tratándome como un simple conocido.
Pero no puedo evitarlo.
Ella vuelve a sollozar, y me sorprendo cuando pone su cabeza en mi pecho. La atraigo hacia mí, abrazándola. Era algo que ambos necesitábamos.
Si este será el verdadero final, entonces voy a aprovecharlo. La abrazaré muy fuerte y con esto le demostraré que, aunque ya no hay una posibilidad para un ´´nosotros´´, siempre voy a amarla.
Sin embargo, sus palabras me toman completamente por sorpresa.
—Estoy cansada de batallar contra mis verdaderos deseos, Archer. Contra lo que siento por ti… —esta vez no huye, no me grita que deje este amor enfermizo que me ha vuelto un obsesionado con ella, no busca una excusa para alejarme como sea. Ella se aferra a mi saco, correspondiendo mi abrazo, y estando ya sin fuerzas, refuerza lo que dice: —No soportaré verte con otra, y mucho menos he dejado de amarte, nunca lo hice, pero tú y yo… El tú y yo jamás sucederá.
Mis esperanzas caen repentinamente cuando escucho su última frase.
—¿Por qué no? Estás diciendo que me amas…
—Muchas veces uno puede amar a una persona, pero no querer estar con ella. Es contradictorio, pero es como es. Y es mi caso, Archer. —Se separa un poco de mí y me observa con esos ojos rojizos —. No quiero estar contigo.
Ella ha usado una palabra clave en su oración, y se trata de ´´querer´´.
Si ella hubiese dicho que no ´´podía´´ estar conmigo, hubiese entendido que hay alguna persona, cosa o circunstancia que le impide estar conmigo, pero no se trata de que no pueda, se trata de que no quiera. Ella no quiere estar conmigo.
Y yo no puedo obligarla a estarlo.
Tampoco soy de ese tipo de personas.
—Entiendo… —trago el nudo que se ha formado en mi garganta y me separo de ella. Suelo su mejilla con lentitud, y miro su rostro despacio, queriendo grabarlo. —No puedo más, Farah. Necesito un cierre definitivo o mi vida quedará estancada esperando a un amor que no está dispuesto a luchar como yo lo estoy.
—No puedes decir esas cosas cuando estás por casarte.
—Ni tú decir pretender que puedes soltar que todavía me amas, hacer un dibujo mío y mirarme de la manera en la que lo haces, y que yo no quiera hacer nada al respecto para que volvamos a pertenecernos.
—¿Crees que funcionará lo que vayas a hacer al respecto? Estos años has estado detrás de mí, Archer. ¿He accedido ante ti? ¿Por qué crees que podría llegar a acceder ahora? —Y es entonces cuando noto el cambio. Otra vez a puesto su máscara fría. Sigue mintiendo.
—No, no vas a acceder —sé que no lo hará —, porque eres una m*****a cobarde que prefiere evitar el sufrimiento a intentarlo.
Siento que el espíritu de Ángel se ha metido en mí, pero no me importa. De vez en cuando es necesario dejar salir tus demonios.
—Lo soy. —Asiente, sin dejar de mirarme ni un momento. Quiere dejar muy en claro que se mantendrá firme, pero yo ya estoy agotado de siempre lo mismo.
—Hasta aquí llegué, Farah. Me cansé. No puedo. No puedo más —mi voz tiembla cuando lo digo.
—¿Finalmente te diste por vencido, Archer? ¿Estás aceptando que no va a suceder eso que tanto deseas?
—Me voy por vencido, Farah. Sé que un tú y yo en esta vida, es imposible.
Sus lágrimas caen. Las mías se escapan de mis parpados y las lamo cuando caen sobre mis labios.
—Es el final definitivo.
—Es el final —afirmo.
—Vas a casarte con Darla, porque ella es una mujer maravillosa y se merecen. Serás muy feliz y te olvidarás de mí. Ni siquiera recordarás que existo.
—Quiero creerte, Farah —de verdad quiero hacerlo.
Quiero creer que de verdad puedo olvidarla. Arrancar de mi pecho este sentimiento que tanto me ha hecho daño.
—Vas a serlo —lleva una de sus manos a mi mejilla y pone su palma sobre ella, dejando su dedo pulgar moviéndose, acariciándome. Cierro los ojos por instinto, disfrutando de este último tacto de su parte —. Serás muy feliz.
—¿Y tú?
—Eso ya no va a importarte.
—¿Me lo aseguras?
—Te lo juro, Archer. Yo voy a dejar de importarte. Ya no te interesarás en mí. Solo seré un triste recuerdo de tu pasado y nada más.
Se aleja de mí y dobla la hoja, guardándola en su cartera nuevamente. Ignora la pinza que quedó en el suelo, y entonces, veo como limpia sus lágrimas y suspira profundamente varias veces, hasta lograr tener control de su cuerpo.
Quisiera ser como ella y tener el control de mis sentimientos. Pero voy a creerle. Ella quedará en mi pasado y seré feliz con Darla.
Limpio mis lágrimas y trato de calmar ese ardor que estruje mi pecho, pero no dejo de pensar en lo que acaba de pasar.
Mis pensamientos siempre están cubiertos por ella. ¿Cómo voy a olvidarla si sigo de esa manera?
—Intentaré abrir la puerta ahora —dice, usando la otra pinza que quedó dentro de la cartera, pero la puerta no abre, por más que lo intenta.
Seguimos buscando y tomo una lámina de polipropileno, que son las que usan para armar las carpetas, e intento insertarla por la pequeña abertura que hay entre la puerta cerrada y la pared, pero eso tampoco logra desbloquear el seguro.
—Olvídalo, no hay manera de salir —le digo.
—Bueno. Ni modo, parece que debemos esperar a que pase un milagro.
Ella camina hacia donde estoy y toma el postre a que está en el estante posado a mi lado, camina hasta regresar a su lugar de origen y sentarse en el suelo. Yo también se siento en el suelo y la miro comenzar a comer el Pavlova haciendo gemidos de satisfacción. Ella sonríe y lo disfruta, es algo que le gusta mucho. Parece una niña pequeña siendo consentida, algo que la tiene muy feliz, y entonces, no puedo evitar sonreír.
Por lo menos está teniendo un buen momento.
—¿Me das?
En cuanto lo pregunto, ella lleva la caja a su pecho indicándome que es suyo y que no lo comparte con nadie.
Levanto mis manos en alto, haciéndola ampliar su sonrisa.
—Pero solo un poco, eh. —Advierte, antes de acercarse y darme la caja y la pequeña cucharita con la que estaba comiendo. La caja solo traía una.
La tomo y como también. Ella no deja de mirarme en ningún momento. Menos deja de ver mis labios.
¿De verdad cree que podré dejarla en el pasado? Ella es inevitable.
Pero voy a intentarlo. Farah nunca rompe sus promesas y ella prometió que yo sería feliz y me olvidaría de ella.
—Dibujas como una niña de cinco años, por cierto —me burlo, y suprimo las ganas que tengo de besar sus mejillas rojizas debido a la vergüenza —. De hecho, si lo hubiese hecho una niña de cinco años, hubiese estado súper avanzada, porque en realidad está bien hecho. Pero tú eres una mujer de veintinueve años. Creo que podrías hacerlo mejor que esto.
—Tampoco me creas Aarón Abernathy, eh. —Rueda sus ojos y yo río.
—No, a ese nivel es imposible llegar.
Como otro poco de su postre antes de estirarlo hacia ella, entregándoselo. Farah lo toma entusiasmada y muy sonriente.
—Incluso con la emoción que sientes al ver tu postre favorito pareces una niña de cinco años.
—Seis…
—¿Qué cosa?
—Una niña de seis años.
—¿La edad importa? De todas maneras, pareces una niña, independientemente de la edad.
—Mejor que sea de seis años.
—Está bien, de seis años será.
24 de febrero de 2022.Farah Brownbear.Me remuevo incómoda y aprieto con fuerza la almohada, simulando que es esa persona prohibida a la que quisiera tener a mi lado. Siempre hago lo mismo, la hago pasar por él. No quiero dejarlo ir, pero luego suena la alarma y me saca de mi ensoñación.Solo que… esta vez no hay alarma alguna, y mejor aún —o podría decirse que en vez de mejor debería ser peor—, esta almohada no se siente como una. Se siente de carne y hueso, muy realista.¿Saben de esa sensación que tienen cuando están durmiendo y el sueño es tan pesado que por más que intentan despertar, no pueden hacerlo? Bueno, así estoy desde hace muchos minutos. Quiero levantarme, pero, al mismo tiempo, quiero seguirme sintiendo protegida entre los brazos de este hombre al que mi imaginación está creando.Pero esperen…Él sí estaba acá conmigo…Y este abrazo se siente tan real…Abro mis ojos de golpe.Primero separo mi rostro del suyo y abro mis ojos tan grandes que si cualquier persona me vier
Miro a Analía detrás de él, y ella vuelve a encogerse. Mentiría si dijera que no estoy disfrutando esto. —¿Ustedes son pareja? —Pregunta Archer de repente, mirándolos fijamente. —No. De hecho, Analía tiene novio, pero ese novio no es Josh. ¿Cómo es que terminaron en esto? —Lo siento… —la escucho susurrar, y bufo. —Cariño, te dejaré dos lecciones que tu decidirás si vas a tomar o no: la primera es que pase lo que pase, jamás te arrepientas de hacer algo que te ha gustado mucho. La segunda es que, si ese algo que te gusta, puede dañar a un tercero o incluso a ti misma, entonces deja a ese tercero y quédate con lo que te gusta, porque luego las consecuencias podrían ser fatales. —Sí, bueno, no sé si sea atrevido que le responda a mi superior ya que podría despedirme… —es Josh quien habla porque Analía parece un cachorrito asustado. —Agradezco la sinceridad y que me digan las cosas de frente a que lo hagan a mis espaldas. Allí si los despediría con todo el gusto del mundo. —Solo que
24 de febrero de 2022.Farah Brownbear.Estoy perdida.Creo que tomaré a Winston, lo sacaré del asiento conductor para subirme yo y manejar a toda potencia hasta chocar fuertemente contra algo. Me suicidaré. Así Archer no me odia tanto luego de descubrir la verdad.—Te juro que, si bajas ahora, en vez de quedarte en shock como ya lo estás, vas a lograr que se sepa algo que todavía nadie está listo para escuchar.—Si… ¿Verdad? —Le pregunto, pero mis piernas se niegan a obedecer. Tengo miedo de lo que vaya a pasar ahora.Observo como mi madre mira a Archer como si se hubiese topado con un fantasma. Ella, con mucha lentitud hace que una Estrella muy sonriente se coloque detrás de ella, para que el hombre que me vuelve completamente loca no pueda verla. Pero es tarde. Todo mundo la ha visto.—Sí. Sobre todo, si esa verdad llega a explotar justamente afuera de tu empresa.—Esto va a ser un desastre.Mis manos comenzaron a temblar. Mi respiración agitada no dejaba que el paso de aire hacia
Heikel es mi amigo y se ha ganado mi cariño, así que lo quiero, pero no de la manera en que Archer piensa. Él cree que yo estoy enamorada de Heikel, y no es así. Jamás podré amar a otro hombre como lo amo a él. Jamás otro hombre podrá robarme el corazón, porque Archer se lo llevó consigo desde la primera vez que nuestros ojos se toparon… Fue amor a primera vista. Tan así, que jamás pudimos ser amigos. Nuestro grupo se juntaba, pero por más que nosotros dos tratábamos de actuar como dos compañeros más, no podíamos. Era imposible. —Buena suerte mañana en tu viaje, Farah. Él comienza a caminar, alejándose de mí. Yo debería quedarme quieta, pero no puedo. —¿Eso es todo? —¿Solo de eso querías hablar conmigo? ¿En serio? Él detiene sus pasos y voltea a mirarme una vez más. Sus dolidos ojos verdes me hacen contener la respiración. Él sufre. No me gusta verlo sufrir. Por un instante quiero asegurarle que no tiene nada de qué preocuparse, que siempre ha sido él y solo él, pero entierro m
24 de febrero de 2022.Archer Alarcón.Me sentía como el propio imbécil. Mi corazón palpitaba demasiado rápido y mi sangre hervía y escocía, sentía un vacío inmenso en mi pecho, lo cual era completamente contradictorio con el hecho de que tuviese punzadas de dolor debido a una perdida.Pero aquí es donde pienso: ¿Qué perdida? Se siente como si la ruptura de Farah y mía hubiese sido reciente, sin embargo, ocurrió hace años. Soy el único idiota aquí que aún siente algo por el otro. Estoy enamorado solo. Antes de que ella regresara no me atrevía admitirlo, pero ya es una completa estupidez seguirlo ignorando.Voy a casarme con una chica a la que no amo y a la que no sé si pueda llegar a amar.Tengo certeza de que la quiero. Esa chica se ha sabido ganar mi cariño, pero no de la manera en la que un futuro espeso debería amar su futura esposa.Y me siento sucio por no tener las agallas necesarias para parar todo esto por el solo hecho de no decepcionarla.Solo puedo pensar en que, no quiero
—¿Desde cuándo lo conoces? —Comienzo a preguntarle.Necesito entender.—Hace un año. Febrero del año pasado. Solo viene en estas fechas.—¿Por qué?—Visita a su hermana en estas fechas, el resto del año está en otro país.—¿Él te gusta?—Sí.No estaba preparado para algo tan rotundo. A lo mejor no me hubiese sorprendido tanto si supiera que a mi hermano le gustaban los hombres.—Pero Micaela….—Prácticamente me obligaron a casarme con ella por el bien de esta familia, y lo mismo está pasando contigo.—A mí no me están obligando a nada —porque era cierto. La decisión de casarse con Darla fue mía.—Eso es lo que tú piensas. Eres tan ingenuo, Archer, que no te das cuenta de que nuestra madre y abuela nos han metido a estas mujeres por los ojos y nos han ido lavando el cerebro con palabras bonitas e insinuaciones que de inocentes no tienen nada, para que estemos con ellas. Todo lo que les importa es mantener el estatus social y que una vez que ellas mueran el legado continúe estando limpi
24 de febrero de 2022. Farah Brownbear. —¿Saben esos momentos que tienen con sus hermanos? ¿Risas? ¿Abrazos? Pero…, el más importante… ¿Peleas? ¿Discusiones? ¿Ofensas? Bueno. Mi hermano y yo no éramos los mejores. De hecho, había cero comprensión, confianza y compañerismo entre nosotros. No teníamos contacto básicamente, y cada uno prefería refugiarse en otra persona antes que ir con aquella con la que deberías de tener el mayor vínculo posible. >>Por suerte, hemos hecho las paces y estamos en un buen momento ahora. Me siento como cuando éramos niños y discutíamos, pero luego nos poníamos a jugar nuevamente, olvidándonos de lo ocurrido. Con el tiempo eso cambió, pero ahora tuvimos la dicha de conversarlo, meditarlo, y tratar de unirnos un poco más. Ser ese apoyo que debimos ser desde el principio y para siempre. >>Por desgracia, no en todos los casos sucede así. Hay muchos hermanos, familiares, amigos…, que dejan de hablarse en un momento y ya nada vuelve a ser igual, o discuten y
25 de febrero de 2022Cuando llego al lugar me paralizo al salir del auto. Ni siquiera cierro la puerta, simplemente me quedo parada mientras veo como de mi lado izquierdo se detiene el auto de Jezabel, quien sale de él y me sonríe de manera forzada. Ella mira detrás de mí, con una ceja enarcada y una mueca burlona en sus labios. Y ni hablar de la tensión en su cuerpo. Definitivamente está disfrutando ver como el auto de Archer se estaciona a mi lado derecho.Sí, mi auto quedó entre el de ellos dos. Y no es toda la sorpresa, de verdad me veo muy intrigada ante el hecho de verlo bajar de su auto con su prometida y que el día de mañana será esposa, y de la parte trasera sale su hermano mayor, quien lleva unos lentes de sol, pantalones ajustados y un aura muy misteriosa a su alrededor. Él me recuerda mucho a Ángel. Ante el mundo son cubos de hielos inalcanzables que jamás sonríen y actúan como robots, pero con sus amigos son los más protectores, alegres y con un gran apoyo incondicional.