El reconocido presidente de D&L Distributor, Marck Lion, sufre un accidente automovilístico que lo deja incapacitado durante varias semanas. Ante esta situación, Marck se ve obligado a dejar temporalmente el mando de su reconocida empresa en manos de su torpe asistente, Sandra Williss. Sandra, quien siempre ha sido considerada como una empleada eficiente pero propensa a cometer errores, se enfrenta a un gran desafío al asumir la responsabilidad de dirigir una compañía tan importante. A pesar de su falta de experiencia y habilidades gerenciales, Sandra está decidida a hacer todo lo posible para mantener el éxito y prestigio de D&L Distributor durante la ausencia de Marck A medida que Sandra se adentra en el mundo empresarial, comienza a descubrir habilidades y talentos ocultos que nunca antes había explorado. Aunque enfrenta múltiples obstáculos y situaciones complicadas, su determinación y actitud positiva le permiten sobrellevar los desafíos y encontrar soluciones creativas. Mientras tanto, Marck lucha por su recuperación y observa de cerca cómo Sandra maneja la empresa en su ausencia. A medida que ve el progreso y los cambios positivos que Sandra implementa, comienza a cuestionar si realmente necesita retomar el control de la compañía una vez que se recupere.
Leer másEl sonido de la puerta al cerrarse con fuerza resonó en la habitación, pero lo que realmente hirió los oídos de Marck fue la voz de Aurora, afilada como una daga.—¿Puedes explicarme qué hacía ella aquí?Él cerró los ojos por un segundo, sintiendo la punzada de dolor en su costado. Sabía que Aurora explotaría, pero la fiereza en su mirada era más de lo que había esperado.—No empieces, Aurora —murmuró, apoyando una mano en la cama para incorporarse.—¡No empieces tú! —exclamó ella, avanzando hasta quedar frente a él—. ¡Porque siempre soy yo la que tiene que fingir que todo está bien! ¿Crees que no sé lo que está pasando?Marck apretó los dientes, odiando la impotencia que sentía.—Sandra solo vino a verme.—¡Dos veces en un mismo día! —espetó ella, cruzándose de brazos—. ¡Dos, Marck! ¿Desde cuándo una simple asistente se toma tantas confianzas contigo?Su tono goteaba veneno.Marck deslizó la mano por su cabello, cansado. No podía decirle que Sandra había venido antes y que, aun así, s
El aire nocturno le rozaba la piel como un susurro helado. La ciudad seguía con su vida inquebrantable, el ruido lejano de los autos en la avenida principal mezclándose con el titilar de las luces sobre los edificios. Pero para Sandra, todo se sentía suspendido en un instante eterno, un limbo donde el mundo se había reducido a dos personas: Akiro y ella.Apenas unos metros los separaban, pero Sandra sentía que aquella distancia era la única barrera que la protegía de algo que no terminaba de comprender.Akiro la miraba con esa expresión suya, esa calma que siempre parecía ocultar algo más profundo. No había prisa en sus ojos, pero tampoco paciencia infinita. Era la mirada de alguien que ya tenía todas las respuestas, pero que estaba esperando que ella llegara a las mismas conclusiones.—No pensé que fueras a tardar tanto en responder —murmuró finalmente, cruzándose de brazos.Sandra tragó saliva.Desde que Akiro le había hecho aquella pregunta, su mente había sido un torbellino de dud
Los labios de Marck rozaron los de Sandra en un movimiento apenas perceptible, como si un soplo de viento los hubiese juntado sin querer. Ella contuvo la respiración, sintiendo cómo su corazón golpeaba con fuerza contra su pecho. Sus ojos se entrecerraron, esperando ese beso que parecía inevitable, el que por fin haría justicia a todo lo que había quedado suspendido entre ellos.Sus bocas se encontraron en un juego sublime, un roce que los llevó a alcanzar el cielo. Poco a poco se separaron, y sus miradas se entrelazaron en un silencio cargado de significado.Fue en ese momento cuando Sandra entendió que su lucha había terminado. Ese beso no era solo un gesto; era la entrega de su alma sin que ella misma lo hubiese notado. Y, sin embargo, Marck sentía que algo dentro de él se desgarraba. Por más que había intentado convencerse de lo contrario, los besos de Sandra lo hacían sentir algo que nunca antes había experimentado, algo que Aurora jamás había despertado en él.—Te necesito tanto
Sandra intentaba concentrarse en el proyecto de importación de licores, pero su mente se negaba a cooperar. Las palabras en los documentos parecían desordenarse, sus pensamientos volvían una y otra vez al beso con Marck. La calidez de sus labios, la intensidad de su mirada… No. No puedes pensar en eso. ─interfiere su conciencia y se obligó a inhalar profundo y cerró la carpeta de golpe.Justo en ese momento, su teléfono vibró. Miró la pantalla que marca el nombre de Marck Lion.Su corazón se aceleró, sentia que queria salir de su pecho. —¿Señor Lion? —respondió con la voz más profesional que pudo reunir buscando disimular sus nervios.—Sandra… —Marck hizo una pausa, como si estuviera debatiendo si debía hablar—. ¿Puedes venir al hospital? ─Sandra se tensó. No puedes seguir cayendo en ese círculo visioso, pero la súplica en su voz la desarmó.—Está bien. ─Colgó y se pasó las manos por el rostro. Eso es un error, pero ya estaba tomando su bolso y llamando al chofer de la empresa al que
Sandra al ver a su amigo corre a sus brazos, necesitaba llorar, sacar su frustración. —¿Estás bien? —Sandra niega. —No, no creo poder con esta carga, no soy capaz de seguir. —suelta sintiéndose derrotada, xctal vez Akiro le comenta a su padre y ambos intervienen para que ella no tenga ese puesto tan privilegiado para algunas pero un verdadero calvario para ella. —Estoy seguro que tu puedes con esto y más, tu eres muy inteligente Sandra. —susurra cerca de su oído inhalando el suave y refrescante aroma de la chica. —No lo se Akiro, me siento tan sola, tan… —el japonés quien ya habia invitado a Sandra a sentarse a su lado en una sillon doble la hace detener sus palabras. —Dejame ser tu acompanante, déjame ser tu amigo, tu companero de vida. —susurra limpiando la lágrima de la joven mujer. —Akiro, no se si pueda amarte. —agrega Sandra sabiendo que su corazón le está jugando una mala partida. —Si no lo intentas no lo sabras nunca, el amor no es algo que llegue de un momento a otro,
Marck miró a su alrededor, estaba solo en la fria habitacion de hotel. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué todo lo que tiene que ver con Sandra le afecta? ¿Por qué teme que Aurora se de cuenta de todo? Trató de lecvantarse pero no pudo, sus costillas duelen demasiado. Cerró sus ojos desesperanzado, no iba a llamar a las enfermeras, de seguro alguna llegará pronto. Desde que estaba en el hospital no sabía ni la hora que vivia. Solo dormia y comia, una enfermera se encargaba de su aseo en la misma cama. No niega que eso le frustra, pues le gustaria poder levantarse y hacer las cosas por sí mismo. Suspiro cansado cuando sintio que la puerta commenzo a abrirse. —Que bueno, que vino, necesito que me ayuden a acomodar. —habla sin abrir sus ojos. —Ensegiuida llamó a una enfermera. —La dulce voz de la mujer hazo que su corazón latiera como nunca lo habia sentido. Un nudo en su garganta no lo dejó hablar para detenerla pues Sandra enseguida salió en busca de alguien que lo pudiera ayudar. La enfermera
El almuerzo estuvo tranquilo Sandra y Akiro volvieron a viajar en la limu[sina solos pues Ronin no queria ser mal tercio entre los dos. Él estaba convencido que su hijo Akiro lofgraria enamorar al clon de Amira y sería muy feliz. Sandra aunque ya comenzaba a sentirse comoda ante la presencia de Akiro aun no lograba sentirse comoda con sus atenciones. él es un hombre muy caballeroso y eso no lo puede negar. le reclama su conciencia. Sandra suspiro agotada, entre que ahora ocupará un cargo del cual no tiene una idea más alla de lo que le enseñaron en la universidad ahora también tiene que acallarsu conciencia en cuanto al amor y las relaciones de pareja. —Me gustartria invitarte a cenar. —habla Akiro y Sandra sonríe amable. —¿Puede ser el sabado? Es que manana tengo trabajo y no me guastaria estar con prisa. —habla la chica y Akiro sonríe complacido. —Claro, el sabado será, no voy a poner hora porque nos seguiremos viendo en la oficina, el jueves tengo que volver para hablar cont
En la sala de juntas de DL Distribution se formó un silencio incómodo para Sandra quién se reflejaba en la mirada de los presentes. Sus manos tiemblan como gelatina ¿Aquien en su sano juicio se le ocurre proponerla para ocupar el puesto de presidentainterina de la compañía? —Yo no creo que sea pertinente. —susurra en inglés para que todos los presentes incluyendo los japoneses entiendan lo que ella dice. —Yo considero que puede hacerse cargo, pues ella tienen la capacidad de entenderse directamente con nuevos socios y accionistas. A ver, ¿cuántos idiomas hablas? —pregunta Charles Lion. —Cinco señor, hablo, español, inglés, japonés, arabe e Italiano. —los hombres se miraron entre sí, en especial Ronin y Akiro, pues es muy raro que la mujer hable árabe y sea idéntica a la princesa fallecida de los emiratos. —No tenemos tu curriculum en mano, pero me gustaria saber que estudiaste para que mi yerno te escogiera como su asistente. —Sandra baja la mirada al recordar que Marck le habia
Sandra despertó con su corazón agitado—. ¿Qué fue eso? —se pregunta llevando su mano a su corazón. A su pensamiento solo llega la mirada de su jefe. Negó entendiendo que fue solo un presentimiento. Lo que no le hacía sentido es que despertara pensando en él. No le bastó saber que ya era un hombre comprometido ahora frente a toda la sociedad. Tomó un vaso de agua y volvió a recostar, aunque no podía conciliar el sueño. 💓💓💓Los ojos de Marck van abriendo poco a poco. Solo escucha murmullos y una ruidosa máquina, la misma que lee su ritmo cardíaco. —Doctor, el paciente despertó. —habla una enfermera y el médico que lo atiende se acerca. —Señor Lion, ¿cómo se siente? —pregunta el galeno. —Como si me hubiera arrollado un tren. —dice haciendo una mueca de dolor. —No se mueva. Lamentablemente, aunque no lo arrolló un tren, si tiene varias costillas fracturadas. —aclara el médico. —¿Cómo está Aurora? —pregunta. —Su novia está en perfecto estado, usted y su cuerpo recibieron todos l