Dan llegó al lugar del hallazgo , cuando lo vió el doctor Poe, este abrió los ojos de asombro al verlo.

- Teniente!!! Que hace aquí? Dónde está la señorita Amelia?...- preguntó Intrigado.

Dan lo miró asombrado.

- Amelia está en el café... Yo...- Dan no sabía que decir estaba avergonzado.

- No puede haberla dejado sola!! ... No es de caballeros dejar a una dama !! Ni mucho menos a una señorita tan gentil como Amelia Real!!... Porque está aquí?... Quien lo llamó?...le pedí a sus hombres no molestarlo...- dijo con tono de preocupación.

Dan se rascó la cabeza tratando de entender lo que estaba pasando.

- Me fueron avisar al café que encontraron un cuerpo con el pañuelo de Caroline?... Preguntó nervioso.

El doctor Poe y Santos se miraron , todo era muy extraño ya que ellos pidieron no avisar al teniente.

- Quien le aviso?...- preguntó Santos.

Dan señalo a un joven oficial, Santos fué donde él.

- Dime muchacho ... Porque fuiste a buscar al Teniente cuando específicamente pedimos no avisarle?..- preguntó Intrigado Santos.

El joven se encogió de hombros.

- Escuché a alguien que debíamos avisar al teniente... Pero no recuerdo quien fue...- dijo confundido el joven.

Los ojos del doctor Poe se abrieron de espanto.

- Teniente!! Regresé ahora mismo por su novia!!..- le ordenó el doctor Poe.

- Pero que está pasando? Expliquese doctor...- pidió Dan muy confundido.

- Ahora no!!... Más tarde.... vamos lo llevaré con su novia!!...- dijo alerta el doctor Poe.

Mientras tanto en el café Benoit Miroslav no quería soltarle la mano a Amelia.

- Me puede devolver mi mano ... Señor Miroslav...- pidió tímida Amelia.

Benoit le sonrió tiernamente y le soltó la mano suavemente.

- Es usted una mujer muy honorable y digna, la admiro señorita Real...- dijo mientras le guiñaba un ojo.

La cara de Amelia se sonrojo.

- Es usted muy amable... Pero no es correcto que usted tome mi mano cuando estoy de novia... No creé?... - preguntó con dignidad.

Benoit solo la miró , cuando el mesero les trajo las tazas de chocolate.

  Benoit comenzó a beber su chocolate lentamente, Amelia no sabía que hacer, si irse o quedarse, la verdad estaba un poco decepcionada por la situación, no era lo que ella imaginaba con respecto a su primera cita .

Suspiro profundamente y comenzó a beber su chocolate , Benoit la miraba intensamente, cuando vió que ella se manchó sus labios con el chocolate.

Él sacó un pañuelo y comenzó a limpiar sus labios, la muchacha quedó sorprendida por lo que estaba haciendo Benoit.

- Que hacé?..- preguntó un poco incomoda.

Benoit le indicó que tenía chocolate en sus labios.

Amelia se sonrojo nuevamente y comenzó a limpiarse.

- Sabe tengo hagas de hacer algo desde que llegué...- mencionó Benoit 

Amelia lo miró confundida.

- Que cosa?..- preguntó inocente.

Benoit se acercó a ella y sin previó aviso la besó.

En ese instante entró Dan y vió como Benoit besaba a su novia. El doctor Poe miró la escena  incrédulo.

Amelia alejó a Benoit cuando vió a Dan mirándola con decepción, esté no dijo nada y se marchó.

Amelia se levantó de la silla y fue de trás de Dan.

- Dan!!! Por favor!! Escúchame!! No te vayas!!..- le suplico Amelia.

Dan quedó parado en la acera.

Amelia corrió y lo abrazó por detrás.

- Lo siento... Debí irme.. pero el señor Miroslav me entretuvo... Ese beso no fue consentido... El me besó sin me permiso... Por favor créeme!!..- suplicaba Amelia con lágrimas en los ojos.

Dan suspiro profundamente y trato de safarse del agarre de Amelia pero ella no quería soltarle.

- Señorita Amelia... Suelteme por favor...- dijo seriamente Dan.

Amelia comenzó a soltar a Dan , esté se dió vuelta y vió las lágrimas en sus ojos, sabía que las palabras de Amelia eran sincera, siendo policía tenía el instinto de saber quién le mentía o no, pero verla que otro hombre la besaba sintió mucha tristeza.

- Fue mi culpa... No debí dejarte sola en nuestra primera cita... A lo mejor esto es una señal... No creé?..- preguntó tristemente.

Amelia abrió los ojos de espanto.

- A que te refieres?...- preguntó nerviosa.

- Que a lo mejor no debemos estar juntos...el trabajo de un policía es así, nunca se sabe cuándo tendrá que salir a una emergencia...- dijo apenado.

- No me importa... Lo único que quiero es estar contigo... Por favor no me rechaces..- dijo llorando Amelia.

- No la rechazó... Pero necesito tiempo para analizar la situación...- dijo mientras acariciaba su mejilla.

Amelia volvió abrazarlo con fuerza, con Dan se sentía segura , no quería perderlo por ningún motivo.

- Vamos... La llevaré a casa...- dijo mientras le extendió su brazo.

En el café Benoit Miroslav sonreía complacido, el doctor Poe lo observó y se sentó al frente de él.

- No es bueno jugar con los sentimientos de los demás... No creé?...- preguntó inquisidor el doctor Poe.

Benoit le lanzó una mirada gélida que extremecio al doctor.

 - Es mejor no meterse en asuntos donde no lo llaman... Puede salir lastimado... Doctor...- dijo amenazante.

El doctor entendió el mensaje, no quería enfrentar a ese hombre, sabía que algo extraño había en esa fachada de caballero.

- Por supuesto... Señor Miroslav...que tenga una buena tarde ... Disfrute su chocolate...- dijo el doctor Poe tranquilamente.

Benoit quedó pensando sobre la actitud del doctor.

- Ay, ay doctor Poe... Que está pensando tu cabeza loca ... Siempre has sido muy perspicaz...- dijo Intrigado Benoit.

Dan y Amelia caminaron en silencio hasta la mansión Real, Amelia no entendía como una cita que debería ser perfecta termino tan mal.

Cuando llegaron a la mansión,.Dan la soltó delicadamente, la miró con tristeza que el corazón de Amelia se rompió, nunca pensó que ella le causaría tal sufrimiento.

- Ya está en su hogar... Por favor cuidese ...- dijo dejándola en el portal de la mansión.

Amelia quedó paralizada no le salían las palabras y vió alejarse a Dan y fue en ese momento que ella se dió cuenta que amaba a ese hombre.

- Cómo pude ser tan ingenua!! ... Debí irme de inmediato!! Cuál es tu juego Benoit Miroslav?.

Benoit la observó desde lejos y su sonrisa siniestra apareció.

- No eres tan ingenua ni voluble Amelia... Pero creeme pronto también estarás en mis brazos...