Ashlee es una joven mujer, la cual al terminar sus estudios, debe hacerse cargo de la economía familiar, tras ser diagnosticada la leucemia que padece su hermana. Lleva dos años trabajando para Christopher Adams, dueño de una emergente y prestigiosa empresa de marketing. Una movida inesperada de un cliente, hará que Christopher haga una más inesperada propuesta a Ashlee. ¿Serán capaces de diferenciar la ficción de la realidad? ¿O se rendirán a aquello que está destinado a ser?
Leer másTodo el grupo lo está pasando fenomenal. Sophie y yo tenemos que ponernos al día en tantas cosas. Me cuenta que está saliendo hace unos dos meses con su vecino llamado Zack –el chico con el que vino esta noche–; le recrimino por no haberme contado antes, pero me confiesa que lo deseaba hacer, pero que por falta de tiempo no ha podido.Mónica, por otro lado, está sorprendida ante mi relación con Christopher, pero también se alegra por él, ya que escuchó lo mal que lo pasó su jefe en su relación anterior. Ella y su acompañante son solo amigos.Con Rachel es como si nos metiéramos en nuestra burbuja de amistad. Me cuenta que con Michael han puesto finalmente fecha para su matrimonio y que será en agosto. Han contratado a una organizadora de bodas llamada Rosie, porque han oído que es muy exitosa. Por supuesto, mi nueva amiga no perderá detalle alguno
¿Sarah?¿La ex de Christopher?¿Por qué está aquí?Son muchas las preguntas que comienzan a llegar a mi cabeza. Por el momento, ninguna puede ser respondida. Al menos, solo hasta que ella empieza a hablar.—Te lo vuelvo a preguntar, ¿qué quieres y qué haces aquí?—Te diré que en el último tiempo me he estado acordando de ti y por lo tanto quise venir a verte.—¡¿Y qué crees, que te dejaré volver a entrar en mi vida así de fácil?!—Sé que es difícil, pero estoy aquí para que me perdones.—Está demás decir que no te quiero cerca y mucho menos de regreso en mi vida. —Ante estas últimas palabras es fácil darse cuenta de que Chris está muy molesto, pero aun así trata de verse sereno.—Tranquilo, cari
AshleeEstoy arreglándome para ir a trabajar y esta vez sí que se siente diferente. Porque despertar en tu casa y siendo soltera es una cosa, pero despertar en la casa de tu novio para ir a tu trabajo y que encima tu novio sea tu jefe es otra totalmente distinta.Hoy es el primer día que nos vamos juntos al trabajo, desde el mismo departamento y se siente especial. Adoro que Chris sea tan cuidadoso y preocupado; con esto de que hay alguien por ahí, pendiente de mí, no quiero imaginar qué podría llegar a pasar más adelante, tanto a mí y como a él.—¿Ya estás lista, cariño? —me pregunta desde la cocina.—Sí, amor, ya lo estoy —le respondo luego de cerciorarme de que no me falta nada.—Entonces, ¿nos vamos? —Se acerca a mí y me ofrece su brazo para agarrarlo e irnos juntos. L
Al despertar esta mañana, lo primero que hago es sonreír al recordar la maravillosa noche que pasamos con mi novio. Inconscientemente, me llevo mi mano derecha a mis labios al evocar los suyos sobre los míos. Me doy vuelta y veo a Christopher todavía dormido. Está acostado sobre su estómago y tapado, solamente, desde la cintura para abajo. Su rostro se halla girado hacia mi lado y su cabello se encuentra completamente despeinado. Se ve realmente sexy.Me acomodo más hacia su costado y con mi mano izquierda le acaricio su semblante. Se ve increíblemente guapo mientras duerme. Soy una afortunada, ya que podría verlo despertar todas las mañanas y, sin dudarlo, sé que serían momentos maravillosos.—Buenos días, mi amor —dice Chris luego de abrir los ojos.—Buenos días, cariño. ¿Cómo dormiste?—Más que bien, grac
Estamos a punto de terminar de empacar mis cosas. Por suerte, solo son unas cuantas cajas y mis maletas con mi ropa. No quiero dejar nada aquí, olvidado. Christopher ya ha puesto un aviso en el periódico, así que en dos días vendrán a ver el departamento. Mañana vendrán también a limpiar por completo para que todo esté listo.No supe en qué minuto pasó todo, pero me alegra no haber tenido que hacerlo yo. Con todo el trabajo de la empresa que está pendiente, apenas tengo tiempo de almorzar, por lo que ahora, prácticamente, muero de hambre.—Amor, necesito comer algo. Con todo lo que he hecho hoy apenas he comido y necesito recuperar fuerzas. El acarreo de tantas cajas ya me agotó.—Entiendo, cariño, a mí también me dio algo de hambre. Llevemos todo esto rápido a mi… digo, a nuestro departamento y salgamos a comer.
Es lunes. Estoy terminando de desayunar, luego de prepararme para ir a trabajar. He pasado el resto del domingo algo inquieta. No ha vuelto a sucederme nada raro, pero aun así la sensación de incomodidad no se me ha ido del todo.Termino de lavar la loza cuando oigo que suena mi teléfono. Me limpio las manos y veo que me ha llegado un mensaje de Chris.«Nena, te espero abajo ¿Ya estás lista?»«Hola, cariño. Estoy casi lista. ¿En serio estás abajo?»«Si no me crees… mira por tu ventana.»Como toda enamorada, prácticamente, corro a mi ventana para chequear si es cierto, hasta que lo saludo y le mando un mensaje.«Enseguida bajo.»«Aquí te espero.»Luego de leer su mensaje, guardo el celular en mi cartera, pero saco de ella las llaves de mi departamento. También agarro mi chaqueta y me la
Ha pasado una semana desde la operación de Melissa. Su recuperación es asombrosa. Como Christopher es un hombre totalmente sano, el cuerpo de mi hermana no rechaza parte de la médula ósea donada por mi novio.No quiero irme del lado de mi familia, pero el trabajo no puede seguir esperando. Christopher ya debe volver. Michael, su socio, necesita cerrar algunos tratos importantes con la firma de Chris, por lo que decidimos regresar con la esperanza de que sea muy pronto el reencuentro.Melissa está feliz, y cuando le contamos acerca de la boda me pide, más bien, me exige ser la dama de honor. Por supuesto, así será. Ella es mi mejor amiga y siempre pensé en alguien como ella para ocupar ese puesto.Todavía no hemos podido organizar nada. Está claro que es muy pronto; no porque mi relación con Christopher haya avanzado a pasos agigantados quiere decir que nuestro matrimonio tambi&ea
ChristopherComienzo a despertar. No sé cuánto tiempo ha pasado desde que he llegado a la habitación. De pronto, entre mis sueños y mi realidad, siento que la puerta se abre, pero no sé quién pueda ser. Puedo oír que dan pasos pequeños y con cuidado para no despertarme.Se acomodan a mi lado.Tras un breve momento de silencio, alguien me toma la mano con mucha delicadeza y le da algo de calor. Logro reconocer esa caricia, porque es Ashlee quien vino, quien comienza a hablar.Cuando termina de decir lo que siente, muevo un poco la mano, con tal de que la sienta. Lo hace, levantando la cabeza para mirarme.Aún con lágrimas en sus mejillas y un poco de maquillaje corrido, sigue siendo hermosa.—No debes pagarme nada, lo hice porque te amo —le digo.—¿Me-me amas?—Sí, Ashlee. Te amo desde el min
AshleeLuego de despedirme de Chris y volver a la habitación, seguimos conversando un buen rato con mi madre y mi hermana. Estoy más relajada porque mi madre está más tranquila con respecto a todo y Mel no ha perdido el ánimo, a pesar de la situación en la que se encuentra.Decidimos ir a almorzar con mamá y dejar descansar a Melissa, lo necesita. Desde que llegamos solo hemos estado aquí en el hospital, acompañando a mi hermanita. Le envío un mensaje de texto a Christopher, dándole la dirección del restaurante al que vamos.Caminamos a la salida, como mi madre no sabe manejar y yo dejé mi auto en Chicago, tomamos un taxi. Al subir le damos la dirección al conductor y este nos lleva a nuestro destino.*****—Ahora sí te ves mejor, cariño.—Gracias, amor. Necesitaba cambiarme de ropa