El reconocido presidente de D&L Distributor, Marck Lion, sufre un accidente automovilístico que lo deja incapacitado durante varias semanas. Ante esta situación, Marck se ve obligado a dejar temporalmente el mando de su reconocida empresa en manos de su torpe asistente, Sandra Williss. Sandra, quien siempre ha sido considerada como una empleada eficiente pero propensa a cometer errores, se enfrenta a un gran desafío al asumir la responsabilidad de dirigir una compañía tan importante. A pesar de su falta de experiencia y habilidades gerenciales, Sandra está decidida a hacer todo lo posible para mantener el éxito y prestigio de D&L Distributor durante la ausencia de Marck A medida que Sandra se adentra en el mundo empresarial, comienza a descubrir habilidades y talentos ocultos que nunca antes había explorado. Aunque enfrenta múltiples obstáculos y situaciones complicadas, su determinación y actitud positiva le permiten sobrellevar los desafíos y encontrar soluciones creativas. Mientras tanto, Marck lucha por su recuperación y observa de cerca cómo Sandra maneja la empresa en su ausencia. A medida que ve el progreso y los cambios positivos que Sandra implementa, comienza a cuestionar si realmente necesita retomar el control de la compañía una vez que se recupere.
Leer más─Marck ayuda… ─volvió a devolver lo que le quedaba en su estómago. Aurora se tuvo que sujetar del escritorio pues sus piernas no podían sostenerla.─¿Aurora, que paso? ─preguntó Marck preocupado por su prometida. ─Este café no está hecho con leche de almendra , soy alérgica a la lactosa. ─explica y Marck mira serio a Sandra, quien cubrió su boca con asombro.─En mi defensa diré que no era para la señorita, ese café lo compre para mí. ─sonríe como una niña traviesa. Marck no podía regañar a su ahora asistente porque ella no tenía ninguna culpa, pero ¿dónde estaba Clara?─Señor disculpe, pero no me siento bien. ─habla la mujer pálida caminando con sus manos sobre su estómago. ─¿Qué rayos te paso? ─preguntó extrañado. De su novia lo entendía, Autora comía de manera especial y no estaba acostumbrada a tomar leche entera, pero su secretaria. ─El café me causó mala indigestión, es la primera vez que me pasa, pero entiendo que fue la leche entera, pues siempre pido leche reducida en g
Sandra se estira al despertar con el sol en su rostro. Se sentia muy feliz, pues tenía un buen puesto a pesar de lo que eso implica, tendra que tener mas cuidado para no tropezar con su jefe, pues aun recuerda el correnton que sintio al este tocar sus brazos, cosa que no le gusta, pues la hace sentir insegura. Y mira que eso es casi imposiuble pues ella siempre ha sido muy segura de sí misma a pesar de las circunstancias en las que creció. De camino compró dos cafe uno para clara y otro para ella. No queria comenzar con una enemiga que piense que quiere quitarle su puesto, así que decidio invertir en dos cades con leche entera, como le gusta a ella. solo espera que a Clara le guste. Entró a la empresa con una hermosa sonrisa en sus labios y aunque aún no se acostumbra del todo a su nueva vida se siente muy contenta con los cambios. Espero paciente que elelevador abriera sus puertas. Cuando escucho a dos chicas hablando. —Te enteraste, el jefe ya puso fecha a su boda, La señorita
Mark entró en la sala de estar con una enorme sonrisa, vio a su novia, la mujer que siempre ha visto como la madre de sus hijos y llegó hasta ella para saludarla con un casto beso en sus labios. —Amor, disculpame por haberme ido esta manana así. —susurra y Aurora niega. —No tienes que disculparte, yo sé que tienes cosas importantes en la empresa. —Aurora entrelaza sus dedos con los de marck y caminan hasta llegar a los padres de ella. —Buenas noches senores Hills. —saluda a sus suegros. —Que bueno verlos. Me llena de alegría saber que al fin van a poner fecha. —aclara Stefano Hills. —Si, senores, espero que los complazca. —habla Marck resignado a su destino. —Por supuesto, tú eres el mejor partido para nuestra hija, velarás por los intereses de ella y por los nuestros. —asegura Stefano. Marck ve que sus amigos llegan y se disculpa para ir a su encuentro. Como Domenico habia dicho él llegó con Esthela y Gianluca algo de mal humor pero a su amigo no le podia fallar. —Bie
Al despedirse de los Yamada, Marck se encerro en su despacho para hacer algunas llamadas, él es el CEO de la empresa pero no era el dueño total de esta, se debia al criterio de su padre y socios. Tomo el telefono y le explico a su padre lo que habia pasado. No podia decir que habia llegado tarde a la reunión, prefirio contar la historia desde donde Sandra le volteo el cafe a los Yamadas y la intervencion de esta como traductora de dichos hombres. Su idea era contratarla como asistente personal y dejar a Clara como la secretaria de presidencia pues la mujer habia servido por muchos años y nunca habia tenido algun problema. Su padre no quiso alentarlo pero lo dejó bajo su criterio. La empresa era una familiar, su unico socio era Stephano Hills el padre de Aurora y por esa sociedad es que ellos terminaron comprometidos desde que no tenian uso de razon. Marck a pesar de no estar tan entusiasta llamó a Clara para que hiciera pasar a Sandra. —Señorita Willis, tome asiento, por favor. —d
—¡Mierda! —gritó el castaño al mirar su celular y ver la hora. —Un poco más. —susurra la mujer que tiene a su lado en la cama. Marck no dijo nada más, de un salto se puso el pantalón y tomó la camisa para salir de la habitación de Aurora, su prometida. —Señor, ¿necesita algo? —pregunta la mujer de servicio. —No, Rebeca, dile a Aurora que la veo en la noche, tengo que estar en la oficina en una hora. —contesta a la mujer mayor. —¿Está bien, señor Lion? —La mujer se marcha y Marck sale del apartamento para ir a su casa. Tenía el tiempo justo para banarse e ir a la reunión con los japoneses. Entró a su Bugatti y sin pensarlo mucho lo puso en marcha. Las carreteras estaban congestionadas pero el conocia los mejores atajos para llegar a su casa. Al entrar se encontró con su padre quien solo negó y se montó en su limusina. Marck agradecio al cielo porque su padre no se detuvo para darle uno de sus pequenos sermones. Entro a la mansion Lion y subió hasta su habitacion para correr
—Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, cumpleaños Sandra, cumpleaños feliz! —Todas las jovenes aplauden. Es el cumpleaños número 21 y aunque es un momento feliz para todas, saben que al llegar a esa edad tienen que abandonar el orfanato. —Gracias chicas, me siento muy feliz. —dice Sandra abrazando a sus companeras. —Sandra, la directora me pidió que te dijera que vayas a su oficina. —habla Cruz la encargada de las habitaciones donde estaban cantándole a la cumpleañera. —Claro, ya mismo voy, no se la coman toda. —contesta refiriéndose al manjar dulce que sostiene la vela. —Tranquila ve, que yo me encargo de que te dejen. —comenta Susana su mejor amiga en el orfanato. Ambas llegaron para la misma fecha y desde entonces han sido amigas. Sandra salió del edificio donde se encuentra para ir directo a las oficinas principales del orfanato. Toca la puerta de la oficina de la mujer que la esperaba. —Directora Lion, ¿me mandó a llamar? —Andrea Lion asiente, una mujer de un carácte