Sebastián Russo, mejor conocido como el demonio de Valencia. Buscado mundialmente por tráfico de drogas, asesinatos y su especialidad en lavado de dinero. Reconocido como el hombre más peligroso del mundo, se dice que mujer que mira, mujer que es suya. En especial Isabella Renaldi, una periodista que tras un trágico accidente olvido por completo al amor de su vida, Sebastián Russo. Identificador de derechos: 2011015770862
Leer másNARRACIÓN: ISABELLALa habitación del hospital se encuentra en completo silencio cuando mis ojos se encuentran con la pared blanca. Me muevo lentamente en la cama y me aterro ante la idea de estar sola. Gruño al sentarse en la cama, miro de un lado a otro buscando a Sebastián incluso si sé que no esta aquí.El estómago se me revuelve cuando entiendo todo. Me ha dejado, finalmente ha ido. Ni siquiera tuve tiempo de detenerlo, para hacerle ver lo mucho que lo amo.Ha sido bastante claro en el cementerio, quería terminar con todo. Con nuestro matrimonio, con nuestro amor y futuro.Maldigo cuando mi llanto hace eco en la habitación del hospital, me duele el estómago. Quiero vomitar.Enciendo el televisor para dejar de ser torturado por el silencio, sollozo lanzándome hacia las almohadas, grito de dolor cuando golpeó mi c
Narración: SebastiánIsabella se pasa las manos por el rostro, limpiándose una lagrima. Mira a Lucas por un momento y lo abraza antes de sentarse en el suelo. Frente a la tumba de Oscar.Ha sido duro perderlo, tan duro que ni siquiera sé cuantas semanas han pasado. Todos estamos tan cansados de esto, incluso si nadie me persigue me siento atrapado dentro de mí. Si tan solo hubiera sido más inteligente, si tan solo no hubiera intentado ser diferente, él estaría a nuestro lado en estos momentos. Esos hijos de puta me lo arrebataron y lo peor es que ya no tenemos fuerzas para pelear. Ya no quiero pelear.He visto a mi familia derrumbarse frente a mis ojos, los he visto perder y no me podido hacer nada para evitar este dolor. Supongo que desde un inicio fue así, desde pequeño he tenido al diablo dentro de mí, desde niño he lastimado. Este dolor es mi castigo, acepto que m
NARRACIÓN: ISABELLA Grito aterrada cuando la cortina de llamas rodean a Sebastián. Puedo ver como el mundo se detiene a mi alrededor, puedo sentir como mi cuerpo se llena de furia. Quiero matarlos a todos, si Sebastián no sale de ahí. Mataré a todos con mis propias manos. —¡Sebastián!—grito con fuerza antes de golpear al hombre que me sujeta. Intento correr hacia las llamas pero Lucas me rodea con sus brazos y me aleja del fuego. Me tiro al suelo y golpeo con fuerza el suelo antes de voltear a hacia el fuego. Me llevo las manos a los ojos para limpiarme las lágrimas. Me levanto con las piernas temblorosas al verlo salir de las llamas con el rostro totalmente tenso y su rostro herido. Sebastián tiene a todos los demonios en su mirada, me mira por un momento y me señala el auto. Niego repetidamente mientras camino hacia él. Su mirada se endurece con mucha más fuerza al verme negar. Mira a Lucas y grito al
Lucas abre la cajuela del auto al verme, alzo la ceja por un momento y me cruzo de brazos al ver la caja llena de explosivos.—¿En verdad lo haremos?— pregunta. Ni siquiera me tomo el tiempo de responderle, es obvio que lo haremos. Esos hijos de puta creen que no sé lo que han hecho. Isabella necesitaba su operación y la han secuestrando drogada. No sé si me molesta más el hecho de que no recibiera su operación o el hecho que la hayan tomado. Está decidido, dentro de unas horas voy a destruir la casa presidencial. No estoy interesado en cuántas personas vayan a morir, lo único que me importa en estos momentos es vengarme del hijo de puta el presidente. Es un imbécil si cree que puede tomar a mi mujer, a lo que más amo y salir totalmente ileso. Estoy completamente seguro que en estos momentos debe de pensar que yo estoy rumbo a Italia en busca de Isabella pero no
NARRACIÓN: ISABELLALa habitación está en completo silencio mientras Lola juguetea en su celular. Estoy tan asustada que me tiemblan las piernas, intento disimularlo pero probablemente es imposible hacerlo. Los doctores se mueven de un lado a otro por la habitación. Incluso en estos momentos me pregunto si podré regresar al lado de Sebastián.—Deja de verla, Mark— susurro cuando me percato que no deja de ver a mi hermana. Mark me mira por un momento y sonríe antes de negar suavemente.—Es hermosa— dice antes de voltear a verla nuevamente.—Está saliendo con Oscar, un socio de Sebastián...—Bueno, me rindo. Voy a suministrarte la anestesia— anuncia. Supongo que es momento, el
NARRACION: SEBASTIANSu cuerpo tiembla bajo el mío con cualquier leve caricia. Incluso de tensa cuando paso las manos por su trasero. Es deliciosa.—¿Se siente bien esto?— pregunto masajeando sus glúteos. Isabella asiente levemente y sonrío al verla tan relajada. Incluso si solo es un masaje, sus bragas estas empapadas. Está tan caliente que me vuelve loco.Necesito hacerla gritar, escuchar sus gemidos mientras la penetro con fuerza, eso es lo que necesito.—Debí darte un masaje desde la primera vez que te tuve, así no hubieras estado tan nerviosa—le susurro bajándole las bragas.—Dijiste que te contendrías esta vez…—Te he mentido—contesto lanzando sus bragas a alguna esquina de la habitación. Voltea a verme mientras subo mis manos por su espalda.— quédate así, ver tu espalda y tu
NARRACIÓN: ISABELLALa cama de Sebastián se siente mucho más cómoda de lo querecordaba.Me duele la cabeza y elbrazo por el accidente pero al menos me alegra estar junto a él.Sé que no nos queda mucho tiempo pero al menos quiero aprovechar cada minuto del día con él. La operación me tiene aterrada pero al menos es la única manera de deshacerme de esta enfermedad rápidamente.Sebastián me mira desde la esquina de su habitación, me acurruco entre las almohadas y suspiro. Toca admitirlo, estoy depresiva. Me duele muchísimo todo lo que ha sucedido y en especial con mi madre.Siempre creí que mi madre era la persona que me protegía, que estaría para mí cada vez que yo me sintiera sola y que no importaría cuantas veces me equivocara, ella me protegería para siempre. Supongo que en estos momentos es cuando real
NARRACIÓN: SEBASTIÁNLlevodiez horas sin saber de ella.El mundo me da vueltas, la desesperación me come vivo, las ansias de querer vengarme se apoderan de mí, oscuridad que estoy evitando que salga exige su lugar en la superficie. Si Isabella está herida, voy a quemar el mundo.Creía que podía dejar la vida de Isabella en manos de mishombres pero me he equivocado. Los muy hijos de puta la han dejado salir el primer día. Debí haber confiado en los gemelos, debí haber dejado la vida de Isabella en las manos de los gemelos, ellos lo hubieran mantenido encerrada día y noche. No lo hubieran dejado escapar como esos cabrones.Ahora no sé dónde está, no sé si está bien, no sé si está muerta o si está secuestrada. Sé que ella no escaparía sin ninguna razónpara hacerlo, Isabella sabía qu
NARRACIÓN: ISABELLAAlgo extraño está sucediendo en el hospital. Todos los médicos parecen estar nerviosos, asustados e incluso algunos lucen totalmente aterrados. Ha pasado una semana desde que me he separado de Sebastián nuevamente, esta vez lo he tomado con un poco más de calma. Sé que lo miraré dentro de poco y podré abrazarlo y besarlo.Me han recetado unos nuevos medicamentos, son horribles, cada vez que me los inyectan creo que moriré pero el Mark dice que está funcionando, ha hablado de una cirugía. Tendrán que operarme el cerebro y es aterrador pero si es la única forma en la que puedo continuar entonces lo haré. Me han dejado claro que es una cirugía de alto riesgo y puedo terminar quedando con parálisis cerebral pero no me importa, de alguna forma u otra moriré si no sacan eso de mí. Incluso si muero intentándolo, al men