Augusto Carranza, un importante hombre de negocios, un hombre con mucho dinero, quiere tener un hijo con Dayan, su nueva y joven esposa, pero esta llevada por la vanidad, el dinero y su acomodada vida, decide no dañar su cuerpo con estos menesteres de embarazos y complicaciones que le causaban dolor de cabeza. Dayan buscará la manera de dar ese hijo que tanto anhela su esposo y para eso decide buscar entre jóvenes humildes y con muchas necesidades económicas, una en especial que pueda ayudarla en este delicado plan, como lo es el de alquilar el vientre. Dayan, en su ambicioso plan arrastrará consigo a la humilde joven, Valentina, quien necesitada de unos buenos millones, accede a cumplir este delicado trabajo, ya que su madre se encuentra muy enferma y el tratamiento es muy costoso, ella piensa que ha tocado el cielo con las manos, pero lo que descubre es que el infierno existe y más cerca de lo que imagina y aunque le dará la mayor alegría al señor Carranza y a su esposa, para ella significará perder lo que más ama, por esta razón deberá luchar y no dejar nada a su suerte, y para eso deberá buscar el apoyo y la protección del hombre que un día la despreció y humilló.
Leer másLa llegada, nuevamente, de la pareja, al trabajo, suponía un reto para ambos. Valentina seguía siendo la asistente del Dr. Ramírez, mientras que Augusto seguía siendo el gran jefe.En este primer día de trabajo, de regreso de vacaciones, Valentina se ponía al tanto de todos los pendientes, mientras que el Dr. pensaba en que era bueno retirarse a disfrutar con su familia de la buena vida de la que ahora gozaban; Tenía dinero suficiente para vivir con Valentina y sus hijas cómodamente, no quería estrés, ni trabajos pendientes, ni llamadas a molestar y mucho menos reuniones, solo deseaba disfrutar de su mujer y volver la niñez con sus pequeñas hijas, tenía que hablar con Valentina acerca de esta decisión, estaban las niñas muy pequeñas aún, y necesitaban a su madre en el día a día.Dayan se había enterado por los medios y las revistas de entretenimiento que el millonario Augusto Carranza, se casaría nuevamente con su joven prometida, la madre de sus dos pequeñas hijas. Fue un fuerte golp
- ¿Por qué actúas como si no supieras nada? ¡Una mente como la tuya debe estar enterada de todo! ¡Sabes en realidad quien soy!, Valentina.- Por desgracia sé quién eres, ¿pero eso no cambia las cosas entre las dos?- ¿Quién iba a pensar que eras mi hija?- ¡Tengo una madre y un padre que me quieren mucho!! ¡… Necesito salir de aquí, siento que me asfixio! Valentina, con lágrimas en los ojos, salió casi corriendo de la habitación. Augusto fue detrás de ella, y la abrazó queriendo protegerla.- No quiero verte llorar, me duele.- Es que no puedo creer que esa mujer sea mi madre! Me ha hecho mucho daño, ¡no.…!- ¡Sé que es difícil todo esto, pero trata de manejar bien tus sentimientos, no te llenes de odio, te hará más daño! La información de la evolución de Dayan fue dada a Valentina, estaba mucho mejor y pronto la darían de alta.Augusto sintió curiosidad de saber, ¿Cómo Valentina, se había enterado de que Dayan era su madre? Ella, ya bastante calmada, le dijo que había sido en casa de
- ¡Tú no eres la madre de Valentina, ella no es como tú!- ¡Pero claramente dice que soy su madre! - dijo Dayan con cierta dificultad para hablar.- ¡Pudiste haberla parido, pero no eres su madre! No la mereces! ¡Estaba feliz, porque mis pequeñas hijas no tenían nada que ver contigo y, ahora, resulta que eres la madre de Valentina! ¡Ojalá ella nunca se entere de tan desagradable noticia! - Augusto soltó su mano de la de ella, no le gustaba que Valentina siguiera sufriendo por los celos y odio de Dayan, le había hecho mucho daño y ahora tenía que cargar con la cruz de ser su hija.Ya en la clínica, Dayan fue llevada por los doctores, mientras que Augusto buscaría a sus hijos y a Valentina, los encontró en la sala de espera, él queriendo olvidar un poco la noticia de la que se acaba de enterar, buscaría aclarar algo que le estaba dando vueltas en la cabeza.- Papá, ¿cómo está Dayan?,- Preguntó Carolina.- ¡Va a estar bien!, por ahora necesito una explicación de las jóvenes aquí presentes
Los detectives y él habían hecho un buen trabajo, ya la policía tenía al par de malandros que irrumpieron en el apartamento, Una fuerte suma de dinero pasó Augusto por debajo de la mesa a policías corruptos para dar su merecido a este par, además para saber quién los había contratado.Este par no esperaron mucho para hablar de quien los contrató, El Dr. García, les ofreció una fuerte suma de dinero, para que abusaran de ella delante de Augusto y luego la asesinaran para que no hablara acerca de la inseminación. Esto era aberrante, pensaban Augusto, ¿Qué caso tenía hacerle daño a una joven que fue víctima de las circunstancias? ¿Cómo pudieron pensar en hacerle daño a ella y de paso a toda la familia?Augusto pidió que cuando los mandaran a la cárcel les dieran la bienvenida que se merecían, ya que los policías tenían todo perfectamente planeado para hacer que sufrieran al máximo.A la hora de la cena, el buen Dr. Se ofreció a ayudar en su preparación, su hija Carolina sonrió, su padre
La llegada de Carolina y Sebastián, a la ciudad, alegraron a Augusto, este sería el perfecto distractor para olvidarse un poco de lo que Valentina no quería decirle. Los recibió en su casa, ellos notaron la ausencia de Susan y de Esmeralda.- Han pasado muchas cosas, desde la última vez que estuvieron en la ciudad. - dijo Augusto, mientras cenaba con sus hijos.- ¡Esta casa se siente vacía sin las risas de Susan y los regaños de la abuela!- Dijo Carolina. - ¡Susan y mi madre, están en casa de Valentina!- ¿Por qué en casa de Valentina? - preguntó Sebastián.- ¡Porque... Valentina es la madre de Susan! -Para Sebastián y Carolina, esto pareció ser un mal chiste de su padre.- ¿Pero y… Dayan? -Continuaba preguntando Sebastián.- ¡Dayan, me engañó, primero dijo que se inseminaría, luego que ya estaba embarazada y resulta que García, alquiló un vientre y resultó que esa mujer a la que inseminaron, fue a Valentina!- ¿Por qué Valentina haría
Valentina estaba tomando una ducha tibia, al terminar buscó algo que pudiera ayudar a tapar su desnudez, solo encontró una bata, Augusto se levantó y se colocó sus ropas, saldría a comprar algo de comer, necesitaban reponer las fuerzas que habían perdido en tan deliciosa faena de la entrega total.- No tardo, voy por algo de comer, necesita que le traiga algo, a la mujer que me ha hecho el hombre más feliz de la tierra. - dijo Augusto besándola apasionadamente.- ¡No tengo nada para ponerme, usted rompió mi vestido!- La quiero sin ropa, la quiero así, permítame observarla y disfrutarla toda.Augusto salió del apartamento, prometió no tardar y estar nuevamente con ella. Valentina, en verdad deseaba cubrir su cuerpo, no le gustaba estar así, se sentía vulnerable estando sin ropa.Mientras él regresaba decidió recoger y organizar todo, hizo una llamada a su madre, y quedó mucho más tranquila al saber que todo estaba bien.Se estaba quedando dormida, cuando escuchó ruidos en la puerta, p
Dayan, no podía creer lo que había visto, a Augusto se le notaba el amor por esa joven, y para rematar, ella era la madre de las niñas, García se había equivocado en todo y, el destino los había juntado como por arte de magia, todo lo estaba perdiendo y la única culpable era ella, por confiada y jugar con los sentimientos de un buen hombre como Augusto.- ¡No acepto un no, como respuesta, Dra. ¡Esta noche usted y yo saldremos y nos divertiremos! - Dijo Augusto con una amplia sonrisa.- Pero, las niñas, ¿quién cuidará de ellas?- ¡Por eso no se preocupe, aquí está mi mamá, su mamá y la abuela Martha! Además, ya está instalado el sistema de seguridad y puede ver todo desde el móvil, todo estará bien. Ella, ya más confiada, se dedicó a buscar un vestido de acuerdo a la ocasión, quería impresionar al Dr. y sobre todo verse hermosa.Por fin escogió uno que le quedó a la perfección, ajustado y que realzaba su figura, color rojo pasión, y tacones plateados, recogió su cabello en una coleta y
Augusto llevó a su madre hasta la casa, Esmeralda durante el recorrido no hizo otra cosa que llorar,- ¡Le hicimos mucho daño a Valentina, me entristece pensar cuánto sufrió ella y mis niñas!- ¡Madre, ya eso quedó en el pasado, las tres están felices, te prometo cuidarlas y protegerlas, el resto de vida que me quede! Y… ¿Cómo sabes que amo a Valentina? - ¡Por qué te la quedas mirando como idiota!- ¿Soy tan obvio?- ¡Si, demasiado! Esmeralda al llegar a casa, comenzó a llorar nuevamente, se sentía sola y vacía, en esta casa ya no había alegría, ni risas, era como estar solo en el mundo, así no se puede vivir.Augusto se fue directo a la ducha, pensar en Valentina, de día y de noche, era más que una tortura. Necesitaba sacar esa carga que llevaba encima, con solo verla, deseaba tenerla, hacerla suya de una y mil maneras. Tomó un largo baño, en su mente estaba ella y la disfrutó como quiso, como lo hicieron la primera vez que se entregaron el uno al otro, pero, esto solo le hacía daño,
La tristeza de Esmeralda también afectaba a Augusto, verla tan sola, tan desvalida, se mantenía ocupada cuidando del jardín, a sus mascotas, en ayudar a limpiar la casa, le decía a su hijo que quería estar al lado de su pequeña nieta, pero Augusto no sabía cómo reaccionaría al saber que no era solo una, sino dos. Ya no le daría más vueltas a este asunto y decidió llevar a su madre hasta la casa de Valentina, allí le diría la verdad.Linda, fue a abrir la puerta al escuchar el timbre, se encontró al Dr. Augusto acompañado de una mujer muy elegante, ella los invitó a seguir. En ese momento, una de las niñas corrió a acompañar a su abuela, pero al ver a los recién llegados, se detuvo. Esmeralda, al ver a su nieta, corrió a abrazarla, pero la niña se escondió detrás de Linda.- ¿Qué sucede contigo, mi amor? ¡Soy tu abuela, Esmeralda! - Augusto se dio cuenta de que la niña, no era Susan, y decidió atraerla para que abrazara a la que también era su abuela.- ¡Mi amor, ven, ella es tu abuela