GABRIELE

GABRIELEES

J SANCHEZ  Recién actualizado
goodnovel16goodnovel
Reseñas insuficientes
12Capítulos
50leídos
Leer
Añadido
Resumen
Índice

Gabriele, un estudiante de arte, ingenuo y soñador, se enamora de Luciano, el imponente Ceo de Vaniccelli Group, un hombre 13 años mayor. Lo que comienza como una atracción irresistible se convierte en un romance secreto marcado por la pasión y el miedo a ser descubierto. Con la presión de sus familias, el juicio de una sociedad conservadora y sus propios miedos acechándolos, ambos deberán decidir hasta donde están dispuestos a llegar por amor. ¿podrán desafiar el destino y construir un futuro juntos?

Leer más

Último capítulo

También te gustarán

Novelas relacionadas

Nuevas novelas de lanzamiento

Libros interesantes del mismo período

Comentarios Escanea el código para leer en la APP
No hay comentarios
12 chapters
Encuentro Inesperado
La tarde en Milán estaba bañada en una luz suave, perfecta para una boda de verano. Gabriele había regresado después de cuatro años en Roma, donde había dedicado su tiempo a estudiar arte, explorando y perfeccionando su pasión en la vibrante capital italiana. Caminaba entre los invitados, con una sonrisa brillante en su rostro mientras saludaba a familiares y amigos. Su hermana mayor, Amalia iba a casarse esa noche, y todo estaba preparado para un evento que sería recordado durante mucho tiempo. La decoración, las risas, el murmullo de las conversaciones, el tintineo de las copas de champán: todo parecía formar parte de una celebración perfecta.Pero en medio de todo eso, cuando Gabriele pasó cerca de un grupo de invitados, algo en su interior cambió. No fue el suave susurro de las conversaciones ni la música que llenaba el aire. Fue una mirada, una presencia que lo hizo detenerse en seco. En un rincón, entre las sombras de las columnas de mármol, los ojos de Gabriele se encontraron c
Leer más
Entre Sombras y Silencio
Esa noche, mientras la algarabía del baile llenaba el ambiente con risas y música, Gabriele se encontraba perdido en sus pensamientos. No podía apartar la imagen de Luciano Vannicelli de su mente: su mirada penetrante, su actitud distante y, sobre todo, la sensación de que algo en él era completamente inalcanzable.Recordaba claramente las últimas palabras de Luciano cuando, de forma abrupta, se despidió de él:"Disculpa, pero tengo que irme ya. Buenas noches."Esas palabras, tan frías, tan directas, retumbaban en su mente. Gabriele no entendía cómo un encuentro tan fugaz pudiera haberlo marcado de esa manera. ¿Qué había detrás de esa actitud reservada? ¿Por qué lo atraía tanto un hombre que claramente no deseaba ser atrapado?Con un suspiro profundo, se cruzó de brazos y miró hacia la puerta por donde Luciano había desaparecido. Sabía que lo que sentía no era solo una chispa pasajera; había algo más, algo más profundo que lo llamaba.Decidido a despejar sus pensamientos, Gabriele sac
Leer más
Sombras de un Amor Imposible
Gabriele se encontraba sentado en la barra del bar, una copa tras otra, con la mirada perdida en la nada. El sonido de las conversaciones que llenaban el lugar parecía apagarse a su alrededor, y el líquido en su vaso se desvanecía con cada sorbo, sin que su mente pudiera encontrar un respiro. Estaba atrapado en un mar de pensamientos oscilantes que no sabía cómo controlar. La indiferencia de Luciano se mantenía como una terrible muralla entre ellos, algo que lo fastidiaba y lo dejaba deseando cruzarla, pero sin saber cómo.Damián, sentado a su lado, observaba en silencio la batalla interna de su amigo. Ya lo conocía bien; sabía que algo lo estaba quemando por dentro.—¿Te encuentras bien, Gabi? —preguntó Damián, sin necesidad de esperar una respuesta. Sabía que algo estaba mal.Gabriele no levantó la mirada, y en su voz, teñida de frustración, se notaba claramente que algo lo consumía.—¿Crees que Luciano es... gay? — De repente preguntó con una sutil vacilación en su voz.Damián fr
Leer más
La Distancia Entre Ellos
Gabriele y Damián salieron del bar, con la tensión de la noche aun colgando en el aire. Gabriele no dejaba de darle vueltas a lo ocurrido con Luciano, a la fría indiferencia que había mostrado, Cuando de repente, una voz los detuvo.—Gabriele, espera un momento. —dijo Luciano, con voz fuerte y cargada de autoridad.Gabriele y Damián se dieron vuelta, sorprendidos al ver a Luciano acercándose a ellos. Su expresión era tan impasible como siempre, pero había algo diferente en su actitud.—Gabriele, te llevaré a casa. No es seguro que te vayas asi. —Dijo, mirando a Gabriele de manera intensa.Damián levantó una ceja, desconcertado. Recordaba claramente cómo Luciano había ignorado antes a su amigo, no entendía por qué, de repente, se mostraba tan atento. Le lanzó una mirada a Gabriele, esperando su respuesta.—No quiero que me lleves —Respondió Gabriele con voz cortante, había una molestia evidente en sus palabras.Gabriele estaba claramente reticente, todavía herido por la frialdad de Lu
Leer más
Silencio Entre Nosotros
De regreso a casa, Gabriele, atrapado por una mezcla de nerviosismo y desbordante emoción, decide finalmente preguntarle a Luciano algo que ha estado guardando en su interior.—¿Alguna vez has sentido una atracción especial por un hombre? —Preguntó Gabriele, con un titubeo en su voz, mientras sus ojos buscaban en los de Luciano una pista, una señal que lo guiara a entender lo que él mismo no lograba comprender.Luciano permaneció en silencio, con un rostro inexpresivo. Al principio, Gabriele pensó que quizá no había escuchado bien, o que Luciano necesitaba unos segundos para procesar la pregunta, pero conforme los segundos se alargaban, la falta de una respuesta se volvió más clara. Era como si la pregunta de Gabriele no tuviera el menor impacto sobre él.¿No tienes nada que decir? —Gabriele murmuró, casi en un susurro.Luciano lo miró fijamente, sus ojos eran tan intensos como siempre.—Nada que decir, Gabriele. —Finalmente, su voz salió sin emoción alguna.La respuesta de Luciano y
Leer más
Entre el Arte y las Oportunidades
Con los días transcurriendo, Gabriele se encerró en su estudio, perdiéndose en el lienzo. Sin embargo, algo irónico comienza a suceder: Luciano no deja de aparecer en sus pinturas. A pesar de su esfuerzo por no pensar en él, su rostro sigue surgiendo en cada trazo, en cada pincelada. Gabriele se siente atónito, incluso algo alarmado por el grado de obsesión que comienza a desarrollar por este hombre. Siente que está cruzando una línea peligrosa, la sola idea de estar enamorado le aterra, y se pregunta si está perdiendo el control de su corazón y de su mente.Esa misma noche, Gabriele sintió el impulso de salir de su aislamiento, como si el peso de sus cavilaciones lo estuvieran asfixiando. Decidió reunirse con algunos amigos y dirigirse a un restaurante, buscando desconectarse de la tempestad emocional que lo consumía.Pero al llegar, algo lo detuvo en seco. Justo ahí, en una mesa cercana, estaba Luciano. Su presencia lo golpeó como un relámpago, Gabriele sintió un cambio inmediato e
Leer más
Capas de Emoción
Una semana después, el curador de arte visitó el estudio de Gabriele para ver su trabajo de cerca. Al observar los cuadros, se muestra visiblemente impresionado por su talento, destacando lo único y maravilloso de su estilo, examina con atención cada obra analizando meticulosamente las técnicas y los detalles que lo hacen destacar. La pintura de Gabriele no sigue un patrón convencional; su estilo es profundamente personal, una fusión entre lo emocional y el realismo expresivo. En cada obra, hay una intensidad palpable que emana del lienzo, como si las emociones del artista se derramaran en cada trazo y cada color.— ¡Vaya! Este trabajo tiene algo tan… fascinante. Las capas, la textura. ¿Cómo logras este efecto tan profundo? Preguntó el curador. — Uso una técnica mixta que combina óleo y acrílico. Pienso que la mezcla de ambos les da una profundidad única a mis cuadros. Respondió Gabriele con una voz claramente emocionada.— Impresionante, estoy de acuerdo contigo, el óleo da esa se
Leer más
El vértigo de las alas
Quince días después de aquel encuentro en el restaurante, la imagen de Luciano aún rondaba en la mente de Gabriele como una marca insistente en su cabeza que se negaba a desvanecerse. Por más que intentaba olvidarlo, su recuerdo se aferraba con la obstinación de una obsesión creciente.Esa tarde, su amigo Damián lo invitó a una exposición de fotografía. Gabriele aceptó sin expectativas buscando distraerse, pero el destino siempre caprichoso, tenía otros planes. Entre luces tenues y figuras atrapadas en el tiempo, sus ojos se encontraron inesperadamente con los de Luciano.Bastó un instante, un destello de reconocimiento rasgó el espacio, Iluminándolo con una tensión sofocante. Gabriele, atrapado entre el orgullo y un caos interior, apartó la mirada con rapidez, aferrándose a la ilusión de que, si no lo veía, tampoco tendría que enfrentarlo, fingió no haberlo visto. Fingió que su corazón no acababa de traicionarlo.Damián, ajeno a la tormenta interna de su amigo, continuaba hablando so
Leer más
Donde arde el silencio
El restaurante estaba envuelto en un estilo elegante, con luces cálidas que acentuaban el rojo profundo del vino y el brillo dorado de los cubiertos. Gabriele cruzó la puerta con paso firme. Llevaba una camisa de lino perfectamente entallada, el cuello abierto justo lo suficiente para sugerir confianza. Su cabello, cuidadosamente peinado, y el leve aroma a vainilla y lavanda que lo envolvían, atrajeron más de una mirada. Pero él solo buscaba una.La encontró enseguida.Luciano estaba en una mesa junto al ventanal, con una copa de vino en la mano y la mirada anclada en ella, su expresión se congeló apenas lo vio, como si algo se le hubiera quedado atrapado en el pecho.Gabriele sonrió. Que guapo, pensó.—Llegas justo a tiempo —dijo Luciano, poniéndose de pie. Su voz sonaba un poco más baja de lo habitual.—Hoy estás… radiante.—Gracias —respondió Gabriele mientras se sentaba.Luciano llamó al camarero con un leve gesto y luego, sin dejar de observarlo, dijo:—Deberías probar los tagliol
Leer más
Una historia solo nuestra
La ciudad brillaba con luces intermitentes mientras el coche deslizaba su silueta por las avenidas nocturnas, como un susurro entre los edificios dormidos. Las farolas lanzaban destellos dorados sobre el parabrisas y los reflejos danzaban sobre el capó como fantasmas de un mundo que no les pertenecía. Afuera, la vida seguía su curso indiferente, pero dentro del coche, todo estaba en pausa, suspendido, expectante.El silencio entre ellos era complicado, pero no incómodo. Había algo en esa quietud que hablaba por sí sola, una tensión que no necesitaba palabras para existir. Luciano mantenía las manos firmes en el volante y de vez en cuando lanzaba miradas fugaces a Gabriele, como si necesitara asegurarse de que realmente estaba ahí, sentado a su lado después de todo lo dicho en la cena. Aún podía escuchar el eco de sus risas, disimuladas entre los platos vacíos, los brindis nerviosos, y las palabras que se esquivaban por miedo a decir demasiado.Gabriele miraba por la ventana, pero no ve
Leer más
Escanea el código para leer en la APP