Sandra tuvo que ir al tocador para calmar sus nervios, estuvo a nada de sentir los labios del hombre más apuesto que sus ojos han visto, sobre los de ella, se sintio como esas protagonista de sus novelas favoritas, ella sabe que eso estuvo mal, que ella no debió quedarse paralizada pero fue un impulso más fuerte que ella, debía admitir que queria saber como seria ser besada, sería su primer beso. Negó al recordar su rostro al mirar a su novia, ella no podia ser una mujer de esas que rompen relaciones, ella no está alli para ligar con su jefe, se reprende una y otra vez al meirarse al espejo con su mirada llena de lágrimas.
—Ay Sandra, que boba eres, ese hombre está rendido por su novia, no puedes dejarte llevar por su mirada encantadora. —se susurra y limpia su rostro. Sale del tocador para volver a sus funciones, esta vez convencida de que no puede dejarse llevar por eso que su corazón siente cuando está cerca de él. Marck observó con recelo la puerta por donde salió Sandra y suspiro por lo bajo, estuvo tan cerca de lograr sacarla de su cabeza, pero nada en otro momento será. Miró a su novia tratando de no compararla con Sandra, pero la mirada de Aurora comenzaba a sentirla fria, calculadora, la sonrisa de la rubia era mas falsa y este sabia que se debia a lo caprichosa que podia llegar a ser cuando se lo propinia. Aurora mira con desprecio hacia dónde salió Sandra y volvió su mirada a su novio, que lo notaba más pensativo que nunca. Sonrio maliciosa, se puso de puntitas para besar los labios del hombre y traerlo a su realidad. Marck cerró su ojos e imagino que a quien besaba era a Sandra. Se habia quedado con sus sucios deseos de sentir los labios de su asistente, de saboerear su boca hasta quedar saciado de ella y no volverla a pensar. Marck afinco el beso tomando a su novia por la cintura y con su mano libre la tomó de la nuca para hundir su lengua en su boca y adentrarse a ese mundo de lujuria que tanto le gusta, esta vez con un rostro diferente, el de su asistente. Aurora aprovecho la pasion con la que Marck la besaba y comenzo a soltar los botones de su camisa para acariciar su pecho, bajando hasta el cinturón de su pantalon, no era la primera vez que hacían el amor en su oficina, pero si seria la primera vez que lo harian con Sandra alli, ocupando no solo el puesto de su secretaria si no que también el puesto de Aurora en la mente de Marck. Este último se dejó hacer. Aurora no dejó espacio para la duda, no le interesaba que se escucharan sus gemidos, necesitaba marcar territorio, la mosca muerta no le robara a su novio, eso nunca pasará. Se puso de rodillas para sacar a su mejor amigo. Llevarlo a su boca siempre ha sido un placer, así comenzo una felacion magistral para el hombre quien se sujeto de su escritorio para disfrutar el gran trabajo que está haciendo su novia. Al sentir su calor en su flácido amigo este comenzo a jadear dejandose llevar por la sensaciones. Su pene commenzo a palpitar poniendose en posicion de canon preparado para la guerra. Tomo a Aurora de la cintura, la subió al escritorio donde solo levanto su falda hecho su ropa interior hacia el lado y se hundio en ella haciendo que ella jimiera de placer fuerte. Las razones de sus aullidos eran obvios, necesitaba que Sandra escuchara y se diera cuenta de quién era ese hombre. Marck besa a Aurora para acallar sus gemidos, pero Aurora no estaba dispuesta a que su novio saboteara sus intenciones, ella gemia mas fuerte cada vez que podia. Marck embestia con fuerzas, queria pensar que era Sandra quien recibia su miembro, por lo que mordio la mandibula de su novia bajando por su cuello dejando algunas marcas rosadas. —Eres mia. —susura Marck en su oído, deseando escuchar la voz de Sandra, no paraba de pensar en cómo sería entrar en ella, sentir su calor arropando su polla. —Si amor, soy toda tuya. —Mark salió de ella para correrse en su rostro, como siempre lo hacía. Aurora recibio todo gustosa y Marck se tumbó para serenarse, no sabía cuán placentero era hacer el amor con su novia deseando a otra, sentia como si no le fuera infiel aunque sí lo era con su pensamiento. 🩷🩷🩷 Sandra escuchó ruidos extranos para ella y se acercó a la puerta para escuchar que pasaba cuando escucho commo la mujer gemia y confesaba que era toda del hombre. Sandra negó y se maldijo por casi haberse dejado besar por el hombre, un hombre infiel que no merece a ninguna. Sus sentimientos tendrian que cambiar, por eso se puso a trabajar sin prestar más atencion de lo que alla dentro pasaba. A la media hora Aurora salió de la oficina con una sonrisa de oreja a oreja, estaba satisfecha por ambas acciones, estaba segura que aAurora habia escuchado todo y ademas habia recibido la atencion que deseaba de su novio. —Gracias por venir, amor, te veo mas tarde. —Aurora se acerca para dejar un cálido beso sobre los labios de su novio, pero Sandra no los miro, no le interesaba que pasaba a su alrededor, sigilo tecleando y dando forma a una propuesta que le mostraria a su jefe más adelante para los Yamada, fue algo que se le ocurrio y queria discutirlo con Marck para que le diera el visto bueno y lo propusiera a los asiaticos. Aurora se va y Marck voltea a ver a su asistente. —Creo que te debo una explicacion. —dice arrepentirdo por haberse acercado a Sandra con la s intenciones de besarla. —No se preocupe, señor. Sé perfectamente que no volvera a pasar. —Sandra vuelve a su trabajo con el corazón hecho trizas pero así era mejor, ella no piodia enamorarse de un hombre comprometido. Marck no deseaba que las cosas quedaran así, pero ella tenía razón, eso no podia volver a repetirse. Entró en su oficina con deseos de derribar todo, pero no podia comportarse como un chico caprichoso e impulsivo, a sus 27 años ya esos berrinches no le van.Los días restantes previos a la fiesta de compromiso de Marck, Sandra se mantuvo distante, si tenía que entrar a la oficina de su jefe trataba de dejar la puerta abierta, buscaba hacerlo solo una o dos veces al día, muchas veces adelantando trabajo para no tener que volver a encontrarse con esa intensa mirada que le pone a palpitar su corazón. Ella estaba dispuesta a no dejarse llevar por eso que le hace sentir, ese calor que corre por su cuerpo siempre que lo tiene de frente, al que no le debe prestar atención porque no es para ella. ─Si es todo me retiro. ─comenta Sandra esperando órdenes de su jefe, ya era hora de salir y tenía que probarse el vestido que Akiro Yamada le había enviado para que lo acompañara al compromiso del hombre que roba sus suspiros. Al principio dudó en ir, claro, pero ahora estaba más que convencida, ese evento le hará entender que eso que siente es prohibido y hasta grotesco, pues él es un hombre comprometido. ─Puedes marcharte, te veo el lunes. ─Sandra
Sandra baja su mirada, Marck se veía demasiado apuesto con ese elegante traje. Akiro siente la tensión en la mujer que lleva de su brazo y aunque no presta atención a la mirada de Marck se preocupa por sentirse incómoda.─Te sientes bien? ─pregunta el japonés con cortesia.─Sí, gracias por preocuparte. ─Sandra camina sonriente al lado del caballero que en todo momento la hace sentir importante, ella funge como traductora en muchos casos pues a pesar de conocer el idioma inglés ellos prefieren hablar en su idioma natal. Solo en ocasiones muy importantes se detienen a hablar en inglés. ─Buenas noches. ─saluda Charles Lion estrechando su mano a Ronin Yamada. ─Buenas noches. ─saludan todos de una manera elegante. Charles sonríe amablemente y comienza a hablar con Ronin, pero es Sandra la que con experiencia comienza a traducir. ─Oh, pero que bien, hermosa e inteligente. ─susurra el hombre con mirada lasciva. Cosa que no pasó desapercibido por Akiro quien por instinto la tomó por la ci
Marck no se detiene, no quiere detenerse, no allí, necesitaba probar sus labios con premura para poder cumplir con ese compromiso que había adquirido desde pequeño, la llegada de Sandra a su vida le habia desviado de su norte, desde esa mañana del miercoles en la oficina supo que no podria seguir adelante sin probar esos labios que lo llaman como imán. La mirada de Sandra lo hechiza, juega con su razón a su antojo.─Te deseo. ─susurra mientras va acercando sus labios a los de ella. Sandra siente su aliento y sabe que es inminente que sus labios se rocen, por fin será besada, aunque él no sea el hombre indicado para ella. No articula palabra alguna, solo deja que ocurra, pues aunque sabe que será el peor error de su vida, ella también lo desea. Marck ta toma de la nuca y la cintura para pegarla más a su cuerpo si eso era posible, necesitaba ese contacto, queria disfrutar cada segundo que pudiera tenerla así de cerca, rozó su nariz con la de ella encantado por tenerla cooperandora y e
Marck miró la puerta por donde salía la pera más comentada de la noche. Akito Yamada y la hermosa joven misteriosa como le llamaban a Sandra. Su corazón comenzó a latir de prisa, una desesperación por ir tras ellos comenzó a correr por su cuerpo. No entendía qué le pasaba pues nunca ha sentido eso con su Aurora, “Será que a Autora siempre la has tenido a tu lado” piensa queriéndose engañar. Suspiro al escuchar la voz melosa de su novia─. Amor, ¿Me llevas a casa? ─Nunca le había parecido esa voz chillona, pero en ese momento sí, le molestaba tan solo escucharla. ¿Desde cuándo le molestaba todo lo que hacía Aurora? Se cuestiona al entender que ella no ha cambiado, quién ha cambiado es él. 💓💓💓 Sandra no miró atrás tras, tenía claro que la observaban pero sabía que si miraba se iba a encontrar con la mirada de su jefe y en ese momento era mejor evitar. ─Estoy cansada, me gustaría ir a mi casa. ─susurra sutil. ─Por supuesto, hermosa. ─Akiro hizo una seña a su chófer quién rá
Sandra despertó con su corazón agitado—. ¿Qué fue eso? —se pregunta llevando su mano a su corazón. A su pensamiento solo llega la mirada de su jefe. Negó entendiendo que fue solo un presentimiento. Lo que no le hacía sentido es que despertara pensando en él. No le bastó saber que ya era un hombre comprometido ahora frente a toda la sociedad. Tomó un vaso de agua y volvió a recostar, aunque no podía conciliar el sueño. 💓💓💓Los ojos de Marck van abriendo poco a poco. Solo escucha murmullos y una ruidosa máquina, la misma que lee su ritmo cardíaco. —Doctor, el paciente despertó. —habla una enfermera y el médico que lo atiende se acerca. —Señor Lion, ¿cómo se siente? —pregunta el galeno. —Como si me hubiera arrollado un tren. —dice haciendo una mueca de dolor. —No se mueva. Lamentablemente, aunque no lo arrolló un tren, si tiene varias costillas fracturadas. —aclara el médico. —¿Cómo está Aurora? —pregunta. —Su novia está en perfecto estado, usted y su cuerpo recibieron todos l
En la sala de juntas de DL Distribution se formó un silencio incómodo para Sandra quién se reflejaba en la mirada de los presentes. Sus manos tiemblan como gelatina ¿Aquien en su sano juicio se le ocurre proponerla para ocupar el puesto de presidentainterina de la compañía? —Yo no creo que sea pertinente. —susurra en inglés para que todos los presentes incluyendo los japoneses entiendan lo que ella dice. —Yo considero que puede hacerse cargo, pues ella tienen la capacidad de entenderse directamente con nuevos socios y accionistas. A ver, ¿cuántos idiomas hablas? —pregunta Charles Lion. —Cinco señor, hablo, español, inglés, japonés, arabe e Italiano. —los hombres se miraron entre sí, en especial Ronin y Akiro, pues es muy raro que la mujer hable árabe y sea idéntica a la princesa fallecida de los emiratos. —No tenemos tu curriculum en mano, pero me gustaria saber que estudiaste para que mi yerno te escogiera como su asistente. —Sandra baja la mirada al recordar que Marck le habia
El almuerzo estuvo tranquilo Sandra y Akiro volvieron a viajar en la limu[sina solos pues Ronin no queria ser mal tercio entre los dos. Él estaba convencido que su hijo Akiro lofgraria enamorar al clon de Amira y sería muy feliz. Sandra aunque ya comenzaba a sentirse comoda ante la presencia de Akiro aun no lograba sentirse comoda con sus atenciones. él es un hombre muy caballeroso y eso no lo puede negar. le reclama su conciencia. Sandra suspiro agotada, entre que ahora ocupará un cargo del cual no tiene una idea más alla de lo que le enseñaron en la universidad ahora también tiene que acallarsu conciencia en cuanto al amor y las relaciones de pareja. —Me gustartria invitarte a cenar. —habla Akiro y Sandra sonríe amable. —¿Puede ser el sabado? Es que manana tengo trabajo y no me guastaria estar con prisa. —habla la chica y Akiro sonríe complacido. —Claro, el sabado será, no voy a poner hora porque nos seguiremos viendo en la oficina, el jueves tengo que volver para hablar cont
Marck miró a su alrededor, estaba solo en la fria habitacion de hotel. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué todo lo que tiene que ver con Sandra le afecta? ¿Por qué teme que Aurora se de cuenta de todo? Trató de lecvantarse pero no pudo, sus costillas duelen demasiado. Cerró sus ojos desesperanzado, no iba a llamar a las enfermeras, de seguro alguna llegará pronto. Desde que estaba en el hospital no sabía ni la hora que vivia. Solo dormia y comia, una enfermera se encargaba de su aseo en la misma cama. No niega que eso le frustra, pues le gustaria poder levantarse y hacer las cosas por sí mismo. Suspiro cansado cuando sintio que la puerta commenzo a abrirse. —Que bueno, que vino, necesito que me ayuden a acomodar. —habla sin abrir sus ojos. —Ensegiuida llamó a una enfermera. —La dulce voz de la mujer hazo que su corazón latiera como nunca lo habia sentido. Un nudo en su garganta no lo dejó hablar para detenerla pues Sandra enseguida salió en busca de alguien que lo pudiera ayudar. La enfermera