>>Pero hubo dos sobrevivientes y también vieron los videos de seguridad de la empresa. Piensan que ella estuvo de nuestra parte todo este tiempo. Creen que como impedimos que la mataran y la llevamos con nosotros, forma parte de nuestro equipo, y no es así.
—¿Pero entonces sigue contigo?
—Sí, no la puedo dejar ir hasta que esté a salvo o logre comprobar que no trabaja para mí.
—Y supongo que ella quiere irse.
—Supones bien, pero yo no la dejo ir. Por eso es que te digo que es un secuestro. Es por su bien. —Se encoge de hombros al decirlo, y se acerca más a mí, quitando las manos de mi rostro y juntando nuestras frentes —. En el fondo no quiero encontrar alguna prueba y quiero dejar que ellos sigan creyendo que ella trabaja para mí, porque así no tendría que dejarla ir…
—Te gusta… —Susurro, sonriendo.
—Creo que es más que eso…
—¿Y ella?
—Ella es una testaruda de m****a —se aparta de mí y suspira fuertemente, mirando hacia el piso, como quedando en un pequeño trance que lo hace negar con su cabeza y sonreír mientras piensa en algo, o creo que sería mejor decir que piensa en alguien, en ella —. Altanera. Peleona. Boca sucia. Rebelde…
—Te tiene loco, eh.
—Ama a otro. Y no soy de los que obliga a las personas a que estén conmigo.
—Lo dice el que la secuestró… —Bromeó.
—Ya te expliqué por qué.
—Ajá.
Mi celular vibra sobre la mesa y veo el chat grupal de Los Triple A. Me Coloco recta en mi asiento y dejo de sonreír cuando veo que Ángel ha enviado una foto al grupo…
Una foto mía y de Heikel con nuestras frente y narices juntas y sonrisas en nuestros rostros. M****a.
Volteo a mirar a Ángel y me saluda como si nada.
—Oye, ya debo irme. Saluda a mi sobrina de mi parte ¿vale? Dile que su tío la adora. —Abre un poco su saco y saca un pequeño estuche para entregármelo —. Entrégale este regalo.
—¿Puedo abrirlo? —Le pregunto.
—Puedes.
Sonrío y me sorprendo cuando abro el estuche y miro una pulsera de oro muy hermosa. Es finita y con pequeños detalles que resaltan el nombre de mi hija en ella.
—Waow… —levanto mi mirada y luego me pongo de pie para abrazarlo —. Ella te quiere mucho y siempre pregunta por ti.
—La próxima vez iré directo a los ángeles para tener un día sobrina-tío.
—Y con su abuela también. Ya sabes que no se le despega.
—Será perfecto. Un día de cuatro, me parece justo.
—Adiós, Heikel. Cuídate mucho.
—Adiós, Farah. Interrumpe esa boda, por favor.
—Eso no sucederá.
—Es una lástima —se lamenta, besando mi mejilla y saliendo del lugar. Veo cómo se reúne con varios hombres que esperan a que él pase para luego ir detrás de él.
—Mesero… —levanto mi mano, llamando la atención de uno de ellos.
—Dígame —se acerca hacia mí y comienza a levantar las cosas de encima de la mesa.
—¿Me pasas la cuenta de lo que hemos consumido?
—El señor lo ha dejado todo pago. ¿No te dijo nada? —Me mira, extrañado.
—Debí haberlo olvidado.
Estúpido Heikel. Siempre me hace la misma jugada. Quedamos en que una vez pagaba él y la próxima yo, y así sucesivamente, pero él siempre paga todo antes de irse para que yo luego no lo haga.
Otro mensaje llega al grupo y lo veo. Es otra foto mía y de Heikel, esta vez despidiéndonos, pero ambos tenemos la pulsera de mi hija entre nuestras manos. Ángel pone: ‘’Alguien obtuvo un regalo en su cita’’.
Observo bien la imagen tratando de observar si se ve el nombre que tiene plasmada la pulsera, pero por suerte no se ve, así que respiro en alivio. Guardo el celular y el estuche en mi cartera y me levanto, caminando hacia la mesa donde están Ángel y Jezabel.
—¿Por qué se supone que son necesarias esas fotos explicando lo que hago con mi vida? —Le pregunto a Ángel y me siento frente a él, sin importarme no haber sido invitada.
—Porque eres nuestra amiga, y porque quiero molestar a Archer —se encoge de hombros.
—¿Y por qué Archer se molestaría?
No tiene sentido. Cada quien siguió con su vida. Punto.
—¿Estás saliendo con Heikel? ¿Es cierto todo lo de la universidad? —Ángel siempre sin tapujos en la lengua.
—No voy a hablar de eso.
—Nunca quieres hablar de eso.
—¿Qué se supone que es un eso? —Se entromete Jezabel.
Mi celular suena y veo que quien llama es Archer.
—Hola, Archer…
Ángel enarca una ceja y yo ruedo mis ojos.
—Ya acabé en mi oficina, estoy yendo hacia ICON.
—Estoy en un restaurante con Ángel y con Jezabel.
—Sí, ya lo sé, por eso te avisaba, quería saber si aún íbamos a vernos o lo dejábamos para otro día.
Su tono cortante y muy técnico me hizo sentir rara. Ya sabe que estoy aquí con ellos.
Traducción: ya ha visto los mensajes y sabe que estaba aquí con Heikel.
—Ya voy hacia ICON —es todo lo que respondo.
—Nos vemos allá.
Él cuelga la llamada y yo observo mi celular con el ceño fruncido. ¿Qué le pasa?
—¿Todo bien, mi queridísima Farah?
Ángel se burla de mí, pero luego deja de reír cuando ve que volteo a mirar a Jezabel.
—Búscale una chica de la que se enamore perdidamente para que luego sufra al no poder tenerla.
—Lo haré —ella aplaude y luego se encoge de hombros cuando observa la indignación con la que él la mira.
—Pensé que éramos amigos —le dice él.
—Mi única amiga es Stella —responde ella.
—Pero…
Jezabel le mete un pedazo de pan en la boca para que deje de hablar y yo ruedo mis ojos antes de salir de ese lugar.
Subo a mi auto y manejo hasta mi empresa. La verdad es que no queda lejos. Está como a ocho minutos en auto y a quince caminando. Me fuese caminando, ya que eso me ayuda a pensar, pero quiero llegar rápido porque Archer también está cerca, no me sorprendería si ya estuviese allí.
Entonces, cuando voy a entrar al estacionamiento, su auto se detiene frente al mío y ambos quedamos atrapados en la entrada. Nos vemos por nuestra ventana y él traga saliva con fuerza antes de apartar su mirada de mí y hacer a su auto retroceder un poco para que yo pueda entrar. Con su mano me hace señas para que me adelante y así lo hago. Por el retrovisor lo veo venir detrás. Detengo mi auto y él coloca el suyo al lado del mío y se toma su tiempo para salir, al igual que yo.
—Hola… —murmuro una vez que estamos afuera. Incluso sueno tímida y me quiero golpear por eso. ¿Tímida yo? No me jodas.
—Hola, Farah. ¿Cómo estuvo tu almuerzo? —Pregunta, tiene el rostro neutro, sin expresión alguna.
Nunca supe lo que era ver a Archer celoso. Él sabía lo perdidamente enamorada que estaba de él y Heikel llegó al final, fue la gota que colmó el vaso, así que jamás experimente eso, pero ahora se siente como si estuviésemos en la adolescencia y él me reclamara de manera muy cordial y amable por haber ido a comer con Heikel.
—Bien…
En realidad, había dejado mi almuerzo aquí, en mi oficina. Mientras trabajaba me olvidé de comer, de existir, de mí. Todo lo que importaba era acabar lo que estaba haciendo, y luego cuando Heikel me ofreció la comida fue que recordé que no había comido, por eso no dudé en comer.
—¿Vamos a tu oficina? —Tan solo asiento y camino delante de él, acomodando mi cartera sobre mi hombro, para que no se cayera.
Entramos y el oficial me saluda. Todos los empleados se fueron porque su horario acabó hace hora y media, tan solo quedaron dos vigilantes que acaban su turno en media hora, a las siete de la tarde. Saludo a uno de ellos y me dejan pasar junto con Archer.
Vamos directo a mi oficina y nos sentamos, yo en mi respectivo asiento y el frente a mí.
Le ofrezco algo de beber o comer, pero él coloca delante de mí una caja que traía consigo y de la que no me di cuenta. Mi respiración se entrecorta al ver que se trata de un postre de Pavlova. Mi favorito de toda la vida. También es el favorito de mi hija.
—Es para ti. Me llevan muchos regalos cuando gano algún caso y me dieron una de esta entera, ya la repartí entre todos mis amigos, y como te estás integrando al grupo nuevamente y se supone que somos amigos, la he traído.
Una parte de mi siente decepción por su explicación, pero otra me impulsa a regalarle una pequeña sonrisa de agradecimiento.
Lo pongo a un lado sobre la mesa y prometo que me lo llevaré en cuanto acabemos y me lo comeré junto a mi hija y mi madre en casa.
—Gracias.
—Un placer.
No me gusta que me hable de esta manera. Y es estúpido e irónico que piense de esta manera porque estoy a nada de pedirle que nos mantengamos de manera más profesional y me asigne a otro abogado de su staff que no sea él.
—¿Cómo fue todo lo de la demanda?
—Un juez nos dio dos meses para armar el caso. Nos dio varios consejos y pautas a seguir, necesitamos todas las pistas posibles sobre Edward y si hay algo ocurrido de manera externa a esta empresa también nos ayudaría mucho.
—Estuve pensando en eso. Ya estoy averiguando.
—Bien. También necesitamos archivos, documentos que prueben la legalidad de esta empresa, el tiempo que lleva funcionando, que todas sus conexiones y papeles estén en orden y el progreso de la contabilidad desde que comenzó a existir hasta la actualidad.
—Todas esas cosas están en el depósito de archivo, pero yo tengo mucho tiempo sin ir allí. No sabría con exactitud cuáles son esos papeles a menos que revisemos todo, pero hay demasiados. Son años y años acumulando papeles en ese inmenso lugar.
—Bueno, podemos ir ahora y ver cómo está ordenado todo en el depósito y ponemos un día en el que podemos vernos allí para buscar con calma.
—No quiero molestarte, debes estar muy ocupado, digo, falta poco para tu boda…
¿Y ahora de donde m****a salió eso?
—Yo sé cómo administrar mi tiempo, si te digo que pautemos un día y horario, es porque puedo.
Asiento.
—Bueno, vamos. Debo irme temprano, me están esperando. Te mostraré el lugar, así ya sabes dónde queda por si en algún momento debes venir a buscar algo y yo no esté. Daré la orden de que te dejen entrar sin problemas.
—Vale.
Tomo mi cartera y el postre porque en cuanto salgamos del depósito no vendré a la oficina nuevamente, me iré directo a mi departamento.
Una vez que llegamos abajo, luego de haber tocado el piso menos tres, pongo mi huella dactilar en la entrada y la puerta de metal se desbloquea. Pesa mucho, así que es Archer quien la empuja y deja abierta mientras yo paso. Suspiro mirando los estantes repletos de carpetas y el miedo que da todo ese lugar cerrado. Una pequeña luz al final es todo lo que alumbra el lugar porque intento mover el interruptor y la luz parpadea, por lo que la apago, es espeluznante.
Niego con mi cabeza y volteo a ver a Archer, él justo suelta la puerta y voltea a verme. Abro mis ojos ampliamente cuando veo que la puerta, la cual dejó de sujetar, se fue moviendo sola.
—Archer, ¡no! —Corro hacia él e intento detener la puerta. Él también intenta hacerlo cuando se da cuenta de lo que pasa, pero ya era demasiado tarde.
Nos hemos quedado encerrados.
¡Holaaaa! Quería agradecerles por la enorme recepción que está teniendo esta historia. De verdad que no me lo esperaba, eso me tiene muy feliz. Ahora ando de exámenes finales y es por eso que no he subido tantos capítulos de corrido, pero a partir del día seis del mes que viene, que es cuando tengo mi último parcial, prometo compensarlos subiendo lo más que pueda. ¡Espero que les haya gustado este capítulo! Saludos.
23 de febrero de 2022.Archer Alarcón.—No. No, no, no, no, no. ¡¿Por qué?! —La escucho gritar y golpear la puerta con una mano, pues la otra la tiene ocupada intentando sujetar bien tanto el postre como su cartera —. ¡Maldición!—¿Tan malo es? Digo, puedes llamar a los vigilantes que estaban allá afuera…Ella voltea a mirarme, y, por un momento, vuelvo a ser ese chico tímido que le avergonzaba decir estupideces. Farah se molestaba porque luego de que dijera las cosas, no las sostenía. Decía que por más vergüenza que uno sienta, lo hecho, hecho está, y no cambiará, así que hay que vivir con ello y no pensar tanto en las cosas.Solo se debe seguir adelante intento superarlo. Punto.—Ya cambiaron de turno, pero los que se fueron, tuvieron que haberle avisado a los que entraron que estamos acá, así que esperar a los vigilantes sería una buena opción, pero hay dos cosas que me hacen afirmarte que ellos no vendrán en nuestra ayuda. Al menos, no pronto.—¿Qué cosas? —Pregunto, comenzando a
—Lo he arruinado por tu culpa… —murmura entrecortadamente. Su pequeño llanto no la deja hablar bien y no puedo evitar pegarme más a ella y tomar su barbilla para que me mire fijamente.Estamos demasiado cerca. A nuestros cuerpos solo los separa nuestra ropa, la cual se toca por nuestra cercanía. Sus profundos ojos negros con líneas rojizas debido al llanto me miran con debilidad, con tristeza, e incluso podría jurar que me están gritando mil cosas que no sé interpretar.Solloza, mirándome fijamente, y siento mis ojos pinchar también, pero trato de contenerme lo más que pueda. Sus delicadas facciones se contraen cuando traga saliva con fuerza. Acerca su rostro un poco más y nuestras narices son las que ahora entran en contacto. La siento temblar. Cada vez va más vulnerable.—Quiero consolarte con las mismas fuerzas con las que quiero besarte —me sincero.—Si lo haces no habrá vuelta atrás, Archer. Será incluso peor —gimotea.—Sin embargo, estás allí, sujetando con fuerzas un dibujo que
24 de febrero de 2022.Farah Brownbear.Me remuevo incómoda y aprieto con fuerza la almohada, simulando que es esa persona prohibida a la que quisiera tener a mi lado. Siempre hago lo mismo, la hago pasar por él. No quiero dejarlo ir, pero luego suena la alarma y me saca de mi ensoñación.Solo que… esta vez no hay alarma alguna, y mejor aún —o podría decirse que en vez de mejor debería ser peor—, esta almohada no se siente como una. Se siente de carne y hueso, muy realista.¿Saben de esa sensación que tienen cuando están durmiendo y el sueño es tan pesado que por más que intentan despertar, no pueden hacerlo? Bueno, así estoy desde hace muchos minutos. Quiero levantarme, pero, al mismo tiempo, quiero seguirme sintiendo protegida entre los brazos de este hombre al que mi imaginación está creando.Pero esperen…Él sí estaba acá conmigo…Y este abrazo se siente tan real…Abro mis ojos de golpe.Primero separo mi rostro del suyo y abro mis ojos tan grandes que si cualquier persona me vier
Miro a Analía detrás de él, y ella vuelve a encogerse. Mentiría si dijera que no estoy disfrutando esto. —¿Ustedes son pareja? —Pregunta Archer de repente, mirándolos fijamente. —No. De hecho, Analía tiene novio, pero ese novio no es Josh. ¿Cómo es que terminaron en esto? —Lo siento… —la escucho susurrar, y bufo. —Cariño, te dejaré dos lecciones que tu decidirás si vas a tomar o no: la primera es que pase lo que pase, jamás te arrepientas de hacer algo que te ha gustado mucho. La segunda es que, si ese algo que te gusta, puede dañar a un tercero o incluso a ti misma, entonces deja a ese tercero y quédate con lo que te gusta, porque luego las consecuencias podrían ser fatales. —Sí, bueno, no sé si sea atrevido que le responda a mi superior ya que podría despedirme… —es Josh quien habla porque Analía parece un cachorrito asustado. —Agradezco la sinceridad y que me digan las cosas de frente a que lo hagan a mis espaldas. Allí si los despediría con todo el gusto del mundo. —Solo que
24 de febrero de 2022.Farah Brownbear.Estoy perdida.Creo que tomaré a Winston, lo sacaré del asiento conductor para subirme yo y manejar a toda potencia hasta chocar fuertemente contra algo. Me suicidaré. Así Archer no me odia tanto luego de descubrir la verdad.—Te juro que, si bajas ahora, en vez de quedarte en shock como ya lo estás, vas a lograr que se sepa algo que todavía nadie está listo para escuchar.—Si… ¿Verdad? —Le pregunto, pero mis piernas se niegan a obedecer. Tengo miedo de lo que vaya a pasar ahora.Observo como mi madre mira a Archer como si se hubiese topado con un fantasma. Ella, con mucha lentitud hace que una Estrella muy sonriente se coloque detrás de ella, para que el hombre que me vuelve completamente loca no pueda verla. Pero es tarde. Todo mundo la ha visto.—Sí. Sobre todo, si esa verdad llega a explotar justamente afuera de tu empresa.—Esto va a ser un desastre.Mis manos comenzaron a temblar. Mi respiración agitada no dejaba que el paso de aire hacia
Heikel es mi amigo y se ha ganado mi cariño, así que lo quiero, pero no de la manera en que Archer piensa. Él cree que yo estoy enamorada de Heikel, y no es así. Jamás podré amar a otro hombre como lo amo a él. Jamás otro hombre podrá robarme el corazón, porque Archer se lo llevó consigo desde la primera vez que nuestros ojos se toparon… Fue amor a primera vista. Tan así, que jamás pudimos ser amigos. Nuestro grupo se juntaba, pero por más que nosotros dos tratábamos de actuar como dos compañeros más, no podíamos. Era imposible. —Buena suerte mañana en tu viaje, Farah. Él comienza a caminar, alejándose de mí. Yo debería quedarme quieta, pero no puedo. —¿Eso es todo? —¿Solo de eso querías hablar conmigo? ¿En serio? Él detiene sus pasos y voltea a mirarme una vez más. Sus dolidos ojos verdes me hacen contener la respiración. Él sufre. No me gusta verlo sufrir. Por un instante quiero asegurarle que no tiene nada de qué preocuparse, que siempre ha sido él y solo él, pero entierro m
24 de febrero de 2022.Archer Alarcón.Me sentía como el propio imbécil. Mi corazón palpitaba demasiado rápido y mi sangre hervía y escocía, sentía un vacío inmenso en mi pecho, lo cual era completamente contradictorio con el hecho de que tuviese punzadas de dolor debido a una perdida.Pero aquí es donde pienso: ¿Qué perdida? Se siente como si la ruptura de Farah y mía hubiese sido reciente, sin embargo, ocurrió hace años. Soy el único idiota aquí que aún siente algo por el otro. Estoy enamorado solo. Antes de que ella regresara no me atrevía admitirlo, pero ya es una completa estupidez seguirlo ignorando.Voy a casarme con una chica a la que no amo y a la que no sé si pueda llegar a amar.Tengo certeza de que la quiero. Esa chica se ha sabido ganar mi cariño, pero no de la manera en la que un futuro espeso debería amar su futura esposa.Y me siento sucio por no tener las agallas necesarias para parar todo esto por el solo hecho de no decepcionarla.Solo puedo pensar en que, no quiero
—¿Desde cuándo lo conoces? —Comienzo a preguntarle.Necesito entender.—Hace un año. Febrero del año pasado. Solo viene en estas fechas.—¿Por qué?—Visita a su hermana en estas fechas, el resto del año está en otro país.—¿Él te gusta?—Sí.No estaba preparado para algo tan rotundo. A lo mejor no me hubiese sorprendido tanto si supiera que a mi hermano le gustaban los hombres.—Pero Micaela….—Prácticamente me obligaron a casarme con ella por el bien de esta familia, y lo mismo está pasando contigo.—A mí no me están obligando a nada —porque era cierto. La decisión de casarse con Darla fue mía.—Eso es lo que tú piensas. Eres tan ingenuo, Archer, que no te das cuenta de que nuestra madre y abuela nos han metido a estas mujeres por los ojos y nos han ido lavando el cerebro con palabras bonitas e insinuaciones que de inocentes no tienen nada, para que estemos con ellas. Todo lo que les importa es mantener el estatus social y que una vez que ellas mueran el legado continúe estando limpi