Ángel Roquefeller. Es el mismo demonio que se oculta detrás de su nombre, un hombre soberbio, arrogante, déspota que no siente simpatía por nada ni por nadie. Pero su rutinaria vida cambia, el día que decidió tomar para ahogar las penas. Esa misma noche, a Melany Hilton le tendieron una trampa, y terminó pasando la noche con Ángel, pues estaba segura que era su esposo. Fabricio Miller. Este hombre es el enemigo a muerte de Ángel y sin darse cuenta terminó en la cama con Melany, por desgracia el joven se enamoró y decide luchar por un amor prohibido, pues Melany está enamorada de su esposo. Pero ella lleva una vida agobiante y agonizante, incluso llega a atentar contra su vida por culpa de un supuesto amor. La obsesión: es un pecado que se paga caro. El amor: un sentimiento tan hermoso que para conseguirlo se tiene que luchar por el. La traición: es uno de los pecados que más se comete sin querer. Pero que por desgracia hacemos sufrir a muchos. La soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza. Los siete pecados capitales que encontraremos a lo largo de esta historia. Pero al final solo el amor podrá con todo.
Leer másÁngel fue muy claro, pero Sully, aún esconde algo más, y es que ella quería deshacerse de Sofía y, en su intento, también acabó con la vida de su propio hijo. No es de extrañar que el auto de Sofía explotara de la misma manera que lo hizo el auto de la madre de Melany. —¡Ángel, si vendes mi hacienda, me convertiré en tu peor pesadilla! La mirada que Sully le lanzó, era tan oscura como la noche. —¡Ya eres mi peor pesadilla! Agregó Ángel desde la puerta. Te juro que si encuentro a mi hija, nunca tendrá contacto con usted, desde hoy dejas de ser mi madre. Sin más, Ángel salió del estudio, mientras que la abominable mujer, se tumbó en el sofá y se sujetó el pecho. Primero, muerta antes de que encuentres al bastardo de tu hijo. Sully le mintió a Ángel. Melany dio a luz a un niño, el primer heredero de su hijo. —Todo esto es culpa de esa mujer. Desde su asiento se juró hacer pagar a Melany.Horas después, cuando Ángel regresó al hospital, lo primero que vio fue a su sobrino conectado a u
—¡Lamento interrumpir, pero es necesario que sepan, que el niño tiene una infección en los pulmones, debemos tratarlo de una vez, entre más avance el tiempo, más peligroso puede ser! —¿Doctor? Ángel tragó grueso, desde hace unos meses se convirtió en el padre sustituto de ese niño, y desde entonces, su mundo giraba alrededor de él, si tan solo lo llegase a perder su mundo se derrumbara. —¡Mi sobrino siempre ha sido fuerte, ¿cómo pudo enfermarse así?! Su voz se escuchó algo agobiada. Mientras que el doctor continúa con su trabajo, y examina los pulmones del niño. —¡Señor Rockefeller, la neumonía puede aparecer como una gripe, un poco de tos y fiebre, pero si no se trata, es peor, por suerte Luis está comenzando! Quizás estuvo mucho tiempo expuesto a una piscina o salió sin abrigo, las causas pueden ser muchas.¿Doctor, sea sincero y sigamos si Luis se va a curar, si no habrá repercusión en su cuerpecito? Preguntó Melany, con preocupación. —¡No se preocupen, él saldrá adelante con el
En la vida, la felicidad de algunos, es la envidia de muchos. Ese día, Fabricio se despertó y recibió un mensaje de Susana, en el cual le decía que viera las notas que se publicaron en algunos blogs y revistas. De la noche a la mañana, Ángel pasó a ser uno de los hombres más ricos y famosos del país. Esto puso furioso a Fabricio..—¡Es presuntuoso y arrogante, además de ser presumido, pero yo lo voy a bajar de su nube! Lo cree tener todo, y no le daré el gusto. Mi esposa no se quedará a su lado; si no es mía, no será de nadie. Miller se miró su mano y sintió aún más coraje. Los dolores le recuerdan que fue Ángel quien lo dejó así. Impedido por un par de días, y durará hasta que se recupere del todo. A pesar de su dolor, no pretende darse por vencido y prepara una sorpresa para su esposa. Horas después, en el departamento de Ángel. Luis no parecía estar bien, sus mejillas se enrojecieron y su cuerpecito temblaba. Ante el estado de su sobrino, Ángel y Melany lo cuidan con preocupació
Esa noche, Yeimy terminó representando a su hermano. No conocía mucho de la industria, sin embargo, Lucrecia la asistió en todo. Otra que abandonó el salón fue Lizbeth, lo hizo enojada, no soporta la idea de ser rechazada, y mucho menos tener la opresión de Sully, esa mujer no hace más que presionarla para que Ángel acepte su destino junto a ella. Señora Sully ya estoy harta. Quiero a su hijo y lo amo, pero él no siente nada por mí. Ya lo viste, corrió detrás de una mujer. No sé si estoy en lo cierto, pero ella es la misma que te dije: trabaja en el edificio Feller junta a Ángel. Así nunca podré estar a su lado. ¿Trabaja con mi hijo? Los ojos de Sully se oscurecieron al escucharla. Mi hijo me está dejando sin opciones, se está revelando ante mí, y no lo permitiré. Si mató a esa chica, sabrá que fui yo. Si la alejó ahora, me va a señalar, creo que tendré que ponerlo en su lugar. Esa noche, Sully se fue a la cama con una sola idea, mientras que Ángel permaneció toda la noche al lad
Señorita… Raúl empujó a Simón hacia un lado. Por favor, salga de aquí. El hombre tenía órdenes de no dejar que nadie se acercara a ella, no obstante, un leve descuido provocó que Sully hiciese de las suyas. Pusilánime, Melany pasó al lado de Raúl y lo hizo con la cabeza gacha y todo para que no viera sus lágrimas. En ese momento, su cabeza era un lío de recuerdos, pero lo que más sobresalía era la voz de Sully y sus innumerables advertencias y amenazas, pero también cómo la sometió a hacer cosas que ella no quería. Resulta que al llegar al salón escuchó a uno de los reporteros que dijo. ¿Es cierto que su compromiso ya ha sido anunciado? Pronto se casará con la señorita Lizbeth. Esa pregunta, confirma que Sully no mentía, ella quería ver a Ángel al lado de Lizbeth. ¡No puedo ser! Pensó mientras que echó un vistazo a su alrededor. La luz del salón era tenue, pero la joven vio todo negro, era como un vil abismo que quería consumirla. Tengo que salir de aquí. Se dijo mientras corría
No me mientas, creí que éramos amigas; sin embargo, te guardas cosas para ti. Al detenerse, la joven secretaria señaló a su jefe y añadió. Ves esa sonrisa, la tiene desde que llegaste a la compañía, claro, ahora se nota más, además, te tiene custodiada como si fueras un tesoro. Ella habló con los brazos cruzados y fingiendo malestar. —¡Lo siento mucho, es solo que ya viste, no se puede confiar en nadie, mi mejor amiga me traicionó! Melany le pasó el brazo por el hombro y ambas siguieron juntas hasta una mesa. Mientras tanto, Sully hizo una espectacular entrada, su dominante presencia atrae miradas a donde quiera que va, y ese día no fue la excepción. Oh, oh… mira quién es… Lucrecia cambió radicalmente su rostro. —¡No sé quién sea esa señora! ¿Pero, esa es Lizbeth? Un grupo de distinguidos caballeros le quitaba visibilidad a Melany. —¡No la soporto! Te juro que desearía que alguien la desapareciera de la faz de la tierra, es tan irritante. Lucrecia descargó la frustración y el ma
Los periodistas se quedaron intrigados con la respuesta de Ángel, y solamente uno se atrevió a preguntar. —¿Señor Rockefeller, sabemos que los vinos de Feller son los mejores, pero usted, se ha inspirado en alguna musa para su nueva bebida? En ese momento, Ángel giró levemente la cabeza y miró rápidamente a Melany. Luego volvió su atención al reportero. —¡Lo siento mucho! Esa respuesta me la reservaré, no quiero que después me hagan preguntas acerca de esa musa. El brillo en la mirada del joven lo delató. Pero nadie podía preguntar acerca de ese tema, pues se nota que no obtendrán alguna respuesta.Ángel tuvo que tener un poco de paciencia, contestó unas cuantas preguntas más. Pero muy lejos de ellos, Marta Crawford mantiene la mirada iluminada. —Así que los Rockefeller no son unos simples ricos, mi nieto ha de poseer mucho dinero, sería justo que lo comparta, después de todo, la ingrata de Sofía nunca hizo nada bueno. —¡Ay sí, mamá! ¡Como si fuera tan fácil! No estás viendo, ese homb
La joven se sorprendió al ver el vestido, pero no tanto, como cuando comprobó que era de su talla. pues deja claro que Ángel había anticipado todo. Una vez que la gerente le empacó todo, Melany y Rubén salieron sin problemas. Ella no había visto las fotografías, y lo hizo hasta que estaba dentro del auto. Al abrir el sobre, sacó la primera fotografía. En la cual, Ángel sonreía alegremente, mientras que ella estaba colgando en su espalda. ¿Ángel? Es Ángel, no tengo duda, luce un poco diferente, pero es él. Las manos de Melany temblaron. Enseguida, sacó el resto de las fotografías y en todas aparecía Ángel junto a ella. Y en más de una se podían ver cariñosos y dándose un beso. —¡Es Miguel! No lo puedo creer, ¿pero cómo? Ángel siempre estuvo ahí. Todavía impactada por lo que ha visto, levantó la mirada y la clavó en Rubén y le preguntó.—¡Oye, dime algo! ¿Sabes cuál es el nombre completo de tu jefe? Solamente, quería confirmar sus sospechas.—¡Por supuesto, es Miguel Ángel Rockefell
70 —¡Mi amor, no tienes que recordar algo doloroso! Le cobraré todo esto, eso te lo juro. Ángel desconoce el calvario que vivía la joven, pues pensaba que eran un matrimonio como todos. Además, desde mañana también descubrió que Melany había tenido otro aborto, lo que menos quiere es que ella sufra más. —¡Ángel, es que él tenía razón! Tú dices que estuve contigo esa noche y te creo, era tu perfume el que sentí, fueron tus manos las que me acariciaban, hoy no tengo dudas. Eso me deja en claro que ese bebé era tuyo…Melany hizo una pausa, mientras Ángel asimilaba lo que había escuchado. —¡No puede ser, era mi segundo hijo, los dos con ella, esto no es justo! ¿Por qué? ¿Qué hicimos? ¿Qué penitencia estamos pagando? Pensaba el joven mientras la miraba, aturdido a los ojos. Ángel, no te lo dije, pero después de que quise morir en el mar, volvió con él, y desde que entres a la casa estábamos discutiendo, así fue hasta que subimos las escaleras y nos gritamos un poco más. Él siempre me s