Elena Pierce pierde a su padre en un accidente automovilístico, su madre queda devastada y se encierra no solo en sí misma, sino que a ella también en el oscuro mundo de la tristeza negándole la ilusión desde los cuatro años de edad, de disfrutar las más preciosas fechas del año. Ni un juguete, así como tampoco la alegría de un árbol de navidad con luces de colores para alegrar un poco la casa oscura y casi lúgubre donde viven. Pero la época más bella del año trae consigo sorpresas y tesoros, cuyo propósito es llevar la alegría felicidad a los habitantes en el pueblo de San Rico y especialmente a esta niñita que descubrirá un tesoro escondido.
Leer más— ¡Dense prisa, parecen tortugas! – grita Elena entre risas — a este ritmo llegaremos en año nuevo – esboza de nuevo con ambas manos hechas como una trompeta en su boca.El frío arrecia, ya no está nevando y la temperatura a esta altura está tan baja que casi no pueden seguir pese a los abrigos térmicos especiales que les recomendaron en la boutique del pueblo.— Eso lo dices porque tu abrigo es enorme para ti – protesta Marie en los brazos de su esposo —, no me sueltes cielo porque me congelaré – el hombre besa lo alto de su cabeza sobre l grueso gorro que lleva puesto.— Cariño ten cuidado por favor estás muy lejos – se escucha la voz de Dakota temblar un poco — ajusta esa chaqueta que me da miedo – dice mientras sube el resto de la montaña con la ayuda de Otto.— Serán llorones ustedes ¡muévanse que estamos cerca! – y tenía mucha razón.No solo el sitio existe, sino que es una pequeña ciudad en lo más profundo del “bosque de los pinos silvestres”, una zona inexplorada en lo Alto de
Los ojos de Elena se abren ante lo que lee y una amplia, sincera y feliz sonrisa se forma en su cara al punto de que puede llegarle a las orejas. La carta de su abuelo relata un cuento precioso de un leñador que cultivaba árboles para entregarlos en navidad a las personas más necesitadas, en relato expresa que el hombre es muy rico y tiene un corazón de oro lo cual no esconde, más si lo hace con su fortuna ya que viste de overol, camiseta y abrigo peludo.Ese hombre también tiene un hermoso refugio en las montañas donde cuida y alimenta a las personas y animales que lo necesitan siendo una hermosa fuente de vida para mucha gente, las lágrimas de Elena se confunden con los pequeños riachuelos y cascadas que menciona el abuelo en el cuento, la mente de la niña vuela hasta el sitio que describe teniendo una imagen clara de lo que narra ese hombre que no conoce, pero que ama por lo hermosas de sus palabras. Ella sueña con un lugar así, verde y frondoso, hermoso y con muchos árboles frutal
La conmoción hace presa de las chicas, pero Otto quien se encuentra debidamente vestido y calzado además de limpio y perfumado, se acerca al animalito y lo acaricia, Lola le retribuye la caricia con lametones babosos que lo divierten mucho, es un peque bueno y con mucho carisma, pero no pertenece a esta casa.— Espero hayan pasado un buen día – Dakota lo mira de pies a cabeza, extrañada — debo tener pelo encima de Lola – se sacude la camiseta, sonríe tan forzado que le duele cada músculo.— Hoy no trabajaste – niega — eso es raro ¿y ese atuendo? – Sócrates se mira y se pone mucho más nervioso por el escrutinio de Dakota.— Si bueno, hoy fue un día raro – se excusa aun cuando sabe que no hizo nada malo — anduve por el pueblo y no era cómodo el traje, así que decidí cambiarme por algo más… cómodo. – arruga la frente manteniendo la vista baja.La risa de Elena lo hace subirla, siente una brisa fresca es como si el peso que llevaba en los hombros desapareciera poco a poco con la risa de l
Uno de los empleados corre en su ayuda y al verlo abre la boca para decir algo, Sócrates lo señala con advertencia, entonces cierra la boca.— Buen… - se retracta enseguida el joven — dígame que necesita y lo traeré hasta acá – el muchacho sonríe sinceramente y el hombre en el piso extiende la mano pidiendo ayuda.— Lo primero es que laven ese puto baño, es un asco – responde con mal humor.— Es que el baño de empleados y transeúntes se encuentra dentro – el rostro pétreo del hombre le impide continuar con la diatriba respecto al baño —, pero venga conmigo para conseguirle ropa limpia y… unos zapatos – mira los de Sócrates asombrado de lo finos y delicados que se ven.— ¡Gracias! – expone incómodo por la amabilidad a la cual no se encuentra habituado — ¿qué clase de ropa venden en este lugar? – el empleado gira a verlo y aprieta los labios preocupado.— No tan elegante, pero si así lo desea luego de ofrecerle un café puedo pedir algo para usted en el pueblo – le sonríe amable y él asi
— ¿Qué diablos hace él aquí? – gruñe señalando el niño como si tuviese una enfermedad contagiosa — ¡ensuciará los muebles!— ¡No le hables de ese modo, es mi invitado!– grita Elena renegando de que su padre celestial le ha puesto una tarea difícil porque ese hombre es odioso y exasperante.Sabe que debe obedecer a su padre de arriba, pero el caballero no ayuda para nada, contrario a eso es una mala persona pese a que recibe malos tratos de su mamá y hasta de ella misma.— Elena mi amor no grites por favor – exhorta con dulzura una Dakota tranquila y controlada — Sócrates – respira profundo componiendo una sonrisa, disimulando su mal humor — ¿podrías sentarte a la mesa y comer con nosotros? – el hombre achica la mirada hacia ella con sospecha — Otto es el invitado de Elena y es bienvenido las veces que desee estar con ella - el hombre no puede hacer otra cosa que sentarse, pero lo hace sin dejar de mirar a su esposa como si estuviese loca.El muchacho se siente tan incómodo que quiere
La confusión y el desorden emocional que ha sufrido Dakota la ha llevado a un shock del cual le es difícil regresar, su inconsciente solo reconoce el hecho de que dio el permiso de desconectarla y entonces hoy en medio de un agudo dolor la vio y le fue difícil asimilarlo.Sócrates observa detenidamente el rostro de su esposa y aunque mantiene el tipo no puede evitar sentir su dolor, él fue uno de los que mencionó aquello de que los milagros existen aun cuando es un no creyente de las cosas divinas, pero lamentablemente para su estado mental, los médicos afirman que lo es. Se entretiene dándole vueltas a su sortija de bodas, pensando en cómo lograr que Dakota salga de ese sitio oscuro en el que se encuentra y de donde él ha venido ya que su estabilidad emocional estuvo comprometida al ver en los periódicos que se casaba con su hermano, habiéndolo dejado por una simple confusión o tal vez no lo haya sido, pero él nunca la engañó y pese a que llegó dispuesto a vengarse de ella, no ha pod
Elena abre los ojos y de pronto es consciente del tubo que atraviesa su garganta para poder respirar. Tose incómoda, dolorida. La persona que se encuentra a su lado se levanta de un salto, grita procurando un médico para que la asista y que la niña deje de sufrir por el tubo en su garganta. Se hace el proceso al llegar el médico de guardia y todo es calma por un momento.Dakota corre hacia la habitación de su hija luego de haberla llamado por teléfono ya que ese día en contra de su propia voluntad había dado el permiso de desconectarla y darle descanso a su cuerpo, pero hoy una nueva esperanza habitaba en su corazón y ahí estaba la respuesta.Su pequeña Elena había despertado del coma inducido por los médicos para evitar el dolor con el que iba a despedirse de este mundo ya que el frío extremo al que fue expuesto su pequeño cuerpo comprometió fatalmente sus órganos importantes dando como resultado un fallo renal irreparable siendo esa la causa del inminente deceso, pero como el mismo
Elena mira hacia arriba encontrándose con el hombre al que le teme su mamá, pero ella por alguna razón no lo hace ¿por qué no le teme si claramente tiene un aura oscura y peligrosa?La mira directamente a los ojos y ella puede captar un destello de vida en ellos aun cuando se van apagados y sin expresión, sacude la cabeza e intenta levantarse sin éxito ya que el nerviosismo se lo impide.— En el tejado y yo no tengo mocos – le rebate con actitud —, además no creo que eso le importe a usted señor malo – los ojos de Sócrates se abren por la sorpresa.— ¡Vaya, vaya, pero si eres una fiera como tu padre! – se acuclilla hasta casi colocar el rostro a nivel del de ella —. Te recuerdo niñita que pronto seré el dueño de todo y eso te incluye – señala perverso y Elena se arrastra hacia atrás ahora sí, con el miedo de saber que el hombre está decidido a quitarles la casa y todo lo demás de lo que ella no tiene conocimiento.Y parece que habla muy en serio.— Mi papi era el dueño y ahora es mi m
— Marie por favor llévate a Elena arriba – la pequeña abre mucho los ojos porque no quiere dejar a su mami con las personas malas. — ¡No mami, mami! – logra zafarse de los brazos de la niñera y salta a los de su madre quien no está dispuesta a que Sócrates le vea el lado vulnerable — yo me quedo contigo por favor, por favor – toma su carita asustada entre sus manos. — Sube con la Nana Marie, yo voy en diez minutos ¿podrías contarlos? – asiente con las lágrimas ya corriendo por su acanelado y bello rostro — eso es mi niña fuerte – y la deja para que se la lleve su Nana hasta la parte superior de la gran casa. Al verla subir la escalera y pensar en que ella no merece todo el sufrimiento en la que ha sumido su vida, respira profundo y gira para encarar a su enemigo. — ¿Ya estás aquí conmigo? – ella lo mira directo a esos ojos que en algún momento la hicieron suspirar. — No me casaré contigo – él se muestra irascible — y me importa un bledo el testamento de mi suegro – señala arañando fue