Capítulo 6

─Marck ayuda… ─volvió a devolver lo que le quedaba en su estómago. Aurora se tuvo que sujetar del escritorio pues sus piernas no podían sostenerla.

─¿Aurora, que paso? ─preguntó Marck preocupado por su prometida.

─Este café no está hecho con leche de almendra , soy alérgica a la lactosa. ─explica y Marck mira serio a Sandra, quien cubrió su boca con asombro.

─En mi defensa diré que no era para la señorita, ese café lo compre para mí. ─sonríe como una niña traviesa. Marck no podía regañar a su ahora asistente porque ella no tenía ninguna culpa, pero ¿dónde estaba Clara?

─Señor disculpe, pero no me siento bien. ─habla la mujer pálida caminando con sus manos sobre su estómago.

─¿Qué rayos te paso? ─preguntó extrañado. De su novia lo entendía, Autora comía de manera especial y no estaba acostumbrada a tomar leche entera, pero su secretaria.

─El café me causó mala indigestión, es la primera vez que me pasa, pero entiendo que fue la leche entera, pues siempre pido leche reducida en grasa. ─Marck va a hablar pero la mujer mayor corre nuevamente al baño para descargar su intestino.

─¿Y ahora? ─Sandra se encoge de hombros.

─No sabía que le hacía daño, que sensible. ─habla enojada porque ella quiso ser buena gente y terminó siendo la villana.

─¿Qué está pasando? ─pregunta Ronin a Sandra, quien suspira cansada.

─Le cuento que esta mañana compre dos cafés exactamente iguales, pues los pedí como me gusta a mi, café, leche entera y tres sobres de azúcar, le di uno a Clara, la secretaria, a quien le cayó mal y la mandó para el baño, ahora bien, no se quien le dijo a la señorita que podía tomar mi café y resultó alérgica a la lactosa. ─vuelve a encogerse de hombros y mira como Marck está ayudando a su novia a sentarse en la silla de Clara.

─¿Quién es esa mujer? ─cuestiona con un grito Aurora.

─Es mi nueva asistente.─habla Marck sabiendo que eso sólo significa problemas.

─La quiero fuera. ─grita y Ronin vuelve a preguntarle a Sandra que le resuma lo que está pasando.

─Aurora, tranquila, recuperate. ─habla con voz suave para calmar a su novia.

─Estoy bien, quiero a esa mujer fuera de aquí ahora. ─grita autoritaria. Sandra le traduce discretamente a Ronin Yamada lo que hablan los presentes. El hombre mayor carraspea al ver la actitud de niña caprichosa que toma Aurora e interviene llamando la atención de ambos.

─Si Sandra se va, la inversión queda sin efecto desde este momento. ─dice el hombre y Sandra niega, no quiere traducirlo.

─Si es importante traducelo. ─ordena con autoridad Sandra.

─Bueno, el señor Yamada dice que si me votan, que se olviden de la inversión, pues la retira ahora mismo.

─No, eso él no lo puede hacer, si lo hace tiene que pagar una compensación a la empresa. ─Habla Marck comenzado a irritarse. Sandra le traduce al japonés quien sonríe y enfrenta la mirada de Marck.

─Lion, aun no sabes quien soy. La compensación que le tengo que dar a tu empresa son migajas para mí. Sin duda alguna puedo cubrir la penalidad. ─culmina el hombre poniendo en una encrucijada a Marck quien miraba a su novia roja de la ira y a Sandra quien solo bajo la mirada para no enfrentar la mirada iracunda de Marck.

─Sandra, dile al señor Yamada, que aquí quien manda soy yo, no mi prometida, por supuesto que aquí te quedas. ─aclara apretando su mandíbula sabiendo que esas palabras eran el principio de una discusión con su novia.

─Marck. ─se queja la rubia.

─Nada Autora, no puedo perder ese contrato por un capricho tuyo. ─le informa el castaño y vuelve su mirada a los Yamada.

─Me disculpan, quedan en buenas manos. ─dice Marck señalando a Sandra.

Marck ayuda a Aurora a levantarse y se dirigen hasta el elevador para llevarla a su casa. Sandra ve con tristeza como este es tan amable con su novia.

─Bueno, veo que no vas a tener más trabajo, te invitamos a almorzar. ─habla Akiro más animado.

─Es una estupenda idea, no voy a aceptar un no por respuesta. ─dice con una enorme sonrisa el hombre mayor.

─Bueno, yo… ─Sandra titubea─. Es que no se… ─mira para todos lados como buscando una excusa.

─Tranquila, Marck no te va a necesitar. ─aclara Ronin y Sandra no encontró excusa.

─Está bien, déjame buscar mi bolso. ─Los hombres asienten y esperan pacientes.

─Bajaron y entraron a la limusina sentándose de una manera estratégica, pues a Ronin le gustaba Sandra para su hijo. Para él, Sandra era muy parecida a la mujer que había robado su corazón en su juventud, Amira Talhuk.

Akiro miró de reojo a su padre quien sonrió complacido.

─Oh qué olvidadizo soy. ─habla Ronin sonriendo en silencio. Sandra le presta atención─. Les importaría ir a almorzar solos, es que recordé que tengo una reunión importante con un amigo. ─Sandra miró dubitativa a Akiro.

─Yo no tengo hambre, si quiere puede dejarme aquí y yo vuelvo a la empresa, por mi no hay problema. ─dice Sandra deseosa de que se quede allí.

─No, eso sería un desaire, te invitamos y te vamos a llevar a almorzar. Los llevo hasta el restaurante y le pido a mi chófer que vuelva por ustedes. No tengo problema con eso. ─Sandra se encoge de hombros y vuelve a fijar su vista a la calle.

Llegaron al restaurante y Akiro ayudó a descender a Sandra quien se despidió de Ronin con un gesto distintivo del país natal del hombre.

Akiro guió a Sandra hasta la mesa donde la ayudó a sentarse. Se sentó frente a ella y le regaló una dulce sonrisa.

─Me alegro que mi padre nos haya dejado solos. ─dice el hombre con voz suave.

─No entiendo. ─susurra nerviosa. No es que el hombre sea desagradable a su vista, pero no le ha causado eso que le causó su jefe.

─Disculpame, es que desde que te vi me has causado buena impresión. ─aclara el pelinegro.

Sandra no sabe que decir solo baja su mirada, apenas lleva dos días fuera del orfanato y ya está en esa situación.

-Yo… -busca las palabras adecuadas-. Es que no estoy acostumbrada a este tipo de comentarios. -expresa sincera.

-No hay problemas, no volverá a ocurrir, solo te pido que me dejes ser tu amigo. -Sandra asiente más tranquila.

-Gracias por entender. -Akiro no estaba dispuesto a perder a esa hermosa mujer. Su padre tenía razón, hermosa e inteligente un diamante en bruto qué pueden pulir a su manera.

Sandra era la mujer ideal para co.placer a su padre con un matrimonio.

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