Los días habían pasado, ninguna noticia de Caroline tenían, solo el pañuelo que encontraron en el cuerpo de uno de los secuestradores. 

  - Santos... hay noticias del doctor Poe?...- preguntó con curiosidad Dan. 

Santos que estaba dibujando en un escritorio que Dan ordenó poner en su oficina. 

- No, nada , usted conoce al doctor, no querrá despertar sospechas...debemos esperar y estar alerta a cualquier movimiento. 

- Uf!! Hemos estado dando vueltas en círculos, nunca pensé que este caso seria tan extraño, muertes que no se si se relaciona uno con la otra..- dijo frustrado Dan. 

- Pero bueno tengamos paciencia... Hoy es el cumpleaños de la señorita Elizabeth, usted irá?..- preguntó con curiosidad. 

Dan se levantó de su silla y se dirigió a la ventana. 

- La verdad no sé... desde lo ocurrido... no he vuelto a ver Amelia, mi corazón todavía está dolido...- dijo amargamente. 

- Entiendo... pero recuerde que el doctor Poe le pidió  no dejar sola a la señorita Amelia...- le recordó Santos. 

- Pero que podría hacer yo? Me siento un inútil...no sé como protegerla...- dijo lamentándose. 

- Vamos!! No se sienta así, este es un caso extraño pero sé que pronto lo resolveremos.. ahora vaya arreglarse para ir al cumpleaños de la señorita Elizabeth, seguro que Amelia estará muy feliz en verlo...- dijo alegremente Santos. 

En la mansión Real, se estaba preparando todo para la gran ocasión, aún cuando Elizabeth no se sentía a gusto, no tuvo más medio que aceptar a regañadientes. 

- No podré estar feliz sin mi hermana mamá... Cómo podré celebrar sin ella?..- preguntó desconsolada.

Su madre la miró con tristeza y la abrazo. 

- Hija... comprendo perfectamente tu tristeza, pero si tú hermana estuviera aquí no dejaría que no celebraras tu cumpleaños ni menos tu compromiso... además tu novio se ha sacrificado para que sea esta noche inolvidable...- dijo cariñosamente su madre.

 Elizabeth suspiro y asintió con la cabeza resignada.

- Bien hija!! Ahora ve a tu cuarto, date un baño y te subiré tu vestido...- dijo entusiasmada Silvia. 

Mientras en la mansión Miroslav, Alfred le llevó las últimas noticias a su amo, no había salido de su cuarto para recuperar su energía, salir de día lo había debilitado.

- Amo... tengo información que hoy se celebrará el cumpleaños y compromiso de la señorita Elizabeth...- dijo sutilmente. 

Benoit dió un golpe con su puño en la pared. 

- No he podido llevar a cabo mis planes!! ... he estado recuperando mis energías y la sangre de Caroline me ha ayudado... pero no puedo beber toda su sangre o puede morir... necesito sangre nueva y fresca!!..- dijo con enfado. 

Alfred lo miró preocupado cuando se ponía en ese estado, saldría a cazar en la noche. 

- Escúchame... tendré que salir... he escuchado cánticos gitanos, seguro llegaron a la ciudad..- dijo mientras se ponía su sombrero de copa y sus anteojos oscuros. 

Alfred quedo paralizado con lo que su amo haría. 

- Señor!!... escuché... por favor no se precipite..- dijo preocupado Alfred. 

Benoit lo miró con furia. 

- Basta!! ... necesito sangre pura para estar bien !!... Acaso no lo entiendes? O prefieres que lo haga con tu sobrina?... Ahora déjame...y no te preocupes seré discreto...- dijo con tono siniestro. 

En la plaza de la ciudad, los gitanos estaban cantando y bailando , su alegría era desbordante que la gente comenzó a montonarse.

Las gitanas comenzaron a sacar la suerte a las mujeres por un par de monedas de plata. 

Benoit comenzó a observar a la multitud para encontrar a su víctima, todas las mujeres eran jóvenes y bellas que hacía que su sed de sangre aumentará más y más. 

Dos muchachas lo vieron y se acercaron a él coquetamente.

- Paisano!! .. queres que te saquemos la suerte?..- dijieron sonriente. 

Benoit les sonrió y sacó de sus bolsillos una moneda de oro que las jóvenes abrieron los ojos de sorpresa. 

- Les daré una a cada una de estas monedas ..  pero necesito un favor..  - dijo con tono penetrante. 

Las muchachas se miraron sorprendida. 

- Creo que se equívoca juncal... no realizamos esos servicios...- dijieron con firmeza. 

- Por supuesto... pero ese no es lo que quiero... sino que como ustedes saben de magia antigua... hay alguien que tiene un mal espíritu... pero si no quieren las monedas? Buscaré a otras compañeras de ustedes...- dijo mientras se alegaba de ellas.

- Juncal!! Espera... danos las monedas y vamos...- dijieron astutamente. 

Benoit sonrió y sacó las monedas y las lanzó al aire estás al recogerlas sintieron una energía potente en las monedas que miraron a Benoit como hipnotizadas.

- En una hora las esperó atrás del muelle...- les susurró. 

Las chicas asintieron con la cabeza. 

Benoit se alejó del lugar sin ser visto. 

Después de la hora las muchachas llegaron al lugar, una puerta se abrió y ellas entraron, la puerta se cerró atrás de ellas que las asustó. 

Benoit apareció, su elegancia y aura tenía anonadadas a las mujeres. 

- Bien... buenas chicas... ahora...bailen para mí...- les susurró Benoit. 

Las jóvenes comenzaron a danzar para el vampiro, mientras se movían y sus figuras se apreciaba entre las telas de colores, los ojos de Benoit se volvieron rojos, el baile se puso más frenético cada momento, que sin darse cuenta las mujeres estaban desnudas, sus caballeras de color miel colgaba hasta sus cinturas.

Benoit fué por ellas su sed debía ser saciada , atrajo a una de las jóvenes mientras la otra bailaba sin parar. 

Estaba tan sediento que no espero más y mordió a la gitana con desesperación, su sangre fresca entrando en su cuerpo le devolvió su vitalidad, la dejó caer inerte mientras miraba a la otra , se acercó a ella y comenzó a bailar con ella que estaba en una hipnosis por el vampiro. 

Benoit la poseyó sin más, el cuerpo de la joven no se resistió y se entregó sin reparó, hasta que el vampiro volvió a morder a la otra mujer, cada gota que entraba en su cuerpo lo hacía más fuerte, veloz y seductor. 

Después de saciar su sed , tomó una manta y envolvió a las dos muchachas, como tenía fuerza suficiente las tomó y las lanzó al mar , esperando que los tiburones terminará el trabajo. 

Llegó a su mansión contento, tendría energía suficiente para seguir con sus planes, subió a ver a Caroline que estaba débil debido a las noches intensas con Benoit. 

- Cariño... debes arreglarte ... hoy es el cumpleaños de tu hermana... y tú... serás mi regalo..