Había trascurrido dos meses y Benoit no llegaba, Caroline y Amelia tuvieron que posponer sus bodas para darle tiempo a Benoit de llegar, Elizabeth se había convertido en una mujer triste y apática, solo salía a trabajar y llegaba muy de noche, lo hacía para no encontrarse con su familia.
- Ya no podemos posponer más las bodas... tendré que hablar con Elizabeth , me siento angustiada al verla tan demacrada...- dijo Caroline.
- No es necesario que esperen más... es sus vidas... casense mañana si quieren...- dijo molesta Elizabeth bajando las escaleras.
- Hermana... por favor no nos mal interpretes ... solo que...
- Por favor Caroline... estás ansiosa por casarte con Emilio ... por mi no se detengan ... en serio no se preocupen por mi... yo estaré bien...- dijo simulando una sonrisa.
- En serio?... no quiero que te sientas desplazada prima...- dijo con cariño Amelia.
- Por favor chicas!!... no sean condescendiente conmigo... ahora me voy... hagan los arreglos necesarios para que se una gran boda!!...- dijo Elizabeth dándoles un beso en la mejilla a su hermana y prima.
Al salir de la mansión y subir a su carruaje comenzó a llorar amargamente, los días eran eternos para ella.
- Por favor chófer... puede ir a la mansión Miroslav?...- preguntó con tristeza Elizabeth.
El chófer asintió con la cabeza, cuando llegaron Elizabeth bajo del carruaje y fue a tocar la puerta esperanzada.
La puerta se abrió y salió una empleada.
- Señorita... en que puedo ayudarla?...- preguntó con curiosidad la mujer.
- Estoy buscando al señor Miroslav... Benoit Miroslav...- dijo nerviosa Elizabeth.
La mujer la miró fijamente mientras negaba con la cabeza.
- Lo siento señorita... el señor Miroslav todavía esta de viaje...- dijo secamente la mujer.
- Y usted sabe cuando volverá?...preguntó avergonzada la muchacha.
- Esa información no la manejo ... señorita...- dijo la empleada inquieta.
- Gracias... disculpe las molestias...- dijo Elizabeth con tono de preocupación.
La mujer cerró la puerta , dejando a Elizabeth parada como una estatua.
La chica volvió a su carruaje angustiada, su mente estaba confusa, cuando llegó a sus viñedos vio a Henry que la estaba esperando.
- Elizabeth?... estás bien?... tienes los ojos rojos...- preguntó preocupado el joven.
Elizabeth lo miró por un instante como si algo alumbrará su mente.
- Dime una cosa Henry... tú sabes donde está Benoit?... preguntó intrigada la muchacha.
Henry alzó las cejas de sorpresa.
- Yo?... pero porque yo debería saber donde esta Benoit?...- preguntó nervioso Henry.
- Porque te he visto muy tranquilo sobre la desaparición de Benoit... no te he visto preocupado que un vampiro se te haya escapado...-dijo perspicaz Elizabeth.
- Lo único que te puedo decir... es que debes sacarlo de tu mente y corazón...- dijo cauteloso Henry.
Elizabeth sonrió sabiendo que había acertado con su conjetura.
- Tú hablaste con él no? Que conversaron?...- insistió Elizabeth.
- Basta Elizabeth!!... no entiendes que es un maldito asesino?!... cómo puedes estar enamorada de un ser tan siniestro?!!...- preguntó molesto Henry.
- Tú no sabes lo que es estar enamorado, mi mente dice que lo olvide pero mi corazón no lo permite...- dijo con tristeza Elizabeth.
- Uf!! Menos mal que nunca me ha pinchado ese bichito del amor no quiero verme como tú...- dijo sarcástico Henry.
Elizabeth abrío los ojos de asombro.
- Como es eso " como tú "...?...- preguntó con curiosidad Elizabeth.
- No quiero verme patético... rogando por amor y...- no alcanzo a terminar la frase cuando sintió un fuerte golpe en su mejilla.
Elizabeth le había dado una bofetada que casi lo hizo caer. Henry quedo por un momento con los ojos cerrados y lentamente los abrió para encontrarse con los ojos azules de Elizabeth lleno de odio.
- Auch!!... eso dolió... lo siento Elizabeth... no fue mi intención ofenderte... pero entiende una cosa... yo mataré a Benoit, tarde o temprano le arrancaré el corazón... ese fue el pacto...- dijo Henry llendose del lugar.
Elizabeth quedó con la boca abierta.
- Queee?... un pacto ?... debo encontrar a Benoit...- dijo decidida Elizabeth.
En la mansión Miroslav la mujer fue al despacho de Benoit.
- Señor... otra vez la joven Real lo ha venido a buscar...- dijo preocupada la mujer.
Benoit levantó la mirada y miró a la mujer fijamente.
- Espero que no les hayas dicho que estoy aquí?...- preguntó con interés Benoit.
- No señor... le dije que no sabía cuando regresaría usted...-dijo nerviosa la mujer.
- Esta bien... puedes llamar a Alfred? Por favor?...- pidió el vampiro.
La mujer salió del despacho dejando a Benoit sumergido en sus pensamientos.
Alfred llegó y miró con atención a Benoit.
- Ocurre algo señor?...- preguntó inquieto Alfred.
- Es Elizabeth... ha estado viniendo todos estos días... no he querido hablar con ella... soy un cobarde!!...- dijo Benoit molesto con el mismo.
- Nosotros llegamos hace un mes ... el único que sabe que estamos aquí es Henry... pero en mi opinión personal es mejor al mal paso darle prisa... no cree?...- preguntó Alfred.
Benoit se levantó de su silla y como si le hubieran dado un empujón salió de la mansión.
Ya estaba anocheciendo cuando Elizabeth sintió que alguien la estaba observando con intensidad, levantó la mirada y se encontró con la de Benoit.
Sus miradas hicieron que cada uno de ellos se estremeciera.
- Benoit...- susurró Elizabeth.
Benoit se acercó a ella y la abrazo con fuerza.
- Me has hecho mucha falta amor mío...- susurró al oído de la chica.
Lo que produjo que Elizabeth se extremeciera.
- Porque... porqué te has marchado?...- preguntó con amargura la chica.
- Elizabeth... Elizabeth!!... despierta!!...- dijo Dan dándole un remeson.
Elizabeth se asusto y abrió los ojos, vio a Dan mirándola confundido.
- Todo fue un sueño...- susurró entre dientes.
- Estas bien?... que ocurre?...- preguntó preocupado Dan.
- No... estoy cansada eso es todo... y dime porque estas aquí?...- preguntó curiosidad Elizabeth.
- Vi tu carruaje afuera... entre a ver porque no te has ido a casa ... ya es muy tarde y peligroso para una señorita como tú...- dijo Dan con tono protector.
Elizabeth se levantó de su silla y siguió a Dan para regresar a casa.
- Dan ... ya fijaron la fecha de matrimonio con Amelia?...- preguntó con interés la muchacha.
Dan asintió con la cabeza.
- Este fin de semana... ya hablamos con el padre y todo estará listo para este sábado, Amelia ya tiene todos los arreglos florales listo , a si que no habrá problema con eso...- dijo Dan emocionado.
Al subir al carruje Elizabeth miró hacia sus viñedos y pudo distinguir una silueta.
- Benoit...
Benoit la vio irse , suspiro profundamente y caminó al muelle donde lo esperaba Henry. - Este fin de semana se casan las primas... Cuando le dirás la verdad a Elizabeth?....es una crueldad mantenerla en el limbo...- dijo molesto Henry. - Lo haré!! Solo estoy buscando el momento adecuado.- dijo distraído Benoit. - Te doy solo hasta este domingo, si no ... Benoit Miroslav... Comenzaré con la cacería...- dijo indiferente Henry mientras se marchaba. Benoit quedó quieto mirando el mar . - No quiero romperle el corazón a Elizabeth... No se lo merece pero tendré que hacerlo...- dijo con tristeza Benoit. Mientras tanto en la mansión Real , Silvia había preparado una cena para los novios. Ella con la tía Carlota estaban entretenidas con la cena. - Por fin !! ... Estás niñas se nos casan!!... Hemos esperado una eternidad...- dijo divertida Carlota. - Si... Por fin se casan... Lo único que a empañado está celebración en mi pobre niña... Elizabeth... Si Benoit la deja plantada quedara ma
Los días pasaron y Elizabeth se comporto como siempre, tratando de engañar a todos, Henry la observaba para notar un cambio en ella , pero la vio como siempre, demacrada, salía temprano de casa y llegaba tarde cuando todos ya estaban dormidos. El día antes del matrimonio Elizabeth llegó más temprano y fue a la habitación de Henry, él abrió la puerta y se sorprendió al verla. - Elizabeth?!... que ocurre?...- preguntó con curiosidad Henry. - Necesito hablar contigo... tienes tiempo?... te espero en la biblioteca...- dijo sin emoción la chica. Henry bajo las escaleras confundido, desde aquella vez que ella lo golpeó no le había dirigido la palabra. Elizabeth lo espero sentada en su escritorio, al verla Henry sintió que algo andaba mal. - Aquí estoy...- dijo tranquilo Henry. Elizabeth lo miró de arriba abajo, se levantó de la silla y camino donde él. - Hoy me visitó Benoit...- dijo sin más la muchacha. Henry abrio los ojos de sorpresa. - Y que te dijo?... preguntó con int
- Y usted señor Benoit Miroslav... acepta a la señorita Elizabeth Real como su esposa y promete amarla....hasta que la muerte los separé ?...-preguntó el juez. Benoit miró a Elizabeth con devoción. -.Acepto...hasta la eternidad...- dijo Benoit emocionado. - Bien... con el poder que me confiere la ley... los declaró marido y mujer... puede besar a la novia...- dijo con una sonrisa el juez. Benoit gentilmente descubrió el velo de Elizabeth y la dió un dulce beso que fue correspondido. Alfred junto al testigo firmaron el acta de matrimonio, después de eso el juez se fue dejando solos a Elizabeth y Benoit. El vampiro la llevó al salón mientras Alfred ponía un vals , los novios comenzaron a bailar al sonido de la música, Elizabeth sentía que volaba en los brazos de su esposo. En la mansión Real esperaban a los novios con una orquesta sinfónica, que al llegar los novios comenzaron a tocar igualmente valses. Los cuatros comenzaron a bailar en el salón mientras los invitados apl
En la fiesta de bodas de Caroline y Amelia todo estaba llendo de maravillas, solo Henry que estaba con una sensación extraña. Después de escabullirse de las jóvenes fue en busca del doctor Poe y Santos que estaban disfrutando la fiesta con sus respectivas familias, vieron acercarse a Henry con cara de preocupación. - Doctor... Santos... podemos hablar un momento?...- preguntó ansioso el joven. Los dos hombres se disculparon de sus familiares y siguieron a Henry. - Que ocurre?... porqué tienes ese semblante de preocupación Henry?...- preguntó el doctor Poe. -No he visto a Elizabeth... y es extraño que no esté aquí con su hermana y prima... su madre me dice que no esta en condiciones de disfrutar ninguna fiesta... pero no sé... siento que algo anda mal...-. dijo pensativo Henry. Los dos hombres se miraron sorprendidos. - Y que quieres hacer?...- preguntó Santos intrigado. - Quiero cerciorarme si es cierto que Elizabeth esta en su cuarto... por eso quiero que estén alerta
Dan llegó de prisa junto a Caroline y Amelia, veían como el fuego era incontrolable, los oficiales policiales alejaban a los curiosos, Dan se acercó a Henry que lo encontró desesperado. - Que ha ocurrido aquí!!?... porqué están aquí ustedes?...- preguntó inquieto Dan. - Benoit tenía a Elizabeth...- dijo el doctor Poe. - Tenía?... a que se refiere doctor?..- preguntó confuso Dan. - Benoit dijo que se casó esta noche con Elizabeth, nosotros entramos para detener sus intenciones, pudimos controlarlo pero algo salió mal... Benoit lanzó una antorcha y esta prendió fuego a las cortinas y el infierno se desató... lamentablemente no pudimos salvar a Elizabeth...- explicó el doctor Poe. Dan abrió los ojos de espanto. - Elizabeth... Elizabeth estaba ahí?...- preguntó alarmado Dan. Caroline y Amelia escucharon los que los hombres hablaban, sus semblante cambio de la sorpresa a la de terror. - Noooo!! Mi hermana!! Nooo!!... es un error! Mi hermana está en la mansión Real!!... - gritó c
- Amo!!... Espero que su viaje estuviera a su altura y que no tuviera ningún percance... Todo está listo en su mansión... Señor...- dijo un hombre de mediana edad. Eran las onces de la noche cuando un barco aparcó el muelle en la ciudad de San Juan de la Luz. Un hombre vestido de negro, alto, tez pálida, ojos rojizos , a simple vista parecía un hombre de unos treinta años, su pelo negro ondulado caía en sus hombros ,su elegancia sobrepasaba a cualquier otro hombre del muelle.- Ha pasado mucho tiempo desde que estuve en está ciudad... realmente está cambiada ...- dijo con voz lugubre. Sin decir nada más se subió al carruaje...Al mismo tiempo que se marchaba el carruaje otro venía llegando, unos policías se bajaban de el.- Señor!! ... El capitán del barco nos mandó a llamar ... Oficial Santos- dijo un oficial nervioso. Un hombre de mediana edad se bajó del carruaje , llevaba unos anteojos , su cara estaba cubierta de una barba tupida, era un hombre muy perspicaz, estaba apunto d
El doctor Poe era un hombre extravagante para muchos, tenía ideas raras para su época, estuvo luchando con las tropas de Napoleón y se creé que perdió la razón, pero el oficial Santos tenía una confianza extrema en este hombre, él con solo mirar un cuerpo podía decir de que murió y a qué hora, por eso nadie más que él podría resolver el misterio de los diez cadáveres. El doctor Poe estaba en su laboratorio realizando algún experimento cuando escuchó los carruajes llegar a su casa, salió a ver quién era, abrió los ojos de asombro al ver a su amigo Santos llegar tan tarde.- Pero que ha pasado? Porque están aquí tan tarde?...- preguntó Intrigado el doctor.El oficial Santos se bajó del carruaje y extendió su mano al doctor.- Siento mucho venir a esta hora... pero hay algo que quiero que veas...se encontraron diez cuerpos en el barco que venía de Italia, y la causa de sus muerte no está clara...- dijo con tono de preocupación.- Mmm ...has captado mi curiosidad Santos, veamos de que se
- Igor!! ... fueron a buscar el cuerpo del abuelo?... quiero que todo salga perfecto en su entierro...- dijo Silvia Real la nieta del conde Real.El mayordomo asintió con la cabeza con reverencia.- Si... Madame...los empleados ya fueron donde el doctor Poe a buscar al Conde..- dijo el mayordomo, un hombre de edad, había estado trabajando desde su juventud, sabía todos los secretos de la familia Real, sobre todo aquellos que eran oscuros.- Bien!! Las niñas ya se levantaron? O siguen durmiendo? ...- preguntó molesta.- La señorita Elizabeth está en el estudio leyendo y...la señorita Caroline sigue en su cuarto...- dijo Igor un poco asustado por lo que haría Silvia. Silvia era la madre de Elizabeth y Caroline, era una mujer severa con las muchachas, Elizabeth era dulce, gentil , inteligente, era una jovencita que pronto cumplirá los dieciocho años, su madre ha estado esperando ese día para que su hija menor pueda comprometerse con Paul Philips, un hacendado que desde que vió a Elizabe