XXIV Peligroso capital

Una mirada a la bodega le bastó a Mad para confirmar lo que Antonio le había dicho.

—Esto no es un robo hormiga como los de antes. Esta vez se lo llevaron todo. Es una infamia, una provocación desvergonzada. ¡Es intolerable! —Antonio golpeó la mesa, haciendo saltar al joven que había empezado a acompañarlo bajo el cargo de asistente.

—¿De qué era el cargamento? —quiso saber Mad.

—Relojes y bolsos de lujo, todo legal. Hago las cosas bien y pasa esto. Sospecho de los de la aduana, pudieron dar el soplo.

Mad se dirigió al asistente.

—Quiero una lista de todos los empleados que estaban al tanto de este cargamento, desde el que conducía el camión hasta el que barre el piso de la bodega.

—Sí, señor. Enseguida —el muchacho salió raudo a cumplir lo pedido. Casi tropezó al cruzar la puerta.

—¿De dónde sacaste a ese "pollito"? —Mad se dirigió ahora a Antonio.

—Es el hijo de una amiga, un chico listo, aunque no lo parezca, con buena memoria. Lleva mi agenda. Nunca he sido amigo de estos apar
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo