En un reino envuelto en secretos y traiciones, el rey Waila condena a su propia esposa, Leonor, a la hoguera, por un crimen que ella no cometió. Ahora, entre las doncellas convocadas para ocupar su lugar, Ideth se ve arrastrada hacia un torbellino de intrigas palaciegas. Mientras el rey elige a su nueva esposa entre las damas del reino con características similares a la difunta reina, ¿podrá Ideth encontrar su propio destino en medio de la opresión despiadada y los oscuros secretos del palacio?
Leer másDurante la última semana de su turno como doncella del rey, Nessa se convirtió en el centro de atención gracias a una serie de vestidos espectaculares que llegaban de manera misteriosa al castillo, supuestamente enviados por su familia. Estos vestidos, aunque visiblemente incómodos por sus corsés ajustados que afinaban su cintura, eran indudablemente hermosos y estaban hechos de los tejidos más finos y adornados con detalles intrincados.Cada vez que tenía la oportunidad, Nessa no dudaba en hacer alarde de su nueva indumentaria ante las otras doncellas, asegurando con un tono elevado que los vestidos eran importaciones exclusivas traídas desde Britannia en el nuevo barco del rey, una afirmación que, aunque destinada a impresionar, también despertaba un murmullo de envidia sana y cuchicheos entre algunas doncellas. Sin embargo, otras veían más allá de la fachada y murmuraban sobre la superficialidad y las claras inseguridades de Nessa, que parecía usar sus vestidos como una armadura co
El campesino, envuelto en varias capas de abrigo, avanzaba con determinación a través del gélido día. A pesar del viento helado que le cortaba el rostro, mantenía el ritmo de su caballo, ansioso por cumplir la importante misión encomendada por Kayden.El campesino divisó una elegante carroza, rodeada por caballeros con capas púrpura. Sus armaduras relucían bajo el sol otoñal. Reconociendo los colores distintivos de Valoria, el campesino redujo el paso de su caballo y esperó que la carroza pase a su lado. A través de la estrecha ventana del carruaje, alcanzó a ver el semblante del príncipe Deaglan, lo que lo llenó de emoción y urgencia. Trató de llamar la atención de los caballeros y del príncipe, cabalgando decididamente detrás de ellos.Uno de los caballeros escuchó un silbido potente proveniente detrás de ellos, por lo que ordenó que detuvieran la carroza. El príncipe, intrigado por el inusual sonido, decidió abrir ligeramente la puerta de la carroza para averiguar la razón de su de
Aunque criado con mayor influencia de su madre, el príncipe Deaglan era reconocido por su bondad y buen carácter, cualidades que lo distinguían de su padre, el rey Cathal. A pesar de sus diferencias, el rey sentía un profundo orgullo por su hijo, admirando su nobleza de espíritu y su compasión hacia los demás.A lo largo de los años, el príncipe Deaglan había demostrado su valentía y determinación, no solo como heredero al trono, sino también como un líder benevolente y comprensivo. Aunque su madre había ejercido una influencia más marcada en su crianza, el príncipe Deaglan había sabido combinar la fuerza y la compasión para convertirse en una figura respetada y querida de su pueblo.A pesar de sus diferencias de temperamento y enfoque, padre e hijo compartían un lazo indestructible de amor y respeto mutuo. El rey Cathal, aunque orgulloso de su propia fortaleza, reconocía y admiraba la nobleza de espíritu de su hijo, encontrando en él una fuente de inspiración y esperanza para el futu
La presencia de Roisin en el gran salón envió un silencio tenso a través de la habitación. A pesar del frío de la mañana, el ambiente se volvió aún más gélido con su entrada. Acompañada por su caballero, Roisin caminaba con una elegancia imponente mezclada con su habitual timidez, como si ya supiera cual sería el veredicto final.Las miradas de las otras doncellas se desviaron de sus platos de desayuno hacia Roisin, con una mezcla de admiración y aprehensión. Sabían que, en cualquier momento, se revelaría quien sería la elegida para ocupar el puesto de doncella del rey durante los próximos treinta días. El corazón de cada una de ellas latía con nerviosismo, preguntándose quién sería la siguiente seleccionada.Sin embargo, Nessa, con su habitual arrogancia, permanecía imperturbable ante la situación. Observaba a Roisin con desdén, como si estuviera segura de que ninguna otra doncella podría igualar su propia grandeza. Su confianza exudaba una presencia desafiante, como si estuviera des
Los caballeros de Dargoth, comisionados por sus propios monarcas para desentrañar el misterio detrás del fallecimiento de la reina Leonor, madre de la actual reina Riona de Dargoth, partieron con la determinación de descubrir la verdad y llevar justicia a su reino afligido. Sin embargo, al regresar con las manos vacías, se enfrentaron a la difícil tarea de enfrentar a sus reyes con la desalentadora noticia de que su misión había sido interrumpida por caballeros de Eridan.Con pesar y frustración, relataron cómo sus esfuerzos por investigar el trágico evento habían sido frustrados por la intervención de los caballeros de Eridan, quienes los habían descubierto antes de que pudieran avanzar en su indagación. La presencia de los caballeros de Eridan había complicado aún más su tarea y les había impedido obtener cualquier pista significativa sobre la muerte de la reina Leonor.Ahora, frente a sus reyes, los caballeros de Dargoth enfrentaban la difícil tarea de explicar su fracaso y enfrent
Roisin había amanecido temprano, llena de entusiasmo por dedicar unas horas a su gran pasión: la confección de ropa. Con habilidad y delicadeza, se sumergió en el mundo de los hilos y las telas, dejando fluir su creatividad mientras bordaba y diseñaba nuevos vestidos. Cada puntada era un acto de amor hacia su arte, y cada pieza que creaba era un reflejo de su talento y dedicación.Sin embargo, este momento de paz y creatividad se veía constantemente interrumpido por sus deberes como acompañante del rey. Apenas tenía tiempo para dedicarse a su pasatiempo favorito, ya que debía estar siempre presente junto al monarca. A pesar de ello, Roisin encontraba en la costura un refugio, un espacio donde podía expresarse libremente y olvidarse, aunque fuera por un instante, de las exigencias de su cargo temporal en el castillo.Roisin apenas había comenzado a coser cuando un golpe en la puerta interrumpió su concentración. Al abrir, se encontró con el mensajero del rey, quien le comunico que al d
Kayden yacía en su cama, sumido en una mezcla de remordimiento y determinación. Repasaba una y otra vez las estupideces que había cometido, preguntándose cómo podría redimirse ante Ideth y corregir sus errores. En su mente, se formaban planes y estrategias para recuperar la confianza de la doncella que había sido testigo de su comportamiento errático. La noche se le hizo larga, pero Kayden sabía que debía encontrar una manera de enmendar sus acciones.Con determinación renovada, Kayden se levantó temprano en la mañana, consciente de que ese día volvía a ser el protector de Ideth. Con la esperanza de poder solucionar algo, se preparó rápidamente y se dirigió hacia el lugar donde debía encontrarse con ella. Sus pensamientos estaban centrados en cómo podía empezar a reparar el daño causado y recuperar la confianza de Ideth.Kayden saludó a Brendan con cortesía al relevarlo de sus actividades, sin rastro de los celos que lo habían consumido el día anterior.Mientras Kayden estaba parado e
Ideth, desconcertada de la actitud de Kayden, se preguntaba qué había hecho mal. Intentó recordar si había dicho algo inapropiado o si su gesto amistoso había sido interpretado de manera equivocada. Sin embargo, no encontraba ninguna razón para que Kayden la ignorara de esa manera. Se sentía confundida y un poco herida por la repentina distancia entre ellos.Los pasillos del castillo resonaban con el murmullo de las doncellas y el sonido de los pasos de los caballeros mientras se dirigían hacia las habitaciones asignadas. A pesar del alivio temporal de no tener que enfrentarse al rey esa noche, el aire estaba cargado de tensión y preocupación.En sus habitaciones, las doncellas se sumergieron en sus propios pensamientos mientras se preparaban para la cena. Algunas creaban especulaciones sobre el paradero del rey y lo que eso podía significar para su destino en el castillo. Otras, como Ideth, se sentían intranquilas por la extraña actitud de Kayden y las miradas furtivas que intercambi
Ideth se quedó quieta escuchando con atención lo que sucedía al otro lado de la puerta. Las órdenes del caballero de mayor jerarquía a Kayden resonaban en el pasillo, llenando el aire con un aura de misterio y peligro.Ideth se preguntó que significaban esas órdenes y qué papel desempeñaba Kayden en todo esto. Una sensación de inquietud se apoderó de ella, no podía escuchar con claridad lo que hablaban los caballeros.Ideth permaneció inmóvil junto a la puerta, con la esperanza de captar más fragmentos de la conversación y desentrañar el enigma que rodeaba al misterioso caballero y su obediente subordinado.Con su cabeza aún ocupada en desentrañar las órdenes que Kayden había recibido, Ideth observó con sorpresa cómo la puerta de su pequeña habitación se abría lentamente. Tres mujeres entraron llevando elementos de aseo, y entre ellas, Ideth pudo ver fugazmente el rostro de Kayden. Era un joven alto, de cabello castaño, piel bronceada y ojos azul claro. Su figura fornida estaba cubier