Los ojos de Elena se abren ante lo que lee y una amplia, sincera y feliz sonrisa se forma en su cara al punto de que puede llegarle a las orejas. La carta de su abuelo relata un cuento precioso de un leñador que cultivaba árboles para entregarlos en navidad a las personas más necesitadas, en relato expresa que el hombre es muy rico y tiene un corazón de oro lo cual no esconde, más si lo hace con su fortuna ya que viste de overol, camiseta y abrigo peludo.Ese hombre también tiene un hermoso refugio en las montañas donde cuida y alimenta a las personas y animales que lo necesitan siendo una hermosa fuente de vida para mucha gente, las lágrimas de Elena se confunden con los pequeños riachuelos y cascadas que menciona el abuelo en el cuento, la mente de la niña vuela hasta el sitio que describe teniendo una imagen clara de lo que narra ese hombre que no conoce, pero que ama por lo hermosas de sus palabras. Ella sueña con un lugar así, verde y frondoso, hermoso y con muchos árboles frutal
— ¡Dense prisa, parecen tortugas! – grita Elena entre risas — a este ritmo llegaremos en año nuevo – esboza de nuevo con ambas manos hechas como una trompeta en su boca.El frío arrecia, ya no está nevando y la temperatura a esta altura está tan baja que casi no pueden seguir pese a los abrigos térmicos especiales que les recomendaron en la boutique del pueblo.— Eso lo dices porque tu abrigo es enorme para ti – protesta Marie en los brazos de su esposo —, no me sueltes cielo porque me congelaré – el hombre besa lo alto de su cabeza sobre l grueso gorro que lleva puesto.— Cariño ten cuidado por favor estás muy lejos – se escucha la voz de Dakota temblar un poco — ajusta esa chaqueta que me da miedo – dice mientras sube el resto de la montaña con la ayuda de Otto.— Serán llorones ustedes ¡muévanse que estamos cerca! – y tenía mucha razón.No solo el sitio existe, sino que es una pequeña ciudad en lo más profundo del “bosque de los pinos silvestres”, una zona inexplorada en lo Alto de
Las festividades decembrinas traen un mundo de felicidad para las personas que aman esta época, pero para Elena y su madre es un tiempo de tristeza ya que su padre fue víctima de un hombre borracho que colisionó contra su auto y el resultado fue lamentable ya que no pudo sobrevivir. Sin embargo hoy a pocos días del cuarto año de su deceso ya por lo menos han decidido salir a hacer algunos pendientes. — Tienes que abrigarte bien mi amor, debe estar haciendo un frío increíble – su voz es un lamento, pero reprende con dulzura. Dakota Pierce, viuda de Marck Pierce un hombre sumamente bueno y con mucha influencia dentro del pueblo permanece en una oscuridad de la cual se le ha hecho imposible salir ya que extraña a como ella bien lo dice: su motivo para vivir. Deciden establecerse en San Rico porque es un sitio sumamente tranquilo y apto para criar hijos considerando que todos sus habitantes son amables, agradables y considerados. — ¡Si mami! - responde la niña de apenas ocho años de
El reloj marca las ocho treinta de la noche y Elena se encuentra asomada en la ventana viendo caer la nieve, hoy fue otro día perdido intentando salir y su madre no pudo hacerlo… una vez más. — Papi – mira hacia arriba como buscando consuelo en esa sola palabra —, cómo me gustaría que estuvieras a nuestro lado para que mi mamita no se sintiera tan sola y triste y dejara ya de llorar – mira una estrella fugaz y pide un deseo —. Cómo deseo que estés aquí conmigo papito, que aparecieras como por arte de magia y nos hicieras felices a mi mami y a mí… - una sombra aparece en su campo de visión y la pequeña agudiza la mirada para enfocar mejor. Se trata de la figura de alguien que se encuentra en el portón de la casa, no logra distinguir si se trata de un hombre o una mujer, pero sí sabe que hay alguien. — ¡Elena! – escucha la voz de su Nana y cierra ipsofacto la cortina de la ventana —. Debes lavarte las manos cariño, la cena está servida – la mujer mayor le sonríe con ternura y la pequ
Elena salta de la cama ante la voz que escucha Y al recordar el hermoso sueño que ha tenido con su padre Dios, grita y patalea en la cama de alegría. Recuerda que este le expresó que le había dejado un tesoro que descubriré para esta Navidad y que sus sentidos deben estar alerta para poderlo encontrar. No tiene idea de cómo será, pero lo que sí sabe es que lo hará ¡Y tanto! que hará todo lo posible por encontrar ese tesoro que la hará feliz esta Navidad. Corre escaleras abajo para contar las buenas nuevas de lo que ha vivido a su mamá y a la Nana Marie, pero se encuentra una escena desagradable: Dakota se encuentra de rodillas en el suelo con la mejilla derecha en el piso roncando completamente dormida, Elena observa el desorden identificando los platos del desayuno con los alimentos regados por el piso, junto con el finísimo mantel y los vasos de cristal… rotos. El miedo la atraviesa ante el panorama que tiene enfrente el cual no entiende para nada, siempre ha visto a su madr
— Marie por favor llévate a Elena arriba – la pequeña abre mucho los ojos porque no quiere dejar a su mami con las personas malas. — ¡No mami, mami! – logra zafarse de los brazos de la niñera y salta a los de su madre quien no está dispuesta a que Sócrates le vea el lado vulnerable — yo me quedo contigo por favor, por favor – toma su carita asustada entre sus manos. — Sube con la Nana Marie, yo voy en diez minutos ¿podrías contarlos? – asiente con las lágrimas ya corriendo por su acanelado y bello rostro — eso es mi niña fuerte – y la deja para que se la lleve su Nana hasta la parte superior de la gran casa. Al verla subir la escalera y pensar en que ella no merece todo el sufrimiento en la que ha sumido su vida, respira profundo y gira para encarar a su enemigo. — ¿Ya estás aquí conmigo? – ella lo mira directo a esos ojos que en algún momento la hicieron suspirar. — No me casaré contigo – él se muestra irascible — y me importa un bledo el testamento de mi suegro – señala arañando fue
Elena mira hacia arriba encontrándose con el hombre al que le teme su mamá, pero ella por alguna razón no lo hace ¿por qué no le teme si claramente tiene un aura oscura y peligrosa?La mira directamente a los ojos y ella puede captar un destello de vida en ellos aun cuando se van apagados y sin expresión, sacude la cabeza e intenta levantarse sin éxito ya que el nerviosismo se lo impide.— En el tejado y yo no tengo mocos – le rebate con actitud —, además no creo que eso le importe a usted señor malo – los ojos de Sócrates se abren por la sorpresa.— ¡Vaya, vaya, pero si eres una fiera como tu padre! – se acuclilla hasta casi colocar el rostro a nivel del de ella —. Te recuerdo niñita que pronto seré el dueño de todo y eso te incluye – señala perverso y Elena se arrastra hacia atrás ahora sí, con el miedo de saber que el hombre está decidido a quitarles la casa y todo lo demás de lo que ella no tiene conocimiento.Y parece que habla muy en serio.— Mi papi era el dueño y ahora es mi m
Elena abre los ojos y de pronto es consciente del tubo que atraviesa su garganta para poder respirar. Tose incómoda, dolorida. La persona que se encuentra a su lado se levanta de un salto, grita procurando un médico para que la asista y que la niña deje de sufrir por el tubo en su garganta. Se hace el proceso al llegar el médico de guardia y todo es calma por un momento.Dakota corre hacia la habitación de su hija luego de haberla llamado por teléfono ya que ese día en contra de su propia voluntad había dado el permiso de desconectarla y darle descanso a su cuerpo, pero hoy una nueva esperanza habitaba en su corazón y ahí estaba la respuesta.Su pequeña Elena había despertado del coma inducido por los médicos para evitar el dolor con el que iba a despedirse de este mundo ya que el frío extremo al que fue expuesto su pequeño cuerpo comprometió fatalmente sus órganos importantes dando como resultado un fallo renal irreparable siendo esa la causa del inminente deceso, pero como el mismo