Lena es una joven de 18 años que vive con su familia tradicional siendo hija única, con un padre militar y su madre ama de casa, lleva un estilo de vida a simple vista ordinario. Ella además de hermosa es muy inteligente, tiene un círculo pequeño de amigos y conocidos; se dedica a estudiar para cumplir su sueño de ser repostera profesional. En una cena formal conoce a un militar que es un poco mayor que ella, con él que pronto comienza un amorío, en poco tiempo empiezan a liarse y los dos se enamoran, sin embargo, al mismo tiempo surgen conflictos por el estilo de vida de Lena con su familia y el pasado de Bernhard(el militar) se interpone. Entre un ambiente de dudas, una pelirroja llega a ser un punto clave en la relación de Lena y Bern, al principio ella parece la mejor amiga de infancia de Bern, quién está encaprichada con él, pero después se revelarán sus verdaderas intenciones. El tiempo es corto y a la vez sigue su curso tan rápido, Lena cumple años en poco tiempo y con ello, se agregan nuevas amistades, nuevos sueños y metas por cumplir en su vida profesional como repostera, pero en el fondo de su corazón pase lo que pase siempre estará con Bern; tanto Lena como Bern tendrán que ser más inteligentes y maduros a la hora de resolver problemas que hace poco parecían inexistentes, la llegada de un nuevo ser será de gran sorpresa para todos, un reto que desafía más allá de su amor, pero sin duda eso al final agrandará no solo la familia, también sus corazones... Ellos se conocen perfectamente en la cama y al final terminarán por conocer cada parte de cada uno como ser humano para amarse eternamente.
Leer más—Xavier es el padre…—responde Bern sin ninguna expresión.Los padres de Andra se van con Xavier a hablar en privado, después de todo el bebé es amado por muchos.—Creo que mejor nos retiramos—dice Bern—si necesitan cualquier cosa, no duden en decirnos, cuentan con todo nuestro apoyo.—Gracias Bern, lo tenemos en cuenta—le responde Andra.Nos despedimos de todos rápidamente y salimos del hospital; vamos a casa de Bern por algunas cosas que necesita para terminar de mudarse a la villa con nosotras.Al llegar, ninguno de los dos encuentra las palabras necesarias para iniciar la conversación, centramos nuestra atención en guardar sus cosas en maletas…—Lena—se detiene en medio de la habitación—voy a vender mi casa, creo que ya no tiene caso tener esta propiedad si vamos a estar en la villa, si algún día queremos volver ´por cualquier cosa, podemos quedarnos con alguien cercano u hospedarnos en algún lugar…—Es tu casa Bern, puedes hacer lo que quieras con ella, sin duda te poyo en cualqui
Sábado 22 de julio del año en cursoEs temprano, los rayos del sol que entran por la ventana me despiertan de golpe, me enderezo con precaución y veo entrando a Bern con una charola.—Arriba dormilonas, es hora de desayunar—acomoda la charola sobre la cama en donde ha acomodado perfectamente bien nuestro desayuno, además le ha añadido unas flores que se ven preciosas.—Gracias, no tenías que molestarte—comienzo a desayunar.—No es molestia, es un placer estar con ustedes.«Quisiera saber que lo hizo cambiar de opinión, pero la verdad prefiero que el día siga tranquilo, no quiero entrar en discusiones y menos sobre cosas que no son mi responsabilidad…eso es, tengo que enfocarme en lo que me pertenece, sé que para mi corazón eso es ser egoísta, pero es momento de atender lo mío y olvidarme de lo demás, excepto, claro, que me pidan ayuda en algo en específico, solo entonces podré intervenir.» sonrío y sigo desayunando en silencio.—¿En qué piensas Len? —me pregunta Bern tratando de obten
—Lena—me regaña Mia.—Quiero decir: el maquillaje esta impecable, el peinado me encanta, es totalmente mi estilo y mira mis uñas—levanto mis manos para juzgarlas—además van a juego con mis pies—me detengo a ver mejor los detalles—el vestido es rojo—volteo a ver a Mia para que me confirme.—Quería que fuera una sorpresa…—aprieta los labios por fallar en su intento misterioso de ocultarme el vestido—si es rojo.Elogiamos el trabajo del salón de belleza, les damos las gracias en repetidas ocasiones y nos despedimos; son las 6 de la tarde, ya solo tenemos tiempo para vestirnos y salir con tiempo a la cena de graduación, eso es porque Alexander siempre quiere quedar bien llegando temprano a cualquier lugar.Llegando a casa mi padre comienza a apresurarnos, yo corro prácticamente a mi habitación donde la gran sorpresa del vestido me espera, Mia va detrás de mi cuidando que no sufra algún accidente por mis movimientos bruscos al andar.Al entrar a mi habitación inmediatamente capta mi atenci
Termino de dar un par de pasos hasta la orilla del mirador, donde encuentro a Xavier pensativo—Hola de nuevo—lo saludo mirando al frente.—No quiero quitárselos, solo quiero a mi bebé—se sincera conmigo.—A veces necesitamos ayuda, solo tenemos que reconocerlo.—Puedo solo, además tengo…—A todo un equipo detrás de ti, si, ya lo escuché—lo interrumpo y volteo a verlo—¿pero tienes una familia que te apoye?—Temo que sean como Roxxane.—¿En qué sentido? Digo, por lo que veo conocemos dos versiones muy distintas de Roxxane—me rio para tratar de animarlo.Se ríe conmigo—yo creo que sí, sin duda.—Ya en serio, sé que quieres proteger a tu bebé de todo y darle todas las herramientas necesarias para su desarrollo, como salud y seguridad; todo eso puedes lograrlo con ayuda de las personas que lo aman al igual que tú, como sus abuelos, por ejemplo.—¿Por qué tu no dudas de que soy su padre?—Nadie cruza mar y tierra por nada, además entre padres nos conocemos—toco mi vientre.Conversamos un po
Ahora estoy sola en la sala de espera y vaya que hace honor a su nombre, estoy en una larga espera por saber que ocurre.Entra Andra a la sala buscando a sus padres—entraron a ver a tu hermana, no hace mucho de eso—le aviso antes de que ella me pregunte para no hacerla perder el tiempo.Me responde con el rostro y se va en seguida en dirección a la habitación de su hermana. Después de un rato me canso de esperar y estar sola en la sala de espera, veo la hora y ya son casi las siete de la mañana, me levanto de mi lugar y me voy caminando a la cafetería para buscar algo de desayunar.Llegó a la cafetería y pido un poco de fruta picada, un jugo de naranja y una ensalada de pollo con verduras, de todo el menú es lo más apetecible y saludable que encontré.Me siento en una banca a desayunar, saco mi teléfono para distraerme un poco en redes sociales; poco antes de terminar de desayunar, recibo un correo de Helga en el que me informa que ha leído la propuesta de expandir nuestra cafetería y
Nos alejamos de allí poco a poco, nos sumergimos entre enormes árboles y vamos descubriendo poco a poco todo lo que hay en la villa. Empieza a caer la tarde y Bern me detiene con una mano.—Pensé que solo eran árboles, pero mira lo que tenemos allá —me señala un árbol que al parecer es un mirador rustico.Me lleva hasta allá con cuidado, primero sube él para ver si es seguro, una vez que se cercioro de que el material aun es resistente, baja para ayudarme a subir por las escaleras que son bastantes, una vez que terminamos de subir, quedamos muy por encima del piso y podemos ver como cae el atardecer al mismo tiempo en que nos permite ver toda la villa con detenimiento desde un solo lugar.Me quedo mirando al frente—que bonito es todo desde aquí—le comento a Bern—quiero pedirte algo.—Lo que quieras Len—me abraza por un costado pasando su brazo por detrás de mis hombros.—Quiero que me acompañes a mi cena de graduación, es este fin de semana, van a estar todos allí, pero para mi es imp
Bern sale de mi habitación rápidamente; me quedo sola por unos minutos, trato de respirar y exhalar lento para estar tranquila, hasta que sé que llego la hora de bajar, salgo de mi habitación a un ritmo normal y natural, bajo las escaleras y a través de los cristales de la villa puedo ver un poco a todos, se ven tan felices de reunirse esta mañana; termino de bajar las escaleras y voy a la puerta principal para salir al jardín.Cuando me voy acercando veo que rápidamente las miradas se posan sobre mí, Alexander se levanta de su lugar sorprendido y Mia lo detiene con una mano, Helga me sonríe, los padres de Marie parecen estar como siempre, Marie se ve ingenua sobre la situación, Jonas y Christoph se mantienen al margen, Andra luce pensativa, Daniel y Bern me apoyan a la distancia, puedo verlo en sus miradas, los padres de Bern se encuentran junto a los míos sin expresión alguna visible.Me acerco a la mesa —Buen día a todos y gracias por estar aquí —inicio con un saludo de cortesía.—
Abro la puerta que por fortuna no tiene seguro, entro y cierro muy despacio; en la cocina una empleada de limpieza se pone alerta, me acerco rápidamente y le pido que guarde silencio.—Usted es la señorita de la foto—me dice bajando la voz.—¿Cuál foto? —le pregunto.Me muestra una foto que tiene Bern en la sala de nosotros; le pido a la señora que se tome el día libre y vuelva mañana, ya que tengo asuntos importantes que hablar con Bern, ella acepta y sale por la puerta trasera.—Celi ¿eres tú? —pregunta Bern desde el baño.Me acerco al baño rápidamente, abro la puerta y entro, cierro la puerta con seguro y Bern tiene los ojos cerrados por la espuma del jabón, abre la regadera para limpiarse la cara.—¿Qué haces aquí Lena? —me pregunta antes de abrir los ojos.—Te amo Bern, aquí, en la villa, juntos o separados, te amo y eso nunca va a cambiar…Bern abre los ojos y está por abrir la puerta corrediza—Lena…—me interrumpe.—Escucha Bern—lo interrumpo de vuelta—sé que te lastime con mis
Voy a mi habitación a descansar de todas las emociones que he tenido esta mañana, no quiero saber nada más del mundo por ahora; me quedo dormida durante toda la tarde y despierto con más cansancio del que tenía antes, además me he deshidratado por dormir tantas horas; veo que ya está obscureciendo, me doy vuelta para levantarme de mi cama. — ¿Agua? —me pregunta Bern. —Carajo, Bern no vuelvas a hacer eso, casi me da un infarto. —Tranquila, soy yo, te ayudo—me extiende las manos para ayudarme a levantar.Tomo agua sin parar, después de todo soy una embarazada deshidratada; Bern enciende la luz y se acerca de vuelta a mí.—¿Cómo esta tu bebé? —la pregunta me sale natural.—En una incubadora, estable—me responde sin más.—Lo siento, no quise incomodarte.—Está bien, pero no vine a hablar de eso contigo—suena muy serio, una parte de su personalidad que desconozco por completo.—¿De qué quieres hablar? —le pregunto para asegurarme de que estamos en la misma sintonía.—Quiero saberlo todo