Marck ayudó a Aurora a entrar en su auto. Estaba enojado con todos, no podía ser que los Yamada amenazaron con quitar su inyección de dinero solo por una simple empleada. Sandra no tiene nada de especial, solo que es poliglota y hermosa, eso no lo podía cambiar para complacer a su novia.
—¿Estás mejor? —Aurora niega.
—Estaré bien en el momento que esa mosca muerta salga de la empresa. No ves como atentó contra mi vida? —agrega Aurora sin reconocer que lo que le tiene a la chica son celos, pues la joven mujer tiene algo que ella siempre ha deseado, una belleza unica y natural. Sandra lucía solo un labial claro junto a un brillo. Nada ostentoso y a su vez se veia elegante y sofisticada.
—Ya escuchaste, si ella se va todo se acaba, la empresa necesitaba ese capital para mantenerse en pie. No creo que tu padre quiera ver caer la empresa por una pataleta tuya. Adicional que si estas así es porque tu tomaste su café, uno que no fue comprado para ti, sino para ella. —aclara Marck poniendo en marcha su auto. Recordando que fue el mismo Stephano Hills quien llevó a la empresa a esas circunstancias.
—¿Y la defiendes? —cuestiona indignada.
—No Aurora, no estoy defendiendo a Sandra, solo digo que tu tuviste la culpa, pues el cafe no fue comprado a tu gusto, sino al de ella. —habla buscando calmar su situación con su prometida. No le conviene gritar, ni amenazar a nadie.
—Como sea, quiero a esa mujer fuera de nuestras vidas. Voy a hablar con mi padre para que la junta la saque. —sigue empecinada la mujer.
—Haz lo que tu quieras, pero te advierto, si la empresa se queda sin socio inversionista solo va a ser por tus caprichos. —Marck se detiene frente a la mansión de los Hills.
—¿Por qué me triste a casa de mis padres? — se quita el cinturón de seguridad para enfrentar la mirada calmada de su novio—. Pensé que iríamos directo a mi apartamento. —acaricia el pecho de Marck mordiendo su labio.
—Hoy no Aurora, estás enferma y necesitas comportarte como una niña malcriada, así que adelante. —La aludida hace un puchero triste, pensaba que pasaría lo que queda de día con su prometido.
—Marck yo solo necesito estar a tu lado. —habla de manera sensual.
—No te entiendo, Aurora. ¿No querías hablar con tu padre? Pues ahora vas a poder hablar con él y convencerlo de hablar con los Yamada para que no quiten su inversión por despedir a Sandra.
—Verás que mi padre encontrará alguna solución. —Aurora se baja indignada pues ella no deseaba ver a su padre, ella quería pasar más tiempo con su novio. Lo habia ido a buscar para que escogieran el local y la decoración para su boda y por ahí mismo que llegaran a su apartamento donde calmaría su sed carnal.
Marck mira a su novia bajarse enojada y niega. Esas son las cosas que le hacen pensar si está tomando la decisión correcta respecto a su relación. Era la primera vez que sentia enfadado por alguna de las ninerias de su novia. No podia disimular su sentir.
Puso en marcha su auto dejando a Aurora alli en la entrada. No epsero que los de la seguridad de su padre abrieran le porton, necesitaba pensar en qué diablos pasaba con él, pues ese comportamiento no era normal, a el nunca le habia importado lo caprichosa que era Aurora y ahora comienza a irritarle. Eso no podia ser normal, debia aclarar su mente y volver a ser como antes pues Aurora será su esposa si o si.
Marck siguio hasta el club donde de seguro encuentra a Domenico, este a pesar de tener una empresa exitosa tiene el tiempo para dedicarla a su gran amor, Esthela.
Le entrega las llaves al chofer del valet para que lo estacione y el entra con esa elegancia que lo caracteriza, su ceño fruncido es parte de ese atuendo que siempre carga. Entra a la barra y pide un conac.
—Marck, qué haces aquí tan temprano? —pregunta Domenico quien almorzaba con su novia. Era de todos conocidos que Marck no era fan de estar en el club y si lo encvcontraban ahi era por algun evento alque tenia que asistir obligado por su madre o por su prometida a la que si le gusta exhibir su relacion.
—Estoy que me lleva el diablo y lo peor es que ni se porque. —explica Marck llevando el licor a sus labios.
—A ver, no entiendo. ¿Cómo que estás enojado sin razon? —cuenstiona el castano.
—Es uhn cuento largo, no creo que Esthela aguante mucho sin ti. —agrega Marck queriendo hablar con su amigo, pero entendiendo que él está acompañado en ese momento.
—Tranquilo, eso lo resuelvo en unos minutos y seguimos hablando. —Domenico se aleja de Marck para ir hasta su mesa y entregarle su tarjeta para que se fuera de compras así tendría tiempo para escuchar a su amigo. Esthela sonríe y guarda la tarjeta, ella era la más beneficiada pues usaría la tarjeta para darse todos los gustos que puede en unas horas ya que en cuanto Domenico se desocupe le pone frenos a sus gastos. Eso era lo que más odiaba de todo, pero no se enojaria buscaría la manera de comprar a sus anchas esperando que Marck entretenga a su novio el tiempo suficiente para ella poder hacer sus movimientos.
Domenico se acercó a su amigo y pidió un whisky, él no era el mejor consejero pero al menos podría escucharlo.
—A ver, cuéntame. —Marck enfrenta la mirada de su amigo.
—No estoy seguro si estoy haciendo lo correcto. — comenzó Marck por primera vez temeroso de una vida insatisfactoria.
—No entiendo a qué viene eso. —comenta Domenico intrigado, su amigo no puede estar hablando en serio, pues este siempre ha sido un hombre muy seguro de lo que hace.
—Verás, te cuento. —Marck comienza a hablar sobre su nueva asistente, sus virtudes, también habla de los nuevos inversionistas y los malos manejos que hizo su suegro mientras estuvo frente a la empresa, también menciona lo que había hecho Aurora, sus caprichos y su intención de sacar a Sandra sin motivo alguno. En fin todo lo que había pasado durante la mañana. Domenico escuchaba con atención cada palabra de su amigo sin poder decir lo que pensaba pues a pesar de que conoce a Marck desde la universidad nunca se había planteado el hecho de que él pueda enamorarse de otra mujer que no sea Aurora.
Este es el capitulo de ayer que no pude completarlo por razones personales, espero que puedna disfrutarlo. Muchas gracias, el capitulo de hoy lo publicare en la noche.
El almuerzo con Akiro fue extraño para Sandra pues ella nunca había tenido un acercamiento con un hombre. El japonés se comportó a la altura, fue todo un caballero en toda la extensión de la palabra, pero aun así ella se sentía incómoda. No entendía el porqué, pero así era. En cuanto salieron del restaurante los esperaba la limusina qué los había llevado hasta allí. —¿Te encuentras bien? —pregunta Akiro al sentirla muy callada. —Eh, si, ¿Podrías llevarme a la empresa? —pide Sandra con una pequeña sonrisa en sus labios. —Por supuesto. —el hombre toma el teléfono que da con el chofer para dar las nuevas instrucciones—. Esta mañana mi padre recibió una invitación por parte de los Lion para la fiesta de compromiso de Marck Lion, me gustaría que pudieras acompañarme. —Sandra abrió grandes sus ojos .—Yo… —titubea—. Yo nunca he ido a una fiesta de personas importantes, es más, no tendría que ponerme, mejor no, sería mucho para mi. —admite tranquila y sincera conociendo que ese no es su l
Sandra tuvo que ir al tocador para calmar sus nervios, estuvo a nada de sentir los labios del hombre más apuesto que sus ojos han visto, sobre los de ella, se sintio como esas protagonista de sus novelas favoritas, ella sabe que eso estuvo mal, que ella no debió quedarse paralizada pero fue un impulso más fuerte que ella, debía admitir que queria saber como seria ser besada, sería su primer beso. Negó al recordar su rostro al mirar a su novia, ella no podia ser una mujer de esas que rompen relaciones, ella no está alli para ligar con su jefe, se reprende una y otra vez al meirarse al espejo con su mirada llena de lágrimas. —Ay Sandra, que boba eres, ese hombre está rendido por su novia, no puedes dejarte llevar por su mirada encantadora. —se susurra y limpia su rostro. Sale del tocador para volver a sus funciones, esta vez convencida de que no puede dejarse llevar por eso que su corazón siente cuando está cerca de él.Marck observó con recelo la puerta por donde salió Sandra y suspir
Los días restantes previos a la fiesta de compromiso de Marck, Sandra se mantuvo distante, si tenía que entrar a la oficina de su jefe trataba de dejar la puerta abierta, buscaba hacerlo solo una o dos veces al día, muchas veces adelantando trabajo para no tener que volver a encontrarse con esa intensa mirada que le pone a palpitar su corazón. Ella estaba dispuesta a no dejarse llevar por eso que le hace sentir, ese calor que corre por su cuerpo siempre que lo tiene de frente, al que no le debe prestar atención porque no es para ella. ─Si es todo me retiro. ─comenta Sandra esperando órdenes de su jefe, ya era hora de salir y tenía que probarse el vestido que Akiro Yamada le había enviado para que lo acompañara al compromiso del hombre que roba sus suspiros. Al principio dudó en ir, claro, pero ahora estaba más que convencida, ese evento le hará entender que eso que siente es prohibido y hasta grotesco, pues él es un hombre comprometido. ─Puedes marcharte, te veo el lunes. ─Sandra
Sandra baja su mirada, Marck se veía demasiado apuesto con ese elegante traje. Akiro siente la tensión en la mujer que lleva de su brazo y aunque no presta atención a la mirada de Marck se preocupa por sentirse incómoda.─Te sientes bien? ─pregunta el japonés con cortesia.─Sí, gracias por preocuparte. ─Sandra camina sonriente al lado del caballero que en todo momento la hace sentir importante, ella funge como traductora en muchos casos pues a pesar de conocer el idioma inglés ellos prefieren hablar en su idioma natal. Solo en ocasiones muy importantes se detienen a hablar en inglés. ─Buenas noches. ─saluda Charles Lion estrechando su mano a Ronin Yamada. ─Buenas noches. ─saludan todos de una manera elegante. Charles sonríe amablemente y comienza a hablar con Ronin, pero es Sandra la que con experiencia comienza a traducir. ─Oh, pero que bien, hermosa e inteligente. ─susurra el hombre con mirada lasciva. Cosa que no pasó desapercibido por Akiro quien por instinto la tomó por la ci
Marck no se detiene, no quiere detenerse, no allí, necesitaba probar sus labios con premura para poder cumplir con ese compromiso que había adquirido desde pequeño, la llegada de Sandra a su vida le habia desviado de su norte, desde esa mañana del miercoles en la oficina supo que no podria seguir adelante sin probar esos labios que lo llaman como imán. La mirada de Sandra lo hechiza, juega con su razón a su antojo.─Te deseo. ─susurra mientras va acercando sus labios a los de ella. Sandra siente su aliento y sabe que es inminente que sus labios se rocen, por fin será besada, aunque él no sea el hombre indicado para ella. No articula palabra alguna, solo deja que ocurra, pues aunque sabe que será el peor error de su vida, ella también lo desea. Marck ta toma de la nuca y la cintura para pegarla más a su cuerpo si eso era posible, necesitaba ese contacto, queria disfrutar cada segundo que pudiera tenerla así de cerca, rozó su nariz con la de ella encantado por tenerla cooperandora y e
Marck miró la puerta por donde salía la pera más comentada de la noche. Akito Yamada y la hermosa joven misteriosa como le llamaban a Sandra. Su corazón comenzó a latir de prisa, una desesperación por ir tras ellos comenzó a correr por su cuerpo. No entendía qué le pasaba pues nunca ha sentido eso con su Aurora, “Será que a Autora siempre la has tenido a tu lado” piensa queriéndose engañar. Suspiro al escuchar la voz melosa de su novia─. Amor, ¿Me llevas a casa? ─Nunca le había parecido esa voz chillona, pero en ese momento sí, le molestaba tan solo escucharla. ¿Desde cuándo le molestaba todo lo que hacía Aurora? Se cuestiona al entender que ella no ha cambiado, quién ha cambiado es él. 💓💓💓 Sandra no miró atrás tras, tenía claro que la observaban pero sabía que si miraba se iba a encontrar con la mirada de su jefe y en ese momento era mejor evitar. ─Estoy cansada, me gustaría ir a mi casa. ─susurra sutil. ─Por supuesto, hermosa. ─Akiro hizo una seña a su chófer quién rá
Sandra despertó con su corazón agitado—. ¿Qué fue eso? —se pregunta llevando su mano a su corazón. A su pensamiento solo llega la mirada de su jefe. Negó entendiendo que fue solo un presentimiento. Lo que no le hacía sentido es que despertara pensando en él. No le bastó saber que ya era un hombre comprometido ahora frente a toda la sociedad. Tomó un vaso de agua y volvió a recostar, aunque no podía conciliar el sueño. 💓💓💓Los ojos de Marck van abriendo poco a poco. Solo escucha murmullos y una ruidosa máquina, la misma que lee su ritmo cardíaco. —Doctor, el paciente despertó. —habla una enfermera y el médico que lo atiende se acerca. —Señor Lion, ¿cómo se siente? —pregunta el galeno. —Como si me hubiera arrollado un tren. —dice haciendo una mueca de dolor. —No se mueva. Lamentablemente, aunque no lo arrolló un tren, si tiene varias costillas fracturadas. —aclara el médico. —¿Cómo está Aurora? —pregunta. —Su novia está en perfecto estado, usted y su cuerpo recibieron todos l
En la sala de juntas de DL Distribution se formó un silencio incómodo para Sandra quién se reflejaba en la mirada de los presentes. Sus manos tiemblan como gelatina ¿Aquien en su sano juicio se le ocurre proponerla para ocupar el puesto de presidentainterina de la compañía? —Yo no creo que sea pertinente. —susurra en inglés para que todos los presentes incluyendo los japoneses entiendan lo que ella dice. —Yo considero que puede hacerse cargo, pues ella tienen la capacidad de entenderse directamente con nuevos socios y accionistas. A ver, ¿cuántos idiomas hablas? —pregunta Charles Lion. —Cinco señor, hablo, español, inglés, japonés, arabe e Italiano. —los hombres se miraron entre sí, en especial Ronin y Akiro, pues es muy raro que la mujer hable árabe y sea idéntica a la princesa fallecida de los emiratos. —No tenemos tu curriculum en mano, pero me gustaria saber que estudiaste para que mi yerno te escogiera como su asistente. —Sandra baja la mirada al recordar que Marck le habia