Una joven abogada sin experiencia, se encuentra inesperadamente atrapada en medio de una feroz batalla legal entre un abogado de fama internacional y su rival. Tras un desengaño amoroso y una noche lluviosa, ella deberá navegar por un laberinto de emociones y conflictos profesionales. Mientras lucha por mantener su integridad y encontrar su lugar en el complicado mundo legal. Tras enamorarse de su jefe, un hombre posesivo y controlador, encuentra consuelo en un amigo, el cual resulta odiar a su jefe a muerte. Ambos desean conquistar su corazón, enfrentándose a decisiones que podrían cambiar sus vidas para siempre. La venganza puede darles un final doloroso sino se detienen a tiempo.
Leer másUbicación: RusiaLa esposa del CEO, Mijaíl Kosovo, acaba de morir y aún no sabe cómo hará para que Alexander, su pequeño hijo, comprenda la situación. Hace días que el pequeño de solo cuatro años quiere ir al hospital con su padre a visitarla. Sin embargo, Kosovo no se lo permite, ya que hace una semana que se encuentra inconsciente por los fármacos que pusieron en su suero para que no sufriera dolor. Pocos son los que saben qué está ocurriendo en verdad, porque el empresario es una persona con demasiados enemigos como para mostrarse débil ante la mirada pública.Elena fue una buena esposa, criada por sus padres para ser la madre del heredero de un imperio como el que Kosovo posee, por lo que estaba al tanto cuál era su lugar en la vida de su esposo. Sin embargo, él no llega a apreciarla, ya que sus obligaciones lo tienen ocupado la mayor parte del tiempo.—Señor Kosovo, disculpe que lo moleste —interrumpe uno de sus empleados entrando al cuarto donde el magnate se encuentra despidién
***Una pequeña brisa fresca recorre mi rostro. El invierno se acerca, y en el aire siento cómo cada vez estoy más lejos de quienes amo. También se vuelve extraño estar frente a la tumba del hombre que alguna vez fui, encontrando flores dejadas por dos mujeres que aún amo y por las cuales fui capaz de fingir mi muerte.El cementerio se encuentra en silencio, como siempre. Sin embargo, en mi interior, el ruido de mis pensamientos es ensordecedor, cada uno contradiciéndose con el siguiente. Volver y enfrentar a todos, o seguir así, asegurándoles una vida digna a las personas que más me importan.Aunque acepté trabajar para la mafia rusa a cambio de la protección que brindan a mis familiares, siento el peso de mis pasos al caminar hacia la salida de este lugar sombrío. Si alguien me llegara a ver, todo mi sacrificio sería en vano. Aun así, estoy aquí, sin poder dejar por completo al que fui junto con todo lo que forjé.El pasaje del avión que debo abordar está aún en mi bolsillo, junto a
Después del cumpleaños de Junior, Camila se tomó unos días en el trabajo, ya que las náuseas se volvieron cada vez más fuertes. Leonel tuvo que contratar a otro abogado para ayudar a Camila con sus casos. Era el hermano mayor de Ale, también sobrino de Yohana. El chico no solo es un genio de las computadoras, sino que también tiene una memoria infalible. Será de mucha ayuda para Camila.—Aquí quien da las órdenes es Camila. Si ella te pide algo, lo haces. Si te dice que archives un caso y te ocupes de otro, solo sigue sus órdenes. Ella sabe por qué lo hace —explica Leonel, mientras entrevista al joven.—Está bien. ¿Cuándo la conoceré? —pregunta el muchacho, que tiene casi la misma edad que Camila.—Ella está trabajando desde casa, así que tendrás que ir allá para que te dé las indicaciones —responde Leonel, dándole las llaves del automóvil—. Este será el vehículo con el que te manejarás mientras estés en horario laboral.—Pero yo no sé manejar —revela el joven algo avergonzado.—Enton
Los días pasan volando y cuando menos lo esperan ya están celebrando el primer año de vida de Junior. Leonel y Camila besan a Junior como lo hacen cada mañana antes de irse a trabajar. La madre de Leonel se ha mudado cerca para poder ver a su nieto más seguido, y los padres de Camila vienen sin falta cada fin de semana para pasar tiempo con Junior. Es un niño muy querido y mimado.—Mamá, recuerda no darle dulces, esta noche tendremos su fiesta —le indica Leonel a Libet.—Te crie a ti, puedo cuidar de un bebé —reclama la mujer ofendida.—No se haga problema, Libet. Sabemos que es una gran abuela —indica Camila, sonriendo antes de agarrar su portafolios.—Por fin alguien que me valora —responde la mujer y los tres ríen.—Vamos, amor. llegaremos tarde —indica Camila a Leonel.Este día no solo es especial porque es el cumpleaños de Junior. También quieren enviar su aprecio a aquel que hizo posible que el pequeño esté con ellos. Suben a la limusina que los espera en la puerta.—¿Llegaremos
Camila acaba de descubrir que Lisandro ha muerto. Algo que no puede creer, ya que ella misma lo vio en su habitación de hospital.—Leo, no juegues con eso. Si él estuvo aquí —asegura Camila, sorprendiendo a todos.—Cami, Leo dice la verdad. Él y yo fuimos a su velorio —indica Ismael, serio.No puede ser. Camila no puede creerles. Ella sabe lo que vio, escuchó e incluso sintió cuando Lisandro tuvo la audacia de besarla.—Cami, no te sientas mal. Él fue un héroe —comenta Guadalupe, sin saber qué decir.En ese momento, Camila recuerda las palabras de Lisandro.«Yo estoy bien. No quiero que te preocupes por mí ni sientas culpa. Me siento feliz por haberlos protegido a ti y a Junior»Pero si Lisandro ha muerto, no es posible que haya ido a su habitación de hospital a visitarla.—Cami, ¿estás bien? —pregunta Leonel al ver que ella se ha quedado en silencio.—A Lisandro le habría gustado mucho el nombre que elegiste —responde ella, comenzando a llorar—. Gracias, Leo.Ella abraza a Leonel y a
Hacen salir a Leonel de neonatología para darle el informe de Camila. Ella ha sido herida con una de las balas, al parecer. Lo que ha causado que pierda mucha sangre, por lo que su estado es delicado.¿Camila podría morir?El mundo de Leonel empieza a tambalearse cuando la médica le dice a Nicolás que Lisandro ha fallecido. Leonel no puede creerlo. Lisandro está muerto. Eso no puede ser real.Lisa y Clara llegan al hospital y es Nicolás quien da la noticia. Ellas lloran desconsoladas. No puede ser que Lisandro muera en este momento que volvían a ser una familia.—No, papá —reclama Clara bañada en llanto. Su madre la sostiene mientras ella también llora.—No puedo creer que Lisandro ya no esté con nosotros —susurra Nicolás con tristeza.Leonel permanece en silencio. La muerte está muy cerca, por lo que tiene miedo de decir o hacer algo y que esta también se lleve a Camila. No podría vivir sin ella. Ya no le importa vengar la muerte de su padre. Ni siquiera quiere ganar el juicio. Solo
Camila espera a Lisandro, pero este no llega y tampoco le avisa que no vendrá. Ya tiene sueño, así que decide irse a dormir. Cuando está por guardar todo, golpean la puerta del departamento.Ella abre la puerta y al ver a Leonel se emociona. No puede creer que vuelva tan rápido. Lo abraza y él entra, dándole un beso lleno de ansiedad y cariño.—No pensé que estarías tan feliz de verme —indica él después de besarla.—¿Por qué dices eso? —pregunta ella, mientras lo abraza con fuerza.—Porque preferías que tomara la declaración de tus padres a que estuviera aquí. Y la verdad es que no me importa el juicio, si en consecuencia tengo que ponerte en riesgo —responded Leonel mientras acaricia a Camila.—Leo, te extrañé mucho —asegura ella, tratando de no llorar.—¿Lisandro te avisó que yo volvía? —pregunta Leonel al ver la mesa puesta.—Me dijo que preparara una mesa para dos —dice ella sonriendo.¿Lisandro habría hecho esto por ellos?—¿Y qué celebramos? —pregunta Leonel, mientras se acerca
Camila vuelve al departamento y empieza a acomodar las cosas que ha comprado con la tarjeta de Lisandro. Le envía un mensaje diciéndole que no se preocupe por el monto y que le hará la transferencia cuando tenga sus cosas. En ese momento, golpean la puerta del departamento. Camila va a abrir y al mirar por la mirilla ve a Lisandro. Abre la puerta y él entra apurado.—¿Ella está aquí? —pregunta Lisandro.—¿Quién? —pregunta Camila desconcertada.Lisandro deja sobre una mesa en la entrada los archivos que Camila le había pedido y su computadora, y sigue inspeccionando el lugar.—¿A quién buscas? —pregunta Camila asustada.—A Lisa. ¿Vino a molestarte? —pregunta él. Camila sonríe.—No, para nada. ¿Esa mujer te asusta tanto? —pregunta Camila sorprendida.—No sabes lo terrible que es. Bueno, me alegro de que no viniera a molestarte. Si lo hace, solo avísame —pide él un poco más tranquilo.Lisa le había escrito, con solo ver a Camila se había dado cuenta de que ella había estado con Lisandro.
Camila se queda sin saber qué hacer. No tiene sus cosas como para empezar a trabajar. Supone que Lisandro lo ha hecho con esa intención, ya que la médica le ha dicho que debe descansar. Aun así, le escribe para recordarle que necesita su equipo.¿Por qué lo busca tanto ahora?Lisandro le responde diciéndole que por la tarde le llevará todo y que lo mejor es que lo espere con buena comida. Le recuerda que en el edificio llevan comida a domicilio. Ella va a responderle el mensaje y él la llama.—Sabes que aún tienes la cuenta a tu nombre. Puedes pedir una reimpresión de la tarjeta en recepción y comprar vajilla para la casa. Así no tendrás excusa para darme de comer esta noche —indica él con una sonrisa.—No puedo gastar tu dinero —responde ella incómoda.—Clara lo gasta sin problema. Pregúntale a ella cómo lo hace —pide Lisandro a modo de broma.—No es lo mismo. Ella es tu hija y yo no soy nada —dice Camila recordando los resultados del ADN.—Piensa en esto. Tal vez en poco tiempo deci