Capítulo 9: Trampas del destino: Corazones rotos y esperanzas encerradas.
Aunque criado con mayor influencia de su madre, el príncipe Deaglan era reconocido por su bondad y buen carácter, cualidades que lo distinguían de su padre, el rey Cathal. A pesar de sus diferencias, el rey sentía un profundo orgullo por su hijo, admirando su nobleza de espíritu y su compasión hacia los demás.A lo largo de los años, el príncipe Deaglan había demostrado su valentía y determinación, no solo como heredero al trono, sino también como un líder benevolente y comprensivo. Aunque su madre había ejercido una influencia más marcada en su crianza, el príncipe Deaglan había sabido combinar la fuerza y la compasión para convertirse en una figura respetada y querida de su pueblo.A pesar de sus diferencias de temperamento y enfoque, padre e hijo compartían un lazo indestructible de amor y respeto mutuo. El rey Cathal, aunque orgulloso de su propia fortaleza, reconocía y admiraba la nobleza de espíritu de su hijo, encontrando en él una fuente de inspiración y esperanza para el futu
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