—Espero que para hoy en la tarde, todas tus cosas estén fuera de mi casa. Estas fueron las palabras de Rita, al descubrir a su marido en la cama con otra. sin lágrimas, sin sollozos, sin gritos, sin drama, se giró y salió erguida de su casa en busca de consuelo. PROVÓCAME, es una historia que te llevara a conocer grandes sentimientos; Pasión, amor, dolor, y amistad verdadera, sin duda, un viaje de emociones.
Leer másRealmente te agradezco por haberme acompañado en esta historia, que realmente es una trilogía; *PROVÓCAME. *SEDUCIDA *ADICTA.Gracias por el apoyo, no sé imaginan lo incalculable que es para mí y lo emocionante que es que puedan creer en mi como escritora.Si pudieron apreciar esta historia recalca el amor de pareja, las segundas oportunidades de vida, pero sobretodo recalca LA AMISTAD verdadera entre estás tres mujeres.Para esta historia me he inspirado en la relación de amistad entre mis amigas y mi persona. Esos días en los que nos reunimos a hablar, parecen interminables.Creo que en personalidad yo sería una mezcla de Connie y Gillian.Así que si tienes verdaderos amigos, aprovéchalos, valoralos, malos y siempre, siempre respetarlos, aunque sus opiniones y pensamientos no sean iguales a los tuyos.No queda más que agradecer, GRACIAS, GRACIAS por este nuevo libro en el que me a
El día de reunirse había llegado; "DÍA DE CHICAS" Amaban los días en los que podían reunirse y conversar alegremente.Los días habían avanzado y la barriga de Rita, comenzaba a hacerse enorme.-¡Hoy brindaremos con zumo de naranja!- dijo Connie, volviendo a su habitación, donde había dejado a sus amigas- agradézcanselo a esa pequeña, que Rita lleva en el bulto.-¡No hables así de mi hija!- la reprendió Rita.- bien puedes beberte todo el licor que haya en la casa, si es tu gusto.-¡Jamás haría eso!- le respondió con una sonrisa burlona- ¿Dónde quedaría mi solidaridad?-¡No empecemos chicas!- intervino Gillian- hoy quiero relajarme un poco, esta semana ha sido realmente agotadora en la biblioteca.-No puedo ni imaginarme qué cosas "agotadoras" pudieran ocurrir en una biblioteca- dijo con sorna- ¿hubo un temblor, se vinieron todos los libros abajo y tuviste que devolverlos a su estante?-Te odio- le dijo Gillian, mirándola enfadada.-Conn
Rita. . .Abro los ojos con pesadez, me siento adormilada y confundida, con mucho dolor de cabeza. Mis ojos se topan con la mirada preocupada de Hugh.-¿Hugh?- pregunto en un susurro.-¡Mi amor!- exclama él, con las lágrimas brotando de sus ojos. -¡gracias a Dios despertaste, estaba volviéndome loco!- su voz tiembla llena de angustia, se inclina y deposita un tierno beso en su frente.-¡Pensé que jamás volvería a verte!- sollozo y él me abraza con cuidado.-Yo también lo pensé, han sido las semanas más largas de mi vida Rita, estaba comenzando a perder la razón. ¡Mira nada más como te dejó el desgraciado!- me dice contrayendo los labios y sé que está muy enojado.-Lo importante es que ahora estoy bien- le digo tocando su cara- Connie se comportó maravillosamente, le debo la vida a esa rubia. Si no hubiese sido por ella. . . .Nunca habría salido de allí.-Entonces le debemos tu vida. . . porque nunca tendré cómo pagarle lo que ha
A la mañana siguiente Rita, se despierta con el cuerpo adolorido, no sabe en qué momento se quedó dormida, pero al abrir los ojos se encuentra con la mirada de Connie.-¿Estás bien?- le pregunta la morena.-Lo estoy en la medida de lo posible, no sé en qué momento me dormí.-Yo también me dormí un par de horas- ambas se giran a ver a Michaell, quien se remueve inquieto en el rincón de aquella fría cueva, en su improvisada cama- muero de frío.-Yo también, me imagino lo cansada que debes estar, Connie.-Pues lo que le dije al infeliz se cumplió. Me duele el culo, Rita- hizo una mueca que le provocó una extraña risa a Rita.-Tu madre renegará de ti- le dice.-Siempre lo hace- se encogió de hombros- hace mucho que dejó de preocuparme, piensa que mal gastó todo el dinero que según ella i
Rita. . .Me encuentro entregada a las lágrimas y los sollozos, no sé cómo saldré de esa situación y peor aún, estaba segura de que Michaell regresaría con Connie, no tendré que preocuparme solo por mí, sino también porque mi amiga no salga lastimada.Me sobresaltó cuando escucho que la tapa de aquella cueva se abre y mis temores son confirmados cuando veo que Connie, baja mientras era apuntada por Michaell.-Cariño, mira el regalo que te traje- Connie, lo miró con odio.-¡Rita!- gimió y corrió a abrazarme. Sentir su calor era reconfortante- estaremos bien- me dice- todo saldrá bien, morena.-Basta de dramas- grita enojado- camina hasta acá Connie, necesito asegurarte- amenazada por el arma, ella camina hasta una silla donde Michaell, la ata.-¡Maldito infeliz!- le dice ella.-Así me siento desde que Rita me abandonó, si me hubieses dejado hablar con ella ese día, todo hubiese sido diferente. ¿qué te parece Rita?- me p
Michaell. . .Después que la golpeo con la pistola, veo como se desvaneceCae al suelo, me quedo observándola y es que es tan hermosa, aún así desmayada es hermosa. . . y mía, completamente mía. Nadie me la arrebatará, nadie me la quitará, porque es mía y nunca ha dejado de serlo, y si para eso tengo que tenerla a la fuerza, entonces no dudaré en hacerlo, porque si ese imbécil la toca de nuevo no podré soportarlo, seguramente se ha revolcado con él, a sus anchas, mientras que yo sufro por ella.Pero me las pagará.Salgo de la casa y voy a la camioneta, una que he alquilado. No hubiese querido llegar a esto, pero Rita me provocó. Al llegar abro la puerta del conductor y tomo un par de cuerdas largas y un tirro grueso que compré en una ferretería. Luego voy a la parte trasera de la camioneta y con esfuerzo lo
Cuando llegaron de su viaje, fue triste para ellos separarse, Hugh la había acompañado en un taxi hasta su departamento, la había ayudado con sus maletas y se había despedido en la puerta con un largo beso y la firme promesa de que volverían a estar juntos muy pronto.Aprovechó de dormir algunas horas. Se supone que al regresar pasaría la noche con las chicas, así que debía llamarlas para ratificar su encuentro.-¡RITA!- gritó Connie con alegría, lo cual la hizo sonreír.-¡Hola, rubia!-¡Al fin vuelves, te hemos extrañado mucho!, ¡debes contarnos todo!-Y lo haré- responde riendo- sólo quería recordarles que nos vemos esta noche.-Estaré allí, morena, quiero saber todo lo que pasó en Cancún, y cuando digo todo, es TODO, así que procura no esconderme nada, quiero los d
Después de aquella maravillosa noche, no podían esperar sino una igualmente, maravillosa mañana y un maravilloso día.Luego de despertar gracias a los besos y caricias de él, se habían duchado juntos y habían decidido ir a la playa, para ella fue muy divertido ver como miraba con odio a cada hombre que intentaba si quiera acercarse y que además, solía amenazar a aquellos que la miraban con lascivia.-Oye idiota, vuelves a mirar así a mi mujer y te juro que te rompo los dientes.Después de decir aquello la había tomado de la cintura y se habían dirigido al mar. Rita, había reído feliz de sentirse protegida, él era un hombre maravilloso, y estar en sus brazos había avivado en ella no sólo la llama de la pasión, sino también la del amor. Ese amor que creyó que jamás volvería a experimentar, pero allí estaba; amando a Hugh Scott, un hombre maravilloso que se había metido en su vida sin pedir permiso, que la había llevado al límite de la pasión y el deseo, un homb
Hugh, la tomó entre sus brazos estrechándola con fuerza, permitiéndose recrearse en la dulzura de la femenina boca, pensando en que Rita, sabía muy muy bien.La llevó hasta la amplia cama y juntos cayeron sobre el suave colchón. Hugh, abandonó la boca y se dedicó a recorrer el camino del cuello, mientras Rita entreabría la boca para dejar escapar suaves gemidos de placer. Con sus grandes manos la recorría haciéndola estremecer.-Hugh. . . – gimió Rita, sintiendo que el placer que le proporcionaba con solo tocarla era superior al que había experimentado en toda su vida.Él se dedicó a desvestirla con una tortuosa lentitud, dejando besos en cada centímetro de piel que descubría.-Eres hermosa- le susurró- eres hermosa, Rita.Hugh, deslizó la lengua entre el valle de sus senos y Rita, gimió retorci&eac